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Territorio y recursos
Poblacion
Educacion y cultura
Economia
Gobierno
Historia
Alumnos:
Esteban Cuetto
Fernando Martinez
Guillermo Miraventti
14 de Agosto de 1999
Es una república cuyo territorio se extiende por el oeste y suroeste de Sudamérica; limita al norte con Perú, al noreste con Bolivia, al este con Argentina y al sur y oeste con el océano Pacífico. De norte a sur tiene una longitud aproximada de 4.300 km y una anchura cuyo promedio es de 177 kilómetros. En la costa meridional de Chile se encuentran una serie de archipiélagos, desde Chiloé hasta las islas Diego Ramírez, el punto más meridional del continente americano; entre ellos pueden mencionarse el archipiélago de los Chonos, el archipiélago Guayaneco y la parte occidental de Tierra del Fuego. Otras islas pertenecientes a Chile son las de Juan Fernández, isla de Pascua, Sala y Gómez, San Félix y San Ambrosio, todas ellas en el Pacífico sur. El país tiene una superficie total de 756.626 km2, excluida la zona antártica que reclama (Territorio Chileno Antártico). Sumados todos los territorios cuya soberanía reivindica, la nación sudamericana alcanza los 2.006.096 km2 de extensión. La capital y principal ciudad es Santiago, con una población (1993) de 4.628.320 habitantes.
Chile mantiene un litigio fronterizo con Argentina, fijado desde el Tratado de 1881 y referido a la zona de los Campos de Hielo Sur, que se extienden, en el lado chileno, entre las regiones de Aisén del General Carlos Ibáñez del Campo y Magallanes y Antártica Chilena. Ambos países están revisando, a través de varias comisiones, las respectivas tesis para dar una resolución que sea satisfactoria para las partes. No obstante, varias trabas políticas y parlamentarias han impedido cerrar este capítulo (al respecto, Chile descarta un arbitraje). Este conflicto es el último que aún queda sin resolver de los 24 litigios bilaterales que han venido afectando a las normales relaciones entre los dos países australes de Sudamérica. Los dos Congresos nacionales se han negado a ratificar el acuerdo logrado en 1991 por los presidentes Carlos Menem y Patricio Aylwin.
Territorio y recursos
La característica física dominante de Chile es la cordillera de los Andes, que nace en la región de la Guajira colombo-venezolana y recorre el país de norte a sur hasta Tierra del Fuego.
Regiones fisiográficas
Chile puede dividirse longitudinalmente en tres regiones morfológicas: la majestuosa cordillera de los Andes al este, la cordillera de la Costa al oeste y el valle Longitudinal o depresión Intermedia, ubicada entre ambas cadenas. Latitudinalmente se distinguen tres importantes regiones geográficas y climatológicas: la septentrional (árida), la central (mediterránea) y la meridional (templada oceánica).
La cordillera de los Andes es más ancha en la región septentrional, en donde se encuentran amplios macizos y numerosas montañas con altitudes superiores a los 6.000 metros. Allí se sitúa el pico montañoso más elevado del país y el volcán activo de mayor altitud del mundo, el nevado Ojos del Salado (6.893 m). La depresión Intermedia está ocupada por el extenso desierto de Atacama, una de las zonas más áridas del mundo, que ocupa parte de la depresión Intermedia del Norte Grande, región norte-central. En algunos sectores esta planicie se encuentra interrumpida por cordones montañosos, principalmente entre las regiones de Atacama y Valparaíso.
En la zona central, la meseta cede su lugar al valle Longitudinal, de unos 965 km de longitud y una anchura que oscila entre los 40 y los 80 km, que es la zona más poblada del país. La fértil área entre los ríos Aconcagua y Biobío constituye el corazón agrícola de Chile. Los Andes centrales son más angostos y bajos que los septentrionales por la presencia de una mayor cantidad de agentes erosivos; aquí se encuentran los pasos fronterizos más importantes de los Andes y del país, entre ellos el de Los Libertadores, que comunica con la República Argentina.
La región meridional se caracteriza por no albergar a la depresión Intermedia, ya que ésta desaparece en el seno de Reloncaví (Los Lagos). La costa está delimitada por largas cadenas de islas y fracturada por numerosos fiordos. En los Andes meridionales la altitud rara vez supera los 1.830 metros.
Chile se encuentra en una zona geológicamente inestable y sufre periódicamente los efectos de la actividad sísmica y volcánica, debido a la presencia de la placa de Nazca.
Ríos y lagos
Los numerosos ríos de Chile son relativamente cortos; nacen, por lo general, en los Andes y fluyen en dirección oeste hacia el Pacífico. En las regiones septentrional y central se alimentan fundamentalmente de las nieves eternas que cubren los Andes. Los ríos más importantes son, de norte a sur: Lluta, Loa, Elqui, Limarí, Choapa, Petorca, La Ligua, Aconcagua, Maipo, Rapel, Mataquito, Maule, Biobío, Imperial y Toltén. Aunque de valor limitado para la navegación debido a sus cascadas, son vitales para el regadío y la producción de energía hidroeléctrica. La mayoría de los grandes lagos chilenos, entre ellos el Llanquihue, se concentran en la maravillosa región lacustre del sur (dentro de la región de Los Lagos).
Clima
Debido a su gran extensión latitudinal, Chile cuenta con climas diversos. En general, en la costa las temperaturas son moderadas por la influencia del océano Pacífico.
