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Golpe militar 1976-1983

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Introducción, Desarrollo, Nunca más, Madres de Plaza de Mayo,Conclusión, Anexo, centros clandestinos de detencion, zonas.

Agregado: 29 de AGOSTO de 2000 (Por ) | Palabras: 3785 | Votar |
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Categoría: Apuntes y Monografías > Historia >
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    Introducción

    Día a día se descubrían cientos de cadáveres no identificados (NN)enterrados en fosas comunes o en fondos de lagos. El represor Ramón Camps admitió que era responsable por el secuestro y la muerte de 5.000. Esa gente había sido enterrada en tumbas sin inscripciones, pero lo justificaba diciendo que no eran personas sino subversivos que querían poner un sistema político antihumanista, anticristiano. La indignación popular iba en aumento.

    Se creó la Comisión Nacional Sobre La Desaparición De Personas. La CONADEP estaba dirigida por el escritor Ernesto Sábato y compuesta por numerosas personas de nuestra cultura; su misión era investigar y reunir pruebas sobre el destino de los detenidos-desaparecidos los secuestros y prisiones secretas e ilegales, la tortura y asesinatos. Durante nueve meses reunió miles de expedientes con testimonios de sobrevivientes de los campos de concentración, y de familiares y de amigos de desaparecidos. Se sintetizó en el libro "Nunca Mas".

    Después de esta publicación fueron fracasados los intentos militares de ser juzgados solo por sus pares, y los casos fueron pasados a tribunales de apelaciones civiles. Alfonsín estaba dispuesto a disminuir el poder de los militares, reduciendo su presupuesto y pasando oficiales de alto rango a retiro. Estas medidas y los juicios provocaron distintas reacciones como la colocación de bombas por las bandas clandestinas, acusaciones al gobierno marxista y a la asociación de los derechos humanos de terroristas, mitines contra el gobierno de FAMUS (Familias de Muertos por la Subversión ),etc.. Los juicios a las jerarquías militares de la última dictadura comenzaron en 1985 y duraron hasta fin de año, siendo varios condenados a cadena perpetua o a muchos años de prisión. Los procesos judiciales aumentaba en número, y no se limitaron a militares, si no que también en 1986 fue extraditado desde Miami José López Rega acusado de corrupción y de conspiración terrorista por su papel en la "Triple A".

    Para finalizar debido a todas las muertes solo quedan pocos testigos de los cuales, menos aún deben decir la verdad. No sé si algún día se sabrá toda la verdad lo dudo mucho.

    ¿Era necesario lastimar a tanta gente, había que ser cruel, se sentían superiores cuando maltrataban, cual es el fondo de esta cuestión, donde esta lo oculto que no nos permite entender como un ser humano puede cometer tantas atrocidades?

    Desarrollo

    Durante la década del 70 la Argentina fue convulsionada por un terror que provenía tanto desde la extrema derecha como de la extrema izquierda, fenómeno que ha ocurrido en muchos otros países. Así aconteció en Italia, que durante largos años debió sufrir la despiadada acción de las formaciones fascistas, de las Brigadas Rojas y de grupos similares. Pero esa nación no abandonó en ningún momento los principios del derecho para combatirlo, y lo hizo con absoluta eficacia, mediante los tribunales ordinarios, ofreciendo a los acusados todas las garantías de la defensa en juicio; y en ocasión del secuestro de Aldo Moro, cuando un miembro de los servicios de seguridad le propuso al General Della Chiesa torturar a un detenido que parecía saber mucho, le respondió con palabras memorables: "Italia puede permitirse perder a Aldo Moro. No, en cambio, implantar la tortura" .

    No fue de esta manera en nuestro país: a los delitos de los terroristas, las Fuerzas Armadas respondieron con un terrorismo infinitamente peor que el combatido, porque desde el 24 de marzo de 1976 contaron con el poderío y la impunidad del Estado absoluto, secuestrando, torturando y asesinando a miles de seres humanos.

    Con la técnica de la desaparición y sus consecuencias, 'todos los principios éticos; que las grandes religiones y las más elevadas filosofías erigieron años de sufrimientos y calamidades fueron pisoteados y bárbaramente desconocidos.

