09-24-2007, 08:56 AM
Antes que nada, disculpen que no haba mencion de lugares y personas. Despues me comprenderan...
Hace unos años tenia un puesto de responsabilidad en una empresa, que requeria que dos o tres veces por semana, tuviera que ir a difentes lugares.
Me movia con bastante independencia y no necesitaba aclarar bien que es lo que hacía.
En una de esas misiones, debi ir como pude a una empresa que se encontraba en una zona bastante desolada de la Capital Federal. Serian aproximadamente las 4 de la tarde cuando estaba cerca de mi destino, caminado atenta por la vereda, y en ese momento finalizó una parte de mi vida.
Lo siguiente que recuerdo es que estaba dormida y tenía una picazon sobre el labio. Me costaba mover la mano derecha para rascarme y desperté. Pese a que estaba obnubilada y excesivamente floja y sin fuerzas, me dí cuenta que se trataba de un hospital. Estaba sola en una habitación pequeña. En una de las dos camas. Escuchaba los tipicos sonidos que provenian de fuera de la habitacion. En mi rango visual solo tenia una pared gris con un televisor apagado, y el frasco de suero colgado. Con mucho esfuerzo logre llevar mi mano derecha desde el costado hasta encima de mi pecho y note que lo que me molestaba sobre el labio era una sonda nasogástrica que penetraba por mi nariz. A medida que transcurrian los minutos me sentia mas sola, confundida, debil y lúcida. Unos 45 despues ingreso una enfermera que ni me miró y se puso a trabajar en una bandeja trajo. Traté de hablarle pero sentia mi boca como llena de trapos viejos y no lograba emitir sonidos. Asi que trate de hacer un sonido nasal que solo yo escuche sin resultado. Lo repetí con mas fuerza, entonces la enfermera me miro. Vi su cara de susto y desconcierto cuando me observo y me aterrorizé pensando cual seria aspecto. "Dios mio! pobrecita", dijo y salio rapido de la habitación. Ahora el terror era mio, ¿Que mierda me pasaba?, pensaba. Enseguida entro nuevamente con otras dos enfermeras. Una le dijo otra que avisara urgente y esa salio. Las otras dos vinieron a tranquilizarme y me acariciaban la cara. La pequeña habitacion se lleno de enfermeras y médicos curiosos, hasta que llego el que parecía ser el responsable de mi, sacó afuera a varias enfermeras que se notaba que no querian irse, pero puso un poco de orden y comenzó a revisarme. Para mi sorpresa lo primero que me pregunto fué mi nombre. Quise decirlo pero tenia la boca tan pastosa que no podía, solo desprendia sonidos nasales. Unos minutos entro alguien mayor sin guardapolvos que era el director del hospital segun supe despues e hizo gala de su esperiencia. Me saludo con una sonrisa ecepcionalmente franca y me dió los buenos dias. Despues me dijo que no me preocupara por hablar, que solo asintiera. Y me empezo a interrogar, si yo sabia mi nombre (si), si sabia donde vivia (si), si tenia teléfono en mi casa (si), y luego fue diciendome los numeros de 0 al 9, para que yo asintiera. Cuando tuvo el telefono, ordeno al medico que me retiraran la sonda nasogástrica, la del pis, que solo me dejaran el suero, que me acicalaran bien, que me molestaran poco, que una enfermera se quedara permanentemente conmigo hasta nueva orden, que me dieran de beber con cuidado y diciendoles a todos que a partir de ese momento yo era la reina del hospital, y se fué. Unos minutos despues entro quien hoy es mi sicologa, quien empezó a contarme.
Me explicó que 165 días antes un camión reventó un neumatico y algo metalico salto de la rueda y me golpeó la cabeza, fracturandome el craneo en la coronilla, procandome un leve aplastamiento del cortex sin perdida de sustancias. Que me habian realizado 3 operaciones que parecia que no habian tenido buenos resultados. Que ingresé al nosocomio sin documentación y no sabian quien era. Que la policía me tomó huellas pero que no encontraron concordancia con nadie y me prontuariaron como N.N. por lo cual en el hospital me llamaban Nené. Un rato despues comenzaron a llegar familiares míos. Mi mamá horrorizada por lo flaca que estaba y sumamente compungida como en menor medida todos los demás. Nunca supieron que me había pasado, pero jamás pensaban que hubiera tenido un accidente. Cuando desaparecí empezaron a llamar a mi celucar, y atendía un tipo algunas veces que decia que no molesten, y unos dias despues nadie más contestó. Denunciaron a la policía que no daba mucha bola por mi edad. Por la cabeza de ellos cruzaron las historias mas inverosimiles, pero no la del accidente. Dias despues de mi desaparición hubo un allanamiento en mi casa por un robo en la empresa de la que yo era la principal sospechosa y se llevaron algunas cosas mías, y estaba interviniendo un juez. Mas de un mes despues, en los resumenes de mi tarjeta que llegó a mi casa, aparecieron compras que en teoría yo habia hecho en la zona de Villegas y Laferrere.
