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Por Juan Ignacio
Pontis
juninacio@yahoo.com.ar
Prologo
Al definir pobreza podemos decir que un individuo que la sufre es aquel que no puede satisfacer las necesidades básicas que todo ser humano se merece.
Una primera definición de pobreza sería aquella que hace referencia a la falta de bienes materiales para el desarrollo de la vida humana; sin embargo, esta seria la interpretación más materialista de la misma y que tiene una traducción directa con una visión económica: "pobre es quien no tiene dinero."
Se determina si un hogar es pobre o no de acuerdo al nivel de ingreso per cápita (por persona) familiar. Mediante este procedimiento se determina el nivel de ingreso mínimo per capita que una familia tipo necesita para acceder a un nivel de vida decente. Este enfoque toma en cuenta las necesidades del hogar del tipo alimentarias y, en base a éstas, construye una canasta alimentaria y una canasta total (la cual incluye además otras necesidades). De esta forma, si el ingreso corriente per capita de la familia no alcanza para adquirir esta mencionada canasta alimentaria básica, el hogar queda por debajo de la línea de carencia. En cambio, si a pesar de cubrir esta canasta básica alimentaria, sus ingresos no son suficientes para la canasta total, se dice que el hogar se encuentra por debajo de la línea de pobreza.
En Argentina se dispone de los tres indicadores de pobreza, medidos periódicamente en el Gran Buenos Aires a través de la Encuesta Permanente de Hogares. En el caso de las provincias argentinas, existen algunos estudios aislados sobre la pobreza, sin embargo el único indicador homogéneo es el de las NBI del Censo Nacional de Población y Vivienda de 1991. Por tal motivo, se toma como indicador general el comportamiento del Gran Buenos Aires para analizar la evolución de la pobreza en la presente década.
¿Qué es la pobreza?, ¿Cuáles son sus causas y sus consecuencias?, ¿Cómo esta distribuida? ¿Cómo se mide?, ¿Cuáles son los países que la sufren?.
Ética
Del griego ethika, de ethos, comportamiento', costumbre'; principios o pautas de la conducta humana, a menudo y de forma impropia llamada moral (del latín mores, costumbre') y por extensión, el estudio de esos principios a veces llamado filosofía moral. Este artículo se ocupa de la ética sobre todo en este último sentido y se concreta al ámbito de la civilización occidental, aunque cada cultura ha desarrollado un modelo ético propio.
La ética, como una rama de la filosofía, está considerada como una ciencia normativa, porque se ocupa de las normas de la conducta humana, y para distinguirse de las ciencias formales, como las matemáticas y la lógica, y de las ciencias empíricas, como la química y la física. Las ciencias empíricas sociales, sin embargo, incluyendo la psicología, chocan en algunos puntos con los intereses de la ética ya que ambas estudian la conducta social. Por ejemplo, las ciencias sociales a menudo procuran determinar la relación entre principios éticos particulares y la conducta social, e investigar las condiciones culturales que contribuyen a la formación de esos principios.
PRINCIPIOS
ÉTICOS
Los filósofos han intentado determinar la bondad en la conducta de acuerdo con dos principios fundamentales y han considerado algunos tipos de conducta buenos en sí mismos o buenos porque se adaptan a un modelo moral concreto. El primero implica un valor final o summum bonum, deseable en sí mismo y no sólo como un medio para alcanzar un fin. En la historia de la ética hay tres modelos de conducta principales, cada uno de los cuales ha sido propuesto por varios grupos o individuos como el bien más elevado: la felicidad o placer; el deber, la virtud o la obligación y la perfección, el más completo desarrollo de las potencialidades humanas. Dependiendo del marco social, la autoridad invocada para una buena conducta es la voluntad de una deidad, el modelo de la naturaleza o el dominio de la razón. Cuando la voluntad de una deidad es la autoridad, la obediencia a los mandamientos divinos o a los textos bíblicos supone la pauta de conducta aceptada. Si el modelo de autoridad es la naturaleza, la pauta es la conformidad con las cualidades atribuidas a la naturaleza humana. Cuando rige la razón, se espera que la conducta moral resulte del pensamiento racional.
HISTORIA
Desde que los hombres viven en comunidad, la regulación moral de la conducta ha sido necesaria para el bienestar colectivo. Aunque los distintos sistemas morales se establecían sobre pautas arbitrarias de conducta, evolucionaron a veces de forma irracional, a partir de que se violaran los tabúes religiosos o de conductas que primero fueron hábito y luego costumbre, o asimismo de leyes impuestas por líderes para prevenir desequilibrios en el seno de la tribu. Incluso las grandes civilizaciones clásicas egipcia y sumeria desarrollaron éticas no sistematizadas, cuyas máximas y preceptos eran impuestos por líderes seculares como Ptahhotep, y estaban mezclados con una religión estricta que afectaba a la conducta de cada egipcio o cada sumerio. En la China clásica las máximas de Confucio fueron aceptadas como código moral. Los filósofos griegos, desde el siglo VI a.C. en adelante, teorizaron mucho sobre la conducta moral, lo que llevó al posterior desarrollo de la ética como una filosofía.
LAS LEYES DE NEWTON
La mayoría de los grandes descubrimientos científicos han afectado a la ética. Los descubrimientos de Isaac Newton, el filósofo científico inglés del siglo XVII, aportaron uno de los primeros y más claros ejemplos de esta influencia. Las leyes de Newton se consideraron como prueba de un orden divino racional. La opinión contemporánea al respecto fue expresada por el poeta inglés Alexander Pope en el verso "Dios dijo: dejad en paz a Newton!, y se hizo la luz". Los hallazgos e hipótesis de Newton provocaron que los filósofos tuvieran confianza en un modelo ético tan racional y ordenado como se suponía que era la naturaleza.
FILOSOFIAS ETICAS ANTERIORES AL DARWINISMO
Durante el siglo XVIII, los filósofos británicos David Hume, en Ensayos morales y políticos (1741-1742), y Adam Smith, autor de la teoría económica del laissez-faire, en su Teoría de los sentimientos morales (1759), formularon modelos éticos del mismo modo subjetivos. Identificaron lo bueno con aquello que produce sentimientos de satisfacción y lo malo con lo que provoca dolor. Según Hume y Smith, las ideas de moral e interés público provocan sentimientos de simpatía entre personas que tienden las unas hacia las otras incluso cuando no están unidas por lazos de parentesco u otros lazos directos.
UTILITARISMO
La doctrina ética y política conocida como utilitarismo fue formulada por el británico Jeremy Bentham hacia finales del siglo XVIII y más tarde comentada por el también filósofo y británico James Mill y su hijo John Stuart Mill.
