01-11-2006, 07:10 AM
Hace unos días entré en un blog de literatura, el blog estaba compuesto en esencia por artículos de reseña, el bloguista tomaba un autor y hacía la reseña biográfica del autor. Cada reseña estaba muy bien redactada, era explícita, casi como la que se podría leer en una enciclopedia especializada. Una buena reseña de datos biográficos. Si esta reseña se encontrara junto a otras de distintos reseñadores, nada hubiera podido identificar al bloguista. Esto ocurre muy frecuentemente con los post informativos de los foros, reseñas de datos, informaciones, como las lecciones de liceo que puede preparar un adolescente. Información seca, vacía, colección de datos, como una información dada por la CNN.
¿Cómo será el mundo interior -si es que lo tienen- de estas personas? Sólo manejan información “objetiva” y al alcance de quien desee confirmarla -pues no faltan las fuentes- quien no tiene confianza en sí mismo, quien tiene miedo de equivocarse o decir algo fuera de lugar. La “objetividad” en la opinión constituye una defensa.
Lo sorprendente en estos casos es que no se cuela nada del escritor en lo escrito. Esto no es cosa de voluntad o de un querer expresarse, pues evidentemente estas personas intentan expresarse y para ello toman un tema de su interés y elaboran un texto. Pero la expresión ocurre como un desborde o contaminación del texto por parte del autor que elige un tema X. Claro, puede pensarse que estas personas podrían expresarse mejor si en lugar de hacer la reseña de un tema X, expresaran simplemente su opinión sobre el tema, en la expresión de las ideas acerca del tema que tiene el escritor se podría ver algo más acerca de él. Pero no, estos escritores no pasan de una colección de informaciones acerca del tema o de ideas reseñadas.
También recuerdo en este momento el texto de una joven estudiante de filosofía sobre un filósofo muy conocido, el texto no pasó de ser una reseña de ideas acerca de la filosofía del filósofo. A pesar de ser una estudiante universitaria, escribía como una liceal. Sólo pretendía impresionar con un masacote de ideas inconexas, que claramente no entendía. Pero si las hubiera entendido, igual habría hecho una reseña de ese tipo.
Cuando se habla de ideas propias tiende a pensarse en originalidad completa, pero no es así necesariamente, las ideas propias son aquellas que se desarrollan hasta volverse propias aunque hayan partido de otras fuentes. Es muy fácil distinguir cuando alguien maneja ideas no digeridas, podrá manejarlas muy bien, pero siguen constituyendo un cuerpo extraño en él.
Creo que alguien comienza a expresarse verdaderamente cuando lo hace desde su vida, en realidad todo el mundo se expresa y se expresa desde su vida, nadie puede dejar de revelarse continuamente, pero entiendo la expresión depurada cuando el sujeto es dueño de la expresión, cuando es completamente consciente y expresa lo que desea expresar, cuando está completamente de acuerdo con lo que dice, y dice lo que quiere decir. Cuando tiene la destreza para elegir las mejores palabras, el tono y los ritmos, cuando es un verdadero artista, cuando sabe encantar.
Para lograr expresarse completamente es necesario estar posicionado en la vida. No quiero decir con esto que debe haber logrado una buena vida, ni siquiera que no exista confusión. Porque alguien puede asumir completamente su confusión. Para expresarse completamente es necesario el autoconocimiento, porque expresarse completamente es poder dar cuenta de sí mismo.
En síntesis: para que alguien pueda expresarse completamente debe tener conciencia en cada instante de todo lo que le está ocurriendo y, por sobre todo, de cada una de sus motivaciones.
Tras la objetividad del reseñador se encuentra la ignorancia de sí mismo, o la pobreza del sí mismo. Aún no se ha encontrado la voz propia.
¿Cómo será el mundo interior -si es que lo tienen- de estas personas? Sólo manejan información “objetiva” y al alcance de quien desee confirmarla -pues no faltan las fuentes- quien no tiene confianza en sí mismo, quien tiene miedo de equivocarse o decir algo fuera de lugar. La “objetividad” en la opinión constituye una defensa.
Lo sorprendente en estos casos es que no se cuela nada del escritor en lo escrito. Esto no es cosa de voluntad o de un querer expresarse, pues evidentemente estas personas intentan expresarse y para ello toman un tema de su interés y elaboran un texto. Pero la expresión ocurre como un desborde o contaminación del texto por parte del autor que elige un tema X. Claro, puede pensarse que estas personas podrían expresarse mejor si en lugar de hacer la reseña de un tema X, expresaran simplemente su opinión sobre el tema, en la expresión de las ideas acerca del tema que tiene el escritor se podría ver algo más acerca de él. Pero no, estos escritores no pasan de una colección de informaciones acerca del tema o de ideas reseñadas.
También recuerdo en este momento el texto de una joven estudiante de filosofía sobre un filósofo muy conocido, el texto no pasó de ser una reseña de ideas acerca de la filosofía del filósofo. A pesar de ser una estudiante universitaria, escribía como una liceal. Sólo pretendía impresionar con un masacote de ideas inconexas, que claramente no entendía. Pero si las hubiera entendido, igual habría hecho una reseña de ese tipo.
Cuando se habla de ideas propias tiende a pensarse en originalidad completa, pero no es así necesariamente, las ideas propias son aquellas que se desarrollan hasta volverse propias aunque hayan partido de otras fuentes. Es muy fácil distinguir cuando alguien maneja ideas no digeridas, podrá manejarlas muy bien, pero siguen constituyendo un cuerpo extraño en él.
Creo que alguien comienza a expresarse verdaderamente cuando lo hace desde su vida, en realidad todo el mundo se expresa y se expresa desde su vida, nadie puede dejar de revelarse continuamente, pero entiendo la expresión depurada cuando el sujeto es dueño de la expresión, cuando es completamente consciente y expresa lo que desea expresar, cuando está completamente de acuerdo con lo que dice, y dice lo que quiere decir. Cuando tiene la destreza para elegir las mejores palabras, el tono y los ritmos, cuando es un verdadero artista, cuando sabe encantar.
Para lograr expresarse completamente es necesario estar posicionado en la vida. No quiero decir con esto que debe haber logrado una buena vida, ni siquiera que no exista confusión. Porque alguien puede asumir completamente su confusión. Para expresarse completamente es necesario el autoconocimiento, porque expresarse completamente es poder dar cuenta de sí mismo.
En síntesis: para que alguien pueda expresarse completamente debe tener conciencia en cada instante de todo lo que le está ocurriendo y, por sobre todo, de cada una de sus motivaciones.
Tras la objetividad del reseñador se encuentra la ignorancia de sí mismo, o la pobreza del sí mismo. Aún no se ha encontrado la voz propia.