La región septentrional es casi enteramente desértica, una de las más secas del mundo; sin embargo, las temperaturas son moderadas por la presencia de la fría corriente de Humboldt. Las temperaturas durante el mes de enero en las ciudades de Antofagasta (de clima desértico costero) y Santiago (de clima mediterráneo con estación seca prolongada) alcanzan un promedio de 20,6 C y 19,5 C, respectivamente; en el mes de julio, la temperatura en Antofagasta alcanza los 14 C de promedio y los 8 C en Santiago.
Las temperaturas descienden cerca de 1 C por cada 150 m de altitud en los Andes. Las lluvias se incrementan en la región meridional y el clima mediterráneo es característico de la región central. En esta zona, las precipitaciones suelen concentrarse en los meses de invierno (de mayo a agosto), variando desde un total anual de 375 mm en Santiago a los 12,7 mm en Antofagasta; los inviernos son suaves y los veranos relativamente cálidos. La región meridional se caracteriza por un clima más frío (templado y marítimo lluvioso) y en ella las precipitaciones se distribuyen equitativamente durante todo el año, llegando a un máximo de unos 5.080 mm en las cercanías del estrecho de Magallanes. La temperatura media anual en Punta Arenas, en el extremo meridional, es de 6,5 C. En el sur son comunes los fuertes vientos del oeste con influencia marítima.
Flora y fauna
La flora autóctona de Chile varía según la zona climática. La región norteña presenta pocas variedades de vegetación (coirón, llareta, pajonales y cactáceas) y es uno de los mejores ejemplos de desierto absoluto en todo el planeta. El valle Longitudinal, más húmedo, cuenta con diversas especies de cactus, arbustos espinosos, pastizales y la araucaria, que produce piñones comestibles. Al sur de Valdivia se encuentran densos bosques húmedos en los que abundan el laurel, el roble, el raulí, el ñirre (véase Fagáceas), el coihué, el ciprés, el mañío y el lingue, así como diversas especies de coníferas. Otras plantas destacadas del país son: el molle, árbol cuyos frutos se emplean como condimento; el quillay, el peumo y el radal. El extremo sur se caracteriza por una vegetación de pastos esteparios.
La fauna es menos diversificada que en otros países de Sudamérica debido a la barrera que ofrecen los Andes. Entre los mamíferos autóctonos merecen mencionarse la llama, la alpaca, la vicuña, el guanaco, el puma, el zorro culpeo, el huemul (ciervo de los Andes), el pudú (cérvido pequeño) y la chinchilla. Las aves son variadas, aunque están ausentes los tipos sudamericanos predominantes. Además de la trucha, que fue introducida desde América del Norte, hay pocos peces de agua dulce en los ríos y lagos chilenos, destacando únicamente el pejerrey y el salmón. En la costa del mar abundan los peces, mariscos y mamíferos marinos gracias a la corriente fría de Humboldt.
Recursos minerales
Chile ha sido un país que trabaja el suelo y el subsuelo, exportando estos productos como materia prima. La gran extensión de territorio cordillerano, presente en el país, le da unos treinta elementos mineros valiosos, pero los más importantes son: el cobre, el molibdeno, el renio, el litio y el yodo. Además, son importantes las reservas de hierro, potasio, magnesio, boro y salitre, mineral que le dio una gran riqueza a comienzos del presente siglo, pero cuya demanda ha disminuido debido a la aparición de productos sintéticos que lo han reemplazado.
Población
En comparación con otros países sudamericanos, Chile tiene una población relativamente homogénea. Los primeros colonizadores españoles se mezclaron con los indígenas, entre los que predominaban los araucanos; el mestizaje de ambos pueblos constituye más del 92% de la población. La inmigración europea no fue en Chile tan importante como en otros países de América, ya que apenas se promovió en el siglo XIX. Sin embargo, los inmigrantes alemanes han representado una importante influencia en la región de Valdivia-Puerto Montt; también Italia, Suiza, Reino Unido, Yugoslavia y Francia han hecho importantes aportaciones a la población. En la actualidad, menos del 2% de los habitantes son de origen europeo y sólo el 6% es indígena, en su mayoría araucanos concentrados en la región meridional de La Araucanía.
Características de la población
La población de Chile (según estimaciones para 1994) era de 14.026.166 habitantes, con una densidad cercana a los 19 hab/km2. El 90% de la población reside en la región central, entre La Serena y Concepción. La tasa de natalidad, según una proyección estadística para 1997, es de 19,7 nacimientos por cada 1.000 habitantes. Aproximadamente el 85% de los chilenos residen en centros urbanos y más de una tercera parte del país se concentra en la ciudad de Santiago. Las comunidades del sur y del desierto septentrional están bastante aisladas y separadas por largos tramos prácticamente deshabitados.
Ciudades principales
Además de Santiago, las ciudades más importantes de Chile son Concepción, centro agrícola e industrial, con una población (según estimaciones para 1993) de 318.140 habitantes; Valparaíso, principal puerto de mar, con 301.677 habitantes; Viña del Mar, popular centro turístico, con 319.440 habitantes, y Antofagasta, con 228.408 habitantes.
Lenguas oficiales y habladas
El español es el idioma oficial de Chile, hablado prácticamente por toda la población. El uso de lenguas aborígenes es limitado. Véase Español de América.
Religión
Los católicos constituyen aproximadamente el 81% de la población chilena, aunque oficialmente la Iglesia católica se separó del Estado en 1925. El resto de la población, en su mayoría, profesa la religión protestante pentecostal o evangélica (véase Protestantismo). Los indígenas que practican sus religiones tradicionales son una pequeña minoría.