Creía que todas las acciones humanas están motivadas por un deseo de obtener placer y evitar el sufrimiento. Al ser el utilitarismo un hedonismo universal, y no un hedonismo egoísta como podría interpretarse el epicureísmo, su bien más elevado consiste en alcanzar la mayor felicidad para el mayor número de personas.
ETICA HEGELIANA
En La filosofía del Derecho (1821), el filósofo alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel aceptó el imperativo categórico de Kant, pero lo enmarcó en una teoría universal evolutiva donde toda la historia está contemplada como una serie de etapas encaminadas a la manifestación de una realidad fundamental que es tanto espiritual como racional. La moral, según Hegel, no es el resultado de un contrato social, sino un crecimiento natural que surge en la familia y culmina, en un plano histórico y político, en el Estado prusiano de su tiempo. "La historia del mundo, escribió, es disciplinar la voluntad natural incontrolada, llevarla a la obediencia de un principio universal y facilitar una libertad subjetiva".
ETICA A PARTIR DE DARWIN
El desarrollo científico que más afectó a la ética después de Newton fue la teoría de la evolución presentada por Charles Darwin. Los hallazgos de Darwin facilitaron soporte documental al modelo, algunas veces denominado ética evolutiva, término aportado por el filósofo británico Herbert Spencer, según el cual la moral es sólo el resultado de algunos hábitos adquiridos por la humanidad a lo largo de la evolución. El filósofo alemán Friedrich Nietzsche dio una explicación asombrosa pero lógica de la tesis darwinista acerca de que la selección natural es una ley básica de la naturaleza. Según Nietzsche, la llamada conducta moral es necesaria tan sólo para el débil. La conducta moral en particular la defendida por el judeocristianismo, que según él es una doctrina esclava tiende a permitir que el débil impida la autorrealización del fuerte.
Los antropólogos han aplicado los principios evolutivos al estudio de las sociedades y las culturas humanas. Estos análisis han vuelto a subrayar los distintos conceptos del bien y del mal planteados por diferentes sociedades; por lo tanto, se creía que la mayoría de esos conceptos tenía un valor más relativo que universal. De entre los conceptos éticos basados en un enfoque antropológico resaltan los del antropólogo finlandés Edvard A. Westermarck en Relatividad ética (1932).
TENDENCIAS RECIENTES
El filósofo británico Bertrand Russell marcó un cambio de rumbo en el pensamiento ético de las últimas décadas. Muy crítico con la moral convencional, reivindicó la idea de que los juicios morales expresan deseos individuales o hábitos aceptados. En su pensamiento, tanto el santo ascético como el sabio independiente son pobres modelos humanos porque ambos son individuos incompletos. Los seres humanos completos participan en plenitud de la vida de la sociedad y expresan todo lo que concierne a su naturaleza. Algunos impulsos tienen que ser reprimidos en interés de la sociedad y otros en interés del desarrollo del individuo, pero el crecimiento natural ininterrumpido y la autorrealización de una persona son los factores que convierten una existencia en buena y una sociedad en una convivencia armoniosa.
Varios filósofos del siglo XX, algunos de los cuales han asumido las teorías del existencialismo, se han interesado por el problema de la elección ética individual lanzada por Kierkegaard y Nietzsche. La orientación de algunos de estos pensadores es religiosa, como la del filósofo ruso Nikolái Alexándrovich Berdiáiev, que subrayó la libertad del espíritu individual; la del filósofo austro-judío Martin Buber, que se ocupó de la moral de las relaciones entre individuos; la del teólogo protestante germano-estadounidense Paul Tillich, que resaltó el valor de ser uno mismo, y la del filósofo y dramaturgo católico francés Gabriel Marcel y el filósofo y psiquiatra protestante alemán Karl Jaspers, ambos interesados en la unicidad del individuo y la importancia de la comunicación entre los individuos. Una tendencia distinta en el pensamiento ético moderno caracteriza los escritos de los filósofos franceses Jacques Maritain y Étienne Gilson, que siguieron la línea marcada por santo Tomás de Aquino. Según Maritain, "el existencialismo verdadero" pertenece a esta tradición cristiana.
Otros filósofos modernos no aceptan ninguna de las religiones tradicionales. El filósofo alemán Martin Heidegger mantenía que no existe ningún Dios, aunque alguno puede surgir en el futuro. Los seres humanos, por lo tanto, se hallan solos en el Universo y tienen que adoptar y asumir sus decisiones éticas en la conciencia constante de la muerte. El filósofo y escritor francés Jean-Paul Sartre razonó su agnosticismo pero también resaltó la heideggeriana conciencia de la muerte. Sartre mantuvo que los individuos tienen la responsabilidad ética de comprometerse en las actividades sociales y políticas de su tiempo. El supuesto conflicto sobre la existencia de un Dios omnipresente, no revestía ningún sentido de trascendencia para el individuo, pues en nada afectaba a su compromiso con la libertad personal.
Entre otros filósofos modernos, como el estadounidense John Dewey, figuran los que se han interesado por el pensamiento ético desde el punto de vista del instrumentalismo. Según Dewey, el bien es aquello que ha sido elegido después de reflexionar tanto sobre el medio como sobre las probables consecuencias de llevar a cabo ese acto considerado bueno o un bien.
La discusión contemporánea sobre la ética ha continuado con los escritos de George Edward Moore, en particular por los efectos de su Principia ethica. Moore mantuvo que los principios éticos son definibles en los términos de la palabra bueno, considerando que la bondad' es indefinible. Esto es así porque la bondad es una cualidad simple, no analizable.
Conclusión
La ética es el estudio de la conducta humana. Son los derechos y obligaciones que tiene el hombre por su condición de tal. Todo ser humano tiene el derecho de ser respetado y la obligación de respetar a su prójimo.
Todo ser humano tiene ética sea cual fuere su condición social, racial, económica, etcétera.
Muchas personas se olvidan de esto y no tratan a las personas como debe ser.
La pobreza
Es la circunstancia económica en la que una persona carece de los ingresos suficientes para acceder a los niveles mínimos de atención médica, alimento, vivienda, vestido y educación.
La pobreza relativa es la experimentada por personas cuyos ingresos se encuentran muy por debajo de la media o promedio en una sociedad determinada. La pobreza absoluta es la experimentada por aquellos que no disponen de los alimentos necesarios para mantenerse sanos. Sin embargo, en el cálculo de la pobreza según los ingresos, hay que tener en cuenta otros elementos esenciales que contribuyen a una vida sana. Así, por ejemplo, los individuos que no pueden acceder a la educación o a los servicios médicos deben ser considerados en situación de pobreza.
