Estudio Criminalidad Urbana - ALIPSO.COM: Monografías, resúmenes, biografias y tesis gratis.
Aprende sobre marketing online, desarrollo de sitios web gratis en Youtube
Suscribite para recibir notificaciones de nuevos videos:
Jueves 18 de Julio de 2024 |
 

Estudio Criminalidad Urbana

Imprimir Recomendar a un amigo Recordarme el recurso

Estudio de criminalidad urbana: La distribución espacial del delito de violación sexual en el Área Metropolitana. 1990-1999.

Agregado: 09 de MAYO de 2001 (Por Guillermo Carabajal) | Palabras: 10086 | Votar |
2 votos | Promedio: 10
| Sin comentarios | Agregar Comentario
Categoría: Apuntes y Monografías > Derecho >
Material educativo de Alipso relacionado con Estudio Criminalidad Urbana
  • Evaluación de Introducción a los Estudios literarios. 3ro 4ta. 2005: Examen del Colegio Nacional de Buenos Aires. 3ro 4ta. 2005
  • Notas del estudio: intimacion mediante carta documento.:
  • INTRODUCCION AL ESTUDIO DEL DERECHO: TODOS LOS ASPECTOS FILOSOFICOS Y DOGMATICOS NECESARIOS PARA ENTENDER LA COMPLEJIDAD DEL DERECHO EN GENERAL.

  • Enlaces externos relacionados con Estudio Criminalidad Urbana

    Estudio de criminalidad urbana: La distribución espacial del delito de violación sexual en el Área Metropolitana. 1990-1999.

    Libia Alfaro

    Guillermo Carvajal

    Panorama de la violencia contra la mujer

    En los últimos años ha aumentado la sensibilización de la sociedad en la protección de las mujeres que padecen de algún tipo de maltrato al interior de su grupo familiar. Día a día los medios de información muestran la realidad que sufren muchas mujeres que son víctimas de violencia. Ocurridas en su mayoría en sus propios hogares y es la principal causa de las lesiones que sufren las mujeres entre los 15 a los 44 años de edad en el mundo, según un estudio realizado por la Organización de las Naciones Unidas en 1993 (http: www.nodo50.org/mujeresred/violencia.htm). Indicando además, que entre el 30% y 40% de las mujeres latinoamericanas han sido víctimas, y una de cada cinco mujeres falta a su trabajo a causa de algún tipo de violencia doméstica. Abuso de tipo psicológico, sexual o físico que es acompañado por respuestas de miedo e indefensión que facilitan su repetición, por lo que el ciclo se alimenta a sí mismo, y frecuentemente no se acaba hasta que alguien muera.

    En Costa Rica el tema de la violencia contra la mujer cobra cada día mayor interés por parte de la ciudadanía, medios de información e instituciones públicas y privadas. Los que desde cada perspectiva abordan el tema de la violencia intrafamiliar y las repercusiones que ésta tiene para la sociedad costarricense. Así por ejemplo, los medios de comunicación día a día dan cuenta sobre los hechos violentos que acontecen dentro de las familias en Costa Rica. Mientras que las instituciones públicas o privadas se encargan de realizar estudios al respecto, ofrecer asesoría psicológica y legal a las víctimas y ser un ente de apoyo para las mujeres agredidas y su familia. Lo que indica la preocupación por la existencia del hecho en Costa Rica.

    Para llevar a cabo esta investigación respecto a la agresión intrafamiliar se realizó un sondeo de las instituciones públicas o privadas que se encargaran del tema de la mujer y papel que poseen para el abordaje de la problemática de la violencia ocurridas en el seno familiar (cuadro #1). Instituciones como las consultadas en este estudio, el Instituto de la Mujer (I.N.A.M.U), la Delegación de la Mujer y el Centro Feminista de Información y Acción (C.E.F.E.M.I.N.A), entre otros.


    Cuadro 1

    COSTA RICA: RESUMEN DE LAS FUNCIONES DE ALGUNAS INSTITUCIONES PúBLICAS O PRIVADAS QUE TRATAN TEMAS RELATIVOS A LA CONDICIóN FEMENINA

    Institución

    Año de creación

    Acciones

    Centro Nacional para el Mejoramiento de la Mujer y la Familia

    1976

    Coordina planes y estrategias para el mejoramiento de las políticas estatales en torno a la mujer.

    Centro Mujer y Familia

    1986

    Rector de políticas nacionales a favor de las mujeres. Principal órgano estatal que protege los derechos de las mujeres y promueve la igualdad de géneros. Introdujo la Ley de Promoción de Igualdad Social de la Mujer (1990)

    Instituto Nacional de la Mujer

    1998

    Impulsa políticas públicas para la igualdad de género, protege los derechos de las mujeres, difunde los derechos humanos de la mujer en todos los niveles sociales y sectores. Realiza acciones de carácter educativo, informativo y divulgativo para el cambio de patrones culturales que reproducen las relaciones de desigualdad entre los géneros. Aborda la violencia doméstica mediante programas de atención y prevención de la violencia intrafamiliar.

    Centro Femenino de Información y Acción

    1981

    Institución privada que inicialmente fomentó el debate social sobre la situación de la mujer y la lucha comunitaria. Lleva a cabo programas que apoyan integralmente a la mujer y las comunidad. Realiza trabajos de capacitación, investigación y de sensibilización de instituciones estatales. Atiende y asesora sicológica y legalmente a las mujeres agredidas.

    Fuente de datos: http://www.cefemina.or.cr

    http://www.inamu.go.cr/

    Consulta directa a las instituciones, 2000

    Elaborado por: Seminario de Graduación: "Análisis de la criminalidad urbana en el Área Metropolitana de Costa Rica. 1990-2000"

    Cuadro 1

    (continuación)

    COSTA RICA: RESUMEN DE LAS FUNCIONES DE ALGUNAS INSTITUCIONES PúBLICAS O PRIVADAS QUE TRATEN TEMAS RELATIVOS A LA CONDICIóN FEMENINA

    Institución

    Año de creación

    Acciones

    Delegación de la Mujer

    (Ministerio de Justicia y Gracia)

    1990

    Su área de trabajo se encamina al cumplimiento de las leyes, reglamentos y disposiciones administrativas de los derechos de la mujer, laborales, legales, familiares y sociales en Costa Rica. Investiga las causas que generen la desigualdad de la mujer y propone medidas preventivas. Además, recaba denuncias por agresión doméstica.

    Se encarga de recibir las denuncias por violencia doméstica a nivel nacional a través de la línea telefónica "Rompamos el silencio". Asesora legal y sicológicamente a las víctimas de agresión intrafamiliar.

    Programa de Estudios de Género

    (Universidad de Costa Rica)

    1987

    Lleva a cabo investigación, divulgación y capacitación a instituciones públicas y privadas u organismos internacionales en torno al género(discriminación y violencia, procesos de construcción de identidad, participación política, pobreza, trabajo y otros) en nuestro país.

    Fuente de datos: http://www.cefemina.or.cr, http://www.inamu.go.cr/ y consulta directa a las instituciones, 2000

    Elaborado por: Seminario de Graduación: "Análisis de la criminalidad urbana en el Área Metropolitana de Costa Rica. 1990-2000"

    Se consultó al Instituto Nacional de la Mujer (I.NA.MU.) acerca de las estadísticas que manejaba la institución sobre los diferentes tipos de agresiones cometidas hacia las mujeres, pero se informó que el I.NA.MU. realiza sus proyecciones y estudios generales de acuerdo a las estadísticas reportadas por la Delegación de la Mujer.

    En lo referente al Centro Feminista de Información y Acción (CE.FEM.IN.A.), se aclaró que como institución privada su intención no consistía en la determinación de estadísticas acerca de los casos atendidos por agresión. Si no que su enfoque está orientado al apoyo psicológico y legal para las víctimas directas. Las pocas estadísticas se refieren a estudios puntuales y no responden a una recopilación de datos para los años requeridos para esta investigación (1990-1999).