    Son muchísimos los pronunciamientos sobre los sagrados derechos de la persona a través de historia y, en nuestro tiempo, desde los que consagró la Revolución francesa hasta los estipulados en las Cartas Universales de Derechos Humanos y en las grandes encíclicas de este siglo. Todas las naciones civilizadas, incluyendo la nuestra propia, estatuyeron en sus constituciones garantías que jamás pueden suspenderse, ni aun en los más catastróficos estados de emergencia: el derecho a la vida, el derecho a la integridad personal, el derecho a proceso; el derecho a no sufrir condiciones inhumanas de detención, negación de la justicia o ejecución sumaria.

    Los derechos humanos fueron violados en forma orgánica y estatal por la represión de las Fuerzas Armadas. Y no violados de manera esporádica sino sistemática, de manera siempre la misma, con similares secuestros e idénticos tormentos en toda la extensión del territorio. Cómo no atribuirlo a una metodología del terror planificada por los altos mandos? Cómo podrían haber sido cometidos por perversos que actuaban por su sola cuenta bajo un régimen rigurosamente militar, con todos los poderes y medios de información que esto supone? Cómo puede hablarse de "excesos individuales"? De nuestra información surge que esta tecnología del infierno, fue llevada a cabo por sádicos pero regimentados ejecutores. Si nuestras inferencias no bastaran, ahí están las palabras de despedida pronunciadas en la junta Interamericana de Defensa por el jefe de la delegación argentina, General Santiago Mar Riberos, el 24 de enero, de 1980: "Hicimos la guerra con la doctrina en la mano, con las órdenes escritas de los Comandos Superiores". Así, cuando ante el clamor universal por los horrores perpetrados, miembros de la Junta Militar deploraban los "excesos de la represión, inevitables en una guerra sucia", revelaban una hipócrita tentativa de descargar sobre subalternos independientes los espantos planificados.

    Los operativos de secuestro manifestaban la precisa organización, a veces en los lugares de trabajo de los señalados, otras en plena calle y a la luz del día, mediante procedimientos ostensibles de las fuerzas de seguridad que ordenaban "zona libre" a las comisarías correspondientes. Cuando la víctima era buscada de noche en su propia casa, comandos armados rodeaban la manzana y entraban por la fuerza, aterrorizaban a padres y niños, a menudo amordazándolos y obligándolos a presenciar los hechos, se apoderaban de la persona buscada, la golpeaban brutalmente, la encapuchaban y finalmente la arrastraban a los autos o camiones, mientras el resto del comando casi siempre destruía o robaba lo que era transportable. De ahí se partía hacia el antro en cuya puerta podía haber inscriptas las mismas palabras que Dante leyó en los portales del infierno: "Abandonad toda esperanza, los que entráis".

    De este modo, en nombre de la seguridad nacional, miles y miles de seres humanos, generalmente jóvenes y hasta adolescentes, pasaron a integrar una categoría tétrica y fantasmal: la de los Desaparecidos. Palabra -triste privilegio argentino- que hoy se escribe en castellano en toda la prensa del mundo.

    Arrebatados por la fuerza, dejaron de tener presencia civil. Quiénes exactamente los habían secuestrado? Por qué? Dónde estaban? No se tenía respuesta precisa a estos interrogantes: las autoridades no habían oído hablar de ellos, las cárceles no los tenían en sus celdas, la justicia los desconocía y los hábeas corpus sólo tenían por contestación el silencio. En torno de ellos crecía un ominoso silencio. Nunca un secuestrador arrestado, jamás un lugar de detención clandestino individualizado, nunca la noticia de una sanción a los culpables de los delitos. Así transcurrían días, semanas, meses, años de incertidumbres y, dolor de padres, madres e hijos, todos pendientes de rumores, debatiéndose entre desesperadas expectativas, de gestiones innumerables e inútiles, de ruegos a influyentes, a oficiales de alguna fuerza armada que alguien les recomendaba, a obispos y capellanes, a comisarios. La respuesta era siempre negativa.