CAUSAS
Las personas que, por cualquier razón, tienen una capacidad muy por debajo de la media para ganar un salario, es probable que se encuentren en situación de pobreza. Históricamente, este grupo viene formado por personas mayores, discapacitados, madres solteras y miembros de algunas minorías. En los países occidentales, un sector considerable de población en situación de pobreza (el 30%) está constituido por madres solteras con hijos. Esto no se debe únicamente a que las mujeres que trabajan fuera de casa suelen ganar menos que los hombres, sino fundamentalmente a que una madre soltera tiene dificultades para poder cuidar a sus hijos, ocuparse de su vivienda y obtener unos ingresos adecuados al mismo tiempo. Otros grupos son los discapacitados con personas a su cargo, familias numerosas y otras en las que el cabeza de familia está en situación de desempleo o tiene un salario mínimo.
La falta de oportunidades educativas es otra fuente de pobreza, ya que una formación insuficiente conlleva menos oportunidades de empleo.
EFECTOS
Decenas de miles de personas en situación de pobreza fallecen cada año a causa del hambre y la malnutrición en todo el mundo. Además, el índice de mortalidad infantil es superior a la media y la esperanza de vida inferior.
Parece inevitable que la pobreza esté, según los criminólogos, vinculada al delito, aun cuando la mayor parte de las personas con muy bajos ingresos no sean delincuentes y estos últimos no suelan sufrir graves carencias. Otros problemas sociales, como las enfermedades mentales y el alcoholismo, son más habituales, debido a que son causas y efectos de la escasez de recursos económicos y de una atención médica inadecuada.
La pobreza ha sido considerada como indicador de desigualdad de clase social y sexo en las sociedades industriales, en donde las mujeres que viven solas y las familias de clase baja presentan el nivel más bajo de pobreza. Asimismo, ha sido considerada como un indicador de trato económico desigual entre los países desarrollados y en vías de desarrollo, estando la riqueza acumulada en los primeros y la pobreza en los segundos, lo que forma la denominada línea Norte - Sur. Las zonas más pobres del mundo son el sur de Asia (Bangladesh, India y Pakistán), los países subsaharianos, norte de África, Oriente Próximo, Latinoamérica y este de Asia.
EL ANALISIS DE LA POBREZA
Al estudiar el tema de la pobreza se pueden utilizar dos enfoques alternativos para clasificar a los hogares pobres. Ambos métodos intentan medir el mismo fenómeno, pero la información que requieren y los resultados obtenidos pueden diferir considerablemente.
Por un lado, el enfoque de la línea de la pobreza pretende determinar si un hogar es pobre o no de acuerdo al nivel de ingreso per capita familiar. Mediante este procedimiento se determina el nivel de ingreso mínimo per capita que una familia tipo necesita para acceder a un nivel de vida decoroso. Este enfoque toma en cuenta las necesidades del hogar del tipo alimentarias, en base a éstas, construye una canasta alimentaria y una canasta total (la cual incluye además otras necesidades). De esta forma, si el ingreso corriente per capita de la familia no alcanza para adquirir esta mencionada canasta alimentaria básica, el hogar queda por debajo de la línea de indigencia. En cambio, si a pesar de cubrir esta canasta básica alimentaria, sus ingresos no son suficientes para la canasta total, se dice que el hogar se encuentra por debajo de la línea de pobreza.
Por otro lado, el enfoque de las necesidades básicas insatisfechas apunta hacia aquellos hogares que sufren situaciones críticas en cuanto a la privación de bienes, recursos u oportunidades que posibilitan la subsistencia y el desarrollo en condiciones mínimas de acuerdo a la dignidad humana. El indicador de las NBI muestra el porcentaje de hogares que poseen al menos una de las siguientes características: a) más de tres personas por cuarto (hacinamiento crítico), b) habitan en viviendas inadecuadas (tipo de vivienda), c) carecen de baño con arrastre de agua (condiciones sanitarias), d) algún niño entre 6 y 12 años no asiste al colegio (asistencia escolar) o e)que en el hogar haya 4 o más personas por miembro ocupado y cuyo jefe tenga bajo nivel de educación (capacidad de subsistencia). Este enfoque no depende de las variaciones del nivel de ingreso corriente como la línea de pobreza, sino que apunta a la dimensión estructural de la misma y permite analizar la problemática a largo plazo.
Se debe considerar que el valor de la canasta que conforma la línea de pobreza es de tipo normativo y no representa adecuadamente a varias situaciones de la realidad. Puede resultar confuso que una persona sea calificada como no pobre por el sólo hecho de ganar un peso más que el límite indicado por la línea de la pobreza. Lo que se pretende medir es la calidad de vida y un peso puede marcar una gran diferencia, cuando realmente no debería ser un cambio significativo para medir el nivel de pobreza de la población.
En estos aspectos entran en juego una gran cantidad de variables tales como el nivel educativo, el acceso a servicios de salud y saneamiento, las oportunidades laborales, etc. El círculo vicioso de la pobreza es un proceso intergeneracional. Los bajos ingresos y las altas tasas de natalidad son obstáculos a las posibilidades de progreso educativo de los niños pobres. Los menores logros educativos juegan un rol decisivo en la posterior inserción laboral y las posibilidades de ascenso en este mercado, además de determinar el nivel de ingresos. Los trabajadores pobres realizan en general tareas no calificadas y poco remuneradas, con menores oportunidades de insertarse fuera del mercado informal o de empleos precarios.
Las políticas a aplicar para lograr disminuciones en los niveles de pobreza deben apuntar hacia la provisión básica de los bienes y servicios que aseguran la cobertura de las necesidades mínimas para llevar una vida digna. El objetivo es alcanzar la igualdad de oportunidades.
Una de las formas de definir la pobreza, más sencilla y más clara y sobre la que puede haber un consenso más generalizado, es aquella que hace referencia a la falta de elementos básicos para la vida integra del ser humano, como son salud, educación, cultura, desarrollo del ocio, vida social etc.
Un decálogo de elementos que constituirían los derechos básicos de cualquier ser humano:
Acceso a agua limpia y potable, vivienda digna, alimentación suficiente para una nutrición adecuada, un entorno y medio ambiente seguro, protección contra la violencia, igualdad de oportunidades, tener derecho a opinar sobre su propio futuro, acceso a medios para el sustento cotidiano, salud, educación.