Con la debida atención empecé a recuperar mis fuerzas, el habla y la movilidad. Lo que gracias a dios no recuperé mas fue mi peso anterior. Yo habia sido gordita desde mi adolescencia. Y no estaba tan flaca como decia mi mamá, solo delgada, un peso barbaro para mi altura. Me trataban muy bien en hospital, al día siguiente el dentista me hizo una limpieza profunda, comenzaron a darme masajes y reabilitación, me quitaron tres lunares grandes que tenía, pap, mamografías, de todo. Cuando pude esta bien de pie, un médico que no conocía me revisó por orden del director, y me pregunto si siempre habia tenido los pechos caidos, y le explique que era por haber adelgazado tanto. Me dijo que me podían hacer las lolas gratis, y sacarme unos plieges que me habian quedado en la cintura tambien, y logicamente acepté. Otra cosa que pasó fué que a los cinco días de resusitar llegó la policía a ficharme por el robo a mi empresa y me dejaron una custodia. El director del hospital, se enojó muchisimo y habló con el juez y me envio a su abogado. El resultado fué me sacaron la custodia y el abogado me dijo que no me hiciera mas problemas que el accionaría contra mi empresa (luego les cuento). Unos veinte días despues volvi a mi casa con lolas nuevas y todo bien. El abogado me prohibió trabajar por el tema de mi ART. Ademas según el hospital tenia para un año de reabilitacion y convalescencia mínimo, lo que era exagerado, pero bueno. Solo tenia que preocuparme de ir al hospital a saludar a todas las amistades que habia hecho, y a ver a mi sicologa semanalmente.
Uds se preguntaran que tiene todo esto que ver con el sexo anal. Ahora viene.
Cuando me ocurrió el accidente tenia un novio, con el cual habia intentado el sexo anal que no se consumó a instancias mias por el dolor que sentía. Ese novio se borro a los dos meses del accidente y a los cuatro ya estaba viviendo con otra.
A 6 meses de mi salida del hospital, empecé a salir con uno de 21 años y terminamos en un hotel a pasar la noche. Tuvimos buen sexo y nos preparamos a dormir, dánlole yo la espalda y él, en cucharita conmigo. Mientras llegaba el sueño conversabamos, el comenzó a reaccionar. Empezamos a tener sexo en esa posición. A veces se salia y volvia a entrar. En una de esas erro el camino y entro por detrás. Casi como si nada y mantuve sexo anal satisfactoriamente.
Yo asombradísima.
En la conversación posterior, le conté que era la primera vez que lo hacía así y el no lo creyó. Entonces le conté la experiencia anterior con mi ex novio. Y el pibe preguntó si "tan grande la tenía aquel". Ahi tomé conciencia que no habia mucha diferencia y que si existía el chico este ganaba.
El pibe no lo creyo y yo quedé con una duda.
Cuando hablé con la sicologa, ella consultó con la ginecóloga que me revisó.
Observo, segun dijo, una buena desfloracion de antigua data.
Con mi permiso, comentaron esto al director, quien enfrió un poco su relación hacia mi por temor a que denunciara al hospital. Luego lo hable mas tranquilamente con la sicóloga.
Al parecer ocurre a veces en nuestros hospitales. Que enfermos indefensos son violoados. Los autores pueden ser médicos, enfermeros, practicantes, personal, policías, público en generál e incluso otros internados.
A mi no me trajo ninguna consecuencia grave, sino todo lo contrario. Disfruto una barbaridad del sexo anal ahora. Igual me gustaría que quien lo hizo lo pague. Pero tambien quisiera saber quien fué. No se si fue uno, o se fueron varios. A veces me imagino a todos los posibles haciendome la cola. Incluso repetir esa experiencia pero estando consciente. O recrear las posibilidades en otro contexto. Mi sicologa trata de ayudarme pero no se si necesito ayuda realmente o si lo logrará. De cualquier manera mi vida actual cambio mucho, pero es mucho mejor que la anterior al accidente, y tambien, lo que ocurrio con mi cola, tiene muchisimo que ver.
