06-10-2006, 09:03 AM
El gran error del psicoanálisis consiste en creer que la persona viene al mundo como una tabula rasa, y que se crea completamente a partir de la educación. Si así fuera, no existiría la especie humana. Es lo que sostiene el estructuralismo: el sujeto es sólo un efecto de estructura. Cuando se presenta un problema en la educación, un efecto traumático, se enferma la persona. También se dice que el sujeto tiene una falta básica. Claro, estas personas sólo viven en el campo de las creencias religiosas. Con este paradigma al hombre sólo le queda una cosa, primero todos son enfermos, el modelo de la personalidad es la enfermedad, la falta, segundo sólo existe un camino: el de la curación. El hombre es como una ameba que el ambiente forma según leyes de estructura, y sólo se puede aspirar a formar de manera que el sujeto se adapte a algo. No hay crecimiento, no hay a donde llegar, sólo curarse y flotar en la vida como un significante a la deriva de los vientos discursivos.
Tremenda idiotes que no puede sostenerse. Si un perro dependiera de lo que aprendiera durante su crecimiento, no habrían perros en el mundo. Y si el perro tiene una dirección de crecimiento, ¿el hombre que es mucho más complejo, no va a tenerla? Bueno, señores, esto es lo que sostiene el paradigma del psicoanálisis. Una aberración.
Así como el perro tiene un SER perro que lo guía, el hombre tiene un SER hombre que lo guía, una esencia rectora. La neurosis no es un conjunto de recuerdos reprimidos provocando síntomas, la neurosis es un bloqueo del desarrollo espontáneo de la persona. La función de la psicoterapia no es la de andar buscando recuerdos reprimidos, pues se sabe que esto no llega a nada, es la de restablecer el desarrollo espontáneo de la persona. La tarea no consiste en curar el pasado, escribirlo nuevamente, o levantar la represión, la tarea es restablecer el desarrollo de la persona. Pero para esto, hay que hacer un cambio fundamental en el paradigma psicoanalítico, es necesario abandonar una psicología de la falta, de la enfermedad, y sustituirlo por un paradigma de la salud, de la autorrealización, del crecimiento. El modelo no debe ser la carencia, debe ser la completud.
Un paradigma que toma como modelo la enfermedad, donde no existe un modelo de salud, sólo puede aspirar a la curación permanente como forma de vida, así es como alguien puede adoptar como forma de vida el psicoanálisis, así es como alguien puede estar 15 años en análisis. Una aberración.
Pero cuando se concibe la neurosis como una detención en el crecimiento espontáneo de la persona hacia su SER persona total y autorrealizada, todo cambia. Ahí no hay que andar hurgando indefinidamente en un pasado tortuoso, ahí lo que se debe hacer es crear una ambiente que favorezca el crecimiento espontáneo de la persona. Algo completamente distinto al el lloriqueo psicoanalítico que se llama asociación libre.
Carl Rogers pone el siguiente ejemplo, cuando era niño vivía en la granja de sus padres y algo le llamaba la atención, en el sótano guardaban papas, y cuando las papas germinaban, trataban de orientar sus brotes hacia la poca luz que entraba por una ventana, algunas podían captar un poco de luz y se desarrollaban un poco, otros brotes quedaban muy debilitados y morían, Sin embargo, aún los más débiles, sabían hacia donde debían dirigirse, hacia el sol, sabían qué era bueno para ellos, qué les hacía crecer. Lo mismo ocurre con el hombre, el hombre sabe espontáneamente hacia donde ir, sin embargo, muchas veces el ambiente lo aplasta tanto, que pierde su dirección. Pero nunca se mata completamente el impulso hacia el crecimiento. La psicoterapia rogeriana crea un clima favorable para que el sujeto pueda restablecer la comunicación con su ser más profundo, y así poder restablecer el crecimiento. En los pequeños intereses que va manifestando el sujeto, se van viendo las líneas de fuerza que rigen a la persona en la dirección del crecimiento y la autorrealización. Uno de los libros más importantes de Rogers se llama “El Proceso de Convertirse en Persona”.
Está en uno lo que puede llegar a ser, no en el ambiente. El ambiente puede favorecer ciertos comportamientos e inhibir otros, pero no darle forma al individuo. Pero puede quebrarlo, destrozar su espíritu, su esencia.
Tremenda idiotes que no puede sostenerse. Si un perro dependiera de lo que aprendiera durante su crecimiento, no habrían perros en el mundo. Y si el perro tiene una dirección de crecimiento, ¿el hombre que es mucho más complejo, no va a tenerla? Bueno, señores, esto es lo que sostiene el paradigma del psicoanálisis. Una aberración.
Así como el perro tiene un SER perro que lo guía, el hombre tiene un SER hombre que lo guía, una esencia rectora. La neurosis no es un conjunto de recuerdos reprimidos provocando síntomas, la neurosis es un bloqueo del desarrollo espontáneo de la persona. La función de la psicoterapia no es la de andar buscando recuerdos reprimidos, pues se sabe que esto no llega a nada, es la de restablecer el desarrollo espontáneo de la persona. La tarea no consiste en curar el pasado, escribirlo nuevamente, o levantar la represión, la tarea es restablecer el desarrollo de la persona. Pero para esto, hay que hacer un cambio fundamental en el paradigma psicoanalítico, es necesario abandonar una psicología de la falta, de la enfermedad, y sustituirlo por un paradigma de la salud, de la autorrealización, del crecimiento. El modelo no debe ser la carencia, debe ser la completud.
Un paradigma que toma como modelo la enfermedad, donde no existe un modelo de salud, sólo puede aspirar a la curación permanente como forma de vida, así es como alguien puede adoptar como forma de vida el psicoanálisis, así es como alguien puede estar 15 años en análisis. Una aberración.
Pero cuando se concibe la neurosis como una detención en el crecimiento espontáneo de la persona hacia su SER persona total y autorrealizada, todo cambia. Ahí no hay que andar hurgando indefinidamente en un pasado tortuoso, ahí lo que se debe hacer es crear una ambiente que favorezca el crecimiento espontáneo de la persona. Algo completamente distinto al el lloriqueo psicoanalítico que se llama asociación libre.
Carl Rogers pone el siguiente ejemplo, cuando era niño vivía en la granja de sus padres y algo le llamaba la atención, en el sótano guardaban papas, y cuando las papas germinaban, trataban de orientar sus brotes hacia la poca luz que entraba por una ventana, algunas podían captar un poco de luz y se desarrollaban un poco, otros brotes quedaban muy debilitados y morían, Sin embargo, aún los más débiles, sabían hacia donde debían dirigirse, hacia el sol, sabían qué era bueno para ellos, qué les hacía crecer. Lo mismo ocurre con el hombre, el hombre sabe espontáneamente hacia donde ir, sin embargo, muchas veces el ambiente lo aplasta tanto, que pierde su dirección. Pero nunca se mata completamente el impulso hacia el crecimiento. La psicoterapia rogeriana crea un clima favorable para que el sujeto pueda restablecer la comunicación con su ser más profundo, y así poder restablecer el crecimiento. En los pequeños intereses que va manifestando el sujeto, se van viendo las líneas de fuerza que rigen a la persona en la dirección del crecimiento y la autorrealización. Uno de los libros más importantes de Rogers se llama “El Proceso de Convertirse en Persona”.
Está en uno lo que puede llegar a ser, no en el ambiente. El ambiente puede favorecer ciertos comportamientos e inhibir otros, pero no darle forma al individuo. Pero puede quebrarlo, destrozar su espíritu, su esencia.