Estos diez puntos constituirían un decálogo de derechos básicos a tener en cuenta, y cuando estos no se dan en su integridad, o alguno de ellos está ausente, podríamos hablar de pobreza. Así pues, podríamos hablar de la pobreza como algo multidimensional, definiendo tres ejes:
a) La pobreza material, aquella que hace referencia a la ausencia de bienes y servicios básicos.
b) La pobreza intelectual, aquella que condiciona el desarrollo cultural, ideológico, de pensamiento y político de las personas.
c) La pobreza social, aquella que afecta a la integración dentro de un colectivo referencial con plenos derechos, la participación dentro de la sociedad, la identidad diferenciada y respetada dentro del colectivo de inserción. Por lo tanto cuando hablamos de la multidimensionalidad de la pobreza hay que tener en cuenta su diversidad y complejidad, de forma que cuando se aborde la lucha contra la misma, se haga desde esta misma multidimensionalidad.
La pobreza tiende además a perpetuarse en si misma, generando lo que se ha venido en denominar, la cultura de la pobreza, que tiende a transmitirse de generación en generación haciendo cada vez más difícil la salida de la misma.
La pobreza es todo un entorno, es todo un medio ambiente, es un conjunto de condicionantes que impiden el desarrollo de personas concretas, que acostumbramos a llamar pobres. La pobreza no es el cúmulo de los sujetos que la padecen, es decir, "los pobres", sino que es el entorno donde un conjunto de personas se desenvuelven y viven.
Podríamos decir que la pobreza no es "tener poco", la pobreza es esencialmente el conjunto de barreras que hacen indigna la vida humana y en esencia es consecuencia de una relación injusta entre grupos humanos.
DATOS BÁSICOS DEL MUNDO
Una cuarta parte de la humanidad vive en estado de pobreza absoluta, es decir más de 1.000 millones de personas no pueden adquirir el alimento necesario para llevar una vida activa.
35.000 niños mueren cada día por causas directamente relacionadas con la pobreza. 130 millones de niños no reciben educación básica (de estos el 70% son niñas).
1.300 millones de personas no tienen acceso al agua potable (el 80% de las enfermedades del mundo se deben a beber agua no potable).
La distribución de la riqueza en el mundo es terriblemente injusta: un 15% de la población posee el 79% de la riqueza mundial y el 85%, el 21 % restante.
La población de los países industrializados representa aproximadamente un 20% de la población mundial, pero consume 10 veces más energía comercial que la de los países en desarrollo, y produce un 70% de las emisiones mundiales de monóxido de carbono y el 68% de los residuos industriales del mundo.
Un 70% de las personas que viven en pobreza extrema son mujeres.
Un informe de las Naciones Unidas de hace tres años afirmaba que en 1960 la proporción entre ricos y pobres era de 1 a 30 (un norteamericano o europeo valía lo que 30 haitianos). Ahora 40 años después, sin comunismo, con avances democráticos y el todopoderoso y todoprometedor capitalismo neoliberal, la proporción no ha disminuido, ni siquiera se ha mantenido, sino que ha pasado a ser de 1 a 60. Y si se compara los más ricos de los ricos con los más pobres de los pobres esta proporción es de 1 a 180.
¿Quiénes son y dónde viven unos y otros? Según la prestigiosa revista The Economist estos son los diez países donde mejor se vive:
1 Suiza - 2 Alemania - 3 España - 4 Suecia - 5 Italia - 6 Japón - 7 Australia
8 Estados Unidos - 9 Gran Bretaña - 10 Hon Kong.
Y estos son los 20 países con mayor sufrimiento en el mundo:
1 Mozambique - 2 Somalia - 3 Afganistán - 4 Haití - 5 Sudán - 6 Zaire - 7 Laos - 8 Angola- 9 Guinea - 10 Etiopía - 11 Uganda - 12 Cambodia - 13 Sierra Leona - 14 Chad - 15 Guinea Bissau - 16 Ghana - 17 Myamnar - 18 Malaui - 19 Comerán - 20 Mauritania.
En el año 2.010 el sida reducirá a la mitad la expectativa de vida en Zambia y la reducirá en treinta años en Tailandia según nuevas y espeluznantes proyecciones sobre los efectos en la población mundial de la epidemia de sida. Los demógrafos añaden que la expectativa de vida en otros 14 países en vías de desarrollo, mayoritariamente en el Africa sub-sahárica, será mucho más corta en el año 2.010 cuando la epidemia alcance su pico más alto.
En los próximos 20 años se duplicará la mortalidad infantil en Zambia, Zimbawe y Tailandia, mientras que en Uganda y Kenia aumentarán en un 50%. La epidemia de sida puede llegar a cobrar 121 millones de vidas para el año 2.020.
Debido a que las muertes por sida se concentran en la infancia y en los adultos de mediana edad, la expectativa de vida en muchos países del tercer mundo decrecerá de forma increíble, si no se detiene la epidemia.
Para realizar el estudio de los países más pobres se ha empleado el índice de Sufrimiento Humano (ISH), obtenido a partir de la suma de diez medidas del bienestar humano: esperanza de vida, suministro calórico diario, agua para beber, inmunización infantil, matrícula en las escuelas secundarias, PNB per cápita, tasa de inflación, tecnología de las comunicaciones, libertad política y derechos civiles. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de los datos han sido proporcionados por los propios gobiernos. Según estos datos, 15 de los 20 países del mundo con mayor sufrimiento son africanos, y uno es latinoamericano.
Si todo esto es ya escalofriante, el futuro es todavía más sombrío, y se trata del futuro que dicen construir los países ricos. Así - tal como lo analiza la revista La Esquila Misional - el Acuerdo General sobre Aranceles y Comercio (GATT) agravará la marginación del 20% más pobre de la población mundial. Su apuesta por la libertad de comercio dejará las economías más deprimidas y sin protección ante los intereses extranjeros.
LA DEMOGRAFIA DE LA POBREZA EN AMERICA LATINA
NOTAS SOBRE LA POBREZA Y LA AGENDA SOCIAL
En la actualidad, cuando la aplicación de medidas de política económica que afectan en el corto plazo el nivel de vida de las mayorías y que en horizontes cronológicos más amplios, llegarían a deprimir aún más sus condiciones de existencia por las características de la estructura y dinámica de la población en América Latina, se hace necesario reflexionar sobre la relación entre población y desarrollo en una etapa en la que todo gira alrededor de la búsqueda del crecimiento por la vía del ajuste estructural.
La historia de la sociedad en este siglo puede ser caracterizada por una globalización en que las redes de intercambio económico adquieren nuevas dimensiones, esto es, que más allá de las transferencias físicas de bienes materiales, los flujos de capital son la parte más dinámica de los sistemas y la tecnología de comunicación a distancia hace innecesario el movimiento real del capital financiero.
Esta etapa de los negocios virtuales constituye también la etapa de mayores dificultades económicas para los países de la región desde la gran depresión de los años 30.
