06-24-2003, 10:06 AM
Como una "vergüenza histórica" reciben eliminación de Brasil
Agence France-Presse (AFP)
2003-06-23 22:42:00
RIO DE JANEIRO, Jun 23 (AFP) - Como una "vergüenza histórica" fue recibida en Brasil la eliminación de su seleccionado de la Copa de las Confederaciones, al empatar 2-2 ante Turquía en partido por la tercera fecha del Grupo B que se disputó este lunes en Saint Etienne (Francia).
Esa fue la reacción inicial de la prensa especializada del país que ostenta el pentacampeonato mundial de fútbol.
"Vergüenza histórica", fue el calificativo utilizado por el sitio en internet del diario O Globo de Rio de Janeiro, en tanto que por el mismo medio, la privada agencia Estado, del diario del mismo nombre de la ciudad de Sao Pualo, coincidió al señalar que la "selección dió vergüenza".
El calificativo fue unísono, toda vez que también fue utilizado por la edición electrónica del diario Folha de Sao Paulo.
Los tres medios de prensa igualmente concordaron en recordar que desde la Copa Mundo de 1966 el seleccionado auriverde no había sido eliminado en la primera fase de un campeonato internacional.
Además O Globo señaló que "nunca un equipo "verde-amarelo" había quedado fuera en las semifinales de la Copa de las Confederaciones. En las tres participaciones anteriores, Brasil fue campeón en 1997, vice campeón en 1999 y cuarto en el 2001".
Por su parte Estado centró su comentario en el técnico Carlos Alberto Parreira, al señalar que "en la primera compeción desde la vuelta de Parreira, la selección dió vergüenza".
Al respecto Folha indicó con cierto tono de ironía que "respaldado por el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ricardo Teixeira, Parreira decidió dar descanso a astros como Ronaldo, Rivaldo y Roberto Carlos, que acaban de concluir la temporada en Europa".
Y a renglón seguido agregó: "nada menos que 11 atletas fueron convocados por primera vez, en contravía de lo que el entrenador había anunciado inicialmente, de que la renovación de la selección debería ser lenta y gradual".
Precisamente este fenómeno -de jóvenes figuras- hicieron que los hinchas brasileños no siguieran con interés la Copa de las Confederaciones, pues sabían de antemano que este torneo constituía más un "examen" que cualquier otra cosa.
Agence France-Presse (AFP)
2003-06-23 22:42:00
RIO DE JANEIRO, Jun 23 (AFP) - Como una "vergüenza histórica" fue recibida en Brasil la eliminación de su seleccionado de la Copa de las Confederaciones, al empatar 2-2 ante Turquía en partido por la tercera fecha del Grupo B que se disputó este lunes en Saint Etienne (Francia).
Esa fue la reacción inicial de la prensa especializada del país que ostenta el pentacampeonato mundial de fútbol.
"Vergüenza histórica", fue el calificativo utilizado por el sitio en internet del diario O Globo de Rio de Janeiro, en tanto que por el mismo medio, la privada agencia Estado, del diario del mismo nombre de la ciudad de Sao Pualo, coincidió al señalar que la "selección dió vergüenza".
El calificativo fue unísono, toda vez que también fue utilizado por la edición electrónica del diario Folha de Sao Paulo.
Los tres medios de prensa igualmente concordaron en recordar que desde la Copa Mundo de 1966 el seleccionado auriverde no había sido eliminado en la primera fase de un campeonato internacional.
Además O Globo señaló que "nunca un equipo "verde-amarelo" había quedado fuera en las semifinales de la Copa de las Confederaciones. En las tres participaciones anteriores, Brasil fue campeón en 1997, vice campeón en 1999 y cuarto en el 2001".
Por su parte Estado centró su comentario en el técnico Carlos Alberto Parreira, al señalar que "en la primera compeción desde la vuelta de Parreira, la selección dió vergüenza".
Al respecto Folha indicó con cierto tono de ironía que "respaldado por el presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ricardo Teixeira, Parreira decidió dar descanso a astros como Ronaldo, Rivaldo y Roberto Carlos, que acaban de concluir la temporada en Europa".
Y a renglón seguido agregó: "nada menos que 11 atletas fueron convocados por primera vez, en contravía de lo que el entrenador había anunciado inicialmente, de que la renovación de la selección debería ser lenta y gradual".
Precisamente este fenómeno -de jóvenes figuras- hicieron que los hinchas brasileños no siguieran con interés la Copa de las Confederaciones, pues sabían de antemano que este torneo constituía más un "examen" que cualquier otra cosa.