    En cuanto a la sociedad, iba arraigándose la idea de la desprotección, el oscuro temor de que cualquiera, por inocente que fuese, pudiese caer en aquella infinita caza de brujas, apoderándose de unos el miedo sobrecogedor y de otros una tendencia consciente o inconsciente a justificar el horror: "Por algo será", se murmuraba en voz baja, como queriendo así propiciar a los terribles e inescrutables dioses, mirando como apestados a los hijos o padres del desaparecido. Sentimientos sin embargo vacilantes, porque se sabía de tantos que habían sido tragados por aquel abismo sin fondo sin ser culpable de nada; porque la lucha contra los "subversivos", con la tendencia que tiene toda caza de brujas o de endemoniados, se había convertido en una represión demencialmente generalizada, porque el epíteto de subversivo tenía un alcance tan vasto como imprevisible. En el delirio semántico, encabezado por calificaciones como, "marxismo-leninismo", "apátridas", 9cmaterialistas y ateos", "enemigos de los valores occidentales y cristianos", todo era posible: desde gente que propiciaba una revolución social hasta adolescentes sensibles que iban a villas-miseria para ayudar a sus moradores. Todos calan en la redada: dirigentes sindicales que luchaban por una simple mejora de salarios, muchachos que habían sido miembros de un centro estudiantil, periodistas que no eran adictos a la dictadura, psicólogos y sociólogos por pertenecer a profesiones sospechosas, jóvenes pacifistas, monjas y sacerdotes que habían Llevado las enseñanzas de Cristo a barriadas miserables. Y amigos de cualquiera de ellos, y amigos de esos

    amigos, gente que había sido denunciada por venganza personal y por secuestrados bajo tortura. Todos, en su mayoría inocentes de terrorismo o si quiera de pertenecer a los cuadros combatientes de la guerrilla, porque éstos presentaban batalla y morían en el enfrentamiento o se suicidaban antes de entregarse, y pocos Llegaban vivos a manos de los represores.

    Desde el momento del secuestro, la víctima perdía todos los derechos; privada de toda comunicación con el mundo exterior, confinada en lugares desconocidos, sometida a suplicios infernales, ignorante de su destino, mediato o inmediato, susceptible de ser arrojada al río o al mar, con bloques de cemento en sus pies, o reducida a cenizas; seres que sin embargo no eran cosas, sino que conservaban atributos de la criatura humana: la sensibilidad para el tormento, la memoria de su madre o de su hijo o de su mujer, la infinita vergüenza por la violación en público; seres no sólo poseídos por esa infinita angustia y ese supremo pavor, sino, y quizás por eso mismo, guardando en algún rincón de su alma alguna descabellada esperanza.

    De estos desamparados, muchos de ellos apenas adolescentes, de estos abandonados por el mundo hemos podido constatar cerca de nueve mil. Pero tenemos todas las razones para suponer una cifra más alta, porque muchas familias vacilaron en denunciar los secuestros por temor a represalias. Y aún vacilan, por temor a un resurgimiento de estas fuerzas del mal.

    Con tristeza, con dolor hemos cumplido la misión que nos encomendó en su momento el Presidente Constitucional de la República. Esa labor fue muy ardua, porque debimos recomponer un tenebroso rompecabezas, después de muchos años de producidos los hechos, cuando se han borrado deliberadamente todos los rastros, se ha quemado, toda documentación y hasta se han demolido edificios. Hemos tenido que basarnos, pues, en las denuncias de los familiares, en las declaraciones de aquellos que pudieron salir del infierno y aun en los testimonios de represores que por oscuras motivaciones se acercaron a nosotros para decir lo, que sabían.

    En el curso de nuestras indagaciones fuimos insultados y amenazados por los que cometieron los crímenes, quienes lejos de arrepentirse, vuelven a repetir las consabidas razones de "la guerra sucia", de la salvación de la patria y de sus valores occidentales y cristianos, valores que precisamente fueron arrastrados por ellos entre los muros sangrientos de los antros; de represión. Y nos acusan de no propiciar la reconciliación nacional, de activar los odios y resentimientos, de impedir el olvido. Pero no es así no estamos movidos por el resentimiento ni por el espíritu de venganza; sólo pedimos la verdad y la justicia, tal como por otra parte las han. pedido las iglesias de distintas confesiones, entendiendo que no podrá haber reconciliación sino después del arrepentimiento de los culpables y de una justicia que se fundamente en la verdad. Porque, si no, deberla echarse por tierra la trascendente misión que el poder judicial tiene en toda comunidad civilizada. Verdad y justicia, por otra parte, que permitirán vivir con honor a los hombres de las fuerzas armadas que son inocentes y que, de no procederse así, correrían el riesgo de ser ensuciados por una incriminación global e injusta. Verdad y justicia que permitirá a esas fuerzas considerarse como auténticas herederas de aquellos Ejércitos que, con tanta heroicidad como pobreza, Llevaron la libertad a medio continente.

