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Elaborado por: RCP Webs - Red Científica Peruana - INTERNET PERU
Patrimonio cultural de la humanidad
Cómo permanecieron a través de los siglos
Los nascas: ¿seres superiores?
"Líneas de Nasca" en vías de desaparición
María Reiche y su incansable labor
Muchos siglos antes del surgimiento del Imperio Inca en nuestro continente, fue construido en este Perú milenario un monumento único en su género: las "líneas de Nasca". ¿Cuál era el motivo de su mensaje a las generaciones venideras?
Descubiertas en 1939 por el científico estadounidense Paul Kosok, estas fabulosas líneas que permanecían en el anonimato, despertaron posteriormente el interés de una gran investigadora: la doctora María Reiche . Ella nos explica cómo estas líneas eran usadas por los antiguos astrónomos peruanos tal como si fuesen un gigantesco calendario solar y lunar, cobijado en la arena y en las borrosas leyendas y mitos de los lugareños.
Las imponentes y enigmáticas "Líneas de Nasca" son uno de los más importantes legados de las antiguas culturas pre-incas peruanas: fuente de conocimiento y registro asombroso de los fenómenos celestes.
Sin embargo, se tejen alrededor de estos geoglifos muchos misterios todavía no resueltos. Los estudiosos han sugerido diversas hipótesis sobre sus orígenes, tal como el científico alemán Von Daniken, en su libro La Respuesta de los Dioses, que afirma se tratarían de señales y pistas de aterrizaje para naves extraterrestres.
Pero es María Reiche, quien las define como el extraño testimonio y legado de las antiguas culturas peruanas: "Las líneas de las Pampas de Nasca son nada menos que una historia documental de la ciencia y de los hombres de ciencia del Perú prehispánico. En ella se encuentra registrada una tradición científica en donde los antiguos peruanos desarrollaron un abecedario para anotar los más importantes acontecimientos astronómicos de aquellos días. Las Pampas de Nasca son las páginas de un libro escrito con este extraño alfabeto".
En 1927, el arqueólogo Mejía Xespe -discípulo de Julio C. Tello, el Padre de la Arqueología Peruana- es informado acerca de la presencia de unos misteriosos geoglifos o líneas o trazos sobre el suelo en la costa peruana. En aquellos días, se iniciaban los estudios arqueológicos y no se dio mayor importancia a estas sugerentes líneas en las Pampas de Nasca. Debemos entender que para la ciencia de ese entonces su atractivo era menor frente a otros lugares arqueológicos, trátense de las fascinantes culturas pre-incas como Chavín, en el departamento de Ancash, Chan-Chan en Trujillo, y, por supuesto, el majestuoso Machu Picchu en el Cusco.
Pero fue ese mismo año, 1927, que llegó al Perú otro investigador, el doctor Paul Kosok, quien se mostró muy atraído por estas expresiones culturales pre colombinas, cuando en uno de sus primeros recorridos por el sur del país, al detenerse en lo alto de una meseta, pudo observar extensas líneas multiformes en ambos lados de la carretera, cerca de las montañas.
Más allá de una simple curiosidad, Kosok limpió en forma uniforme los trazos, observando cómo aparecían -cuidadosamente sobre el piso- diversas figuras geométricas: triángulos, rectángulos, cuadrángulos, etc. Las líneas se orientaban hacia múltiples direcciones y extensiones, asemejando algunos finos caminos y veredas y otras anchas y amplias pistas.
Grande fue su asombro cuando Kosok, el mismo día del descubrimiento, al proyectar en trazos en su tablero aquellos supuestos caminos, pudo ver que uno de los dibujos adquiría la forma inconfundible de un pájaro en pleno vuelo. Pero ¿había encontrado la llave del enigma? Kosok entendió que -ante sí- se hallaba silenciosamente esparcido en estos dibujos lo que podía constituir el Libro de Astronomía más Grande del Mundo.
Estudios posteriores demostraron que los nascas construyeron estas líneas con el objeto de marcar diversas fechas del calendario astronómico, sea la llegada del invierno, sea del verano, y otros sucesos relacionados con sus actividades productivas.
En 1946, Kosok regresó a su país no sin antes sugerir a María Reiche, quien le había asistido en las investigaciones, el continuar con el estudio de los dibujos que él había empezado a descifrar. María dedicaría su vida a esa labor.
La ciudad de Nasca fundada en 1595 por orden del Virrey García Hurtado de Mendoza, fue sede de la prehispánica cultura Nasca, una de las más notables del Antiguo Perú. Hoy el colorido y la perfección de sus ceramios son motivo de admiración en el mundo.
