02-14-2008, 02:46 AM
(Este mensaje fue modificado por última vez en: 02-28-2008, 01:23 PM {2} por ChIpOsSsS02.)
"Cómo pasar San Valentín Solo y ser feliz?"
1- Concientícese:
Si a esta altura del año está solo/a; a lo más que podrá aspirar es a pasar la fecha acompañado, pero no enamorado, ya que ello requiere algo más que un puñado de días.
Mientras antes lo asuma, más pronto podrá ser una persona feliz.
2- Confórmese en un defensor de los feriados tradicionales:
Hágase fanático de la Navidad, el niño Dios, Año Nuevo, Reyes, Pascuas, Hannukah, Yom Kippur, Día del Amigo, Día del Niño, Día de la Bandera o Día del Trabajador del Plástico.
Diga que San Valentín (y ya que está Halloween, para no despertar sospechas) son feriados norteamericanos que nada tienen que ver con nosotros y nuestra cultura telúrica.
3- Sea un defensor de las dietas y siluetas:
San Valentín es el pico máximo de ventas de chocolates, con el consiguiente aumento de las circunsferencias y la creciente preocupación hacia la balanza y el colesterol.
Eríjase en un defensor de la vida sana y un guardián del estrés ajeno al no tener que andar todo el día preocupados por la pancita.
4- No recuerde amores pasados:
Ese día, no lo dedique a revolver cajones en busca de cartas de amor antiguas ni álbumes de fotografías; no se masoquee con Michael Bolton ni los lentos de Roxette.
5- No sepa en qué día vive:
Si usted está perdido/a en el almanaque, mal podrá preocuparse por San Valentín.
Nota para los viandantes argentinos: Aprovechen el argumento de la hora K y que no se acostumbran y que por eso andan perdidos.
6- Realice proyectos postergados:
Corte el pasto, haga origami, lustre sus zapatos, redecore su casa, estudie feng shui, vea las cinco Harry Potter seguidas (o las tres Lord of The Rings versión extendida).
Tendrá 24 horas que el resto de los mortales deberá malgastar en cosas menos productivas, como salir con sus novios/as.
7- Alégrese de pasarlo solo/a:
Si es uno de los feriados con mayor movimiento comercial, el hecho que usted no tenga que sucumbir a al Cámara de Comercio y pueda ahorrarse unos buenos billetes, ayudará a su flaco bolsillo de fin de mes y podrá quizás darse algún gustito con algo que pueda disfrutar usted y no alguien que hay ciertas posibilidades no comparta el resto de sus días al lado suyo.
De paso, podrá enrostrarle sus ahorros a todos los que debieron caer ante la maquinaria capitalista Sanvalentiniana.
Ya sé que es un poco extremista, pero esta línea de razonamiento le ayudará a no preocuparse por San Valentín y será una persona feliz.
8- En el último de los casos y como recurso final si por alguna causa no le ha resultado todo lo antedicho; colóquese una pipa, habano, muerda la punta de la pata de sus anteojos, revuelva un whisky o lo que crea que le dé una imagen más solemne y enuncie:
"¿San Valentín? No... dejá... es una de las mil maneras que tiene el monstruo imperialista para oprimirnos y lavarnos el cerebro".
A lo sumo lo mirarán pensando que usted es un boludo a cuerda, pero habrá superado San Valentín sin sufrir mayores consecuencias.
1- Concientícese:
Si a esta altura del año está solo/a; a lo más que podrá aspirar es a pasar la fecha acompañado, pero no enamorado, ya que ello requiere algo más que un puñado de días.
Mientras antes lo asuma, más pronto podrá ser una persona feliz.
2- Confórmese en un defensor de los feriados tradicionales:
Hágase fanático de la Navidad, el niño Dios, Año Nuevo, Reyes, Pascuas, Hannukah, Yom Kippur, Día del Amigo, Día del Niño, Día de la Bandera o Día del Trabajador del Plástico.
Diga que San Valentín (y ya que está Halloween, para no despertar sospechas) son feriados norteamericanos que nada tienen que ver con nosotros y nuestra cultura telúrica.
3- Sea un defensor de las dietas y siluetas:
San Valentín es el pico máximo de ventas de chocolates, con el consiguiente aumento de las circunsferencias y la creciente preocupación hacia la balanza y el colesterol.
Eríjase en un defensor de la vida sana y un guardián del estrés ajeno al no tener que andar todo el día preocupados por la pancita.
4- No recuerde amores pasados:
Ese día, no lo dedique a revolver cajones en busca de cartas de amor antiguas ni álbumes de fotografías; no se masoquee con Michael Bolton ni los lentos de Roxette.
5- No sepa en qué día vive:
Si usted está perdido/a en el almanaque, mal podrá preocuparse por San Valentín.
Nota para los viandantes argentinos: Aprovechen el argumento de la hora K y que no se acostumbran y que por eso andan perdidos.
6- Realice proyectos postergados:
Corte el pasto, haga origami, lustre sus zapatos, redecore su casa, estudie feng shui, vea las cinco Harry Potter seguidas (o las tres Lord of The Rings versión extendida).
Tendrá 24 horas que el resto de los mortales deberá malgastar en cosas menos productivas, como salir con sus novios/as.
7- Alégrese de pasarlo solo/a:
Si es uno de los feriados con mayor movimiento comercial, el hecho que usted no tenga que sucumbir a al Cámara de Comercio y pueda ahorrarse unos buenos billetes, ayudará a su flaco bolsillo de fin de mes y podrá quizás darse algún gustito con algo que pueda disfrutar usted y no alguien que hay ciertas posibilidades no comparta el resto de sus días al lado suyo.
De paso, podrá enrostrarle sus ahorros a todos los que debieron caer ante la maquinaria capitalista Sanvalentiniana.
Ya sé que es un poco extremista, pero esta línea de razonamiento le ayudará a no preocuparse por San Valentín y será una persona feliz.
8- En el último de los casos y como recurso final si por alguna causa no le ha resultado todo lo antedicho; colóquese una pipa, habano, muerda la punta de la pata de sus anteojos, revuelva un whisky o lo que crea que le dé una imagen más solemne y enuncie:
"¿San Valentín? No... dejá... es una de las mil maneras que tiene el monstruo imperialista para oprimirnos y lavarnos el cerebro".
A lo sumo lo mirarán pensando que usted es un boludo a cuerda, pero habrá superado San Valentín sin sufrir mayores consecuencias.
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