    Por tanto, la única institución pública o privada que recopila estadísticas acerca de los diferentes tipos de agresión inflingidos a las mujeres en Costa Rica y para los años en cuestión para este estudio, es la Delegación de la Mujer (gráfico #1 y #2). Lo que para los fines de este trabajo se considera como una fuente secundaria de información estadística, pues en sus estadísticas de agresiones sexuales no se precisa la originada por una violación sexual, parte principal de este apartado

    Gráfico #1



    Fuente de datos: Delegación de la Mujer, 2000

    Elaborado por: Seminario de Graduación: "Análisis de la criminalidad urbana en el Área Metropolitana de Costa Rica. 1990-2000"

    El gráfico #1 expresa la cantidad de los casos totales que son reportados por los afectados directos (la mujer agredida) a la Delegación de la Mujer para los años de 1996 a 1998. Se observa que la cantidad de denuncias presenta altibajos respecto a los tres en estudio, donde para 1997 ocurre la mayor cantidad de denuncias por agresión; para luego ir disminuyendo según los años que se emplean para la graficación. Lo que podría responder a la falta de campañas publicitarias que incentiven la denuncia por agresión doméstica, o bien a la calidad de los datos estadísticos recopilados por la institución. Aunado al hecho, de acuerdo a la socióloga e investigadora de la violencia doméstica Monserrat Sagot; (La Nación, 2000) de que las mujeres que sufren de agresión se sienten inseguras y con miedo a denunciar a su agresor; pues ignoran el trámite que deben realizar para interponer una denuncia judicial, pensión alimentaria o solicitar protección para sus hijos y ella misma. En el caso por ejemplo, de la Ley de Promoción de la Igualdad Social de la Mujer (1997) señala que las competencias judiciales al recibir una denuncia por delitos sexuales o lesiones, aun en grado de tentativa, y que el imputado no esta detenido o convive con la ofendida; la autoridad deberá ordenar que el agresor abandone la vivienda. Así mismo, estará obligado a depositar dinero para la manutención del grupo familiar que dependan de él; según lo establecido para las pensiones alimentarias. Además, según Sagot (La Nación, 2000) "hace falta centralizar los trámites en pocas oficinas, para ahorrar a la mujer la incomodidad de contar su experiencia en decenas de ocasiones".

    Gráfico #2



    Fuente de datos: Delegación de la Mujer, 2000

    Elaborado por: Seminario de Graduación: "Análisis de la criminalidad urbana en el Área Metropolitana de Costa Rica. 1990-2000"

    Ahora bien, en las estadísticas recabadas en la Delegación de la Mujer (gráfico #2) para el año 2000 muestra la cantidad de denuncias recibidas en dicha institución, las cuales tienen un patrón que oscila entre los 405 a 502 casos de agresión cometidos hacia las mujeres en el primer semestre del 2000.

    Sin embargo, es preciso mencionar que la violencia contra la mujer se expresan en los planos emocional, físico y sexual que pueden caracterizar las diferentes relaciones de la mujer con la sociedad. Así como se denota en las cifras por tipo de agresión que reporta la Delegación de la Mujer (2000), según los casos que son denunciados ante la misma institución (gráfico #3)



    Gráfico #3

    Fuente de datos: Delegación de la Mujer, 2000

    Elaborado por: Seminario de Graduación: "Análisis de la criminalidad urbana en el Área Metropolitana de Costa Rica. 1990-2000"

    De las agresiones reportadas, una cantidad importante de casos se concentra en los rubros de las denuncias sicológicas y las físicas-sicológicas con un total de 1 115 casos. Lo que representa gráficamente con dos cúspides de datos. Mientras, en mucho menor medida se muestra las denuncias por agresiones sexuales (41) y patrimoniales (67). Ahora bien, se contemplan todas las agresiones de índole sexual, pero sin entrar en detalle en el tipo específico de agresión cometida, ya que por la calidad de las estadísticas fue imposible precisar si se cometió abusos deshonestos o violación, por ejemplo.

    Al reflexionar en los datos suministrados por la Delegación de la Mujer para enero a junio del 2000 pareciera que contradice la percepción que se tiene del fenómeno, ya que la prensa y otros medios de comunicación da cuenta de noticias en donde la violencia contra la mujer parece incrementarse. De manera que estos resultados hay que tomarlos concierta cautela, pues en apariencia se observa una disminución de la agresión contra la mujer con respecto a los años de 1996 a 1998. De todas formas se debe considerar que la cifra negra sobre los delitos sexuales en Costa Rica es muy amplia; lo que implica una doble victimización, la perpetrada en la mujer y la pasividad o temor de no ejercer su derecho de defensa.

    Así existen modalidades de violencia que acontecen en Costa Rica, a saber, pornografía y explotación de la imagen de la mujer, la prostitución, violencia institucionalizada (que procede de un funcionario público) y la violencia doméstica (abuso sexual, psicológico y maltrato físico). Por tanto, tal como lo menciona Armas (1986): "en un sentido amplio, violencia contra la mujer es cualquier ataque contra la persona de la mujer, su integridad mental o física, su libertad de movimiento, e incluye todas las formas en que la sociedad codifica y oprime a la mujer". Por tanto, la víctima del hecho en esta investigación será únicamente la mujer. Persona que al sufrir en carne propia el hecho delictivo enfrenta una serie de situaciones a nivel personal, familiar, policial o social que dificultan la denuncia de un delito, sobre todo el de violación sexual.

    ¿Qué se entiende por víctima y victimización?

    La víctima es la persona que sufre la violencia de una conducta delictiva. Así de acuerdo a las Naciones Unidas (1985) se entiende por víctima a "las personas que, individual o colectivamente hayan sufrido daños, incluidos lesiones físicas o metales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que violen la legislación penal vigente en los Estados miembros, incluida la que proscribe el abuso de poder".

    En el momento en el que ocurre el hecho delictivo, la víctima sufre de un trauma que afecta a su familia y causa alteraciones emocionales en su persona. Puesto que el delito representa para la víctima y su familia el vivir con miedo, angustia de que la situación delictiva ocurra nuevamente. Esa sensación de inseguridad se manifiesta en la víctima, pues no recibe atención, información y respuesta inmediata al hecho; consideración de inseguridad ciudadana (desprotección institucional) e impunidad del delincuente (la víctima teme de que el delincuente regrese). Por tanto, puede desencadenar una serie de situaciones extremas como: miedo a salir de su hogar, enfermedad física, desequilibrios mentales, problemas sociales (alcoholismo, desempleo...), comportamiento autodestructivo (suicidio), tristeza, culpabilidad, desconfianza, ira, miedo, y rechazo familiar, entre otras.

    Sin embargo, el estrés por el hecho delictivo depende del delito, personalidad de la víctima, características del delincuente, daños físicos, sicológicos y financieros sufridos y la reacción de la familia ante el hecho. Una adecuada respuesta institucional (policía y administración de justicia) evitará una mayor angustia y desconfianza ante el hecho delictivo, así como una nueva victimización de la víctima y su familia. Esto debido a las repeticiones de su testimonio, declarando en múltiples oportunidades, situaciones, lugares y ante personas diferentes la narración de lo acontecido, sus costumbres, amistades y familia, características del delincuente y su reacción ante el delito, entre otras. A fin de recabar suficiente información para llevar a cabo la investigación criminal.

    Limitaciones de las fuentes de violación sexual consultadas

    Para esta investigación, una de las primeras fuentes de datos consultadas fueron las denuncias por violación sexual reportadas al Poder Judicial; las que fueron proveídas en formato digital por el Departamento de Planes y Operaciones. Esta base de datos posee la siguiente información: número de denuncia; caso; modo y submodo de operación, nombre de la víctima; fecha, hora y sitio del hecho; provincia, cantón, distrito y dirección del hecho; provincia, cantón, distrito y dirección de origen de la víctima, así como su apellido y nombre.