Entre los principales atractivos de esta ciudad costera figuran, además, unas antiguas construcciones llamadas "Los Paredones", compuestos de habitaciones, terrazas y patios con base de piedra y adobe; el Telar de Cantalloc, geoglifo de grandes dimensiones conocido como el "Complejo Textil", por su representación de instrumentos como la aguja y varios espirales que podrían ser ovillos de hilo.
Las Pampas de Nasca:
En casi 50 kilómetros de longitud y 15 de ancho, están ubicados los dibujos y figuras conocidos como las "líneas de Nasca", consideradas por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Las líneas abarcan hasta cuatro pampas: Palpa, Ingenio, Nasca y Socos, localizadas entre los kilómetros 419 y 465 de la carretera Panamericana Sur.
El suelo de esta región, una de las más secas del mundo, es de color marrón -según María Reiche- y bajo una primera capa se encuentra otra de color amarillo. Esa es la razón porque una pisada deja una perdurable mancha blanca, que se fijará para siempre. Las figuras se hallan en un desierto, donde el suelo no es sólo arena sino que está cubierto de piedras de color verdusco. Sus enormes dimensiones y la exactitud de su hechura sugieren ser comparadas por los expertos con las pirámides de Egipto.
Es el lugar un gran tablero de dibujo, con líneas rectas anchas y angostas de diversas longitudes, atravesado por grandes cuadriláteros como si fuera una gran red. Pero su complejidad de líneas sólo puede ser apreciada desde el aire a una altura de 1500 pies. Recién desde allí pueden verse con claridad unos hermosos diseños, que en su mayoría representan grandes figuras de animales.
Los arqueólogos que han estudiado las Pampas de Nasca acreditan los dibujos a las culturas Nasca y Paracas, entre los siglos 300 a.C y 900 d.C. Se cree, además, que su construcción debe haberse extendido sobre un período largo por el extraordinario número de dibujos. Su perfecta proporción y enorme tamaño destacan la armonía y el equilibrio geométrico sobre todo en las figuras de animales.
"Es de suponerse que si los autores no podían volar, sólo en la imaginación podían percibir el aspecto de sus obras y deben haberlas planeado y dibujado de antemano en una menor escala" -opina la doctora Reiche.
Afirma ella también que la astronomía fue muy bien desarrollada y cultivada por los antiguos peruanos, alcanzando un alto nivel científico en la costa peruana. Sólo así se explica la perfección de estos geoglifos que constituyen un gran calendario astronómico. Mas aún el plasmar y proyectar una escala tras otra necesitan de una mente capaz de formar complejos conceptos abstractos y excelente facultad de razonamiento.
Cómo permanecieron a través de los siglos
Es difícil explicarse como perduran hasta hoy intactas las "líneas de Nasca", subsistiendo a los embates del tiempo y la naturaleza: terremotos, cambios de clima, vientos y lluvias.
María Reiche nos comenta este milagro, pues las líneas son ligeras hendiduras en el suelo. Una posible explicación puede estar en el clima del lugar "se puede decir que por cada dos años llueve media hora", explica la científica.
Este asombroso fenómeno radica en que el movimiento del aire disminuye a pocos centímetros del suelo, debido al color oscuro de las piedras de la superficie, las cuales se asemejan a un cojín de aire caliente que protege a los geoglifos de los fuertes vientos.
Otro elemento que impide el cambio de la superficie es el yeso que contiene el suelo, que al contacto con el rocío hace que las piedras queden ligeramente pegadas a su base.
Es difícil explicarse como perduran hasta hoy intactas las "líneas de Nasca", subsistiendo a los embates del tiempo y la naturaleza: terremotos, cambios de clima, vientos y lluvias.
María Reiche nos comenta este milagro, pues las líneas son ligeras hendiduras en el suelo. Una posible explicación puede estar en el clima del lugar "se puede decir que por cada dos años llueve media hora", explica la científica.
Este asombroso fenómeno radica en que el movimiento del aire disminuye a pocos centímetros del suelo, debido al color oscuro de las piedras de la superficie, las cuales se asemejan a un cojín de aire caliente que protege a los geoglifos de los fuertes vientos.
Otro elemento que impide el cambio de la superficie es el yeso que contiene el suelo, que al contacto con el rocío hace que las piedras queden ligeramente pegadas a su base.
Según María Reiche suman más de treinta los geoglifos hasta hoy encontrados en las Pampas de Nasca. Se trata de animales marinos y terrestres, figuras geométricas y humanas.
Los dibujos son menores en cantidad comparados con los diseños geométricos que consisten en cientos y cientos de líneas, triángulos y cuadrángulos que ocupan grandes extensiones de terreno. Su técnica de construcción fue cuidadosa mediante la que los topógrafos del pasado llevaron las líneas a cerros y barrancos sin desviarse de su dirección original.
