01-06-2004, 05:12 PM
[color=red:4460561c2b][b:4460561c2b]María José Quintanilla[/b:4460561c2b] en la pantalla católica:
Cómo llegó a Viña 2004 la cantante top de TVN [/color:4460561c2b]
Domingo 28 de Diciembre de 2003
Pablo Carrasco T., Soledad Gutiérrez
[img:4460561c2b]http://diario.elmercurio.com/Fotos/2003/12/28/1228C01701.JPG[/img:4460561c2b]
Enfrentó la dura competencia entre Canal 13 y Canal 7, dejó atrás a un mánager y es la artista chilena más cara del Festival. Tiene sólo 13 años.
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PABLO CARRASCO T. Y SOLEDAD GUTIÉRREZ
[b:4460561c2b]María José Quintanilla [/b:4460561c2b]no necesitó creer en el Viejo Pascuero para conseguir el regalo que siempre quiso: cantar en el Festival de Viña del Mar. A cambio, tuvo a su favor una aceitada maquinaria empresarial y sobre sus hombros de adolescente de sólo 13 años una larga y accidentada negociación.
Quintanilla será la primera cantante de "Rojo", de TVN, en llegar a este certamen que organiza Canal 13. Igual que fue la primera concursante del programa en conseguir la grabación de un disco. Porque, aunque ése era el premio para el ganador de la primera generación, que se adjudicó María Jimena Pereyra el 7 de febrero, ya en enero María José sabía que su debut sería con un disco de rancheras. Ganara o no.
Su álbum, "México lindo y querido", se grabó entre marzo y abril. Y ha sido un éxito rotundo: lleva vendidas ya 160 mil copias. Por lo mismo el lobby festivalero comenzó muy pronto. El 12 de junio, el concejal de RN Andrés Celis envió una carta al alcalde de Viña del Mar, Jorge Kaplán. Celis pedía que dentro de la nómina de artistas para el verano 2004, se considerara a María José Quintanilla, a María Jimena Pereyra y a Monserrat Bustamante.
La respuesta del alcalde tardó. Llegó el 30 de septiembre y en ella Kaplán reconocía su interés por las tres artistas. Celis dice: "Era difícil concretar mi idea original, porque Canal 13 veía como competencia a Rojo. Viña es el premio mayor para el ganador de su reality show (Ximena Abarca, de "Protagonistas de la música"). Creían que esto significaba una competencia odiosa".
El director general del festival, Ricardo de la Fuente, es reacio a entregar detalles de la negociación con el equipo de Quintanilla. Pero sí explica por qué la incluyeron en el show: "Este año, la televisión chilena ha sido especialmente marcada por diversos programas de competencia musical en casi todos los canales y, sin duda, este hecho ha sido un fenómeno de impacto nacional". Según él, Quintanilla y Abarca son modelos "que ofrece la música como sana alternativa para el desarrollo de la juventud".
Antes de saber de la petición del concejal Celis, Canal 13 ya tenía en la mira a María José. Las conversaciones con su sello, Sony Music, también comenzaron en junio. Duraron seis meses. Ricardo de La Fuente intenta igualar la incorporación de Quintanilla y de Abarca en Viña. Pero son casos muy distintos. Al día de hoy, Ximena Abarca enfrenta el festival sin un disco editado y como rostro de Canal 13. María José Quintanilla, que ya prepara su segundo álbum y es "una extranjera" que viene de "Rojo", el programa de otro canal que ha marcado la pauta en las tardes televisivas chilenas de 2003.
Fuentes de la organización del festival dicen que el éxito de Quintanilla ha trascendido a "Rojo" y a TVN. Y en la industria está claro: si Viña del Mar es el evento que marca el pulso de cada año, invitarla era obligado. Tal como lo fue en febrero pasado llevar a Los Prisioneros.
El nombre de María José pasó su primera prueba en instancias internas: la dirección de programación (Mercedes Ducci), la dirección ejecutiva (Enrique García) y el consejo asesor de la corporación, que preside Jaime Bellolio.
Otra fuerza en juego fue la propia María José. "La decisión de ir al festival se tomó con corazón de mamá", dice un productor ligado a "Rojo". "La niña tuvo lo que quería, con todos los costos que implicó".
Este año María José ha tenido a tres personas a cargo de su carrera. Primero, su madre, Ana María Sandoval. Luego Eduardo Canestrasi, que fue propuesto por el sello Sony Music, a través de su departamento de management y booking. Aunque nunca hubo una firma que acreditara su relación con la cantante, fue él quien llevó la primera cifra a la mesa de negociaciones con el festival: $40 millones. Canal 13 hizo una contra-oferta y las conversaciones se congelaron. Sony optó por sacrificar a Canestrasi y seguir conversando.