Educación y cultura
En gran medida, las artes y el sistema educativo de Chile se basan en modelos europeos (Gran Bretaña, Francia y Alemania), aunque se ha desarrollado una tradición cultural propia que combina elementos de los diversos grupos étnicos y que fue influida por la expansión de las fronteras nacionales.
Educación
El moderno sistema educativo de Chile (véase Educación en Chile) tuvo sus orígenes a mediados del siglo XIX. En la actualidad, la educación para todos los niños entre 6 y 14 años es gratuita y obligatoria. El sistema escolar está administrado por el gobierno nacional a través del Ministerio de Educación. La tasa de alfabetización, que alcanza el 94%, es una de las más altas de América Latina.
Según proyección estadística para 1997, las cifras de alumnos se distribuirían de la siguiente manera: Pre-básica 283.061; Básica Especial 35.296; Básica Regular 2.162.968; Media 746.987; Superior 344.776; todo lo cual daría un total de 3.572.088 alumnos matriculados. Entre las instituciones de educación superior destacan la estatal Universidad Nacional de Chile (1842), de gran prestigio en el mundo, la Universidad de Concepción (1919), la Universidad Católica de Chile (1889), la Universidad Católica de Valparaíso (1928) y diversas universidades técnicas, entre ellas, la primera Escuela de Artes y Oficios (1849), hoy Universidad de Santiago. En 1993 la población universitaria era superior a los 315.000 estudiantes.
Vida cultural
En Chile predominan dos culturas muy vivas y diferenciadas: la cosmopolita, de la solvente población urbana, y la popular, de los campesinos, que presenta una gran influencia de la cultura española, aunque con legados araucanos, y que es predominante en la música y el baile chilenos. Chile cuenta con una rica tradición literaria y ha sido cuna de dos premios Nobel de Literatura: los poetas Gabriela Mistral y Pablo Neruda. Véase Literatura chilena.
Instituciones culturales
Las instituciones culturales chilenas se concentran fundamentalmente en las grandes ciudades de la región central. Entre ellas merecen mencionarse el Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo Histórico Nacional y el Museo Nacional de Historia Natural, todos ellos en Santiago, y el Museo de Historia Natural de Valparaíso. La mayor biblioteca del país es la Biblioteca Nacional de Santiago, con un fondo de unos 3,5 millones de volúmenes.
Economía
Desde los albores del siglo XX, la economía chilena ha estado dominada por la producción de cobre. A partir de la década de 1940, el sector industrial se expandió rápidamente, en gran medida por iniciativas gubernamentales. En la actualidad, Chile es uno de los principales países industrializados de América Latina, así como uno de los más importantes productores de minerales. En la década de 1970 se hicieron esfuerzos por impulsar al abandonado sector agrícola y para reducir la dependencia del país de las importaciones de alimentos. Tras una reducción de los cultivos más importantes a principios de la década de 1980, la producción agrícola se recuperó hacia finales de la década.
Tras el derrocamiento del gobierno del presidente Salvador Allende en 1973, el Estado ha jugado un papel menos dominante en la economía, y la mayoría de las empresas nacionalizadas han vuelto a manos privadas (véase Privatización). En 1993, el presupuesto nacional estimado era de 10.090 millones de dólares de ingresos y 9.241 millones de dólares de gastos (valor de cambio a octubre de 1994).
Agricultura
Aproximadamente el 15% de la población activa chilena se dedica a la agricultura, y los productos agrícolas representan cerca del 10% del producto interior bruto (PIB). A excepción de la cría de ovejas, que predomina en el extremo sur del país, el grueso de la actividad agrícola chilena se concentra en el valle Longitudinal. Desde la década de 1960, los programas de reforma agraria han conseguido incrementar el número de pequeños propietarios y la productividad ha aumentado gracias a los modernos métodos de cultivo; sin embargo, sólo un 7% del territorio chileno se dedica al cultivo.
Los principales productos agrícolas son: trigo, papa (patata), remolacha azucarera, maíz, arroz, tomate y avena. El sector frutícola es muy importante y comprende uva, melón, manzana, durazno (melocotón), damasco (albaricoque), ciruela y cereza; el país cuenta, además, con una prestigiosa industria vitivinícola. En Tierra del Fuego y en las llanuras de la provincia de Magallanes es intensiva la cría de ganado ovino, que suponía en 1994 más de 4,5 millones de cabezas; la producción anual de lana es de unas 22.000 toneladas. También se crían ganado vacuno (3,8 millones), porcino (1,4 millones) y caballar (348.000).
Silvicultura y pesca
Los recursos forestales son utilizados para embellecer el paisaje, proteger el suelo, limpiar el aire, producir frutos y, lo más importante, producir madera (celulosa). Chile posee 12 millones de hectáreas potencialmente productivas, de las cuales 8.473.582 son de bosque nativo y 786.136 de pino insigne, de las cuales casi un 50% pertenece a la VIII Región. También destacan los bosques de lenga, coihué mixto (véase Coihué), valdiviano y chilote.
Los bosques cubren un 12% de la superficie de Chile. A finales de la década de 1980, la producción de madera se elevaba a unos 16,5 millones de m3, dividida en maderas duras y blandas, destinada a la fabricación de tablas, pasta de papel y papel. Favorecido por incentivos fiscales desde mediados de la década de 1970, el sector forestal representaba a finales de la década siguiente más del 10% de las exportaciones del país.