    Se nos ha acusado, en fin, de. denunciar sólo una parte de los hechos sangrientos que sufrió nuestra nación en los últimos tiempos, silenciando los que cometió el terrorismo que precedió a marzo de 1976, y hasta, de alguna manera, hacer de ellos una tortuosa exaltación. Por el contrario, nuestra Comisión ha repudiado siempre aquel terror, y lo repetimos una vez más en estas mismas páginas. Nuestra misión no era la de investigar sus crímenes sino estrictamente la suerte corrida por los desaparecidos, cualesquiera que fueran, proviniesen de uno o de otro lado de la violencia. Los familiares de las víctimas del terrorismo anterior no lo hicieron, seguramente, _porque ese terror produjo muertes, no desaparecidos. Por lo demás el pueblo argentino ha podido escuchar y ver cantidad de programas televisivos, y leer infinidad de artículos en diarios y revistas, además de un libro entero publicado por el gobierno militar, que enumeraron, describieron y condenaron minuciosamente los hechos de aquel terrorismo.

    Las grandes calamidades son siempre aleccionadoras, y sin duda el más 'terrible drama que en toda su historia sufrió la Nación durante el período que duró la dictadura militar iniciada en marzo de 1976.


    Nunca más

    Nuestra Comisión no fue instituida para juzgar, pues para eso están los jueces constitucionales, sino para indagar la suerte de los desaparecidos en el curso de estos años aciagos de la vida nacional. Pero, después de haber recibido varios miles de declaraciones y testimonios, de haber verificado o determinado la existencia de cientos de lugares clandestinos de detención y de acumular más de cincuenta mil páginas; documentales, tenemos la certidumbre de que la dictadura militar produjo la más grande tragedia de nuestra historia, y la más salvaje. Y, si bien debemos esperar de la justicia la palabra definitiva, no podemos callar ante lo que hemos oído, leído y registrado; todo lo, cual va mucho más allá de lo que pueda considerarse como delictivo para alcanzar la tenebrosa categoría de los crímenes de lesa humanidad.

    Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas


    Conclusión

    Después de haber investigado, leído y escuchado acerca de este doloroso pasado que está en el corazón de todos los argentinos, tanto los que lo vivieron como los que lo escucharon, pude comprender algunas cosas. Siempre sentí que todo este tema había ideas y sentimientos encontrados dependiendo del ojo con que se lo analizara y entonces, no era claro. Entre otras cosas pude entender por qué era mejor no recordar.

    La primer sensación que tuve es de dificultad para poder diferenciar los buenos de los malos. Mi abuelo era militar de alto rango, y se había retirado antes del inicio del Proceso. Tanto él como su familia, incluida mi madre, sufrieron en carne propia esta parte de nuestra historia reciente, porque fueron objeto de amenazas y hasta un intento de secuestro. Su versión de los hechos está teñida del miedo y el dolor de esa época. Gracias a esta investigación me enteré que las cosas no son como dicen las "Madres de Plaza de Mayo", obviamente sin criticarlas, porque no puede desconocer el dolor que tienen el sus almas. Pero me parece que a partir del sentimiento genuino de madres que desconocen el paradero de sus hijos porque sorpresivamente "desaparecieron", su movimiento terminó siendo más un partido político que una acción de reclamo. Las dos versiones parecen tener profundas razones y alimentan los sentimientos encontrados de los que hablaba al principio. Como yo no viví en esa época me cuesta mucho interpretar cuál es la verdad porque hasta mi propia familia estuvo involucrada en el tema.

    Creo que esto no fue culpa de nadie en particular, fue culpa de todos. Adoptar la violencia como método para conseguir mejoras sociales y políticas me parece tan aberrante como usarla para restaurar un orden supuestamente subvertido. Y no me parece que se pueda aceptar la muerte (o desaparición) de sospechosos o directamente de personas inocentes como el costo de una reorganización nacional. En algún sentido pareciera que todos, los de uno y otro bando, y aún los que no tomaron partido, quedaron lastimados y la sociedad toda hoy, 25 años después, sigue partida en dos.

