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Mi nombre es Verónica Muriel Sánchez, mis orígenes se remontan a España, correspondiente tanto a la ascendencia paterna como materna. Mis antepasados vinieron a este continente a principios de este siglo, buscando básicamente lo mismo: poder sobrevivir. La situación económica de su patria no les permitía seguir viviendo allí, por lo cual se embarcaron hacia el Nuevo Mundo, esperando poder constituir aquí lo que no pudieron hacer donde estaban. En la época que ellos vinieron, alrededor de 1905, América significaba el lugar en donde podría desarrollar sus planes o formas de vida. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los que vinieron intentaron olvidar su pasado en aquella tierra natal. A decir verdad, los inmigrantes de mi familia se encuentran actualmente fallecidos, y no pude mantener con ellos un contacto como para que me pudieran contar de su tierra y de sus motivos para venir a América. Pero no les trasmitieron a sus hijos nada de su cultura, de su patria o de lo que ella significaba para ellos, es por ello que no pude saber muy bien qué es lo que pasó; lo que obtuve, lo obtuve de los familiares o hijos de los inmigrantes, por lo cual muchos de los datos que tengo pueden constituir suposiciones de ellos, lo que pudieron sacar en limpio de lo poco que le contaban y de sus recuerdos.
Para explicar el significado de mi apellido, Sánchez, de origen español, debo remitirme al momento histórico y a la explicación del surgimiento de los apellidos españoles terminados en -ez. Según la bibliografía consultada, estos apellidos tienen su explicación en una leyenda, según la cual los apellidos españoles empezaron como gritos intercambiados entre familias cristianas para avisarse mutuamente de la proximidad de los moros. Antes que los apellidos se hiciesen hereditarios, solía usarse el nombre del padre como apellido. Esto se indicaba con la terminación -ez, que significaba "hijo de". Algunos de estos nombres evolucionaron hasta convertirse en apellidos hereditarios. Los nobles tendían a usar el nombre de sus tierras como apellido, otros apellidos españoles indicaban oficios o profesiones. De estos tres tipos de surgimiento de los apellidos españoles, mi apellido corresponde al primero, y devino del nombre Sancho.
Por parte de mi madre, cuyo apellido: Gil, corresponde también al origen español, su significado es: "el descendiente de Gilberto (brillante, compromiso)".
Por vía paterna mis bisabuelos vinieron de España, de ellos no se sabe por qué es que vinieron, se presume que para poder sobrevivir, la situación española no era muy buena, podían encontrar un mejor pasar, o un pasar en América, "en el lugar donde todo es posible", según lo que se decía en la época. Emilia Ruiz, mi bisabuela, se casó en 1917 con mi bisabuelo José Sánchez, se conocieron en América. Ninguno de los dos tenía oficio alguno, Emilia trabajó como sirvienta y José como aguatero y luego como lechero; fue cuando estaba trabajando en esto último que conoció a Emilia y se casaron. Ella era proveniente de Asturias y vino a América en 1907 junto con su familia, él era de Pontevedra y llegó a estas tierras sólo, en 1905. Estos eran los padres de mi abuelo por vía paterna, y Gines Ballesta e Inocencia Segura son los padres de mi abuela. Inocencia Segura no trabajaba, vino con su familia desde Sevilla a Buenos Aires. Ginés, proveniente de Andalucía, era lechero y vino también con su familia. Ambos llegaron alrededor del año1900, de forma separada, luego se casaron en el año 1920 aproximadamente en una iglesia que se ubicaba en lo que actualmente es Río de Janeiro y Cangallo. Eligieron esta iglesia porque ellos se habían conocido en esa zona cuando él repartía la leche en el lugar donde vivía Inocencia. De mis dos abuelos paternos, sólo queda mi abuelo por lo cual todo lo que pude averiguar de mis bisabuelos fue por parte de él, ya que ningún pariente cercano a mi abuela está vivo. Todo lo que sabe él es lo que hicieron sus padres aquí y de qué lugar provenían, pero nada sabe de la forma de vida de sus ancestros.
Por vía materna, los padres de mi abuelo se conocieron en España, en la localidad de Baleares, se llamaban Miguel Gil y Josefa Docal, ella no trabajaba y la familia de él eran periodistas, vinieron con oficio aproximadamente en 1920, vinieron ellos junto con la familia de Miguel. Una vez instalados en Buenos Aires fundaron el diario La Prensa, en donde mi bisabuelo trabajaba como obrero gráfico. La familia de Miguel trabaja en Baleares como periodistas, pero luego tuvieron que irse por un problema político de mi tatarabuelo. Esta es la razón, aunque no pude averiguar nada más que esto porque mi abuelo está muerto y mi abuela nunca aceptó a la familia de mi abuelo por razones de distinta índole, que ignoro. Además mi abuela no quiere saber, o no quiere recordar, ya que cuando le hice algunas preguntas pertinentes a este trabajo me dijo que no sabía, que no se acordaba nada, y que era algo que había pasado hace mucho tiempo y no tenía sentido hablar de eso ahora. Con respecto a los padres de mi abuela, no pude averiguar mucho al respecto, se llamaban Juan Claudio Barruero, hijo de Adelaida y Antonio Barruero, y Clotilde Galdo. Esta última vino desde Madrid junto con su familia con la esperanza de poder tener un mejor estilo de vida, ya que su padre Antonio Galdo había ahorrado hace algunos años antes de su partida hacia este continente para "hacerse la América". Los deseos de Antonio fueron los que los mantuvieron con ánimo hasta el final, ya que sufrieron algunas contrariedades en el barco, y luego la primera etapa de su vida en Buenos Aires fue muy penosa, ya que la ambición de Antonio los sumergió en la ruina la segunda semana de su estadía en la ciudad cuando invirtió todos sus ahorros, aunque no eran muchos, en un negocio en el que los estafaron. Luego de este pequeño percance Antonio empezó a trabajar en el puerto y su esposa e hija como servicio doméstico. Esto se lo contó Clotilde a mi madre cuando ella era pequeña. En lo que respecta a Juan Claudio Barruero, de él nada se sabe en la familia, excepto que era argentino.
La generación que arribó a este Nuevo mundo vino a éste buscando algo: su futuro, y también enterrando algo: su pasado. ¿Cuáles fueron sus motivos para olvidar el pasado?, ¿Por qué sólo existía en ellos la perspectiva del futuro?. No tengo respuesta a esto, pero de la manera en que se constituyó América, sólo en vistas hacia el futuro, repercutió en las siguientes generaciones que se vieron desamparadas ante esta falta de pasado. Ante esta falta y el planteamiento de hacer este trabajo, surgieron varias respuestas; la de aquél al que no le importaba su pasado, la de aquél al que sí lo hacía y buscó, y la de aquel que inventó un pasado. Y estas son básicamente las respuestas que el hombre americano da a la falta de pasado, o bien lo niega y sigue viviendo en un permanente futuro, en la incompletud de su ser. O bien lo inventa para poder constituirse un pasado, aunque no hubiera sido ese que lo complete como persona. O bien lo busca, lo averigua y puede constituir así la totalidad de lo que se podría decir: su ser. Ya que el individuo requiere de su pasado poder tener una identidad.
TRABAJO PRÁCTICO
DE
LITERATURA
PROFESORA: Iniesta
ALUMNA: Verónica M. Sánchez
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