Hace unos años tenia un puesto de responsabilidad en una empresa, que requeria que dos o tres veces por semana, tuviera que ir a difentes lugares.
Me movia con bastante independencia y no necesitaba aclarar bien que es lo que hacía.
En una de esas misiones, debi ir como pude a una empresa que se encontraba en una zona bastante desolada de la Capital Federal. Serian aproximadamente las 4 de la tarde cuando estaba cerca de mi destino, caminado atenta por la vereda, y en ese momento finalizó una parte de mi vida.
Lo siguiente que recuerdo es que estaba dormida y tenía una picazon sobre el labio. Me costaba mover la mano derecha para rascarme y desperté. Pese a que estaba obnubilada y excesivamente floja y sin fuerzas, me dí cuenta que se trataba de un hospital. Estaba sola en una habitación pequeña. En una de las dos camas. Escuchaba los tipicos sonidos que provenian de fuera de la habitacion. En mi rango visual solo tenia una pared gris con un televisor apagado, y el frasco de suero colgado. Con mucho esfuerzo logre llevar mi mano derecha desde el costado hasta encima de mi pecho y note que lo que me molestaba sobre el labio era una sonda nasogástrica que penetraba por mi nariz. A medida que transcurrian los minutos me sentia mas sola, confundida, debil y lúcida. Unos 45 despues ingreso una enfermera que ni me miró y se puso a trabajar en una bandeja trajo. Traté de hablarle pero sentia mi boca como llena de trapos viejos y no lograba emitir sonidos. Asi que trate de hacer un sonido nasal que solo yo escuche sin resultado. Lo repetí con mas fuerza, entonces la enfermera me miro. Vi su cara de susto y desconcierto cuando me observo y me aterrorizé pensando cual seria aspecto. "Dios mio! pobrecita", dijo y salio rapido de la habitación. Ahora el terror era mio, ¿Que mierda me pasaba?, pensaba. Enseguida entro nuevamente con otras dos enfermeras. Una le dijo otra que avisara urgente y esa salio. Las otras dos vinieron a tranquilizarme y me acariciaban la cara. La pequeña habitacion se lleno de enfermeras y médicos curiosos, hasta que llego el que parecía ser el responsable de mi, sacó afuera a varias enfermeras que se notaba que no querian irse, pero puso un poco de orden y comenzó a revisarme. Para mi sorpresa lo primero que me pregunto fué mi nombre. Quise decirlo pero tenia la boca tan pastosa que no podía, solo desprendia sonidos nasales. Unos minutos entro alguien mayor sin guardapolvos que era el director del hospital segun supe despues e hizo gala de su esperiencia. Me saludo con una sonrisa ecepcionalmente franca y me dió los buenos dias. Despues me dijo que no me preocupara por hablar, que solo asintiera. Y me empezo a interrogar, si yo sabia mi nombre (si), si sabia donde vivia (si), si tenia teléfono en mi casa (si), y luego fue diciendome los numeros de 0 al 9, para que yo asintiera. Cuando tuvo el telefono, ordeno al medico que me retiraran la sonda nasogástrica, la del pis, que solo me dejaran el suero, que me acicalaran bien, que me molestaran poco, que una enfermera se quedara permanentemente conmigo hasta nueva orden, que me dieran de beber con cuidado y diciendoles a todos que a partir de ese momento yo era la reina del hospital, y se fué. Unos minutos despues entro quien hoy es mi sicologa, quien empezó a contarme.
Me explicó que 165 días antes un camión reventó un neumatico y algo metalico salto de la rueda y me golpeó la cabeza, fracturandome el craneo en la coronilla, procandome un leve aplastamiento del cortex sin perdida de sustancias. Que me habian realizado 3 operaciones que parecia que no habian tenido buenos resultados. Que ingresé al nosocomio sin documentación y no sabian quien era. Que la policía me tomó huellas pero que no encontraron concordancia con nadie y me prontuariaron como N.N. por lo cual en el hospital me llamaban Nené. Un rato despues comenzaron a llegar familiares míos. Mi mamá horrorizada por lo flaca que estaba y sumamente compungida como en menor medida todos los demás. Nunca supieron que me había pasado, pero jamás pensaban que hubiera tenido un accidente. Cuando desaparecí empezaron a llamar a mi celucar, y atendía un tipo algunas veces que decia que no molesten, y unos dias despues nadie más contestó. Denunciaron a la policía que no daba mucha bola por mi edad. Por la cabeza de ellos cruzaron las historias mas inverosimiles, pero no la del accidente. Dias despues de mi desaparición hubo un allanamiento en mi casa por un robo en la empresa de la que yo era la principal sospechosa y se llevaron algunas cosas mías, y estaba interviniendo un juez. Mas de un mes despues, en los resumenes de mi tarjeta que llegó a mi casa, aparecieron compras que en teoría yo habia hecho en la zona de Villegas y Laferrere.
