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CINCO FAMILIAS
Los atajacaminos pertenecen al arden de los caprimulgiformes. Este grupo está compuesto por cinco familias de aves nocturnas:
- Esteatornítidos (con una única especie: el guácharo)
- Podárgidos (los podargos)
- Egotélidos (los egoteles)
- Nictíbidos (los urutaus)
- Caprimúlgidos (los atajacaminos)
MIEMBRO INUSUAL
Todos los Caprimúlgidos son aves de hábitos nocturnos y comen principalmente insectos, menos el guácharo (que se alimenta de frutos).
Además es la única ave conocida que tiene un sistema de radar como los murciélagos, que le resulta muy útil, ya que vuela en la oscuridad absoluta. El guácharo (que solamente habita en el Norte de Sudamérica) es tan raro que fue clasificado en una familia para él solo.
OTROS MUY RAROS
Otros miembros muy extraños entre los caprimulgiformes, son los podargos. Estos viven en el sudeste asiático y en Oceanía, y se alimentan de insectos. Algunos ni siquiera se molestan en capturarlos; simplemente se quedan inmóviles en una rama, con la boca abierta, esperando que los insectos lleguen y se dejen comer. Los egoteles (de Australia, Tasmania y Nueva Guinea) también se conocen con el nombre de chotacabras-buho, porque miran hacia delante como las lechuzas.
LLORA, LLORA URUTAU
Al anochecer en las selvas tropicales de América, puede escucharse un canto melancólico y áspero. Es el urutaú, cuya voz lastimera y misteriosa dio origen a numerosas leyendas.
Es muy difícil de ver, porque su plumaje lo disimula notablemente en los troncos y ramas de los árboles. Además de su coloración mimética (que le permite imitar a la perfección el medio donde vive), el urutaú permanece inmóvil durante todo el día y semeja el tronco que lo sostiene.
VER CON LOS OJOS CERRADOS
Hay solamente cinco especies de urutaús. Todas tienen una coloración mimética y ojos muy grandes. Se alimenta de insectos de gran tamaño (como escarabajos y, mariposas nocturnas) que atrapan en vuelo durante la noche. Nunca se posan en el suelo, sino que permanecen erguidos, posados en las ramas, con el pico apuntando hacia el cielo. Si permanecieran quietos con sus grandes ojos amarillos abiertos, sería muy fácil descubrirlos.
PICO CHICO Y BOCA GRANDE
Los atajacaminos son aves particularmente interesantes y poco conocidas. Existen casi 70 especies en el mundo, 13 de las cuales habitan en la Argentina. Tienen un pico muy pequeño, rodeado de vibrisas (parecen bigotes) largas y rígidas, y una boca muy grande. Se cree que las vibrisas funcionan como órganos táctiles.
PEINAR CON EL DEDO
Los atajacaminos son aves solitarias que descansan de día. Muchos se posan en los caminos. Sus ojos muy grandes, brillan en la oscuridad cuando se los ilumina (como los de los gatos). Sus patas son pequeñas y cortas, y una de sus uñas termina en un peinecito. Algunos científicos piensan que les sirve para peinar las vibrisas que tienen alrededor del pico, y otros creen que lo usan para arreglarse las plumas.
VOCES DIFERENTES
En el plumaje predominan los colores pardos, grisáceos y negros, algunos con marcas blancas muy contrastantes, solo pueden verse cuando vuelan. Aunque los diseños y los colores de las distintas especies son muy similares, las voces son muy diferentes los investigadores pueden reconocer a cada especie por su vocalización. Como son muy territoriales, contestan a la repetición grabada de su propia voz (playback), porque creen que es un intruso que llega a su territorio. Pero los científicos que los estudian prefieren no abusar del playback, porque los animales se ponen muy nerviosos.
DORMIR COMO UN OSO
Hasta hace poco se pensaba que no existían aves hibernantes (o sea que entran en un estado de letargo, bajan la temperatura de su cuerpo y los latidos de su corazón). Pero los indígenas norteamericanos llamaban a un atajacaminos dormilón, porque sabían que dormían durante el invierno.
Después los científicos descubrieron que la especie hiberna durante casi 100 días y que dormido aparenta estar muerto.
DE LEYENDAS Y NOMBRES
En algunos lugares a los atajacaminos se los llama chotacabras, este nombre proviene de la antigua creencia de que estas cabras chupaban la leche de las ubres de las cabras domésticas. En inglés se los denomina nightbawks (halcones nocturnos) o nightjars (que podría traducirse como agitanoches). También se los conoce como añaperos, porque según se cree, la voz de algunas especies la voz de algunas especies parece aludir a algunas especies parece aludir a una bebida alcohólica, hechas con vainas de algarrobo, llamada añapa.
La denominación atajacaminos puede ser la traducción del nombre quechua de estas aves: ñaan-arcaj; o de la leyenda que cuenta sobre un gaucho que asaltaba en los caminos, y que fue transformado en una de estas aves.
Recopilación: Sergio D. Lana
e-mail: lanasd@topmail.com.ar
Fuente: Revista A-Z Diez
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