Chile cuenta con uno de los sectores pesqueros más importantes de Sudamérica; en sus 4.300 km de litoral se consiguen unas capturas anuales de aproximadamente 6 millones de toneladas. Entre los recursos renovables del país, hay que mencionar: el lenguado, la raya, la merluza, el congrio, el pejegallo, algunos tiburones pequeños, pejerratas, la anchoveta, sardina, pejerrey, jurel, atún y albacora; dentro de los moluscos destacan: la cholga, el chorito, el choro zapato, la ostra, el ostión, la almeja y la almeja macha; de los crustáceos son importantes: los picorocos, los camarones, las langostas, las centollas, los cangrejos y las jaibas. La región que más recursos aporta económicamente es la I Región de Tarapacá, seguida de la VIII Región del Biobío. La industria pesquera procesa en forma de harina, aceite y conservas la mayor parte de la producción.
Minería
Chile dispone de uno de los mayores yacimientos de cobre conocidos y es uno de los principales exportadores mundiales de este metal. El Teniente es la mayor mina de cobre subterránea del mundo. El cobre es el principal producto de exportación, constituyendo más del 50% del total anual; en 1994, la producción alcanzaba los 2,2 millones de toneladas. El petróleo y el gas natural (descubiertos en 1945) se extraen en Tierra del Fuego y en el estrecho de Magallanes, con una producción, en 1994, de 714.100 m3 de petróleo (4,5 millones de barriles, aproximadamente) y 4.244 millones de m3 de gas natural. La producción de hierro ascendía a 8,6 millones de toneladas.
Industria
El sector industrial representa casi el 20% de la producción anual de Chile y ocupa aproximadamente al 27% de la población activa. La industria se basa fundamentalmente en el refinado y procesamiento de los recursos minerales, agrícolas y forestales. Chile es un importante productor de acero en Sudamérica, con una producción industrial por encima de 1 millón de toneladas en 1993. También se refina el cobre y varias refinerías de petróleo utilizan materia prima nacional e importada. Otras industrias importantes se centran en la producción de cemento, pasta y otros derivados del papel, productos alimentarios, textiles y confección (algodón, lana y sintéticos), tabaco, vidrio, productos químicos y azúcar. También son importantes las plantas de montaje de vehículos. El grueso de la industria nacional se concentra en torno a Santiago y Valparaíso; otro importante centro industrial es Concepción.
Energía
Los recursos energéticos más importantes son el petróleo y el gas natural que aportan el 60% de la energía bruta; el segundo lugar lo ocupa la energía eléctrica, obtenida a través de la transformación de la energía hidráulica, aportando un 24% de la producción; finalmente se encuentra la energía del carbón con los desechos vegetales.
La energía hidráulica es un recurso muy abundante, especialmente en la zona austral del país, por la abundante lluvia que presenta, la formación de lagunas glaciares y la creación de embalses, estos últimos localizados sobre todo entre las regiones del Libertador General Bernardo O'Higgins, Maule y Biobío. Es importante mencionar el hecho de que en la región de Aisén existe un gran potencial hídrico, pero que no puede ser utilizado por las dificultades para acceder a dichas fuentes. Las centrales hidroeléctricas chilenas tienen una potencia instalada de 4,8 millones de kW y, en 1994, generaban 25.267 millones de kWh. Las fuertes corrientes de los ríos que bajan desde los Andes y de las cadenas costeras constituyen ricas fuentes de energía hidroeléctrica. Una de las más destacadas es la central hidroeléctrica de Antuco.
Transportes
Chile contaba en 1994 con una red vial de aproximadamente 79.293 km, de los cuales un 15% están pavimentados. Los ferrocarriles totalizan unos 8.800 km y se utilizan en su mayor parte para el transporte de minerales en el norte del país. El principal sistema norte-sur está conectado con ramales a las ciudades litorales más importantes y mediante líneas transandinas a ciudades de Argentina y Bolivia. Los puertos naturales son escasos, destacando Antofagasta, Valparaíso, San Antonio (puerto artificial) y Talcahuano. El aeropuerto internacional más importante es el situado en las cercanías de Santiago; también hay aeropuertos en Arica, Antofagasta, La Serena, Valdivia, Puerto Montt y Punta Arenas, entre otros.
Comunicaciones
Chile cuenta con una amplia variedad de modernos medios de comunicación. En 1991 había en el país más de 70 periódicos de información general; El Mercurio, La Tercera y La Nación, publicados en Santiago, tienen una considerable influencia. La televisión, introducida en 1958, está formada por una red de cadenas independientes y una estatal. En el país hay unos 4,4 millones de aparatos de radio, 5 millones de receptores de televisión y 1,5 millones de teléfonos.
Moneda y banca
La unidad monetaria de Chile es el peso, que sustituyó al escudo en 1975 (413,3 pesos equivalían a 1 dólar estadounidense a principios de 1997). El Banco Central de Chile, fundado en 1925, tiene el monopolio de emisión de moneda y dispone de amplios poderes para regular la política monetaria. La banca está constituida, además, por varios bancos comerciales de carácter privado y sólo uno con carácter estatal, el Banco del Estado de Chile.
Comercio exterior
En 1993, las exportaciones de Chile supusieron unos 9.416 millones de dólares; los metales y minerales representaron más de la mitad de este total y el resto lo constituían las frutas y verduras, carnes y pescados, pasta de madera, papel y productos químicos. En ese mismo año, las importaciones alcanzaron unos 11.125 millones de dólares y fueron fundamentalmente de maquinaria y equipos de transporte, verdura y carne, equipos eléctricos y productos químicos. Los principales socios comerciales de Chile son Estados Unidos, Alemania, Japón, Reino Unido, Argentina y Brasil. Véase Comercio internacional.