    La base de datos proporcionada por el Departamento de Planes y Operaciones aparentaba ser óptima para realizar la investigación propuesta, sin embargo, una vez que se le realizaron las primeras revisiones, esta dejó entre ver una serie de fallas que atentaban contra la confiabilidad de la misma. En el sentido claro, que uno de los intereses de esta investigación era analizar el fenómeno de violación sexual en la década de 1990, la base de datos solo contaba con información de los años que van de 1990 hasta mayo del 2000 (cuadro #2), no obstante, un recuento de los casos hizo ver que solo los años 1998 y 1999 aparentaban estar completos, pues los demás contaban con muy pocos casos. Además, había un faltante (considerable o no) de información en otros campos de la base de datos, producto ya sea de que el denunciante desconoce la información que se le solicita al momento de hacer la denuncia, o bien, por alguna posible negligencia de parte del que recoge los datos. Esta situación obligó a hacer un recuento sobre la variable que más interesaba a la investigación: la ubicación del acto delictivo. Para desconcierto del equipo de trabajo, se estimó que un 31% de los casos de violación sexual, presentes en la base de datos que eran imposibles de ubicar en el área de estudio (cuadro #1). Ya que en esa proporción existían direcciones incompletas o inexistentes, ni siquiera ubicables a nivel distrital. Por lo tanto, se desechó esta base de datos.

    Cuadro #2

    COSTA RICA: DENUNCIAS POR VIOLACIONES SEXUALES REPORTADAS AL O.I.J. 1990-2000

    Año

    Cantidad de denuncias por violación sexual

    1990

    1

    1991

    1

    1996

    4

    1997

    21

    1998

    169

    1999

    145

    2 mayo del 2000

    105

    Otros[1]

    52

    Total

    498

    Fuente de datos: Estadísticas Judiciales. O.I.J, 1990-2000

    Elaborado por: Seminario de Graduación "Análisis espacial de la criminalidad urbana en el Área Metropolitana. Costa Rica. 1990-2000"

    Sin embargo, se descubrió que la calidad de la información estadística es inferior, en el sentido de que la misma fuente (Poder Judicial de Costa Rica) recaba pobremente la información a nivel de denuncia, en el entendido de que las bases de datos suministrados por la fuente presentaban omisiones de información; o bien, eran imprecisos. Tal como en la ubicación de los hechos por barrio, cantón o distrito, que por el desconocimiento preciso de la ubicación del lugar de la violación de quien denuncia el delito y el digitador. Los datos se recogen incompletos e precisos. Así lo menciona Solano (comunicación personal, 2000) al aclarar que en el proceso de juzgamiento del delito, la narración de los hechos por parte de la afectada se realiza ante el digitador que toma la denuncia, el investigador que recaba los datos necesarios para llevar a cabo el proceso judicial, el fiscal de la sección correspondiente (Delitos sexuales y violencia doméstica) y al momento del juicio. Por lo que se supone que la información debe ser la misma, pero la realidad es otra; pero existe un desfase entre la información recabada por el digitador y la procesada por el investigador, pues al momento del juicio se debe esclarecer ese tipo de variables (caracterización del ofendido y el imputado). Sin embargo, dicha información no se procesa estadísticamente por el Poder Judicial y sólo se consigue por medio de la revisión de los expedientes llevados para cada caso. Lo que a razón de tiempo, discreción institucional, forma de archivo de los delitos sexuales y falta de autorización para la lectura de las variables requeridas.

    El estado de otras fuentes estadísticas consultadas

    Para el análisis de los parámetros asociados con los aspectos socioeconómicos de la población asentada en el Área Metropolitana de Costa Rica y la cantidad de violaciones sexuales, se utilizaron las encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples (1990-1999). Las cuales permiten estimar la población del país por regiones de planificación, zonas, sexo y edad.

    Este tipo de encuesta permiten mantener estadísticas relacionadas con la fuerza de trabajo, empleo, subempleo, desempleo, ingresos y niveles de pobreza. Así como otras variables demográficas y socioeconómicas útiles para el establecimiento y evaluación de planes de desarrollo y políticas públicas. Se emplearon específicamente para los nueve años en estudio, los niveles de pobreza (extrema y no satisfacen las necesidades básicas), las tasas de desempleo abierto e ingreso medio mensual

    Así, de acuerdo a la metodología empleada por el Instituto de Estadísticas y Censos (I.N.E.C, Cifras de pobreza e ingresos, 2000) que determina la Línea de la pobreza, considera que esta línea se estima por medio del cálculo del costo de la canasta básica.. Entonces, con este método el I.N.E.C. clasifica a los hogares y personas en los niveles de pobreza (extrema y no satisfacen las necesidades básicas alimentarias).

    ¿Qué es pobreza? el dilema de quienes la padecen

    Para Menjivar y Trejos (1996) en términos generales contempla los niveles de vida o bienestar social inaceptables. O bien, como lo menciona Trejos (Semanario Universidad, 2000) una persona vive en extrema pobreza cuando debe sobrevivir con un ingreso per cápita de un dólar o menos al día; pero aquellos que sólo viven con dos dólares al día son considerados pobres.

    Para el I.N.E.C (1996) existe pobreza en un hogar cuando se establecen dos parámetros: hogares en extrema pobreza (con ingresos per cápita insuficientes para subsanar las necesidades básicas alimentarias) y hogares que no satisfacen las necesidades básicas (su ingreso per cápita les permite atender sus necesidades alimentarias, pero no el resto de necesidades como el vestido, salud, educación y otras).

    Otro elemento a analizar es la tasa de desempleo abierto, que según el I.N.E.C (1996) es el porcentaje de la población desocupada entre la fuerza de trabajo. Así,

    población desocupada * 100

    fuerza de trabajo

    Mientras que el ingreso medio mensual para el I.N.E.C (1996) se refiere a la sumatoria del ingreso primario (ingreso mensual de los ocupados resultado del ingreso percibido por su ocupación primaria y secundaria) y otros ingresos (son dineros provenientes de transferencias regulares: jubilaciones, pensiones, becas, subsidios y otros).

    Por último, se utilizó la técnica estadística de promediar los precios de bienes y servicios entre dos períodos establecidos, es decir, el índice general de precios al consumidor, pero más específicamente, para el I.N.E.C (1996) son los precios de un conjunto de bienes y servicios que se adquieren para satisfacer sus necesidades. Incluye el precio los artículos de la canasta de consumo (artículos que más consumen los hogares).

    Para el M.I.D.E.P.L.A.N (1995) el índice de precios mide la variación de un grupo de bienes y servicios consumidos por una familia, grupo social y zona geográfica para un período determinado. Para la región Central abarca los distritos urbanos de San José, Alajuela, Heredia y Cartago.

    Aspectos socioeconómicos que fueron contrastados con la población proyectada por el I.N.E.C (1990-1999) durante los nueve años en estudio. Dichas proyecciones permiten cuantificar la población futura y su estructura. Las proyecciones requieren de información censal, estadísticas vitales y datos sobre migración. Para Costa Rica las proyecciones de población se sustentan del último censo publicado (1984).

    ¿Cómo se organizaron y analizaron los datos?

    En términos generales, a cada mapa realizado para mostrar la distribución espacial de la violación sexual, se le atribuyeron cinco rangos construidos a partir del promedio de casos de violaciones sexuales ocurridas en cada cantón o distrito en uno y otro período a comparar. En la que se procuró que cada rango tuviera, relativamente, la misma cantidad de cantones.

    Otro aspecto a considerar es la designación de la cantidad de casos para aquellos segmentos en los cuales se excluyó todo el cantón sino solo uno o varios distritos del cantón; tal es caso de Moravia, Coronado, La Unión, Desamparados, Aserrí, Santa Ana y Mora.

