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Damiani à Salud y Enfermedad.
Cada sociedad tiene su definición de SALUD y ENFERMEDAD, esta no es estática sino que se modifica.
La enfermedad mental hoy ocupa un lugar dentro del panorama medico, social y psicológico. Aunque todavía no es bien visto en la sociedad.
¿Qué es la SALUD MENTAL y la ENFERMEDAD MENTAL? Cualquiera de estas se podría encuadrar en dos criterios:
From considera que existen dos maneras de concebir la anormalidad: *Si el individuo puede cumplir un papel social dentro de el. * Si puede alcanzar a felicidad.
El hecho de que la mayoría de las personas tengan las mismas características no hace que sean personas equilibradas.
SALUD MENTAL à Consiste en el desarrollo optimo de : las actitudes físicas, intelectuales y emocionales.
La SALUD MENTAL es:
1) El adulto con buena salud mental trabaja para el mejoramiento del ser humano
2) Se sentirá elemento constitutivo del grupo al que pertenece.
3) Tendrá conocimiento de su relación con el universo y la realidad
4) Conocerá sus limitaciones
5) Su personalidad estará integrada como totalidad
6) Enfrentara los problemas con sentido real y construido
7) Piensa que lo mejor esta por venir.
En tanto el hombre actué y evoluciones en un marco social, cualquiera definición de SALUD MENTAL puede referirse a un marco social y periodo histórico.
Foucalut: encuentra en el medio social en que el hombre se desenvuelve el basamento real de la ENFERMEDAD MENTAL. Existen condiciones sociales, históricas y psicológicas. Hay ENFERMEDAD MENTAL cuando el individuo no puede gobernar las contradicciones de su medio.
Categorías diagnosticas: -Esquizofrenia: consecuencia del orden social, donde el futuro enfermo es victima de un conflicto del grupo primario. La locura no esta en una persona, sino en un sistema de relaciones del cual forma parte. -Psicopatía: el termino esta mal usado, se trata de considerar todas las personas de actividad inusual.
Conrad à Sobre la medicación de la anormalidad y el control social:
Se buscan soluciones medicas para los problemas de comportamiento y anormalidad
Medicalizacion de la anormalidad y control medico social, esto predomina en forma creciente en la sociedad moderna e industrial.
En nuestra sociedad los que ejercen la medicina y el tratamiento medico, suelen verse como forma de curar a los enfermos y dar consuelo a los afligidos.
Se utiliza la intervención medica como forma de control social, ya que pretende limitar, regular, aislar, eliminar el comportamiento anormal socialmente definido.
Construcción mental de la Enfermedad:
¿Qué son los Morbos y la Enfermedad?
Sentido común ve:
Al morbo como algo que existe ahí afuera, a parte del cuerpo humano, que puede entrar en el cuerpo y causar daño. Partes e ideas de virus, gérmenes. Es un proceso destructivo especifico en in organismo con causas y síntomas especificas.
Enfermedad como la condición de estar afectado por el morbo.
Concepto positivista:
Enfermedad, se parece al concepto de sentido común. Es la presencia de morbos en un organismo impidiendo el funcionamiento de los órganos fisiológicos.
Los positivistas al ocuparse de los estados orgánicos objetivos, delimitan su concepción de Morbo y Enfermedad menta no concuerdan con la definición.
Otros: ven que la Enfermedad y el Morbo son entidades separadas y pueden analizarse por separado. -Morbo como estado fisiológico. -Enfermedad como estado social causado por el Morbo. -el Patólogo examina el morbo y el Medico ve los síntomas y signos de la enfermedad que produce el morbo.
Esto permite que haya Enfermedad sin Morbo y Morbo sin Enfermedad.
Posición relativista: en contraste con los positivistas.
Según esta posición una entidad es un Morbo o una Enfermedad solo si es reconocida y definida por la cultura. Ve al Morbo y a la Enfermedad como construcciones humanas.
Como son juicios sociales la enfermedad es un juicio negativo. Una entidad que se la etiqueta como enfermedad es morbo es indeseable.
Una Aberración Biológica no es necesaria ni suficiente para que sea considerada como Enfermedad.
Enfermedad: construcción social basada en el juicio humano de cierta condición existente en el mundo.
Enfermedad y Anormalidad:
Parson: señalo que la criminalidad y la enfermedad son formas de considerar un comportamiento anormal.
Ve a la anormalidad si es intencionad como un delito y si es no intencionada la considera como una enfermedad.
Examina el rol del enfermo:
1) Se lo exime de responsabilidades normales para que se ponga bien.