Gobierno
El gobierno de Chile se inspiró en el espíritu de la Constitución de 1925 hasta la crisis política de 1973, cuando fue suspendida en la mayoría de sus estipulaciones. En 1980 se aprobó una nueva Constitución, aunque sus apartados más importantes no se aplicaron plenamente hasta 1989. Véase Constitucionalismo (chileno).
Poder ejecutivo
La Constitución de 1980, modificada mediante plebiscito en julio de 1989, confiere el poder ejecutivo al presidente, elegido por votación popular para un mandato de seis años, quien a su vez designa un gabinete. El gobierno militar controló el gobierno hasta 1989, año en que se celebraron las primeras elecciones democráticas tras el golpe de Estado de 1973.
Poder legislativo
Según la Constitución de 1980, el poder legislativo recae en un Congreso Nacional, formado por la Cámara de Diputados, que consta de 120 miembros, y el Senado, que cuenta con 48 miembros. Tienen derecho al voto todos los ciudadanos mayores de 18 años.
Poder judicial
El más alto organismo judicial de Chile es la Corte Suprema, formada por 17 jueces. El país cuenta asimismo con 17 tribunales de apelación. Los jueces son nombrados de forma vitalicia por el presidente, quien los elige de una lista presentada por los jueces de la Suprema Corte. Véase Derecho chileno.
Gobierno local
Administrativamente, Chile está dividido en 13 regiones (entre ellas la Región Metropolitana de Santiago, donde está ubicada la capital), subdivididas a su vez en 51 provincias y éstas en 342 comunas distribuidas a lo largo del país. Los gobernadores o intendentes que presiden las regiones y los funcionarios que las administran son elegidos por el presidente. Las provincias están a su vez divididas en comunas. Las 13 regiones de Chile son, de norte a sur, las siguientes: Tarapacá, Antofagasta, Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana de Santiago, Libertador General Bernardo O'Higgins, Maule, Biobío, La Araucanía, Los Lagos, Aisén del General Carlos Ibáñez del Campo y Magallanes y Antártica Chilena.
Partidos políticos
Tras el golpe militar de 1973, se suspendió toda actividad política y los partidos políticos fueron prohibidos. Las agrupaciones políticas volvieron a legalizarse en 1987. El Partido Demócrata Cristiano y diversos sectores socialistas (véase Partido Socialista), entre otros grupos, ganaron las elecciones de 1989. En los comicios de 1993 resultó triunfadora la Concertación (Unión) de Partidos por la Democracia.
Salud y bienestar social
Las primeras leyes de política social se promulgaron a comienzos del siglo XX, y a principios de la década de 1970 el programa de bienestar nacional chileno era uno de los más amplios del mundo. Tras el golpe militar de 1973 se recortaron gran parte de los servicios sociales. Sin embargo, la mayoría de la población recibe tratamiento sanitario gratuito en el marco del Servicio Nacional de Salud (véase Seguridad Social). Los trabajadores deben afiliarse a instituciones privadas para percibir pensiones de jubilación, cobrar el desempleo, cubrir gastos por invalidez y otras prestaciones.
Defensa
En Chile es obligatorio el servicio militar, al menos durante un año para todos los varones aptos de 18 y 19 años. A principios de la década de 1990, las Fuerzas Armadas contaban con 91.800 efectivos, divididos en 54.000 del Ejército de Tierra, 25.000 de la Armada y 12.800 de las Fuerzas Aéreas.
Historia
El primer europeo que llegó a lo que hoy es Chile fue el portugués Fernando de Magallanes, tras atravesar en 1520 el estrecho que hoy lleva su nombre; los indígenas denominaban esta región con el nombre aimara de tchili, palabra autóctona que significa nieve'. En la época de la visita de Magallanes, la mayoría del territorio chileno situado al sur del río Rapel estaba dominado por los araucanos, tribu notable por su habilidad guerrera y único pueblo indígena que no sucumbió de forma inmediata a la conquista de los españoles. Las tribus que ocupaban las regiones septentrionales habían sido dominadas durante el siglo XV por los incas de Perú. En 1535, al concluir Francisco Pizarro la conquista de Perú, su lugarteniente, Diego de Almagro, encabezó una expedición terrestre hacia Chile en busca de oro. El grupo regresó inmediatamente a Cuzco sin obtener los resultados apetecidos.
Conquista y colonización española
Pedro de Valdivia, también oficial de Pizarro, dirigió una segunda expedición al sur de Chile en 1540. A pesar de la feroz resistencia de los araucanos, Valdivia consiguió fundar varios asentamientos, entre ellos Santiago (1541), Concepción (1550) y Valdivia (1552). Sin embargo, en 1553 los araucanos organizaron un levantamiento, mataron a Valdivia y a muchos de sus seguidores, destruyendo todas las ciudades a excepción de Santiago, Concepción y La Serena. Esta rebelión, serie de hechos que recogió Alonso de Ercilla en su obra La Araucana, fue la fase inicial de una guerra que proseguiría durante casi tres siglos, conocida como la guerra de Arauco; las hostilidades continuaron de forma intermitente durante y después del periodo colonial español, y no cesaron hasta finales del siglo XIX.
En la organización colonial española, Chile fue en sus orígenes una dependencia del virreinato del Perú, y sólo más tarde tuvo su propio gobierno, la Capitanía General de Chile. El país se desarrolló con lentitud porque carecía de plata u oro que atrajeran a los españoles y por la belicosidad de los araucanos; además, estaba situado muy lejos de los principales centros de colonización española en Perú y era poco accesible. La principal ocupación era la agricultura en el valle Longitudinal, y Chile suministraba a Perú productos alimentarios, sobre todo trigo. La población urbana vivía del comercio.