"Viña tiene presupuestos fijos para artistas nacionales, pero creo que ella merecía un trato mejor. El festival no cambia el éxito de una artista: es un escalón más en la carrera. Por su importancia ella merecía al menos una dignidad económica", dice ahora Canestrasi, que fue reemplazado por Juan Pablo Ibeas, el mánager de Chancho en Piedra.
Tras volver a la mesa de negociaciones, el lunes 22 de diciembre se confirmó que Quintanilla sí irá al festival. Según trascendió la cifra final bordea los $20 millones. Es mayor que la que se pagará a otros artistas locales de Viña 2004, como Petinellis o Chancho en Piedra.
A Viña del Mar, María José llegará con 14 años recién cumplidos. Un 80% de su repertorio será del disco "México lindo y querido" y un 20% de su segundo álbum. Su actuación sería el sábado 21 de febrero y se extenderá por unos 40 minutos. Llegará acompañada por un grupo de mariachis y su banda de cuatro músicos, y tiene guardadas un par de cartas bajo la manga: algunos compañeros bailarines de "Rojo" y un
ballet folclórico mexicano. Para hacerse una idea estará en el Festival de Olmué, donde cantará el 23 de enero. Se sabe que presentará un show muy similar al de la Quinta Vergara. En él debiera estar ya pulido su ángulo más débil: el del contacto con el público más allá del set de televisión (ver columna).
[color=blue:4460561c2b]PLANES[/color:4460561c2b]
LA IDEA de Sony es transformar a Quintanilla en la nueva Soledad. Por eso, una de las canciones pensadas para su segundo disco es "Lluvia de plata", de Gal Costa.
[color=blue:4460561c2b]PUNTO DE VISTA[/color:4460561c2b]
Tarea pendiente
SOLEDAD GUTIÉRREZ
En vivo, como pasó el 17 en la capitalina Plaza de la Constitución, María José Quintanilla se maneja en los mismos códigos que en "Rojo". Pero, fuera del set, el close up para ver sus gestos juguetones no funciona. La comunicación con el público queda a medias.
¿Es necesario que María José cante y anime sus shows? No. Su repertorio de covers le asegura un karaoke instantáneo: podría perfectamente ir canción tras canción sin detenerse a dialogar con sus espectadores.
Hoy, ni ella ni sus asesores saben bien desde dónde debe hablar a su audiencia. ¿Les sonríe como una niñita? ¿Habla de amor como la adolescente que es?
Probablemente éste sea el lado más débil de la niña de "Rojo" en vivo. Y es su tarea más importante de aquí a febrero, cuando llegue al Festival de Viña: acabar con una ambigüedad que es palmaria sobre escena. Se viste de negro, pero sus canciones son de colores.
Por eso, el mejor momento de su show por ahora es cuando entran los mariachis y ella se transforma en una chamaca del DF, de blanco y dorado, y canta un tema perfecto para su actual etapa: "Mi primer amor".
EL AñO 2003 DE UNA ADOLESCENTE METEÓRICA
12 DE FEBRERO:
Sin ser la ganadora de "Rojo", firma contrato con Sony Music. Su primer disco tiene canciones mexicanas como "La mochila azul".
4 DE MARZO:
Regresa a clases para cursar octavo básico en su colegio de siempre, la Escuela 263 Ramón Freire.
1 DE ABRIL:
Aparece su primer disco, "México lindo y querido".
16 DE ABRIL:
A siete días del lanzamiento gana doble platino por 46 mil copias vendidas.
29 DE JULIO:
Viaja a Argentina de promoción. Visita programas de TV en Buenos Aires y Córdoba.
1 DE AGOSTO:
Se presenta en vivo, sin sus compañeros de "Rojo", en la SCD de Plaza Vespucio.
20 DE OCTUBRE:
Tras un mes y medio de convalecencia por una operación a las amígdalas y adenoides, regresa a "Rojo".
17 DE
DICIEMBRE:
Debuta con nueva banda y mariachis en la Plaza de la Constitución en un acto de Gobierno.
22 DE
DICIEMBRE:
Su nuevo representante, Juan Pablo Ibeas, anuncia un acuerdo económico con el Festival de Viña.
23 DE
DICIEMBRE:
En los Estudios del Sur comienza a grabar su segundo disco.
