03-25-2004, 11:56 AM
[size=14:02bd0727f9][color=darkblue:02bd0727f9]De Freud sobrevivió mucho más que las pulsiones de vida y de muerte, pero no es el tema que nos ocupa y lo voy a dejar ahí.
[b:02bd0727f9]La inmortalidad ya existe desde hace miles de años...
Para qué deberíamos concebir un ser inmortal? La vida es sabia, y si ella, con toda su fuerza y sabiduría ha elegido seres mortales es porque ha determinado que la mejor forma de expresión es un ser que desarrolle, agote sus esencias y morfologías y muera, para dejar su patrimonio genético en la tierra, y que de este entre en interacción con el entorno (otros patrimonios genéticos desarrollados o no, pero de muy diversa índole) vuelva a surgir otro ser, cada vez más perfeccionado. Luego, un ser forma parte de la vida, y la vida en sí es infinita. Las tribus más primitivas creen en el más allá y en la unificación del viejo hombre en su tramo final de su vida terrenal con su dios. Luego, aquí cabe plantearse dos cosas: no estamos preparados psicológicamente para este trance, tan primitivo y ancestral; y segundo, partimos de un desconocimiento o descrédito de nuestros pasados para pretender una forma de vida que no conocemos pero que renuncia a la espiritualidad. [/color:02bd0727f9][/size:02bd0727f9][/b:02bd0727f9]
[b:02bd0727f9]La inmortalidad ya existe desde hace miles de años...
Para qué deberíamos concebir un ser inmortal? La vida es sabia, y si ella, con toda su fuerza y sabiduría ha elegido seres mortales es porque ha determinado que la mejor forma de expresión es un ser que desarrolle, agote sus esencias y morfologías y muera, para dejar su patrimonio genético en la tierra, y que de este entre en interacción con el entorno (otros patrimonios genéticos desarrollados o no, pero de muy diversa índole) vuelva a surgir otro ser, cada vez más perfeccionado. Luego, un ser forma parte de la vida, y la vida en sí es infinita. Las tribus más primitivas creen en el más allá y en la unificación del viejo hombre en su tramo final de su vida terrenal con su dios. Luego, aquí cabe plantearse dos cosas: no estamos preparados psicológicamente para este trance, tan primitivo y ancestral; y segundo, partimos de un desconocimiento o descrédito de nuestros pasados para pretender una forma de vida que no conocemos pero que renuncia a la espiritualidad. [/color:02bd0727f9][/size:02bd0727f9][/b:02bd0727f9]