    Se intentó llevar a cabo mapas considerando otras variables como sexo, edad relación de parentesco entre la víctima y el victimario, sitio del hecho (vía pública, parqueo, edificación, centro penal, lote baldío, entre otros), lugar de ocurrencia del delito (barrio, distrito y cantón), modo de operar, fecha, u otros. Sin embargo, por la calidad de las estadísticas suministradas por el Poder Judicial fue imposible considerar estas variables en la confección de los mapas. Así mismo, se indica que únicamente se obtuvo datos del lugar de ocurrencia de la violación sexual, sin poder diferenciar otras variables como la de género del ofendido o edad.

    En la realización de mapas se utilizó una base cuantitativa en términos absolutos o relativos, asociándolo a una unidad de superficie administrativa (el cantón para algunos casos y el distrito en otros), correspondiendo a la elaboración de mapas coropléticos diversos.

    Las limitaciones para la representación cartográfica del mapa coroplético, en la que cada símbolo representa la comisión de una violación sexual para cada unidad geográfica. Sin embargo, se aclara que este tipo de representación es de utilidad porque ofrecen una idea general de la ubicación de los casos, pero su ubicación es colocada en forma antojadiza sobre los sectores en los que es poco probablemente que ocurrieran los hechos. Por tanto, para mayor precisión en la ubicación de las violaciones se debe poseer la localización de cada delito por distrito o barrio. Así mismo, la interpretación de un mapa de coroplético puede crear una idea errónea de la realidad para cada unidad espacial que se estudia, por ejemplo, aquel distrito con población escasa tenga igual número de casos, o viceversa. O bien, el tamaño de cada distrito sea de importancia, puesto que en un espacio menor ocurre una concentración de los símbolos empleados para representar el fenómeno.

    Los mapas que representan la incidencia de la violación sexual en el área de estudio, se establecen en tres períodos: de 1990 a 1992, 1993-1995 y de 1996,1998 a 1999. Cabe aclarar que para el último período (1996,1998 y 1999), omiten las estadísticas correspondientes al año de 1997, ya que para dicho año la sección de Estadística del Poder Judicial determinó internamente y por efectos de reestructuración en la publicación de las mismas, no publicar algún dato dentro de los delitos sexuales correspondientes, hasta que se definieran los parámetros estadísticos. Por tanto, los mapas no consideran es año. Así mismo, se hace denota que por problemas de obtención de datos para el cantón de La Unión (Cartago) para el último año de análisis (1999), se optó por dejar a La Unión de lado por razones técnicas en el último período de análisis. Así aún cuando se muestra al cantón los mapas respectivos para ese período, éstos no reflejan la incidencia del delito de violación sexual.

    Para lograr la representación de la incidencia del delito de violación sexual (sin distingos de género o edad) se procedió a definir rangos. Este aspecto es de especial relevancia, ya que dependiendo del tipo de agrupación así será el resultado de la representación del delito en estudio.

    Por otro lado, se consideran cinco rangos para ubicar a cada cantón y distrito (San José), de acuerdo a la categoría que ocupan por incidencia del hecho (violación sexual), a saber: muy alta, alta, media, baja y muy baja. Esto con el fin de categorizar a cada cantón y distrito en estudio, según la cantidad absoluta de violaciones sexuales cometidas en cada unidad geográfica y en los períodos de estudio.

    Violaciones sexuales sin distingos de género y edad por población en los cantones en estudio

    Para el período comprendido entre 1990 a 1992 existe un total de 231 denuncias por violación sexual (cuadro #3). Se observa que el cantón de San José (mapa #1)se concentra más de la mitad de denuncias (121) para este delito; es decir un 52% de los casos denunciados por violación sexual. Le sigue con una diferencia de 92 casos, el Cantón de Desamparados. Luego Goicoechea presenta 19 denuncias y Curridabat, con 12 casos. Tanto Tibás y la Unión contabilizan 11 denuncias por violación sexual. El resto de los cantones en estudio presentan un rango por violaciones menores a los 10 casos. Tal como se muestra en la categorización siguiente: en la categoría de muy alta incidencia sólo se encuentran dos cantones, San José y Desamparados con 121 y 29 violaciones sexuales, respectivamente (cuadro #3). Debe destacarse que la diferencia entre ambas unidades administrativas es significativa, pues se trata de casi 100 casos.

    En lo que respecta a la alta incidencia, se ubican al este y colindando entre sí se ubican los cantones de: Goicoechea, La Unión, Curridabat y Tibás con 11 a 19 casos. Mientras que, en Montes de Oca y Alajuelita y ocurrieron de 8 a10 violaciones sexuales, con lo que se ubican en los de media incidencia.

    Con una baja incidencia se encuentran Santa Ana y Aserrí, y aunque se ubican equidistantemente separados presentan un comportamiento similar, en cuanto al número de violaciones (inferior a siete violaciones). Caso similar se observa en el resto de los cantones en estudio, a saber: Escazú Mora, Moravia y Vásquez de Coronado. Cuyos casos

    denunciados por violación sexual suman apenas cuatro.

    La mayor cantidad de violaciones sexuales se distribuyen geográficamente hablando, al norte, sur y este del área de estudio. Mientras que al oeste; es decir, en Mora y

    Santa Ana los casos sumados penas llegan a tres. Siendo la zona oeste del área de estudio un espacio geográfico con una baja incidencia de violaciones para 1990-1992 (mapa #1).

    Mapa #1



    En términos generales, la mayor cantidad de violaciones sexuales ocurre en los cantones más poblados y con mayor grado de urbanización, cuyas poblaciones promediadas rondan los 105 000 a 335 000 habitantes, el caso de Desamparados y San José (mapa #1). Además, el rango próximo de los 45 000 habitantes a 105 000 habitantes corresponden a cantones como los de Goicoechea, Tibás y Montes de Oca, quienes contabilizan un número considerable de violaciones durante esos dos años(40 casos). La excepción ocurre en La Unión, que se encuentra el rango de población siguiente (15 000 a 25 000 habitantes), pero que alcanza una cantidad considerable de hechos (11 violaciones) para los años de 1990-1992. Por tanto, la idea de que a mayor población mayor es la criminalidad, llámese en este caso violaciones sexuales, no se ajusta a realidad. Ya que sería impreciso hacer una generalización de esa índole si se dejan de lado variables como: nivel socioeconómico, educación, salud, grado de satisfacción personal, vivienda, y ansiedad, entre otros. Los cuales son necesarios para precisar con cierto detalle el fenómeno a estudiar en un espacio específico.

    Para el período comprendido entre 1993-1995, el patrón de distribución geográfica de violaciones es el mismo que se presentó en los dos años anteriores; es decir, norte, sur y este (mapa #2). Coincidiendo además, con los cantones que presentaban el mayor número de violaciones sexuales (cuadro 3). Así se denota que en el cantón de San José hubo un incremento de casos (145) con respecto al período anterior (121). Desamparados aumentó el número reportado en 35 casos nuevos; es decir, que pasó de 92 a 127 casos. Mientras que disminuyeron en la cantidad de casos, Goicoechea, La Unión, Curridabat (cuadro #1). Por otro lado, los cantones de Vásquez de Coronado y Aserrí prácticamente triplicaron la cantidad de casos respecto al anterior.

    En cuanto a la categorización de los cantones por incidencia de los casos de violación, se observa que se mantienen los cantones que ocupan la categoría de muy alta, alta y media incidencia para los años de 1990-1992. El cambio surge en las restantes categorías, a saber: se ubican los cantones de Moravia, Aserrí y Vázquez de Coronado en una baja incidencia. Mientras que Mora, La Unión y Santa Ana son cantones con una muy baja incidencia de violaciones sexuales para ese período.