Para los países latinoamericanos los términos de intercambio se deterioraron por dos situaciones: a) la caída de los precios en los productos de exportación por la contracción de la demanda y la substitución por productos con elevado contenido tecnológico y b) el incremento en el precio de los energéticos. Este aumento de los precios, particularmente el petróleo en el caso de la mayoría de los países productores no fue suficiente para equilibrar los términos del intercambio. Las tasas de interés se incrementaron considerablemente con el consecuente crecimiento del pago de los servicios de la deuda y el financiamiento externo se redujo abruptamente en la medida en que el capital externo se movilizó hacia espacios financieros que garantizaran las mayores tasas de ganancia y esto en gran medida a través de la especulación.
Es importante conocer las dimensiones de la pobreza, sin embargo, su cuantificación ha sido objeto de innumerables discusiones que, de acuerdo con el método utilizado para hacer esta medición, han servido para fundamentar las críticas al modelo económico que genera cada vez más pobres o por el contrario, para justificar su viabilidad al tratar de mostrar que los pobres no son tantos como la inestabilidad política producto de la manifestación de sus demandas hace evidente.
Por otra parte, la medición de la pobreza sirve en la actualidad para identificar no sólo quiénes son pobres, sino específicamente quienes se encuentran en pobreza extrema, con el objetivo de atender algunas de sus necesidades mediante programas focales.
Los datos más recientes provenientes de encuestas especializadas permiten estimar que a mediados de la década de los años 90, cerca del 40 por ciento de los hogares latinoamericanos se encontraba en situación de pobreza y si este porcentaje corresponde al conjunto de hogares, el porcentaje correspondiente a la población total debe ser mayor, en virtud de que los hogares más pobres tienen mayor número de miembros.
La existencia de menores de la calle es el resultado de un problema ligado de manera indisoluble a la pobreza pero además a la marginación. Los niños de la calle son los hijos de los pobres y marginados. Por lo tanto, prestar atención sólo a la pobreza sin reconocer los procesos de exclusión limita los alcances de las acciones que pretendan enfrentar problemas como el de este grupo social.
Según estimaciones recientes en la región de América Latina y el Caribe, de 165 millones de pobres 58 millones tienen menos de 15 años y más concretamente, el sesenta por ciento de todos los niños de la región son pobres. Es en este contingente poblacional en donde se ubican los marginados y del cual surgen los niños de la calle.
En este marco general se insertan los procesos demográficos que en la región latinoamericana se caracterizan por una incorporación reciente a la tercera etapa de la transición demográfica en la cual junto con la disminución de la mortalidad se observan reducciones importantes en el nivel de fecundidad que se concretan en el hecho de que las mujeres en edad fértil tienen en promedio cada vez menos hijos, mientras la esperanza de vida, es decir, la sobrevivencia se incrementa.
En el caso de los incrementos en la esperanza de vida, las posibilidades de llegar a vivir hasta los setenta años en una sociedad que no está preparada para enfrentar las necesidades de la población más vieja y en la cual la seguridad social sigue el camino de la privatización definen un escenario de carencias que se inician desde la niñez.
Los hogares en que residen los niños pobres tienen como principal activo su fuerza de trabajo por lo que la respuesta a una disminución de su ingreso es la participación de un mayor número de miembros del hogar al trabajo.
Entre los hogares en condiciones extremas de pobreza además del trabajo del padre y la madre, la movilización de recursos incluye a los hijos desde pequeños.
Cuando los hogares más pobres dependen del trabajo infantil es imposible pensar que los niños tendrán la posibilidad de estudiar.
Las presiones económicas y la carencia de alternativas que también tienen que ver con las condiciones particulares de cada hogar, en términos de las relaciones entre los individuos y el número de éstos, termina por lanzar a la calle a algunos de sus miembros.
AUMENTA LA POBREZA EN ARGENTINA
El 45% de los chicos argentinos es pobre. Son 4.500.000 chicos de 0 a 14 años. En sus hogares ingresa en promedio $355 por mes. Y estas familias tienen 5 miembros en promedio, por lo que cada uno dispone de $2,20 diarios.
Cuatro millones y medio de chicos argentinos menores de 14 años viven en los hogares más pobres, según el informe del Gobierno Nacional. Esto implica que, la pobreza golpea con mayor fuerza en los niños, lo que constituye un factor reproductor de la propia pobreza y es condicionante del desarrollo del país. Y si se incluyera a la población rural, el impacto de la pobreza sobre los niños podría ser mayor aún, debido a que en las zonas rurales hay una gran proporción de viviendas con necesidades básicas insatisfechas y un alto número de personas que viven en condiciones de pobreza estructural.
Según UNICEF, la pobreza determina menores posibilidades de supervivencia para el nacimiento y los primeros días del niño. "La probabilidad que tiene un niño pobre de morir antes de cumplir un año es cuatro veces mayor que la de un pobre".
Las carencias de nutrición, los mayores riesgos ambientales y sanitarios por las condiciones de vivienda condicionan el desarrollo educativo y laboral de esos niños (hay una relación directa entre pobreza y educación).
La niñez parece ocupar proporcionalmente un espacio de mayores privaciones que el promedio de la sociedad. Y que esa condición de pobreza entre los niños marca un alerta sobre la potencialidad del desarrollo humano en nuestro país.
El artículo 2 de la Convención sobre los Derechos de los Niños afirma que los derechos deben ser respetados independientemente de su raza, religión, sexo o idioma.
Nos debe alertar la sociedad que no le da derechos iguales de oportunidades y de opción a los niños. La falta de opciones y oportunidades de los niños pobres frente a otros que son ricos condicionan a aquéllos a tener que trabajar en edad temprana, a tener que abandonar la escuela, de modo que sus oportunidades para el futuro también se van estrechando.
De lo que se trata, entonces es de asegurar la igualdad de oportunidades. Los programas de asistencia a niños pobres son sumamente importantes, pero más lo son las políticas que se dirigen a terminar con las causas fundamentales de esa pobreza.
ADVERTENCIA DE LA IGLESIA POR EL CRECIMIENTO DE LA POBREZA
El presidente de Cáritas, monseñor Rafael Rey, trazó un crudo diagnóstico de la situación social en base a diversos indicadores propios y de organismos nacionales e internacionales, tales como los índices de desnutrición y mortalidad infantil.
Monseñor Rey, un severo crítico del modelo económico, mencionó un reciente dato del Banco Mundial que revela que 13,4 millones de argentinos están bajo la línea de pobreza.