Emancipación nacional (1810-1823)
En 1810, Chile desarrolló un proceso similar al de otras colonias españolas que rompieron sus vínculos políticos con la metrópoli. El 18 de septiembre de ese año (hoy fiesta nacional), el Cabildo de la ciudad de Santiago delegó sus poderes en un grupo de siete personas que conformaron la primera Junta de Gobierno. Este acto fue el inicio de un proceso que culminaría con la independencia chilena de España después de más de dieciséis años, durante los cuales se mantuvo un estado de guerra intermitente con las tropas españolas enviadas desde Perú. El 12 de febrero de 1817, las tropas realistas sufrieron una decisiva derrota en la batalla de Chacabuco a manos del Ejército patriota, apoyado por tropas argentinas (el conocido como Ejército Libertador de los Andes'). Un año después, Bernardo O'Higgins, uno de los líderes revolucionarios que había conocido a Francisco de Miranda en Londres, proclamó la independencia absoluta de Chile; no obstante, las tropas realistas controlaron casi la totalidad del sur del país hasta 1818, y no fueron expulsadas completamente hasta 1826. Véase Emancipación de América Latina.
Organización nacional y república conservadora (1823-1861)
Bernardo O'Higgins, quien en 1818 había sido nombrado director supremo de Chile, gobernó el país con poderes autoritarios hasta 1823, cuando la hostilidad aristocrática contra su régimen le obligó a dimitir. Se adoptaron dos constituciones (1823 y 1828) que intentaron organizar a Chile como una república, aunque las luchas por el poder entre diversas organizaciones mantuvieron al país inmerso en conflictos políticos hasta 1830. Ese año, elementos conservadores al mando del general Joaquín Prieto organizaron una revolución y tomaron el control del gobierno; en 1831 Prieto se convirtió en presidente, aunque el personaje fundamental del gobierno fue Diego Portales, quien ocupó diversos cargos ministeriales durante la administración de Prieto. En 1833 se adoptó una nueva Constitución que confería amplios poderes al ejecutivo. En 1851 y 1859, los grupos liberales llevaron a cabo infructuosos intentos armados para arrebatar el poder a los conservadores.
A pesar de su carácter autoritario, el gobierno del Partido Conservador promovió una política interior que contribuyó sustancialmente al desarrollo comercial, minero y agrícola de Chile; se adoptaron medidas para explotar los recursos minerales, se construyeron ferrocarriles y se promovió la inmigración; además, se sentaron las bases del sistema escolar y se crearon instituciones culturales. El principal acontecimiento en la política exterior chilena durante el periodo de predominio conservador fue la guerra que tuvo lugar en 1836 contra la Confederación Perú-boliviana.
Gobierno liberal y guerras externas (1861-1891)
Entretanto, en el Partido Conservador se habían producido divisiones como consecuencia de las desavenencias con la Iglesia católica. A partir de 1861, su ala más progresista, en coalición con el Partido Liberal, promovió una serie de reformas constitucionales, entre las que se encontraba la prohibición de la reelección presidencial consecutiva. Además, se hicieron esfuerzos para promover el bienestar social, intensificándose asimismo el desarrollo de los recursos nacionales, en especial mediante la creación de nuevas vías ferroviarias, carreteras y un sistema postal. En 1865, Chile intervino en conflicto entre España y Perú conocido en la historiografía española como la guerra del Pacífico (1864-1866), en el cual participó por un fuerte sentimiento americanista de solidaridad con los peruanos.
Poco después, Chile comenzó a explotar los valiosísimos yacimientos de nitratos del desierto de Atacama. Ante la intención de Bolivia de embargar las instalaciones salitreras del territorio, en febrero de 1879 el gobierno chileno ordenó la entrada de sus tropas en el puerto boliviano de Antofagasta; dos meses después, Perú, aliado de Bolivia por el conocido como Pacto Secreto de 1873, declaró la guerra a Chile, iniciándose la guerra del Pacífico (1879-1883). Como consecuencia de su victoria en este conflicto, Chile se anexionó un amplio territorio que englobaba las actuales regiones de Antofagasta y Tarapacá. Además, Perú cedió a Chile la administración de las ciudades de Tacna y Arica, a condición de que se celebrara un plebiscito diez años después para establecer la definitiva soberanía sobre las mismas. Aunque ambos países no llegaron a un acuerdo en cuanto a las condiciones del plebiscito, las sucesivas negociaciones culminaron en febrero de 1929 con el Tratado de Lima, volviendo Tacna a Perú y quedando Arica en manos de Chile. Véase Disputa de Tacna-Arica.
Guerra civil y catástrofes naturales
En 1891 una parte considerable de las fuerzas políticas representadas en el Congreso organizaron una rebelión contra la administración del presidente José Manuel Balmaceda, líder del Partido Liberal. Bajo las órdenes del capitán Jorge Montt, oficial de la Armada, los rebeldes (que se autoproclamaron congresistas) se hicieron con el mando de la flota chilena y controlaron las provincias del norte. En agosto derrotaron al Ejército gubernamental durante las batallas de Concón y Placilla, en las cercanías de Valparaíso, que fue ocupada por los rebeldes al igual que Santiago, con lo que la guerra quedó virtualmente terminada. En el curso de la guerra civil se perdieron más de 10.000 vidas y fueron incalculables los daños materiales. Balmaceda se suicidó en septiembre.
Poco después de la llegada de Jorge Montt a la presidencia, Chile ingresó en un largo periodo de pacífica reconstrucción, denominado República Parlamentaria (1891-1925). Como concesión al sentimiento liberal que prevalecía en el país, Montt instituyó una serie de reformas, entre las que destacó la democratización del poder ejecutivo. Los años siguientes estuvieron marcados por la creciente participación del pueblo chileno en la política y por el aumento de la agitación política.