    Mapa #2


    Para el trienio de 1996,1998 y 1999 se prescinde de la estimación de los datos del año 1997, según lo expresado en la parte concerniente a las limitaciones para la elaboración de mapas que representan el delito de violación sexual. También se aclara que en el mapa 5.3, el cantón de La Unión no expresa la realidad de dicha unidad geográfica, de acuerdo a lo comentado en las limitaciones para el mapeo del delito de violación. Por tanto, en el mapa 5.3, oculta la incidencia de las violaciones sexuales para dicho cantón cartaginés, únicamente se expresa un incremento en la población, puesto que dicho cantón asciende al rango de los 25 000 habitantes. Así las categorías por incidencia se expresan de la siguiente manera: se mantienen los cantones de Desamparados y San José con una muy alta incidencia (133 a 49 casos respectivamente). Comportamiento similar se reporta en Alajuelita, Aserrí y Goicoechea. En una media incidencia, persisten los cantones de Tibás, Montes de Oca, Moravia y Curridabat. Las incidencias muy alta, alta y media puede ser explicado por la cantidad de la población que reside en esos cantones, puesto que son unidades geográficas con un fuerte desarrollo urbanístico. Los lugares correspondientes para el rango de baja incidencia son ocupados por cantones como: La Unión, Vásquez de Coronado y Escazú.. Mientras que Mora y Santa Ana son los cantones que permanecieron estables en la última categoría para todos los años en estudio.


    Mapa #3


    La distribución geográfica del delito de violación sigue siendo en el norte, sur y este (mapa 3). De manera que, San José, Desamparados, Alajuelita y Goicoechea presentan la mayor cantidad de denuncias, para dicho periodo (cuadro 3). Mientras que los cantones ubicados al oeste; es decir, Escazú, Santa Ana y Mora apenas reunían, sumados entre sí, ocho casos para 1996, 1998 y 1999.

    Tasa promedio por cantón de las violaciones sexuales sin distingo de género y edad. 1990- 1999

    Para el análisis del delito de violación sexual se utilizó la tasa promediada de violaciones para cada período de estudio (1990-1992, 1993-1995 y 1996,1998-1999). En el cual se empleó un tramado por color (degradación del tono rojo) de acuerdo al grado de incidencia del delito para cada unidad geográfica en estudio.

    Para la generación de este tipo de mapas se utilizo la base de datos suministrada por el Poder Judicial, y se completó con la población de hombres y mujeres proyectada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (I.N.E.C) para los años de 1990 a 1999, según cada período en estudio

    En lo referente a las limitaciones de los mapas por tasas, existe una que se considera la principal; es la que se observa al contrastar la población y la incidencia de las violaciones sexuales(por 1000 habitantes) cometidas en cada unidad de estudio. Por ejemplo, a menor población mayor es la tasa que alcanza por cantidad de violaciones sexuales. Sin embargo, al verificar los datos absolutos de ocurrencia del hecho en ese cantón en específico, se observa que la cantidad de los mismos no son considerablemente muchos. Pero vale rescatar que esa misma limitación aparente es a su vez la fortaleza de los mapas por tasas, ya que si se considera que un cantón con población menor a los 100 000 habitantes presenta cierta cantidad de violaciones sexuales. Sería relevante y urgente estudiar a fondo el por qué ese cantón presenta ese comportamiento. Sin embargo, este punto en específico queda como una iniciativa que se plantea para otros estudios posteriores.

    El cantón Central de San José presenta la mayor cantidad de violaciones sexuales en los años de 1990 a 1992 (cuadro #2 y mapa #4). Sin embargo, por términos absolutos le siguen los cantones de Desamparados y Goicoechea, pero por lo comentado respecto a los mapas por tasas, se nota que Curridabat ocupa el primer rango de incidencias de violaciones sexuales (26 a 47), pero por los datos absolutos se observa que presenta 12 violaciones sexuales. Y aún cuando Desamparados le supera por 17 violaciones, este cantón aparece en un rango inferior al que se representa para Curridabat (mapa #4). De igual forma, sucede con Alajuelita que se establece en un rango de 20-26 violaciones sexuales (mapa #4), pero por sus datos para ese período contabiliza ocho violaciones (cuadro #2).

    Vista entonces los cantones por grado de incidencia encontramos la siguiente clasificación, pero se recomienda observar el cuadro #2 para evitar algún tipo de distorsión o idea errónea respecto a la cantidad reportada de violaciones para cada cantón es estudio: se encuentran en una muy alta incidencia los cantones de Curridabat y San José con una tasa de violaciones de 47 a 26 violaciones. Con una tasa de 26 a 20 violaciones están los cantones de Montes de Oca, Desamparados, Alajuelita y La Unión. Y para una media incidencia esta únicamente cantón de Goicoechea con una tasa de 20 a17 violaciones por cada 100 000 habitantes.

    Mapa #4



    Mientras que, los cantones de Tibás y Santa Ana son los convocados en la tasa de 17 a 10 violaciones. Por último, se agrupan la mayoría de los cantones del área de estudio, a saber: Aserrí, Escazú, Mora, Vásquez de Coronado y Moravia.

    La distribución geográfica de delito de violación se concentra alrededor del cantón Central de San José y Curridabat; es decir al noreste. Siendo los cantones de Alajuelita, Desamparados, Montes de Oca y La Unión con rangos de 20 a 47 violaciones. Luego, Goicoechea, Tibás y al oeste, se encuentra al cantón de Santa Ana con rangos de 20 a 17 violaciones sexuales para el período de 1990-1992.

    Para el período de 1993 a 1995 se mantiene el cantón Central en el rango mayor (47 a 26 de violaciones), pero surge un cambio al ser desplazado Curridabat por el cantón De Vásquez de Coronado (mapa #5). Asciende al rango siguiente (26 a 20 violaciones) el cantón de Aserrí que se clasifico en la última categoría para el periodo anterior. Igual comportamiento tiene Tibás, pero este va de una categoría baja a media. Por tanto, se puede decir que la distribución geográfica de violaciones sexuales para el periodo de 1993 a 1995 es de norte, sur y noreste del área de estudio (mapa #5).

    Mapa #5



    La clasificación por el grado de incidencia de violaciones sexuales para esos dos años es el siguiente: Se encuentran en una muy alta incidencia los cantones de Curridabat y el Central de San José con una tasa de violaciones de 47 a 26 violaciones. Con una tasa de 26 a 20 violaciones están los cantones de Desamparados, y surge Aserrí en la categoría de alta incidencia. Seguidamente, se representa al cantón de Tibás y La Unión con una media incidencia y una tasa de 20 a17 violaciones por cada 100 000 habitantes. Mientras que en la baja incidencia, se agrupan la mayoría de los cantones del área de estudio; es decir, los cantones de Goicoechea, Moravia, Alajuelita y Santa Ana son los que les corresponde una tasa de 17 a 10 violaciones. Montes de Oca, Escazú y Mora son los cantones que se ubica en la más baja categoría, muy baja incidencia.

    Para los años de 1996, 1998 y 1999 la mayor cantidad de violaciones sexuales se ven reflejados en los tres cantones periféricos al cantón de San José (mapa #6), y por supuesto se incluye al mismo cantón Central, pero éste es el que contabiliza la mayor cantidad de este delito (cuadro #3). Así mismo, se ubican los cantones de Montes de Oca y Curridabat, Moravia, Vásquez de Coronado y Escazú dentro de los rangos que comprenden las 10 a 26 violaciones por 100 000 habitantes para este último período. Mientras que en el último rango se ubican Mora, Santa Ana y La Unión. Se recuerda que para este período, este mapa no refleja la realidad acontecida con respecto a este delito para este cantón cartaginés; puesto que se excluyeron los datos correspondientes a violaciones sexuales para esos años, dadas las limitaciones que fueron descritas.