También mencionó que en el conurbano bonaerense el 21% de los chicos entre 2 y 6 años está dentro de los parámetros de desnutrición. Y señaló que sólo en el Gran Buenos Aires hay más de 100.000 adolescentes que no estudian ni trabajan.
Además subrayó que el 85% de los jubilados cobra haberes que no cubren el costo de una canasta mínima de subsistencia para dos personas.
Pero hubo más. El presidente de Cáritas añadió que todo este cuadro se completa con los desocupados, los subempleados y los obreros mal renumerados como consecuencia de los fríos cálculos económicos. Y destacó que ello contrasta con la ostentación de la riqueza de otros sectores, mientras otros-pasan-hambre.
INFORME EXCLUSIVO DEL BANCO MUNDIAL
EXISTEN 13,4 MILLONES DE POBRES EN ARGENTINA
En el máximo secreto, el Banco Mundial guarda los resultados de la primera evaluación de la pobreza a nivel nacional, que planea difundir recién después de las elecciones. Hay 3,2 millones de indigentes en el país.
El nuevo estudio sobre pobreza del BM ya no abarca sólo el área metropolitana sino todo el país.
"El 36,1 por ciento de los argentinos no puede comprar una canasta básica de bienes y servicios".
Con la máxima reserva, el Banco Mundial realizó por primera vez una estimación de la pobreza en Argentina a nivel nacional, para mejorar así los cálculos oficiales, que sólo contemplan el área metropolitana de Capital y Gran Buenos Aires. Los datos son impresionantes: más del 36 por ciento de la población, 13,4 millones de personas, se encuentra bajo la línea de pobreza. En tanto que el 8,6 por ciento, 3,2 millones de personas, viven en la indigencia. En las regiones del noroeste, nordeste y Cuyo la pobreza supera al 50 por ciento de la población y la indigencia roza el 20 por ciento. Para salvar la imagen de Menem en sus últimos meses de gobierno y no influir en la campaña electoral, el estudio se efectuó con la condición de ser difundido después de las elecciones de octubre.
No son los datos de una consultora privada, ni de ninguna fundación vinculada a la oposición. El Banco Mundial encaró el segundo estudio de la década sobre la pobreza en Argentina ("Argentina Poverty Assessments"). El primero había relevado la situación hasta 1993. La segunda evaluación, aún inédita, provee un exhaustivo diagnóstico a 1998. También incluye una innovación mayor respecto de las estadísticas que publica el Ministerio de Economía en base a las encuestas del IndEC: por primera vez, efectúa una medición de la pobreza en todo el país. "Uno de los más serios problemas con la actual medición de la pobreza es que sólo está disponible para el área metropolitana" de Capital y Gran Buenos Aires, explica el estudio del Banco Mundial. La nueva medición, de carácter nacional, fue elaborada con información provista por organismos oficiales. Y es más exacta que la existente hasta hoy, ya que contempla los cambios de los últimos años en las pautas de consumo de los argentinos.
Su título es "Poverty and Income Distribution in Argentina, Patterns and Changes", lleva la firma del economista Haeduck Lee, miembro del equipo que trabaja en el tema, y está fechado el 23 de marzo de 1999.
Los resultados para 1997/98 son los siguientes:
• El 36,1 por ciento de los argentinos no alcanza a comprar a fin de mes una canasta básica de bienes y servicios, la llamada línea de pobreza. Ello significa que 13.357.000 argentinos son hoy pobres por ingresos. Esta canasta está valuada en alrededor de 140 pesos mensuales por persona adulta del hogar.
• El 8,6 por ciento de la población vive en la indigencia. Así, diariamente, 3.180.000 argentinos no logran siquiera alimentarse con una dieta mínima en calorías.
• De cada 100 personas que habitan en la región nordeste del país 57 no llegan a comprar una canasta elemental de bienes y servicios. En el noroeste, la pobreza alcanza al 55,9 por ciento. En Cuyo al 47,7 por ciento. En Capital y Gran Buenos Aires al 29,3 por ciento. Y en la Patagonia al 29,8 por ciento.
• En la región del nordeste del país, casi 19 de cada 100 personas viven en la indigencia. En el noroeste, el 17,6 por ciento se halla en esa situación. En la región de Cuyo, el 10,7 por ciento. En el área metropolitana el 6 por ciento. Y en la Patagonia el 5,9 por ciento.
• En los últimos años, cada vez que se difundían datos negativos de pobreza, la primera reacción del presidente Menem era desacreditar la fuente, aunque fuera el propio IndEC. La segunda actitud era afirmar que su gobierno había logrado bajar los índices, comparando siempre con el período de la hiperinflación de Alfonsín. Sin embargo, el Menem del segundo mandato, comparado con el Menem del primero, dejará un pesado legado de pobreza para el próximo gobierno.
UNA MEDICION INNOVADORA
El método de la línea de pobreza compara una canasta de bienes y servicios elementales (valuada en el orden de los 140 pesos por adulto del hogar) con los ingresos de las personas de menores recursos. La línea de indigencia, en tanto, se estima en base a una canasta (valuada en unos 70 pesos) que sólo contiene los alimentos necesarios para que "una persona adulta pueda desarrollar una actividad física moderada".
Hasta ahora, tanto los informes oficiales, como la evaluación previa que difundió el propio Banco Mundial en 1995, "dependieron de los datos del área metropolitana (Capital y Gran Buenos Aires). La estimación de la pobreza en otras partes del país fue bosquejada en base a datos parciales. Hogar del 33 por ciento de los argentinos, el área metropolitana es la región más próspera del país. Sin embargo, la omisión de otras partes del país comprometieron seriamente la validez y resultados de los informes anteriores", explica el nuevo documento del organismo.
El IndEC releva los ingresos de las personas en 27 aglomerados urbanos del interior del país. Pero la mayor dificultad para calcular la pobreza, más allá del Gran Buenos Aires, era que no se habían podido confeccionar canastas alimentarias para las principales ciudades del interior -que reflejaran las peculiaridades del consumo de esas zonas- para compararlas con los ingresos de la gente. Los técnicos del Banco Mundial aprovecharon la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares -relevada por el IndEC entre 1996 y 1997- para construir las canastas con cantidades e ítems de consumo típico en el interior del país. También aprovecharon para actualizar la canasta utilizada para medir la pobreza en el Gran Buenos Aires, que databa de 1986. Luego, compararon con los ingresos de cada región, que surgen de la Encuesta Permanente de Hogares del IndEC.
ENCUESTA DE DESARROLLO SOCIAL realizada por el IndEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos) y el Siempro (Sistema de Información, Monitoreo y Evaluación de Programas Sociales) sobre 26 mil hogares.