En agosto de 1906 un desastroso terremoto destruyó virtualmente Valparaíso y produjo graves daños en Santiago, muriendo más de 3.000 personas y quedando sin hogar otras 100.000; no obstante, las regiones asoladas fueron rápidamente reconstruidas.
Las guerras mundiales
Durante la I Guerra Mundial (1914-1918) Chile permaneció neutral. Tras el conflicto, el enfrentamiento entre liberales y conservadores aumentó. En 1920 los liberales llegaron al poder de la mano del antiguo ministro del Interior Arturo Alessandri Palma, aunque no consiguió el consenso necesario para sus propuestas de reforma. En 1924, un grupo de personalidades militares dieron un golpe de Estado con el objeto de imponer reformas liberales, derrocando a Alessandri e instaurando una Junta Militar. Ésta fue a su vez derrocada en 1925 por otro golpe militar. Tras este acontecimiento se aprobó una nueva Constitución que reformó el sistema electoral, recortando los poderes del Congreso y estableciendo la separación entre la Iglesia y el Estado. Alessandri ocupó de nuevo la presidencia en 1925, pero su mandato duró menos de un año. Durante el mandato de Emiliano Figueroa Larraín la autoridad estuvo en realidad en manos de un oficial del ejército, Carlos Ibáñez del Campo, quien ocupó la presidencia desde 1927 hasta 1931. Tras varios golpes y cambios de administración, Alessandri fue reelegido en 1932 y consiguió terminar su mandato en 1938.
En las elecciones de ese año fue elegido presidente Pedro Aguirre Cerda, del Partido Radical, al frente de una coalición de grupos democráticos unidos en el Frente Popular. Su ambicioso programa de reformas fue interrumpido en 1939 por un devastador terremoto que se cobró unas 30.000 víctimas. Esta coalición liberal volvió a ganar en 1942, esta vez llevando como candidato al radical Juan Antonio Ríos Morales, quien maniobró con pericia la nave del Estado en medio de la tormenta política generada por el enfrentamiento entre los partidarios de los aliados y los de los nazis durante la II Guerra Mundial (1939-1945). Ríos condujo al país a una posición favorable a los aliados, declarando la guerra al Eje en 1944. Durante el conflicto, el Partido Comunista surgió como una de las organizaciones políticas más poderosas de Chile. El país fue miembro fundador de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1945.
Los gobiernos de la posguerra (1946-1970)
En 1946 ganó las elecciones Gabriel González Videla, líder del Partido Radical, apoyado por una coalición de izquierda cuyos principales componentes eran su propia agrupación y el Partido Comunista. Videla nombró a tres comunistas para ocupar carteras ministeriales, pero la coalición consiguió mantenerse apenas seis meses, ya que los ministros comunistas, con frecuencia enfrentados con los demás miembros del gabinete, fueron destituidos en abril de 1947. Hacia finales del mismo año, Chile rompió relaciones diplomáticas con la Unión Soviética. En 1948 centenares de comunistas fueron encarcelados en virtud de la Ley de Defensa Permanente de la Democracia, que proscribió al Partido Comunista (véase Comunismo). Poco después fue sofocada una rebelión militar encabezada por el antiguo presidente Ibáñez. Durante los años siguientes fueron frecuentes las manifestaciones sociales y sindicales. En 1951 se produjeron huelgas en casi todos los sectores de la economía.
Al año siguiente, la reacción popular contra los partidos tradicionales tuvo como consecuencia la elección del general independiente Carlos Ibáñez, quien restauró el orden en cierta medida, aunque no pudo solucionar los problemas económicos y sociales. En 1958 asumió la presidencia Jorge Alessandri, antiguo senador e hijo de Arturo Alessandri Palma, a la cabeza de una coalición de conservadores, radicales y liberales, con una plataforma que favorecía la libre empresa y la promoción de la inversión extranjera. En respuesta a la fuerte oposición del nuevamente legalizado Partido Comunista y de la recientemente creada Democracia Cristiana, Alessandri propuso un plan de diez años que establecía reformas fiscales, proyectos de infraestructura y la reforma agraria. En 1964 rompió relaciones diplomáticas con Cuba, aunque restableció los vínculos con la Unión Soviética. En 1960, un maremoto y un terremoto sacudieron al país provocando enormes daños y miles de muertos, especialmente en la zona de Valdivia.
En las elecciones presidenciales de 1964, el antiguo senador Eduardo Frei Montalva, candidato de la centrista Democracia Cristiana, derrotó a una coalición de izquierdas. Las importantes reformas de Frei, como la nacionalización parcial del sector del cobre (la denominada chilenización del cobre'), provocaron la insatisfacción de algunos sectores de la derecha, lo que desembocó en una violenta oposición política.
El gobierno de Allende
Al aproximarse las elecciones presidenciales de 1970, la oposición de izquierda se coaligó en la Unidad Popular. Nombró candidato a Salvador Allende, quien en su campaña presentó un programa que prometía la nacionalización total de todas las industrias básicas, de la banca y de las comunicaciones. En las urnas obtuvo el apoyo del 37% de los votantes, por lo que, al no haber logrado una mayoría absoluta, el Congreso tuvo que pronunciarse y respaldó a Allende frente a su opositor de derecha, el anterior presidente Alessandri (en Chile, la elección presidencial no es directa y es el Congreso el que designa al mandatario). Allende se convirtió en el primer presidente elegido con un programa socialista en un país no comunista de Occidente.