    ¿Pero porque los militares son la basura y los subversivos los santos? Murió mucha gente: subversivos, militares y gente inocente...

    Fue una guerra, en la guerra se mata gente indiscriminadamente, todos contra todos. Ese fue el problema no se pensó en el sufrimiento de los demás solo en la venganza.....

    Bibliografía

    4               www.nuncamas.org.

    4               30 años de historia política argentina (1965-1995).

    4               Nunca Mas.


    Anexo


    Zona 1
    59 Centros Clandestinos de Detención
    Capital Federal, casi toda la provincia de Buenos Aires, y provincia de La Pampa
    POBLACION: 11.502.200 habitantes (Censo de 1980).


    Subzona Capital Federal (1/CF)
    14 Centros Clandestinos de Detención

    Area 1/CF/I
    4 Centros Clandestinos de Detención

    > Superintendencia de Seguridad, Moreno 1417
    > Garage Azopardo, Azopardo 650
    > Comisaría 1a., Lavalle 451
    > Comisaría 6a., Venezuela 1931


    Area 1/CF/II
    1 Centro Clandestino de Detención

    > Regimiento de Infantería I, Santa Fé y Bulrich


    Area 1/CF/III
    1 Centro Clandestino de Detención

    > Hospital Militar Central, Luis María Campos 726

    Area 1/CF/IIIA
    1 Centro Clandestino de Detención

    > ESMA, Av Libertador Gral. San Martín 8209


    Area 1/CF/IV
    1 Centro Clandestino de Detención

    > Logístico 10, Zufriategui 4800, Villa Marteli, Provincia de Buenos Aires


    Area 1/CF/V
    4 Centros Clandestinos de Detención

    > Grupo de Artillería Defensa Aérea 101, Pellegrini y Elizalde, Ciudadela, Provincia de Buenos Aires.
    > El Olimpo, Ramón Falcón y Olivera
    > Orletti (SIDE), Venancio Flores 3519
    > Hospital Aeronáutico, Ventura de la Vega 3697



    Area 1/CF/VI
    2 Centros Clandestinos de Detención

    > El Atlético, Paseo Colón y Juan de Garay

    Subzona 11 (1/11)
    25 Centros Clandestinos de Detención

    Area 111
    3 Centros Clandestinos de Detención

    > Puerto Vasco, Pilcomayo 59, Don Bosco, Quilmes.
    > Pozo de Quilmes, Bell y Garibaldi. Quilmes E.
    > Comisaría 1a., Alem y Sarmiento, Quilmes

    Area 112
    8 Centros Clandestinos de Detención

    > Pozo de Banfield, Siciliano y Vernet, Lomas de Zamora.
    > Brigada de Investigaciones 2da. Lanús, 12 de Octubre 234, Avellaneda.
    > Subcomisaría de Rafael Calzada, Alte. Brown.
    > Comisaría de Burzaco, Burzaco
    > Comisaría de Adrogué, Toll 1578, Adrogué
    > Comisaría de Monte Grande, Monte Grande
    > Comisaría 4ta. de Avellaneda, Adrogué
    > Comisaría de Cañuelas, Cañuelas.

    Area 113
    6 Centros Clandestinos de Detención

    > Arana, 137 y 640, Arana.
    > La Calesita, 55 N° 930, La Plata
    > Comisaría 5a., 24 y 74, La Plata
    > Comisaría 8va., La Plata
    > Guardia de Infantería de Seguridad de la Policía de Bs.As., 1 y 60, La Plata.
    > Unidad Penitenciaria N° 9, La Plata

    Area 114
    5 Centros Clandestinos de Detención

    > Sheraton, Quintana y Tapalqué, V. Insuperable
    > El Banco, Richieri y Camino de Cintura
    > El Vesubio, Richieri y Camino de Cintura
    > Brigada de Investigaciones, Villegas 2459, San Justo
    > Comisaría 2da., Av. de Mayo 549, La Matanza

    Area 115
    Sin Información disponible

    Area 116
    2 Centros Clandestinos de Detención

    > Casa del Cilindro, Dentro del Batallón, Labougle y Guemes, City Bell, La Plata.
    > Los Plátanos, Estación Plátanos

    Area FT5
    1 Centro Clandestino de Detención

    > Batallón de Infantería de Marina N° 3, Ensenada


    Subzona 12 (1/12)
    7 Centros Clandestinos de Detención


    Area 121
    1 Centro Clandestino de Detención

    > La Huerta, Dentro del Batallón Logístico 1, Pujos s/N°, Tandil.