Las-principales-conclusiones-son:
Las cloacas y el gas son las carencias más importantes de la población pobre
(ver cuadro). Y le siguen de cerca los hogares con ausencias de veredas y
desagües en el barrio de residencia. En tanto la lejanía del hospital público,
ubicado a más de treinta cuadras de la vivienda, es la tercera privación en
importancia.
No obstante, existe una privación poco analizada pero muy extendida: el 28 por
ciento de los hogares pobres, constituido por 3,7 millones de habitantes, sufre
la profunda carencia ambiental y sanitaria de estar en las cercanías de un
basural, mientras que otro 22,3 por ciento, está en zonas inundables.
El 58,7 por ciento de la población pobre, unos 7.685.000 de habitantes, no
poseen otra cobertura que el hospital público, en tanto el 35,6 por ciento
posee obra social. Esta situación de carencia es congruente con el aumento del
desempleo y la creciente informalización del mercado de trabajo, que registra
un inédito nivel de empleo en negro en el universo de trabajadores y empleados
pobres.
La estructura de consumo y los gastos efectivos por rubro varían de acuerdo al
nivel real de ingreso por hogar. Para el caso de alimentos y bebidas, el rubro
de mayor gasto, el hogar pobre destina para cubrir a sus cinco miembros 6,47
pesos diarios, lo que supone que para alimentos y bebidas una familia bajo la
línea de pobreza dispone de 1,29 pesos por persona y por día.
Para esparcimiento y cultura, el mismo hogar destina 0,13 pesos por miembro por
día, mientras que para transporte y comunicación se dispone de 1,18 pesos
diarios para el conjunto familiar. Esta situación de profunda carencia produce,
entre otros efectos, que el 29,1 por ciento de desempleados del Gran Buenos
Aires integrantes de hogares pobres se sientan limitados en sus chances de
emplearse porque, según refieren en la Encuesta Permanente de Hogares, "no les-alcanza-el-dinero-para-viajar".
CARENCI
AS
COBERTURA DE SALUD |
||
Tipo de cobertura |
Población |
Población (%) |
Con cobertura obra social |
4.700.000 |
35.6 |
Con cobertura mutual o prepaga |
450.000 |
3.4 |
Con obra social y prepaga |
210.000 |
1.6 |
Sólo emergencia |
160.000 |
1.2 |
Sin cobertura (sólo hospital público) |
7.685.000 |
58.2 |
SOCIOAMBIE
Villa de emergencia o asentamiento
|
Población |
Carencia % |
Con calles de tierra sin veredas ni desagües |
4.750.000 |
35.9 |
Con vivienda precaria o muy deteriorada |
1.250.000 |
9.3 |
Sin cloacas |
7.500.000 |
56.9 |
Sin gas natural |
6.800.000 |
51.3 |
Sin agua corriente |
2.450.000 |
18.5 |
Sin alumbrado público |
1.700.000 |
12.9 |
Sin electricidad |
310.000 |
2.3 |
Con hospital público a más de 30 cuadras |
4.100.000 |
31 |
Transporte a 10 cuadras o más |
660.000 |
5 |
Teléfono público a más de 10 cuadras |
1.060.000 |
8 |
Recolección de basura cada tres días o más |
1.780.000 |
13.5 |
Comisaría a más de 30 cuadras |
1.380.000 |
10.5 |
En área inundable |
2.950.000 |
22.3 |
Cerca de un basural |
3.700.000 |
28.3 |
Total bajo la línea de la pobreza |
13.205.000 |
100 |
La persistencia de ocupación de viviendas en la Ciudad de Buenos Aires es uno de los índices del empobrecimiento sufrido en los últimos años, no sólo por la Capital Federal, sino por la mayoría del país. En este sentido, si bien las políticas locales para el tratamiento del problema son imprescindibles, no permiten esperar una solución del mismo.
Según las estadísticas oficiales, unas 150.000 personas viven en casas ocupadas ilegalmente. La ocupación de viviendas ocasiona un serio daño a los propietarios que, en muchos casos, pierden el uso de sus bienes por muchos años. Una parte de los ocupantes son, indudablemente, personas que eligen el camino de la sobrevivencia en base a la apropiación de lo ajeno. También se da el caso de quienes explotan ilegalmente casas que no les pertenecen cobrando alquileres a quienes viven en ellas.
Pero la principal causa de ocupación de viviendas es la imposibilidad de muchas personas de procurarse una vivienda por medios legales.
Por eso mismo, la ocupación de casas es parte de una serie de síntomas de empobrecimiento que se reflejan en la ciudad hacia la cual acuden personas de todo el país en busca de albergue y oportunidades de ingresos. Tal es el caso de la proliferación de puestos de venta irregulares en la vía pública y la virtual invasión de vendedores ambulantes y mendigos en medios de transporte y lugares de esparcimiento. En muchas de estas actividades también se verifica la actividad de explotadores de mayores y menores carenciados.
El mayor mapa de la pobreza:
En La Matanza hay más de 360 mil pobres y no mandan a sus hijos a la escuela por la inseguridad.
La Matanza es un país dentro de una provincia. Las estadísticas dudosas (desde 1991 no se realiza censo) registran 1.246.836 habitantes en un territorio apretado entre la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Desde hace años se sostiene por su valor electoral. Pero ningún gobierno pudo alterar su situación precaria: el 30 por ciento de la población carece de elementos básicos para su subsistencia.
Es el mayor mapa de la pobreza en la provincia de Buenos Aires. Nada de ecología: tiene un registro de 3.847 personas por kilómetro cuadrado. En sus barrios, los pibes aprenden supervivencia antes que la tabla del cuatro. También, los códigos de la violencia callejera. De allí, al delito temprano hay un paso. Todo, a pesar de las 852 escuelas que funcionan en el distrito. La mayoría tiene comedores escolares que suelen tener más demanda que las aulas.
Los psicólogos buscan explicaciones para los ataques a los colegios, el lugar donde deberían estar contenidos los conflictos sociales. "Es un síntoma de desintegración social sobre el que deberíamos estar alertas", es la advertencia. Es cierto que antes existe el hogar. Pero, tampoco hay garantías. El 40 por ciento de los hombres y mujeres con capacidad laboral son desocupados o subempleados. Viven de la ayuda social, con programas oficiales de trabajos precarios o directamente abonados a los planes alimentarios.
Quinientas mil personas todavía no accedieron al servicio de agua potable y 711 mil carecen de cloacas. El 10 por ciento de la población está en riesgo sanitario. Un dato: la mortalidad infantil es del 22 por mil. Un indicador que no se mueve desde hace una década.