Atte. Escorpion
PS: Gracias Diario El Mercurio
Cómo llegó a Viña 2004 la cantante top de TVN [/color:4460561c2b]
Domingo 28 de Diciembre de 2003
Pablo Carrasco T., Soledad Gutiérrez
[img:4460561c2b]http://diario.elmercurio.com/Fotos/2003/12/28/1228C01701.JPG[/img:4460561c2b]
Enfrentó la dura competencia entre Canal 13 y Canal 7, dejó atrás a un mánager y es la artista chilena más cara del Festival. Tiene sólo 13 años.
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PABLO CARRASCO T. Y SOLEDAD GUTIÉRREZ
[b:4460561c2b]María José Quintanilla [/b:4460561c2b]no necesitó creer en el Viejo Pascuero para conseguir el regalo que siempre quiso: cantar en el Festival de Viña del Mar. A cambio, tuvo a su favor una aceitada maquinaria empresarial y sobre sus hombros de adolescente de sólo 13 años una larga y accidentada negociación.
Quintanilla será la primera cantante de "Rojo", de TVN, en llegar a este certamen que organiza Canal 13. Igual que fue la primera concursante del programa en conseguir la grabación de un disco. Porque, aunque ése era el premio para el ganador de la primera generación, que se adjudicó María Jimena Pereyra el 7 de febrero, ya en enero María José sabía que su debut sería con un disco de rancheras. Ganara o no.
Su álbum, "México lindo y querido", se grabó entre marzo y abril. Y ha sido un éxito rotundo: lleva vendidas ya 160 mil copias. Por lo mismo el lobby festivalero comenzó muy pronto. El 12 de junio, el concejal de RN Andrés Celis envió una carta al alcalde de Viña del Mar, Jorge Kaplán. Celis pedía que dentro de la nómina de artistas para el verano 2004, se considerara a María José Quintanilla, a María Jimena Pereyra y a Monserrat Bustamante.
La respuesta del alcalde tardó. Llegó el 30 de septiembre y en ella Kaplán reconocía su interés por las tres artistas. Celis dice: "Era difícil concretar mi idea original, porque Canal 13 veía como competencia a Rojo. Viña es el premio mayor para el ganador de su reality show (Ximena Abarca, de "Protagonistas de la música"). Creían que esto significaba una competencia odiosa".
El director general del festival, Ricardo de la Fuente, es reacio a entregar detalles de la negociación con el equipo de Quintanilla. Pero sí explica por qué la incluyeron en el show: "Este año, la televisión chilena ha sido especialmente marcada por diversos programas de competencia musical en casi todos los canales y, sin duda, este hecho ha sido un fenómeno de impacto nacional". Según él, Quintanilla y Abarca son modelos "que ofrece la música como sana alternativa para el desarrollo de la juventud".
Antes de saber de la petición del concejal Celis, Canal 13 ya tenía en la mira a María José. Las conversaciones con su sello, Sony Music, también comenzaron en junio. Duraron seis meses. Ricardo de La Fuente intenta igualar la incorporación de Quintanilla y de Abarca en Viña. Pero son casos muy distintos. Al día de hoy, Ximena Abarca enfrenta el festival sin un disco editado y como rostro de Canal 13. María José Quintanilla, que ya prepara su segundo álbum y es "una extranjera" que viene de "Rojo", el programa de otro canal que ha marcado la pauta en las tardes televisivas chilenas de 2003.
Fuentes de la organización del festival dicen que el éxito de Quintanilla ha trascendido a "Rojo" y a TVN. Y en la industria está claro: si Viña del Mar es el evento que marca el pulso de cada año, invitarla era obligado. Tal como lo fue en febrero pasado llevar a Los Prisioneros.
El nombre de María José pasó su primera prueba en instancias internas: la dirección de programación (Mercedes Ducci), la dirección ejecutiva (Enrique García) y el consejo asesor de la corporación, que preside Jaime Bellolio.
Otra fuerza en juego fue la propia María José. "La decisión de ir al festival se tomó con corazón de mamá", dice un productor ligado a "Rojo". "La niña tuvo lo que quería, con todos los costos que implicó".
Este año María José ha tenido a tres personas a cargo de su carrera. Primero, su madre, Ana María Sandoval. Luego Eduardo Canestrasi, que fue propuesto por el sello Sony Music, a través de su departamento de management y booking. Aunque nunca hubo una firma que acreditara su relación con la cantante, fue él quien llevó la primera cifra a la mesa de negociaciones con el festival: $40 millones. Canal 13 hizo una contra-oferta y las conversaciones se congelaron. Sony optó por sacrificar a Canestrasi y seguir conversando.