    Area 122
    2 Centros Clandestinos de Detención

    > Base Naval de Punta Indio, Magdalena.
    > Instituto Penal de las Fuerzas Armadas, Magdalena.


    Area 123
    2 Centros Clandestinos de Detención

    > Delegación Policía Federal, Azul
    > Brigada de Investigaciones Policía de Buenos Aires, Avellaneda 705, Las Flores.


    Area 124
    2 Centros Clandestinos de Detención

    > Monte Pelone (o Sierras Bayas), Sierras Bayas, Olavarría
    > Comisaría, trenque Lauquen


    Area 125
    No hay antecedentes. Pudo funcionar un CCD dentro de la unidad militar. Allí fue torturado y desaparecido el soldado conscripto THOMAS MOLINA en 1976


    Subzona 13 (1/13)
    1 Centro Clandestino de Detención


    Area 131
    Sin Información disponible


    Area 132

    1 Centro Clandestino de Detención

    > Brigada de Investigaciones, Rivadavia 71, San Nicolás


    Area 133
    Sin Información disponible


    Subzona 14 (1/14)

    Sin Información disponible


    Subzona 15 (1/15)
    6 Centros Clandestinos de Detención


    Area 151
    3 Centros Clandestinos de Detención

    > Cuartel Central de Bomberos, Mar del Plata
    > Comisaría 4a., Mar del Plata
    > Destacamento Policía de Batán, Ruta Nacional 88, km.15


    Area 152
    Sin Información disponible


    Area FT6
    2 Centros Clandestinos de Detención

    > Base Naval, Mar del Plata
    > Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina, Mar del Plata


    Area ARA
    1 Centro Clandestino de Detención

    > Base Aérea, Ruta Nacional N° 2, km. 400


    Subzona 16 (1/16)
    6 Centros Clandestinos de Detención


    Area 160
    5 Centros Clandestinos de Detención

    > Comisaría 3a., San Martín 654, Castelar
    > Mansión Seré o Atila, Blas Parera, Castelar
    > VII Brigada Aérea, Castelar
    > Hospital Posadas, Marconi y Martínez de Hoz, Ramos Mejía
    > VII Brigada Aérea, Morón


    Area 161
    1 Centro Clandestino de Detención

    > La Casona, I Brigada Aérea, El Palomar


    Area 162
    Sin Información disponible


    Area 163
    Sin Información disponible




    Zona 2
    22 Centros Clandestinos de Detención
    Provincias de Santa Fe, Entre Rios, Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones.
    POBLACION: 5.612.000 habitantes (Censo de 1980).




    Zona 3
    57 Centros Clandestinos de Detención
    Provincias de Córdoba, San Luis, Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Tucumán, Salta y Jujuy.

    POBLACION: 7.263.000 habitantes (Censo de 1980).




    Zona 4
    9 Centros Clandestinos de Detención
    No tuvo Subzonas sino Areas, y abarcó los siguientes partidos de la Provincia de Buenos Aires:
    Escobar, General San Martín, General Sarmiento, Pilar, San Fernando, Tigre, Tres de Febrero, Vicente López
    POBLACION: 2.010.500 habitantes (Censo de 1980).



    Zona 5
    6 Centros Clandestinos de Detención
    Parte sur de la provincia de Buenos Aires, y las provincias de Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, y el Territorio Nacional de Tierra del Fuego.
    POBLACION: 1.598.000 habitantes (Censo de 1980).


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    Fecha: 14/09/2007 -- Hora: 14:25:16
    Autor: lisandro nasello - lisandrojn@hotmail.com
    Asunto: el + culón
    Mensaje: para mi que todos estos trabajos sobre el golpe son una verga!! marite imofh es una vieja zorra!!



     
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