Mientras en Argentina dos grupos económicos se
pelean entre sí por tratar de imponer que la economía se pesifique o se
dolarice, en otro lugar, ya se tomaron decisiones por los argentinos. Hace
mucho tiempo atrás, integrantes de un grupo de poderosos líderes políticos
mundiales, influenciados por una peligrosa religión, ya decidieron cual será
el futuro, no solamente de los argentinos, sino de todo el mundo. Para ello,
existe un plan que tiene como objetivo la implementación de un gobierno
mundial en un futuro no muy lejano. Es una información en la que pocos medios
de comunicación han puesto sus ojos. Podríamos decir que casi ninguno. Pero
sus implicancias son tan notables, que Europa misma ha caído bajo sus garras.
Existe material interesante para la investigación al respecto. Pero sugerimos
no dejar de consultar el libro titulado: Rumbo a la ocupación mundial,
escrito por Gary H. Kah, publicado por Editorial Unilit en 1996.
La masonería
La masonería es una organización ocultista, cuyos alcances van mucho más allá
de lo que el común de la gente pueda imaginar. Está diseñada para ser la
escuela de entrenamiento de los ocultistas avanzados, que luego, de manera
directa o indirecta, influyen sobre las decisiones de los políticos mundiales.
En sus ceremonias religiosas, la masonería esconde lo que ellos suponen, es
el poder de las fuerzas conectadas al crecimiento y vida de los reinos de la
naturaleza. Sus activos miembros ascienden a posiciones superiores en la
organización por medio de una escala de valores regida por grados. Uno de los
mayores niveles de crecimiento es el trigésimo tercer grado. Y solamente los
que alcanzan altos grados conocen las verdaderas metas de esta organización,
que ante los ingenuos aparece como algo bueno de imitar.
Además, es una organización anticristiana y peligrosa, que no tiene mayores
reparos en reconocer en sus escritos, que su doctrina está inspirada por
Lucifer, el principal enemigo de Dios. Pero sin embargo sus miembros no
revelan lo que saben, porque están sometidos a un juramento de no hablar.
También es cierto que la mayoría de ellos, por no haber llegado a los niveles
donde se les revela el verdadero propósito de la organización, piensan que
forman parte de una sociedad inocente, noble y virtuosa. Para ellos,
participar, es como agregar méritos a sus legajos personales y les facilita
la posibilidad de un ascenso social más rápido en el medio ambiente donde se
manejan.
Etica y dogmas, es el nombre de uno de sus principales libros. Fue escrito por
Albert Pike y es recomendado por ellos mismos para todos aquellos que quieran
conocer las profundidades de la masonería. En la página 32 de dicho libro, en
alusión a las supuestas cualidades de su inspirador, dice: "¡Lucifer, el
Portador de luz!...¡Lucifer, el Hijo de la Mañana! ¿No es él quien porta la
luz?...¡No lo dudes!.
El dogma teológico de la francmasonería fue explicado en "Instrucciones",
enviado por Albert Pike el 14 de Julio de 1889 a los veintitrés Concilios
Supremos del mundo. Allí, Pike señala que la verdadera y pura religión es la
creencia en Lucifer, quién está luchando a favor de la humanidad contra el
Dios del cristianismo, quién -según su propio criterio- representa a las
tinieblas y el mal. Desde el punto de vista del cristianismo, en su
totalidad, estas doctrinas son una herejía. Albert Pike no solamente pone la
verdad al revés, sino que se engaña a sí mismo y hace lo propio con sus
lectores.
Como repercute
Por efecto cascada, es decir por adhesiones realizadas boca a boca durante
muchos años, se han formado distintas organizaciones mundiales cuyos
principales miembros -en su mayoría- responden a la doctrina masónica. Algo
de esto ocurre con la Reserva Federal creada en 1913, y que contrariamente a
la opinión popular, no es una institución gubernamental, sino una compañía
privada cuyos dueños son los accionistas.
Según el boletín financiero norteamericano "The Reaper", su editor R.E.