    En el mapa #6 se muestra la manera en la que los cantones fueron clasificados por rangos. Así, se contabilizó un aumento considerable de la cantidad de cantones con una muy alta incidencia, por ejemplo: Aserrí, Alajuelita, Desamparados y San José presentan una tasa de 26 a 47 violaciones sexuales por 100 000 habitantes. únicamente se ubican en el rango de 20 a 26 violaciones los cantones de Montes de Oca y Curridabat; es decir, presentan una alta incidencia de violaciones sexuales. Por otro lado, Vásquez de Coronado y Moravia se ubican en una media incidencia de violaciones sexuales (tasa de 17-20).

    Mientras que para una baja incidencia se localiza a Goicoechea, Escazú y Tibás con 10 a 17 violaciones sexuales por 100 000 personas. Por último, desciende al puesto de muy baja incidencia el cantón de Santa Ana y La Unión, pero persiste el cantón de Mora en ese rango.

    Mapa #6



    En lo referente a la distribución en el espacio del delito de violación sexual en los cantones para ese período, sobresale la concentración del delito (82%)en espacios políticos administrativos que se encuentran al norte, noreste y sur del área de estudio, como: San José (47%), Desamparados(17%), Aserrí (4 %), Alajuelita(6 %), Montes de Oca (4 %) y Curridabat (4 %). Se destacan con un número reducido de violaciones por tasa (1000 000 habitantes) el cantón de Mora y Santa Ana, con apenas un 0,71% del total de denuncias de violación sexual reportadas para esos tres años. La Unión se establece en ese rango, pero como se repite; los datos no muestran la cantidad de violaciones registradas en los años de 1996, 1998 y 1999.

    Cuadro 3

    ÁREA METROPOLITANA: CANTIDAD DE VIOLACIONES SEXUALES REGISTRADAS EN EL O.I.J. EN LOS CANTONES DE ESTUDIO

    1990-1999

    Cantones

    1990-1992

    1993-1995

    1996,1997,1999

    Central

    117

    147

    133

    Escazú

    2

    4

    6

    Desamparados

    29

    35

    49

    Aserrí

    3

    8

    12

    Mora

    0

    1

    1

    Goicoechea

    19

    18

    17

    Alajuelita

    8

    5

    17

    Vásquez de Coronado

    2

    9

    7

    Tibás

    11

    11

    10

    Moravia

    0

    7

    8

    Montes de Oca

    10

    4

    11

    Curridabat

    12

    8

    11

    Santa Ana

    3

    3

    1

    La Unión

    11

    6

    No hay datos

    TOTAL

    227

    266

    283

    Fuente de datos: Estadísticas Judiciales. O.I.J, 1990-1999

    Elaborado por: Seminario de Graduación "Análisis espacial de la criminalidad urbana en el Área Metropolitana de Costa Rica. 1990-2000"

    Estudio de caso: Violaciones sexuales de hombres y mujeres en el cantón Central de San José

    Se presenta como estudio de caso del delito de violación sexual al cantón primero de San José en virtud de su alta incidencia de denuncias reportadas al O.I.J para todos los períodos en los que consta este estudio. Además, coincide con la calidad de las estadísticas suministradas por dicha institución, pues fue el único cantón en estudio que sus estadísticas se manejaron a nivel de distrito.

    Limitaciones para la representación cartográfica

    Debido a que la base de datos suministrada por el Poder Judicial de Costa Rica recoge y procesa datos solamente a nivel cantonal, únicamente fue posible representar el comportamiento de los casos de violación sexual para los distritos del cantón Central de San José.

    La representación cartográfica hace alusión a un mapa coroplético, en la que cada símbolo representa la comisión de una violación sexual para cada unidad geográfica. Sin embargo, se aclara que este tipo de representación es de utilidad porque ofrecen una idea general de la ubicación de los casos, pero su ubicación es colocada en forma antojadiza sobre los sectores en los que es poco probablemente que ocurrieran los hechos. Por tanto, para mayor precisión en la ubicación de las violaciones se debe poseer la localización de cada delito por distrito o barrio. Así mismo, la interpretación de un mapa de coroplético puede crear una idea errónea de la realidad para cada unidad espacial que se estudia, por ejemplo, aquel distrito con población escasa tenga igual número de casos, o viceversa. O bien, el tamaño de cada distrito sea de importancia, puesto que en un espacio menor ocurre una concentración de los símbolos empleados para representar el fenómeno.


    Mapa 7


    La distribución espacial de la violación sexual en el cantón primero San José

    Para el período de 1990 - 1992el número de violaciones sexuales se concentra en el cantón Central (cuadro #4 y mapa #7), que representa un 19,65% del total de denuncias reportadas. Le sigue Hatillo con un 14%, Pavas (13%) y Merced (13%). Por último, ocurren 13 casos en el distrito Hospital, y para los restantes distritos (San Sebastián, Mata Redonda, Zapote, San Francisco, de Dos Ríos, y Uruca) presentan de tres a nueve violaciones sexuales (mapa #7 y cuadro #4). Y si se compara con San José, la sobrepasa en 1%. Por otro lado, la distribución geográfica del delito de violación sexual se concentra al este, sur y noroeste del área de estudio (mapa #7). Considerando que la menor cantidad de violaciones ocurre en los distritos Uruca, San Francisco de Dos Ríos y Zapote; con apenas cinco violaciones sexuales, en la parte sureste y noroeste del cantón Central.

    Para estos los años de 1993-1995, el distrito Catedral continúa en el primer puesto de ocurrencia de violaciones sexuales (mapa #8) con 51 casos; es decir, alcanza un 35% de casos de violación sexual reportados para esa unidad geográfica. Inclusive, se reporta un aumento de 28 casos respecto al período anterior. Igual comportamiento exhibe los distritos de Pavas (24 casos)Hatillo(24 violaciones sexuales), Carmen (18 denuncias por violación) y Hospital (12 casos reportados de violación), reportándose un total porcentual de 32,65% casos en los dos primeros distritos citados (Pavas y Hatillo). La ubicación general de los distritos con mayor incidencia de violaciones es al noroeste, este y sur.

    Por otro lado, los restantes cantones del cantón Central; es decir, Merced, Uruca, San Sebastián, San Francisco de Dos Ríos, Mata Redonda y Zapote (mapa #8) son los q ue registran el menor número de violaciones sexuales (cuadro #4). Alcanzado apenas un total de 12,24 %. Así que su ubicación geográfica es la correspondiente al norte, noroeste, sur y sureste.

    Mapa #8



    Para los últimos tres años en estudio (1996, 1998 y 1999) se observa una disminución de violaciones sexuales respecto al período anterior en análisis, lo que se traduce en diez casos menos para los distritos de Catedral, Hatillo, y Pavas (mapa #9 y cuadro #4). Sin embargo, se mantienen como las áreas de mayor cantidad de violaciones sexuales reportadas para ese trienio en estudio con un 51%. Su ubicación geográfica general es al noroeste, sur y noreste.

    En lo que respecta a los distritos Merced, Uruca y San Francisco de Dos Ríos, se denota que estos cuadriplicaron la cantidad de delitos sexuales para ese período respecto a los anteriores (1990-1992 y 1993-1995). Lo que se manifiesta con preocupación y sorpresa; pues a primera instancia, de acuerdo con los datos anteriores (cuadro #.4), este tipo de comportamiento fue impredecible para los distritos Uruca y San Francisco de Dos Ríos. Por el contrario, para el distrito de Merced se esperaba dicho comportamiento; ya que para los dos primeros años en análisis alcanzó 15 denuncias por violaciones sexuales (cuadro #4 y mapa #9). Por su parte, Zapote se mantiene estable con un caso de violación y Mata Redonda su contabilidad reporta una disminución de dos casos con respecto al bienio anterior.


