Biografia y vida de Felipe Ii

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Breve Biografia de Felipe Ii

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Felipe Ii (1556-1598).
Hijo del emperador Carlos I e Isabel de Portugal, nació en Valladolid el 21 de mayo. Fue educado por el profesor de la Universidad de Salamanca, quien le instruyó, formó y dirigió con habilidad y táctica extraordinarias. Su madre, la emperatriz Isabel, se
preocupó de darle una honda formación cristiana.
No era hombre de gran talla, por lo que manteníase siempre erguido "sin perder una pulgada de su estatura". De cabello rubio, ojos azules y barba prominente, se parecía más a un flamenco que a un español. De natural frío y moderado, reservado y casi impenetrable, fue tachado unas veces de orgulloso y otras de prudente. El rasgo más saliente de su carácter era su amor a la justicia, aplicándola con severidad implacable y sin hacer distinción entre grandes y pequeños, pero se le reprochaba la dificultad con que olvidaba una ofensa o perdonaba un delito, aplazando, a veces, el castigo hasta el momento favorable. Era Felipe II un gran conocedor de los hombres, pero pesimista, y, por tanto, desconfiado. En las audiencias tenía la costumbre de mirar fijamente a las personas que recibía, lo que muchas veces las turbaba, obligando al rey a tranquilizarlas con un "Sosegaos". Después escuchaba sin interrumpir y contestaba cortés y afable. La constancia y la calma aparente con que recibía todas
las malas noticias y soportaba las desgracias, no eran sino el resultado de un violento esfuerzo de voluntad. El cuidado y lentitud con que examinaba todas las cosas le valieron de sus contemporáneos el dictado de "Prudente", pero su irresolución en los asuntos graves ocasionaba retrasos que favorecían a sus enemigos.
Felipe II personificó los principios de autoridad y de
absolutismo monárquicos y católico, de obediencia al Papa frente a las tendencias de la Reforma. Mientras los protestantes le aplicaban el calificativo de "el demonio del Mediodía", el papa Pío V le llamaba "brazo derecho de la Cristiandad". En efecto, el monarca español aspiró a mantener por todos los medios la fe católica. "Antes perderé mis reinos que ser señor de herejes." "Pongo a Dios por testigo que nunca moví guerra por ganar más reinos, sino por conservar éstos en religión y paz." Éstas son sus palabras.
Durante su reinado, España continuó siendo la primera potencia europea. Mientras proseguía su expansión por América, tuvo que hacer frente a sus enemigos: Francia, Inglaterra, turcos y protestantes de los Países Bajos. Felipe II respetó siempre los derechos de sus súbditos y las leyes de los diferentes Estados que gobernaba; dirigía todos los asuntos por sí solo y se hacía asesorar por los hombres más prudentes del reino. España salió de sus manos en brillante posición internacional.
Reformó la administración, exigiendo que todos los
funcionarios fuese graduados por alguna Universidad y reorganizó muchos centros docentes, protegió a artistas y literatos, creó bibliotecas y archivos históricos y estableció la capital del reino en Madrid, centro geográfico de la Península. Para preservar a España de la herejía prohibió a sus súbditos que se dirigiesen al extranjero, bien fuera para enseñar o para aprender. Puede afirmarse que si Carlos I abrió España a todas las inquietudes mundiales, su hijo Felipe II cerró las fronteras de España por muchos siglos. Los pequeños focos heréticos que se formaron principalmente en
Sevilla y Valladolid fueron apagados prontamente gracias al celo desplegado por los inquisidores. Estas acciones fueron abultadas y exageradas en la llamada "leyenda negra". En 1567 tuvo lugar la rebelión de los moriscos granadinos por habérseles prohibido el uso de la lengua árabe y las costumbres mahometanas. Después de espantosas luchas, Don Juan de Austria, hermano natural de Felipe II, pudo acabar con la rebelión, deportando y repartiendo por varias regiones de Castilla a los moriscos de aquella zona. El reino de Granada fue repoblado, poco a poco, por colonos cristianos.La leyenda negra atribuyó al monarca español la muerte de su hijo Carlos. La moderna crítica histórica ha disipado las sombras de este hecho y ha rehabilitado a Felipe II. El príncipe Carlos, nacido del primer matrimonio de Felipe II con Doña María de Portugal, era díscolo, contrahecho y enfermizo. A raíz de una desgraciada caída, Vesalio tuvo que practicarlela trepanación, y desde entonces cometió múltiples extr
avagancias y anormalidades. Descubierta una conspiración del joven príncipe, Felipe II le hizo recluir en sus propias habitaciones donde Carlos, desesperado, intentó quitarse la vida y contrajo una grave enfermedad que le llevó al sepulcro.

Bibliografia: Enciclopedia Famosos en la Historia.

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