"Viña tiene presupuestos fijos para artistas nacionales, pero creo que ella merecía un trato mejor. El festival no cambia el éxito de una artista: es un escalón más en la carrera. Por su importancia ella merecía al menos una dignidad económica", dice ahora Canestrasi, que fue reemplazado por Juan Pablo Ibeas, el mánager de Chancho en Piedra.
Tras volver a la mesa de negociaciones, el lunes 22 de diciembre se confirmó que Quintanilla sí irá al festival. Según trascendió la cifra final bordea los $20 millones. Es mayor que la que se pagará a otros artistas locales de Viña 2004, como Petinellis o Chancho en Piedra.
A Viña del Mar, María José llegará con 14 años recién cumplidos. Un 80% de su repertorio será del disco "México lindo y querido" y un 20% de su segundo álbum. Su actuación sería el sábado 21 de febrero y se extenderá por unos 40 minutos. Llegará acompañada por un grupo de mariachis y su banda de cuatro músicos, y tiene guardadas un par de cartas bajo la manga: algunos compañeros bailarines de "Rojo" y un
ballet folclórico mexicano. Para hacerse una idea estará en el Festival de Olmué, donde cantará el 23 de enero. Se sabe que presentará un show muy similar al de la Quinta Vergara. En él debiera estar ya pulido su ángulo más débil: el del contacto con el público más allá del set de televisión (ver columna).
[color=blue:4460561c2b]PLANES[/color:4460561c2b]
LA IDEA de Sony es transformar a Quintanilla en la nueva Soledad. Por eso, una de las canciones pensadas para su segundo disco es "Lluvia de plata", de Gal Costa.
[color=blue:4460561c2b]PUNTO DE VISTA[/color:4460561c2b]
Tarea pendiente
SOLEDAD GUTIÉRREZ
En vivo, como pasó el 17 en la capitalina Plaza de la Constitución, María José Quintanilla se maneja en los mismos códigos que en "Rojo". Pero, fuera del set, el close up para ver sus gestos juguetones no funciona. La comunicación con el público queda a medias.
¿Es necesario que María José cante y anime sus shows? No. Su repertorio de covers le asegura un karaoke instantáneo: podría perfectamente ir canción tras canción sin detenerse a dialogar con sus espectadores.
Hoy, ni ella ni sus asesores saben bien desde dónde debe hablar a su audiencia. ¿Les sonríe como una niñita? ¿Habla de amor como la adolescente que es?
Probablemente éste sea el lado más débil de la niña de "Rojo" en vivo. Y es su tarea más importante de aquí a febrero, cuando llegue al Festival de Viña: acabar con una ambigüedad que es palmaria sobre escena. Se viste de negro, pero sus canciones son de colores.
Por eso, el mejor momento de su show por ahora es cuando entran los mariachis y ella se transforma en una chamaca del DF, de blanco y dorado, y canta un tema perfecto para su actual etapa: "Mi primer amor".
EL AñO 2003 DE UNA ADOLESCENTE METEÓRICA
12 DE FEBRERO:
Sin ser la ganadora de "Rojo", firma contrato con Sony Music. Su primer disco tiene canciones mexicanas como "La mochila azul".
4 DE MARZO:
Regresa a clases para cursar octavo básico en su colegio de siempre, la Escuela 263 Ramón Freire.
1 DE ABRIL:
Aparece su primer disco, "México lindo y querido".
16 DE ABRIL:
A siete días del lanzamiento gana doble platino por 46 mil copias vendidas.
29 DE JULIO:
Viaja a Argentina de promoción. Visita programas de TV en Buenos Aires y Córdoba.
1 DE AGOSTO:
Se presenta en vivo, sin sus compañeros de "Rojo", en la SCD de Plaza Vespucio.
20 DE OCTUBRE:
Tras un mes y medio de convalecencia por una operación a las amígdalas y adenoides, regresa a "Rojo".
17 DE
DICIEMBRE:
Debuta con nueva banda y mariachis en la Plaza de la Constitución en un acto de Gobierno.
22 DE
DICIEMBRE:
Su nuevo representante, Juan Pablo Ibeas, anuncia un acuerdo económico con el Festival de Viña.
23 DE
DICIEMBRE:
En los Estudios del Sur comienza a grabar su segundo disco.
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Atte. Escorpion
PS: Gracias Diario El Mercurio