"La profundidad de las líneas nunca excede 30 cm y algunas son simples rasguños en la superficie, pero, aún así, pueden ser reconocidas cuando el sol está bajo y el relieve se acentúa", explica la Dra. Reiche.
Entre los geoglifos de mayor tamaño están un pájaro de casi 300 m, un lagarto de 180 m, un pelícano de 135 m, un cóndor de 135 m, un mono de 135 m y una araña de 42 metros. Estas dimensiones son motivo de admiración. Reiche comenta que "hay un ave tan grande que uno puede colocarse en la punta de una de sus alas y no se puede ver ni la cabeza, ni la otra ala, sólo es posible percibir unas pocas líneas sobre el suelo, se tendría que sobrevolar el área para poder apreciarla en su conjunto". Por el contrario, la figura más pequeña encontrada hasta el momento es un espiral que tiene un diámetro de 3 metros. Casi la mitad de las figuras están constituidas por espirales y diseños concéntricos de varios tamaños.
Entre los diseños de los animales que se perciben en Nasca figuran: una ballena, un perro con patas y cola largas, dos llamas, diversas aves como la garza, la grulla, el pelícano, la gaviota, el famoso colibrí y el loro. En la categoría de reptiles, un lagarto, que fue cortado al construirse la Panamericana Sur, una iguana y una serpiente. Por otro lado se encuentran las imponentes figuras del mono, la araña y el caracol, entre otros.
Reiche describe así algunas de las principales figuras:
§ El Pájaro Fragata: La cabeza de este gigantesco pájaro está hecha de segmentos de círculos cuyos radios varían entre 10 y 20 centímetros La figura es estilizada ya que de perfil dos círculos de igual diámetro podrían representar sus dos ojos.
§ El Lagarto: Mide 188 m de largo. Sus patas traseras fueron borradas con la construcción de la Panamericana, que dividió la figura en dos.
§ El Mono: Famosa figura que mide aproximadamente 135 m y muestra al animal con solo nueve dedos y una cola en forma de espiral. Esta es una de las figuras más relevantes y se cree que representa a la Osa Mayor.
§ La Araña: Figura de 46 m de largo que se ubica entre una red de líneas rectas y es parte del borde de un enorme trapezoide.
§ El Colibrí: Es otro de los geoglifos más famosos por su armoniosa proporción. La distancia entre los extremos de sus dos alas es de 66 metros.
§ El Pájaro Gigante: Esta figura, elaborada al lado de un trapezoide, muestra un gran pájaro con cuello de culebra cuyo pico señala al sol naciente. Esta gigantesca ave tiene una longitud total de 300 m y una anchura de 54 metros Es considerado por los científicos estudiosos de las pampas como el "Anunciador del Inti Raymi" (fiesta incaica de adoración al sol), pues si en las mañanas del 20 al 23 de junio nos situáramos en la cabeza y siguiéramos con la vista la dirección de su enorme pico, podríamos observar la salida del sol, exactamente en el punto señalado por esta dirección.
Diversas tesis se han tejido sobre el origen de las Líneas de Nasca. La más factible es la de María Reiche, quien las ha estudiado por más de cuatro décadas, y afirma que se trata de un calendario astronómico.
Posteriormente, el alemán Von Daniken lanzaría la tesis de que las líneas son pistas de aterrizaje para naves extraterrestres.
A partir de esta última afirmación, han surgido otras ideas. Algunos estudiosos, recogiendo lo extraño y complejo de las figuras -como aquella en que se percibe la figura de un hombre que parece ser un astronauta- se formularon diversas interrogantes: ¿Cómo es posible que en esos tiempos los nascas pudieran haber dibujado un astronauta? Para la Dra. Reiche esta figura representa al "hombre lechuza", uno de los motivos de la cerámica Nasca.
Otras interrogantes han surgido al tratar de explicar la forma en que los antiguos hombres peruanos pudieron construir estas gigantescas figuras sin poder verlas en su total magnitud, pues se necesitaría sobrevolar el terreno para conseguir la perfección en su hechura.
Los investigadores suponen que debió ser ardua la labor de lograr bordes rectos, orientarlos en las direcciones y darles la longitud proyectada.
Diversas publicaciones han pretendido afirmar que los constructores de las líneas descubiertas por el Dr. Kosok fueron seres extraterrestres.
Los nascas: ¿seres superiores?
Hace dos milenios los antiguos nascas realizaban ceremonias mágico-religiosas para el inicio del año, el verano, el invierno, etc. Sobre todo esto ya se ha escrito.
Pero si reflexionamos sobre los tiempos actuales en que el hombre ha alcanzado el espacio y desde allí estudiar nuestro planeta: hace no menos de dos mil años los antiguos nascas habían construido en las pampas un "centro espacial" para desde ahí estudiar el cosmos -explica la Dra. Reiche.