2) No se lo juzga responsablemente de su condición, no puede esperarse que se recobre por fuerza de voluntad.
3) Debe reconocer que el estar enfermo es un estado indeseable.
4) Esta obligado a cooperar y buscar un agente que lo someta a tratamiento. En este caso el medico actúa como agente de control social.
Medicalizacion de la Anormalidad:
El concepto de comportamiento anormal va cambiando históricamente ha habido transformaciones en la definición de religión-pecado, anormal-debilidad moral, estatal-delito, MEDICO-CIENTIFICOàENFERMEDAD.
En la sociedad industrial aumento el prestigio, dominación y la jurisdicción de la clase medica por la Medicina que es el principal agente restitutivo de la sociedad.
La Medicina funciono como agente de control social, ya que trata de normalizar la enfermedad y devuelve a la persona la capacidad de funcionar socialmente.
Condiciones para la Medicalizacion de la Anormalidad.
Antes de que un comportamiento exista como anormal es preciso que sea definido socialmente. Además es necesario que el comportamiento sea visto como un problema por algún miembro de la sociedad.
Anormalidad: (definición social) No todo comportamiento tiene remedio (juego), los que las definen como problema que debe remediarse tienen que tener poder para hacer efectivas sus definiciones.
Las formas y métodos de control social cambian. Ej.: personas que se las tenia como enfermo mental eran encerradas, encadenadas con un objetivo controlar su comportamiento y minimizar los trastornos que su anormalidad ocasiona a la sociedad.
Medicalizacion: Factor necesario: es la existencia de algún dato orgánico sobre la población. Tiene lugar cuando las formas tradicionales o control social deja de ser eficaz. De la anormalidad es necesario disponer de alguna forma de control social. Los promotores serian las compañías farmacéuticas.
Métodos de Control Social: cambian y si existen mejores se adaptan. El medico es en nuestra sociedad.
También existe la desmedicalizacion de la sociedad, Ej. La homosexualidad.
Esta en la anormalidad y el control social va en aumento y tienen sus raíces en el desarrollo de la moderna sociedad tecnológica.
Consecuencias de la Medicalizacion:
1) Expansión de la jurisdicción de la medicina sin tener en cuanta su capacidad para ocuparse adecuadamente de un problema. Esta expansión se ve fomentada por una industria farmacéutica y una interacción entre el gobierno y la medicina.
2) La medicina se ve influida por el orden moral de la sociedad.
3) La Medicalizacion profesionaliza los problemas humanos y sociales, delegando a los médicos la atención de los mismos.
4) La Medicalizacion individualiza la influencia humana.
La Medicalizacion no alude a tomar medicamentos, sino que es un proceso por el cual cada vez mas aspectos coincidan que las conductas anormales queden debajo la supervisión de la medicina.
Foucalt à La vida de los hombres Infames.
La cárcel ha llegado a convertirse en una constante antropológica; ¿cuál es la razón de ser de la prisión? Y ¿a que exigencia funcional responde? De forma general el criminal es definido como el enemigo de la sociedad. Atento, ante todo, a romper el pacto social. No hay un modelo universal de la penalidad sino una relatividad esencial de las penas.
La infancia es una pena perfecta, ya que es una reacción inmediata y espontánea de la sociedad.
También puede aplicarse la "Ley del Taleon" (Ojo por Ojo, Diente por Diente) Un tercer castigo es el de la Esclavitud en beneficio de la Sociedad.
Historia de la Medicalizacion: hay tres etapas de la formación de la medicina social:
1) Medicina del Estado: se desarrolla en el Alemania una practica medica centrada en el mejoramiento de la salud se crea la policía medica, que consiste en -sistema de observaciones de la movilidad a base de la información pedida en los hospitales y a los médicos el registro de los fenómenos epidérmicos observados . - Un fenómeno importante fue el de dejar en manos de la universidad la decisión según la formación medica y la concreción de los títulos. - organización administrativas para controlar la actividad de los médicos. - Creación de funcionarios médicos que asumen la responsabilidad de una región. No es el cuerpo del trabajador lo que interesa sino el propio cuerpo de los individuos que en su conjunto constituyen el estado.