Con la debida atención empecé a recuperar mis fuerzas, el habla y la movilidad. Lo que gracias a dios no recuperé mas fue mi peso anterior. Yo habia sido gordita desde mi adolescencia. Y no estaba tan flaca como decia mi mamá, solo delgada, un peso barbaro para mi altura. Me trataban muy bien en hospital, al día siguiente el dentista me hizo una limpieza profunda, comenzaron a darme masajes y reabilitación, me quitaron tres lunares grandes que tenía, pap, mamografías, de todo. Cuando pude esta bien de pie, un médico que no conocía me revisó por orden del director, y me pregunto si siempre habia tenido los pechos caidos, y le explique que era por haber adelgazado tanto. Me dijo que me podían hacer las lolas gratis, y sacarme unos plieges que me habian quedado en la cintura tambien, y logicamente acepté. Otra cosa que pasó fué que a los cinco días de resusitar llegó la policía a ficharme por el robo a mi empresa y me dejaron una custodia. El director del hospital, se enojó muchisimo y habló con el juez y me envio a su abogado. El resultado fué me sacaron la custodia y el abogado me dijo que no me hiciera mas problemas que el accionaría contra mi empresa (luego les cuento). Unos veinte días despues volvi a mi casa con lolas nuevas y todo bien. El abogado me prohibió trabajar por el tema de mi ART. Ademas según el hospital tenia para un año de reabilitacion y convalescencia mínimo, lo que era exagerado, pero bueno. Solo tenia que preocuparme de ir al hospital a saludar a todas las amistades que habia hecho, y a ver a mi sicologa semanalmente.
Uds se preguntaran que tiene todo esto que ver con el sexo anal. Ahora viene.
Cuando me ocurrió el accidente tenia un novio, con el cual habia intentado el sexo anal que no se consumó a instancias mias por el dolor que sentía. Ese novio se borro a los dos meses del accidente y a los cuatro ya estaba viviendo con otra.
A 6 meses de mi salida del hospital, empecé a salir con uno de 21 años y terminamos en un hotel a pasar la noche. Tuvimos buen sexo y nos preparamos a dormir, dánlole yo la espalda y él, en cucharita conmigo. Mientras llegaba el sueño conversabamos, el comenzó a reaccionar. Empezamos a tener sexo en esa posición. A veces se salia y volvia a entrar. En una de esas erro el camino y entro por detrás. Casi como si nada y mantuve sexo anal satisfactoriamente.
Yo asombradísima.
En la conversación posterior, le conté que era la primera vez que lo hacía así y el no lo creyó. Entonces le conté la experiencia anterior con mi ex novio. Y el pibe preguntó si "tan grande la tenía aquel". Ahi tomé conciencia que no habia mucha diferencia y que si existía el chico este ganaba.
El pibe no lo creyo y yo quedé con una duda.
Cuando hablé con la sicologa, ella consultó con la ginecóloga que me revisó.
Observo, segun dijo, una buena desfloracion de antigua data.
Con mi permiso, comentaron esto al director, quien enfrió un poco su relación hacia mi por temor a que denunciara al hospital. Luego lo hable mas tranquilamente con la sicóloga.
Al parecer ocurre a veces en nuestros hospitales. Que enfermos indefensos son violoados. Los autores pueden ser médicos, enfermeros, practicantes, personal, policías, público en generál e incluso otros internados.
A mi no me trajo ninguna consecuencia grave, sino todo lo contrario. Disfruto una barbaridad del sexo anal ahora. Igual me gustaría que quien lo hizo lo pague. Pero tambien quisiera saber quien fué. No se si fue uno, o se fueron varios. A veces me imagino a todos los posibles haciendome la cola. Incluso repetir esa experiencia pero estando consciente. O recrear las posibilidades en otro contexto. Mi sicologa trata de ayudarme pero no se si necesito ayuda realmente o si lo logrará. De cualquier manera mi vida actual cambio mucho, pero es mucho mejor que la anterior al accidente, y tambien, lo que ocurrio con mi cola, tiene muchisimo que ver.