Una vez asumido el cargo, Allende comenzó rápidamente a cumplir sus promesas electorales, orientando al país hacia el socialismo (con su popular lema "vía chilena al socialismo". Se instituyó el control estatal de la economía, se nacionalizaron los recursos mineros, los bancos extranjeros y las empresas monopolistas (véase Monopolio), y se aceleró la reforma agraria. Además, Allende lanzó un plan de redistribución de ingresos, aumentó los salarios e impuso un control sobre los precios. La oposición a su programa político fue muy vigorosa desde el principio y hacia 1972 se había producido una grave crisis económica y una fuerte polarización de la ciudadanía. La situación empeoró aún más en 1973, cuando el brutal incremento de los precios, la escasez de alimentos (provocada por el recorte de los créditos externos), las huelgas y la violencia llevaron al país a una gran inestabilidad política. Esta crisis se agravó por la injerencia de Estados Unidos, que colaboró activamente por desgastar al régimen de Allende. El 11 de septiembre de 1973 los militares tomaron el poder mediante un golpe de Estado, pereciendo Allende en la defensa del palacio presidencial. (La opinión generalizada es que Allende se suicidó durante el asalto al palacio de la Moneda).
El régimen de Pinochet
A partir de ese momento, se estableció una Junta Militar encabezada por el general Augusto Pinochet Ugarte que suspendió inmediatamente la Constitución, disolvió el Congreso, impuso una estricta censura y prohibió todos los partidos políticos. Asimismo, lanzó una fuerte campaña represiva contra los elementos izquierdistas del país: miles de personas fueron arrestadas y centenares de ellas ejecutadas o torturadas; muchos chilenos se exiliaron, mientras que otros pasaron largos años en prisión o se dieron por desaparecidos.
Durante los años siguientes, la Junta Militar gobernó al país con gran rigor, aunque hacia finales de la década pudo apreciarse una cierta apertura. En 1978 se levantó el estado de sitio (aunque siguió en vigor el estado de emergencia) e ingresaron más civiles en el gabinete. Sin embargo, Chile siguió siendo esencialmente un Estado policial. Una nueva Constitución, la de 1980, sometida a referéndum el día del séptimo aniversario del golpe militar, legalizó el régimen hasta 1989; Pinochet inició en marzo de 1981 un nuevo periodo de gobierno, ahora como presidente, con una duración de ocho años.
En el ámbito económico, el gobierno de Pinochet aplicó medidas de austeridad que provocaron el recorte de la inflación y una mayor producción entre 1977 y 1981. No obstante, a partir de 1982, la recesión mundial y la caída de los precios del cobre provocaron un retroceso de la economía chilena. En 1983 se produjeron amplias protestas contra el gobierno, seguidas de una serie de atentados en las grandes ciudades. El aumento de la tensión popular y el progresivo deterioro de la economía llevaron a Pinochet a reinstaurar el estado de sitio en noviembre de 1984. A finales de ese mes, se firmó un tratado con Argentina, en el que se ratificaba la soberanía chilena sobre tres islas del canal de Beagle (Picton, Nueva y Lennox). En septiembre de 1986, tras un fallido intento de atentar contra la vida de Pinochet, se desarrolló por parte del gobierno una nueva campaña represiva.
El restablecimiento del poder civil
En agosto de 1988 se levantó finalmente el estado de emergencia y dos meses después se permitió a los chilenos organizar un plebiscito sobre si debía o no prorrogarse hasta 1997 el mandato de Pinochet, que terminaba en marzo de 1989. A pesar de que casi el 55% del electorado votó por el "no", el mandato de Pinochet se prorrogó automáticamente hasta marzo de 1990, a la espera de la celebración de las elecciones presidenciales y legislativas. En diciembre de 1989, durante los primeros comicios presidenciales en 19 años, los votantes eligieron por mayoría al candidato demócrata cristiano Patricio Aylwin, quien dio inicio al proceso de transición a la democracia, promovió una serie de reformas económicas y nombró una comisión para investigar las violaciones de los derechos humanos cometidas por el régimen de Pinochet. Las reformas económicas iniciadas por Aylwin permitieron que más de un millón de chilenos salieran de la pobreza. En las elecciones presidenciales de 1993, Eduardo Frei Ruiz-Tagle, hijo del antiguo presidente Eduardo Frei Montalva, resultó triunfador.
En 1994 Chile solicitó su entrada en el Tratado de Cooperación Económica Asia-Pacífico (CEAP) y en el Tratado de Libre Comercio Norteamericano (NAFTA). En 1996 el gobierno de Eduardo Frei logró la integración de Chile en el Mercado Común del Sur (Mercosur).
En las elecciones legislativas de diciembre de 1997, la Concertación de Partidos por la Democracia (integrada por la Democracia Cristiana, el Partido Socialista, el Partido por la Democracia y el Partido Radical Socialdemócrata) alcanzó la mayoría en el Congreso de los Diputados. Sin embargo, y a diferencia de las elecciones de 1993, la derechista Unión por Chile consiguió aumentar sus escaños. En el Senado se consolidó también el bloque de derechas, lo que impedirá llevar a cabo reformas democráticas en la Constitución de 1980, aprobada durante la dictadura.
Un mes después, en medio de duras críticas y acusaciones contra Augusto Pinochet, senador vitalicio a partir de marzo de 1998, el presidente Eduardo Frei destituyó a su ministro de Defensa, Edmundo Pérez Yoma, por mantener una postura demasiado cercana al militarismo y al ex-general.
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