    Mapa 9


    Cuadro #4

    CANTóN CENTRAL DE SAN JOSÉ: VIOLACIONES SEXUALES REGISTRADAS POR EL O.I.J. POR DISTRITO

    1990-1999

    Distritos

    1990-1992

    1993-1995

    1996,1998,1999

    Carmen

    6

    18

    11

    Merced

    15

    5

    14

    Hospital

    13

    12

    10

    Catedral

    23

    51

    40

    Zapote

    3

    1

    1

    San Francisco de

    Dos Ríos

    3

    2

    9

    Uruca

    5

    2

    12

    Mata Redonda

    9

    4

    2

    Pavas

    15

    24

    14

    Hatillo

    16

    24

    14

    San Sebastián

    9

    4

    6

    TOTAL

    117

    147

    133

    Fuente de datos: Estadísticas Judiciales. O.I.J, 1990-1999

    Elaborado por: Seminario de Graduación "Análisis espacial de la criminalidad urbana en el Área Metropolitana de Costa Rica. 1990-2000"

    Los procesos de urbanización en el Área Metropolitana de Costa Rica y el delito de violación sexual

    El desarrollo, distribución y organización de las actividades económicas y sociales del Área Metropolitana de Costa Rica a provocado, según el M.I.D.E.P.L.A.N (1991) que el proceso de urbanización sea un fenómeno social y económico de gran dimensión. Lo que se muestra en un acelerado desarrollo de áreas urbanizadas, el crecimiento de la población y el ordenamiento del espacio.

    El proceso de urbanización se nota precisamente en el cantón primero de San José, Desamparados, Goicoechea, Tibás, Curridabat, Alajuelita, Montes de Oca, Aserrí, Moravia, Vásquez de Coronado y más recientemente en Escazú. Cantones en los que se asocia a la urbanización problemas ambientales y de calidad de vida general (vivienda, salud, educación y servicios públicos) a mediano y largo plazo. Ahora bien, si se contrasta el nivel de pobreza (extrema y no satisfacen las necesidades básicas), desempleo abierto, y el ingreso medio con la cantidad de denuncias por violación sexual reportadas para los años de 1990-1999.

    Así por ejemplo, el nivel de pobreza (gráfico #5) ha ido aumentando paulatinamente entre 1993 a 1995, pero respecto a los últimos tres años la pobreza se disparó reportando diferencias entre 1995 y 1997 de 20 355 personas en condiciones de pobreza que len impiden satisfacer las necesidades básicas. Mientras que la diferencia entre 1995 y el último año de análisis es de 20 079 personas. Lo anterior, según Juan Diego Trejos, economista del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de Costa Rica (Semanario Universidad, 2000), podría obedecer a que "la evolución de la pobreza depende de lo que pase con el ingreso, pero también de la distribución, y en los últimos años la desigualdad ha aumentado, lo cual neutraliza cualquier ganancia de los ingresos". Visto de esta forma, el fenómeno de la pobreza es un parámetro difícil de precisar, ya sea por la determinación del mismo; y la presencia de un trasfondo político. En el sentido de que para la opinión pública las políticas empleadas por cada Gobierno en torno son insatisfactorias para disminuir los niveles de pobreza que se reportan.

    Para el caso de las cifras reportadas por el I.N.E.C (Encuesta de Hogares, 1990-1999) para el nivel de pobreza en la Región Central (parte urbana) del gráfico #6, se observa que existe una inconsistencia entre la recolección de los datos para el nivel de pobreza de la población, puesto que la serie está incompleta y si se compara con la cantidad de denuncias por violación sexual en el Área Metropolitana de Costa Rica, se denota que existe un incremento en el nivel de pobreza(no satisfacen las necesidades básicas) y las denuncias por violación sexual. Por tanto, se consideró por la calidad de las estadísticas retomar las cifras para el nivel de pobreza a nivel nacional donde claramente se observa la relación entre la incidencia de violaciones sexuales y el nivel de pobreza. (gráfico #5). Sin embargo, se aclara que para poder establecer una explicación acerca del por qué ocurren las violaciones sexuales en tales unidades geográficas, es preponderante considerar una variedad enorme de variables socioeconómicas, culturales y psicológicas; pero a una escala que permitiera puntualizar la incidencia del delito para cada cantón en análisis. Pero como fue imposible tener acceso a estudios referentes a nuestra zona de estudio que contemplen estas variables. Se intentó aventurar con algún tipo de explicación en torno a aspectos socioeconómicos, pero la calidad estadística hizo imposible una mejor precisión del fenómeno.


    Gráfico #6


    Fuente de datos: I.N.E.C. 1990-1999

    Elaborado por: Seminario de Graduación: "Análisis espacial de la criminalidad urbana en el Área Metropolitana. Costa Rica. 1990-2000"

    Para los ocho años de análisis (gráfico #5) el nivel de pobreza no satisface las necesidades básicas y pobreza extrema presentan niveles superiores entre 1990 y 1992, mientras que la violación sexual reporta una disminución de las denuncias para 1990, pero para los dos años siguientes se produce un aumento en el número de las denuncias. Ahora bien, para 1993 y 1994 coinciden la mayor cantidad de violaciones sexuales y un aumento del nivel las dos categorías de pobreza en análisis. Mientras que para 1995, la disminución es general en todas las variables a analizar.



    Gráfico #7


    Fuente de datos: VI informe del Estado de la Nación - 1999. En: http://www.estadonacion.or/compendio/est-so13html

    Elaborado por: Seminario de Graduación: "Análisis espacial de la criminalidad urbana en el Área Metropolitana. Costa Rica. 1990-2000"

    En cuanto al desempleo abierto (gráfico #7) para los diez años en estudio hay un descenso ubicado entre 1993 y 1994, pero para los años posteriores su comportamiento es fluctuante. Fluctuaciones que no repiten patrones para la cantidad de denuncias de violaciones sexuales y el desempleo abierto registradas para 1990-1998. únicamente, se establece un rango mayor de denuncias por violación y desempleo abierto para 1996.

    Mientras que, para la variable de extrema pobreza los patrones registrados para los ocho años guardan cierta relación con la cantidad de denuncias registradas para la parte urbana de la Región Central de Costa Rica. Puesto que, ocurren en años diferentes donde se reportaron los incrementos o disminuciones de violaciones sexuales. Por tanto, es imposible ligar tajantemente la ocurrencia de violaciones sexuales con el nivel de pobreza extrema que presenta una región geográfica en específico.


    Gráfico #3


    Fuente de datos: Sexto informe del Estado de la Nación. En: http://www.estadonacion.or/compendio/est-so13html

    Elaborado por: Seminario de Graduación "Análisis espacial de la criminalidad urbana en el Área Metropolitana. Costa Rica. 1990-2000". 2000

    Ahora bien, si se retoma el ingreso medio mensual de los hogares del Área Metropolitana para 1990-1999 se nota un aumento paulatino del total de salarios anuales reportados en los hogares del área en estudio. Mientras que la cantidad de denuncias sexuales para esos ocho años hace imposible una clara relación con la variable económica empleada, por tanto se concluye que el elemento socioeconómico ingreso medio mensual es simplemente una variable más, y es un elemento de poco valor para que se produzca dicho delito. O bien; como lo especificado en nuestra investigación, se preceda a denunciar el delito de violación sexual.

    Por otro lado, si se contrasta el grado de urbanización y la cantidad de violaciones sexuales en los cantones en los que su incidencia presenta patrones temporales y espaciales. Se denota que la concentración de la población, su dinámica y evolución en un espacio geográfico determinado, provoca diferencias en el grado de aglomeración de la población respecto a cada unidad espacial. Así por ejemplo, el cantón primero de San José reúne la mayor cantidad de población de todos los cantones en estudio y a la vez es el que se muestra la mayor incidencia de violaciones sexuales (mapas totales presentados). Le sigue Desamparados con 113 denuncias en los ocho años de análisis, Goicoechea (54 violaciones sexuales), Tibás, Curridabat y Alajuelita con 32, 31 y 30 denuncias para este delito, respectivamente. Por último, hace aparición Montes de Oca con 25 denuncias reportadas al O.I.J, y más al sur, se ubica Aserrí con apenas dos denuncias menos que Montes de Oca.

