11-20-2008, 01:56 AM
El escritor peruano Mario Vargas Llosa sostuvo hoy que la crisis financiera mundial, desatada en Estados Unidos, es una “catástrofe” que debe llevar a los liberales a revisar la idea de que menos Estado es mejor para el funcionamiento de la sociedad.
Sostuvo también que es "una insensatez alegrarse" porque esta crisis vaya a acabar con el capitalismo, porque consideró que eso no sucederá, sino que "golpeará" más fuerte a los países más pobres del mundo."A los liberales, (la crisis) debe llevarnos a revisar la idea de que a menos Estado, mejor funcionamiento de la sociedad", dijo en una conferencia de prensa, antes de pronunciar la conferencia "Sueño y realidad de América Latina", en Barcelona.
Vargas Llosa, autodeclarado liberal, reconoció encontrarse "desgarrado" entre sus principios y la realidad de esta crisis, que ha llevado al gobierno de Estados Unidos a pedirles a sus contribuyentes aceptar un millonario rescate a las empresas quebradas.
“Un liberal jamás debería aceptar que los pobres contribuyentes salvaran a las empresas codiciosas que han acabado en la ruina", señaló al tiempo de preguntarse cómo un "sector tan pequeño" ha podido causar una "catástrofe" así.
Sin embargo, señaló que dichas instituciones no quiebran solas y parece indispensable el “intervencionismo” para salvar a los náufragos: “Si tienen que quebrar, que quiebren; pero el problema es que nos quiebran a todos."
Por ello, señaló que esta situación debe “llevarnos a los liberales a revisar la idea de que a menor Estado, mejor funcionamiento de la sociedad".
Sostuvo también que es "una insensatez alegrarse" porque esta crisis vaya a acabar con el capitalismo, porque consideró que eso no sucederá, sino que "golpeará" más fuerte a los países más pobres del mundo."A los liberales, (la crisis) debe llevarnos a revisar la idea de que a menos Estado, mejor funcionamiento de la sociedad", dijo en una conferencia de prensa, antes de pronunciar la conferencia "Sueño y realidad de América Latina", en Barcelona.
Vargas Llosa, autodeclarado liberal, reconoció encontrarse "desgarrado" entre sus principios y la realidad de esta crisis, que ha llevado al gobierno de Estados Unidos a pedirles a sus contribuyentes aceptar un millonario rescate a las empresas quebradas.
“Un liberal jamás debería aceptar que los pobres contribuyentes salvaran a las empresas codiciosas que han acabado en la ruina", señaló al tiempo de preguntarse cómo un "sector tan pequeño" ha podido causar una "catástrofe" así.
Sin embargo, señaló que dichas instituciones no quiebran solas y parece indispensable el “intervencionismo” para salvar a los náufragos: “Si tienen que quebrar, que quiebren; pero el problema es que nos quiebran a todos."
Por ello, señaló que esta situación debe “llevarnos a los liberales a revisar la idea de que a menor Estado, mejor funcionamiento de la sociedad".