McMaster por medio de contactos en Suiza y Arabia Saudita, pudo determinar
que serían ocho los mayores accionistas: el Banco Rothschild de Londres y
Berlín; el Banco Lazard Brother de París; el Banco Israel Moses Seif de
Italia; el Banco Warburg de Hamburgo y Amsterdam; el Banco Lehman Brothers de
Nueva York; el Banco Kuhn, Loeb de Nueva York, El Banco Chase Manhattan de
Nueva York; y el Banco Goldman, Sachs de Nueva York. Estos intereses serían
dueños del Sistema de la Reserva Federal representados por un grupo de
numerosos accionistas que se conocen mutuamente y en algunos casos son
parientes entre sí.
Según la misma fuente, los principales accionistas del Banco Rothschild de
Londres y Berlín, son los integrantes de una familia que lleva el mismo
nombre. Poderosa familia, que desde Londres, y al servicio de la masonería,
dominó financieramente a Europa; y que posteriormente extendió su dominio a
Norteamérica por medio de sus discípulos: algunos miembros de la dinastía
Rockefeller. Estos, a su vez, serían accionistas en los EE.UU. de los bancos
Chase Manthattan y Citibank. Como es de suponer y de ser el informe real, el
poderío económico de estas dos familias, hace que sus opiniones sean
decisivas dentro de la Reserva Federal.
El Club de Roma
Siempre por el efecto cascada y como eslabón importante de una cadena
diseñada para lograr un nuevo orden mundial influenciado por los masones, se
formó en el año 1968 el Club de Roma. Sus integrantes afirman tener las
soluciones para la paz mundial y la prosperidad. Al Club de Roma se le ha
encomendado el trabajo de controlar la división en regiones y la unión del mundo
entero bajo las órdenes de un solo gobierno mundial a concretarse en no
muchos años.
En ese contexto, el Club dio a conocer confidencialmente el 17 de septiembre
de 1973, lo que llamaron el Modelo adaptado por regiones del sistema de
gobierno mundial. Dividieron el mundo en diez regiones políticas-económicas
que no obedecen a los límites territoriales de los países. La idea es hacerle
pensar a los habitantes del mundo que los gobiernos actuales ya no sirven, y
que la verdadera solución para el bienestar de la humanidad pasaría por
construir un nuevo orden mundial, bajo el mando de un solo y poderoso
gobierno universal.
En lo que podríamos identificar como un adelanto del pretendido nuevo orden
mundial, una de esas regiones en la que han dividido el mundo es la conocida
como la número 2. Y si bien es cierto que solamente podría ser producto de
una casualidad, lo asombroso es que la región número 2 coincide totalmente
con los límites actuales de la Comunidad Europea. Que incluso, cumple con
otro de los requisitos para el plan: la unificación de la moneda. Parecería
que el Euro, la única moneda en circulación en Europa, sería el principio de
un cambio más rápido para el resto del planeta.
Argentina
Estas ideas regionalizadoras no son nuevas para Argentina. Ya que hace
algunos años se está ensayando con el Mercosur, pero sin embargo no es ésa la
zona que le correspondería al país en el plan del Club de Roma. Es una región
mucho más amplia. Comienza con el límite norte de México, incluye a Cuba, y
termina al sur en Tierra del Fuego. Esta región es la conocida como la número
6. De manera tal que, teniendo en cuenta lo ocurrido con la unificación
definitiva de la Comunidad Europea, podemos afirmar que ya se perciben los
movimientos definitivos en esa dirección. Europa ya está unida y parece ser
solo el comienzo de lo que viene.
Por lo tanto, es muy difícil determinar cual será el futuro cercano de los
argentinos en el marco de semejantes modificaciones. Lo que sí podríamos
afirmar, es que la actual política populista del presidente Eduardo Duhalde,
no coincide para nada con lo proyectado en el ámbito de las decisiones
mundiales. Y si bien es cierto que siempre habrá discrepancias naturales
contra este plan de la unificación mundial, también es cierto que nada se
podrá hacer para impedirlo. Y si todavía no se hizo, es porque solamente no
ha llegado la hora.
Una cuidadosa recorrida por las páginas de las Sagradas Escrituras, demuestra
que este plan coincide exactamente con las predicciones bíblicas. Su
cumplimiento solo es cuestión de tiempo.
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