Las "líneas de Nasca" son el testimonio gráfico de la forma como aquellos "seres superiores" dominaron la relación entre los fenómenos celestes y nuestro planeta.
Al empezar sus investigaciones, Kosok describió este lugar como "una enorme pizarra donde gigantescas manos habían trazado nítidos y exactos dibujos geométricos". Hoy los famosos dibujos de Nasca se están destruyendo en forma acelerada.
"Lo que ha podido conservarse por tantos siglos ahora está en peligro de borrarse. Las pampas son cruzadas por camiones que muelen la tierra compacta hasta convertirse en fino polvo que se levanta en altas columnas blancas producidas por los ventarrones, destruyéndose así el fondo sobre el que los dibujos pueden distinguirse", denuncia María Reiche.
De continuar este trajín, en poco tiempo no quedará nada de este valioso legado que dejaron los antepasados peruanos. Es sumamente urgente tomar medidas inmediatas para evitar su destrucción y ayudar a su conservación -afirma María Reiche.
Hace dos milenios los antiguos nascas realizaban ceremonias mágico-religiosas para el inicio del año, el verano, el invierno, etc. Sobre todo esto ya se ha escrito.
Pero si reflexionamos sobre los tiempos actuales en que el hombre ha alcanzado el espacio y desde allí estudiar nuestro planeta: hace no menos de dos mil años los antiguos nascas habían construido en las pampas un "centro espacial" para desde ahí estudiar el cosmos -explica la Dra. Reiche.
Las "líneas de Nasca" son el testimonio gráfico de la forma como aquellos "seres superiores" dominaron la relación entre los fenómenos celestes y nuestro planeta.
María Reiche llegó al Perú en 1932. Se instaló en el Cusco, donde la esperaba la familia Tabel, que la contrataría como educadora de sus hijos. En el camino María quedó impresionada con la belleza de los paisajes andinos; no había visto jamás algo parecido y lo tomó como un primer regalo que le hacía este país.
Durante el tiempo que estuvo en el Cusco compartió su trabajo de educadora con la visita a distintos parajes andinos, que disfrutaba de sobremanera.
Después de dos años de su llegada al Perú, María decidió establecerse en Lima, donde puso un aviso en el periódico ofreciendo sus servicios como profesora de alemán. La primera en solicitar este servicio fue una dama inglesa llamada Amy Meredith, quien era dueña de un importante salón de té limeño, a donde acudían importantes personalidades de la intelectualidad y sociedad peruana.
En ese lugar, María conoció al doctor Paul Kosok, quien enlazaría su futuro con las Líneas de Nasca para siempre. Kosok la contrató absorbiendo toda su energía investigadora desarrollada a lo largo de su trabajo con Julio C. Tello. A partir de ese momento María se trasladó a Nasca a cumplir su misión, una actividad a la que dedicaría toda su vida.
Entregada a sus investigaciones, descubriendo nuevos dibujos y tratando de encontrar un patrón de medida, María publica su libro "El Misterio de las Pampas", el cual tuvo mucho éxito y le permitió editar una versión en inglés.
María Reiche ha dedicado casi toda su vida al estudio, conservación y preservación de las líneas, maravillada con la perfección y exactitud de este histórico documento. "Tengo definida mi vida hasta el último minuto de mi existencia: Será para Nasca. El tiempo será poco para estudiar la maravilla que encierran las pampas, allí moriré" -confesó María.
María estaba sola en su lucha por preservar tan grandioso documento cultural. Los turistas atraídos por el enigma que representan las "líneas de Nasca", comenzaron a ingresar a las pampas, y a deteriorarlas. Sin embargo, en 1970, el Instituto Nacional de Cultura declaró las Pampas de Nasca como zona protegida.
María Reiche ha sido merecedora de numerosas condecoraciones. A finales de los setenta, el gobierno peruano le concedió la Orden al Mérito por Servicios Distinguidos y, en 1993, la tan ansiada ciudadanía peruana, entre muchos otros reconocimientos.
En 1993 a sus 90 años, presa ya de la ceguera y la enfermedad de Parkinson que padece, publicó su libro "Contribuciones a la Geometría y la Astronomía en el Perú Antiguo" que recoge 40 años de artículos y manuscritos de sus investigaciones. Hoy a sus 94 años, aún está preocupada por lo que suceda con las pampas.
El trabajo de esta admirable "Dama del Desierto" no está todavía concluido. El cuidado y la conservación de este tesoro peruano es el mejor homenaje a su incansable y brillante labor.
Las "líneas de Nasca" no son sólo nuestras, pertenecen a la humanidad, debemos preservar ese invaluable legado de nuestros antepasados.
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