    En el listado anterior se denota que los cantones con cantidades entre 49 a 6 violaciones sexuales en los períodos de 1990 a 1999 son precisamente los que han experimentado en los últimos 30 años un ritmo acelerado de urbanización, caracterizada por la concentración de la población que demandan los bienes y servicios previstos en la estructura productiva, acceso a servicios sociales (públicos y privados), infraestructura u otros asentados en cada unidad geográfica.

    Como nota a rescatar se expone que de acuerdo a la cantidad de población y violaciones sexuales, Curridabat ocupa el quinto puesto de incidencia de violaciones sexuales para todos los períodos en análisis con 31 denuncias para el delito. Mientras que si se considera su población reporta el último puesto de los ocho cantones con un desarrollo urbanístico a considerar y con una mayor incidencia de violaciones sexuales.

    Conclusiones

            Aunque se ha estudiado de manera insuficiente la naturaleza social de la violación sexual, en las investigaciones antropológicas se ha reconocido la existencia de factores socioculturales que propician las agresiones sexuales; tal como la violación sexual. Las culturas que socialmente presentan un sistema de dominación de género, contribuyen a la desigualdad social y sexual de las mujeres, quienes son sujetos vulnerables a la victimización sexual.

            Para el delito de violación sexual existe una considerable cantidad (31%) de datos que se clasifican dentro de los que conoce en la literatura judicial y estadística como cifra negra; es decir que la relación del número de delitos registrados estadísticamente y los que en realidad tuvieron lugar en cada período y unidad geográfica en estudio. Por tanto, se afirma que para la violación sexual existen elementos a nivel interno de la víctima o al margen de ella, que imposibilitan la denuncia del delito ante el órgano judicial o policial.

            La calidad de las estadísticas judiciales para el delito de violación sexual imposibilitaron la realización de mapas con variables como: edad, estado civil, relación de parentesco de la víctima o el imputado, sitio de hecho (vía pública, parqueo, discoteca, hotel, centro penal y lote baldío, entre otros). Así como, lugar de ocurrencia del hecho por distrito o barrio; entre otros. Las estadísticas reflejan datos globales; y la información más específica se maneja a nivel discrecional dado que se obtiene directamente de la lectura de cada expediente. Por tanto, dificulta la agilidad para la obtención de datos.

            Una adecuada respuesta institucional (policía y administración de justicia) evitará una mayor angustia y desconfianza ante el hecho delictivo, así como una nueva victimización de la víctima y su familia

            La representación cartográfica de mapas coropléticos representa la comisión de una violación para cada unidad geográfica. Este tipo de representación es de utilidad porque ofrece una idea rápida y general de la ubicación de los casos, pero su ubicación es colocada en forma antojadiza sobre sectores en los que no necesariamente ocurren los hechos. Además, es de peso para la distribución y visualización de los símbolos para la violación sexual, el tamaño de cada unidad geográfica; puesto que a menor área de la unidad administrativa mayor es la concentración de los símbolos, o viceversa.

            El cantón Central de San José para los diferentes mapas y períodos en estudio ocupa siempre el primer sitio en incidencia de violaciones sexuales. Y si se detalla, el distrito Catedral es en donde acontece la mayor cantidad de violaciones sexuales para todos los años en estudio. Caso contrario ocurrió con Zapote en los nueve años en estudio, pues registró cinco denuncias por violación sexual. Sin embargo, superó al cantón de Mora que para los años en estudio siempre ocupó el nivel más bajo de incidencia por violaciones sexuales.

            Para la representación de las violaciones sexuales y la población por cantón es consistente la ubicación en los primeros sitios aquellos que son mayormente poblados. Tales como el cantón Central, Desamparados, Goicoechea y Tibás. Sin embargo, al contrastar las violaciones sexuales por tasa (violaciones por 100 000 habitantes) se muestra que existen cantones que a pesar de su poca población, reporta cantidades alarmantes de violaciones. Así como: Curridabat, Vásquez de Coronado y La Unión.

            En el listado anterior se denota que los cantones con cantidades entre 49 a 6 violaciones sexuales en los períodos de 1990 a 1999 son precisamente los que han experimentado en los últimos 30 años un ritmo acelerado de urbanización, caracterizada por la concentración de la población que demandan los bienes y servicios previstos en la estructura productiva, acceso a servicios sociales (públicos y privados), infraestructura u otros asentados en cada unidad geográfica.

            La violación sexual es un problema de salud pública que involucra una perspectiva multidisciplinaria, a saber: médica, jurídica, psicológica, siquiátrica y social, que podría ser abordado desde un enfoque geográfico para una mejor visualización del elemento en análisis. A fin de que se establezcan programas preventivos a nivel jurídico o social, que atenúen de alguna manera este problema social.

            En este estudio se busca hacer aportaciones iniciales en la panorámica de la violación sexual, tomando como único elemento la ocurrencia de este fenómeno en un espacio geográfico determinado. La que se espera sirva de base para iniciar la investigación en el futuro sobre la violación sexual desde una orientación geográfica.

    BIBLIOGRAFIA

    PROVISIONAL

    Internet:

    http: www.nodo50.org/mujeresred/violencia.htm

    http://www.cefemina.or.cr

    http://www.inamu.go.cr/

    VI Informe del Estado de la Nación - 1999. En: http://www.estadonacion.or/compendio/est-so13html

    Períodico:

    Monserrat Sagot. La Nación, 2000.

    Juan Diego Trejos. Economista del Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad de Costa Rica. Semanario Universidad, 2000.

    Comunicación personal:

    Solano, 2000.

    Texto:

    Naciones Unidas, 1985.

    Costa Rica Ley de Promoción de la Igualdad Social de la Mujer. 1997.

    Armas. 1986.

    Costa Rica. Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples. 1990-1999.

    Costa Rica. Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. Cifras de pobreza e ingresos, 2000.

    Menjivar y Trejos. 1996.

    Costa Rica. Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. 1996.

    Costa Rica M.I.D.E.P.L.A.N. 1991.

    Costa Rica. M.I.D.E.P.L.A.N. 1995.

    Costa Rica. Censo de Población. 1984.

    Costa Rica. Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. Población de hombres y mujeres proyectada para los años de 1990 a 1999.

    Costa Rica. Poder Judicial. Departamento de Planes y Operaciones. Base de datos de las denuncias registradas por violación sexual en el Área Metropolitana de Costa Rica. 1990-1999.

    Costa Rica. Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. Encuesta de Hogares: 1990-1999 Nivel de pobreza en la Región Central (parte urbana)

    Costa Rica. Poder Judicial. Denuncias registradas por violación sexual en el Área Metropolitana de Costa Rica. 1990-1999.



    [1] Los datos están incompletos o inexistentes.


    Votar

    Ingresar una calificación para del 1 al 10, siendo 10 el máximo puntaje.

    Para que la votación no tenga fraude, solo se podrá votar una vez este recurso.

    Comentarios de los usuarios


    Agregar un comentario:


    Nombre y apellido:

    E-Mail:

    Asunto:

    Opinión:



    Aún no hay comentarios para este recurso.
     
    Sobre ALIPSO.COM

    Monografias, Exámenes, Universidades, Terciarios, Carreras, Cursos, Donde Estudiar, Que Estudiar y más: Desde 1999 brindamos a los estudiantes y docentes un lugar para publicar contenido educativo y nutrirse del conocimiento.

    Contacto »
    Contacto

    Teléfono: +54 (011) 3535-7242
    Email:

    Formulario de Contacto Online »