Demasiada carga para algunos jóvenes. Algunos deciden que no es posible. Y destruyen. La mayoría todavía resiste. Con mucho esfuerzo todavía creen en otro país, distinto al que les tocó vivir hasta ahora.
LOS COSTOS DE LA POBREZA INFANTIL
Un costado doloroso y alarmante de la situación social que vive nuestro país es el aumento de la pobreza en niños y jóvenes, puesto que en ellos está cifrada, en definitiva, toda esperanza de un futuro mejor.
El diagnóstico trazado sobre datos del INDEC, el Banco Mundial y la ONG "Salvemos a los chicos" muestra un empeoramiento significativo de los índices de pobreza entre los menores de 18 años y un aumento de la misma en la infancia a medida que las condiciones de vida se hacen más duras. También se pronuncia esta tendencia en las regiones del país más afectadas por la depresión económica o la falta de cobertura pública asistencial.
En la Argentina, según este informe, más de la mitad de los menores son pobres y casi la mitad de los pobres, que son alrededor de un 36% de la población, es menor de edad. Esto significa que hay más de 6 millones de menores pobres, que viven en 1,7 millón de hogares sin ingresos suficientes para cubrir las necesidades básicas. La falta de ingresos se complementa con otros datos igualmente impactantes, como las condiciones de hacinamiento crítico, viviendas precarias y sin baños, en la mayoría de los casos.
Todos estos niños y jóvenes deben comenzar a moverse precozmente en la vida adulta y se ven empujados a abandonar los estudios, o deben afrontarlos con desventajas que retrasan o frustran el proceso de aprendizaje y su inserción educativa. Al mismo tiempo, en su mayoría hijos de desocupados o subocupados, ellos salen a buscar algún empleo probablemente de baja calificación y mal remunerado, con lo que inician así de manera temprana una cadena de crecientes dificultades que terminará afectando de manera irreversible sus capacidades y potencialidades.
Este círculo vicioso de la pobreza se continúa con otros problemas que suceden sin previsión: paternidad o maternidad tempranas, mayores conflictos familiares, desatención sanitaria, anulación progresiva de las perspectivas de cambio. Luego, naturalmente, se está en las puertas de sus consecuencias sociales, un incremento de las estrategias de supervivencia en los sectores más vulnerables y un ahondamiento de las fracturas internas entre sectores más y menos protegidos.
No es sencillo medir cuánto le cuesta y le costará al país semejante hipoteca sobre su futuro. Porque resulta claro que, aun logrando mejorar el rumbo de nuestra economía y alentando perspectivas de reactivación, ella tendrá bases muy endebles sin un rescate de esta franja de nuestra población joven sometida, desde el vamos, a desigualdades tan manifiestas.
UN TERCIO DE LAS PERSONAS MAYORES DE 60 AÑOS NO TIENEN JUBILACION
Casi un tercio de los ancianos argentinos no posee jubilación ni pensión, según reveló un informe oficial sobre la situación de la Tercera Edad elaborado por el Ministerio de Desarrollo Social. En términos estadísticos representa el 13,3 por ciento del total de la población.
El trabajo realizado por el ministerio de Desarrollo social analiza tanto las condiciones socioeconómicas de las personas mayores de 60 años como la tendencia en relación con la evolución del sistema previsional y los problemas relacionados con la salud y hasta sus vínculos afectivos, entre otros puntos.
Entre algunos de los datos más significativos, se destaca que pese a los estereotipos y prejuicios relacionados con la tercera edad, la mayoría de las personas mayores "están en buenas condiciones físicas y psíquicas".
Uno de los aspectos más preocupante que se desprende del informe revela que los ancianos pobres son menos pobres que los adultos y los jóvenes. Esta tendencia que se remarca con la prolongada baja de aportes patronales de la actual población económicamente activa, podría derivar en que, en el futuro, los problemas de cobertura sean muy serios.
El informe fue elaborado sobre la base de los datos estadísticos recabados por la Encuesta Permanente de Hogares y la Encuesta de Desarrollo Social, además de otros estudios oficiales. De ese grupo, además hay casi 500.000 mayores de 70 años que tampoco cuentan con cobertura previsional alguna, de las cuales, la gran mayoría son mujeres.
Conclusión
Como pude ver la pobreza afecta cada vez con más fuerza a la población mundial, especialmente a los países subdesarrollados, aunque los de mayor poderío económico también la sufren.
Los habitantes de los países que viven en la pobreza tienen una mayor probabilidad de contraer enfermedades tales como el SIDA, desnutrición, malaria, etc. Debido a la una mala asistencia medica y educación.
En la Argentina también existe la pobreza y aumenta día a día con una rapidez notable.
Debido a la gran desocupación, entre otros factores, constantemente crece el numero de familias que viven sin satisfacer sus necesidades básicas. Estas son en su gran mayoría numerosas por, entre otros motivos, la falta de información que poseen; al no poder subsistir ya desde muy chicos los hijos se dedican a recolectar dinero, comida, o cualquier otra cosa que les sea útil. De esta manera se les hace muy difícil poder terminar los estudios y por lo general los abandonan.
Entonces cuando van en busca de algún trabajo saludable se les hace muy difícil, casi imposible conseguirlo.
Otros que viven bajo la pobreza en la Argentina son muchas de las personas mayores, que no poseen jubilación. Pero muchos de los que tienen jubilación también son "pobres" porque la jubilación es escasa y no les alcanza para satisfacer sus necesidades.
Conclusión Final
Muchas de las personas que viven en la pobreza son discriminadas. No tienen los derechos que se bebieran merecer por su sola condición de ser humano.
Las personas con bajos recursos económicos son marginadas y muchas no viven en las condiciones que toda persona se merece.
Como por ejemplo: derecho a un trabajo digno, una buena educación, buena asistencia médica, a una vivienda y a muchos otros.
Hay muchas personas que ni siquiera tienen una vivienda, algo indispensable, y tienen que vivir a la intemperie, en plazas, estaciones ferroviarias.
Otras en cambio tienen la oportunidad de tener una casa pero cuando buscan algún trabajo digno son rechazados por vivir en alguna villa.
Aunque parezca mentira en algunos de los países africanos todavía existe la comercialización de esclavos, en su gran mayoría niños, que son separados de sus padres (que ya no pueden mantenerlos) ofreciéndoles un mejor futuro, pero en realidad los someten a todo tipo de trabajos, pagándole, muchas veces, solo con un plato de comida.
Estos chicos no tienen ningún tipo de derecho y al que se llegue a resistir lo matan.
Bibliografía
• Martha de Gallo, Gabriela de Klein - filosofía - A-Z editora
• Revista Nuestra
• Enciclopedia Temática Visor
• Diarios: Clarín, El Diario, UNO
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