2) Medicina Urbana: en Francia (S. XVII) el pánico urbano era característico de la preocupación , de la inquietud política-sanitaria, que se va creando a medida que se desarrolla el sector urbano. Se crea un plan de urgencia. -Todas las personas debían permanecer en casas para ser localizadas en un lugar único y nadie se debía mover. - La ciudad debía dividirse en barrios a cargo de una autoridad, de esta dependían los inspectores (recorrían las calles para controlar si alguien salía de su casa) y presentaban al alcalde un informe de lo que habían observado. - Se hacia una revisión exhaustiva de los vivos y los muertos. -Se desinfectaba casa por casa. -Medical izar a un individuo significaba separarlo y así purificar a los demás. Objetivos: Analizar los sectores de asentamiento, de confusión y de peligro en el recinto urbano. Control y establecimiento de una buena circulación de aire y de agua. Surge el concepto de higiene.
3) Medicina de Fuerza laboral: Se divide el recinto humano en sectores pobres y ricos. Se crea la ley de pobres; un medico para ayudar a los mas pobres a satisfacer las necesidades de salud. Plan de control medico de la población; control de la vacunación obligatorio, organización del registro de las epidemias haciendo obligatorio declararlas como enfermedades peligrosas, identificación de lugares insalubres y destrucción de estos.
Eduardo Menéndez à Morir de alcohol.
Por MMH entendemos el conjunto de practicas, saberes y teorías generadas por el desarrollo de lo que se conoce como medicina científica.
El MMH construye una hegemonía que intenta la exención ideológica y jurídica de las otras posibilidades de atención.
Los modelos están planteados a través de una perspectiva metodologíca relaccional, que supone procesos de hegemonía subaternidad entre los mismo.
El concepto de hegemonía, no supone la exención de otras tendencias, sino justamente la subalternidad de las mismas.
Reconocemos tres modelos básicos: el MMH. El MM alternativo subordinado y el Modelo de Auto-atención.
MMH esta construcción supone el reconocimiento de tres sub-modelos: el individual privado, el medico corporativo publico y el medico corporativo privado.
MM Alternativo Subordinado: en este modulo se integran las practicas reconocidas como "tradicionales". Esta calificación causa toda la serie de practicas alternativas que se van constituyendo como dominantes. Ej. Medicina curaderie urbana. Practicas espiritistas.
El Modelo de Auto-atención: basado en el diagnostico y atención (prevención) llevadas a cabo por la propia persona o personas inmediatas pertenecientes al grupo familiar y/o a grupos comunitarios. En esta no interviene directamente un curador profesional. Este modelo esta en la base de todos los otros. La auto-atención es una estructura que no puede ser erradicada, pero si limitada.
El MMH, al cuestionar la auto-atención, sobre todo la auto-medicación, reduce la posibilidad de un primer nivel de atención autónoma y eficaz, en función de la necesidad de seguir manteniendo su hegemonía.
El MMH será jerárquico, asimétrico, nacista y racista, ya que solo puede ser consumido por un sector relativamente pequeño de la población.
El movimiento obrero y algunos sectores de las clases dominantes, plantea la necesidad de una "medicina publica" que se haga cargo eficientemente de las funciones que no cumple el profesional privado.
La expansión y hegemonía del MMH se instituyo a partir de los ultratos sociales urbanos, incluida la clase obrera, la ruptura de los mecanismos de atención comunal/ familiar la urgencia de curar las enfermedades de los trabajadores "libres" y la "industria de la salud".
El rasgo estructural dominante de el MMH es el biologista. Para la practica medica la enfermedad es en primer lugar un hecho natural, biológico y no un hecho social, histórico; la enfermedad evoluciona y no tiene historia.
Otro de los rasgos estructurales del MMH, es su historicidad y su a-sociabilidad.
La negación de lo social aparece como paradójica, sobre todo en la etapa de institucionalización del modelo. Toda una serie de condiciones insalubres del obrero tanto a nivel de fabrica como barrial, trajo acarreando enfermedades, desnutrición, alcoholismo, entre otras enfermedades, esto dio lugar a la propuesta de cambios radicales o reformistas, los cuales tuvieron un impacto directo en las condiciones de salud dominantes.
Esto cambios s bien no eliminan las condiciones de pobreza y las diferencias entre las clases sociales, mejoraron los niveles de esperanza de vida.
Un tipo de acción medica nueva, fue la salud publica, que primeramente tendría en cuenta tanto los factores biológicos como sociales, termina caracterizándose por su tendencia a la biologizacion. Así se redescubrió el problema de la enfermedad laboral.
El estado maneja lo social a partir de un nivel de realidad al del MMH, mientras que este niega o margina las determinaciones sociales el estado las asume. Y trata de establecer las medidas sociales sobre la salud.
Que el origen inmediato sea biológico y que las consecuencias sean físicas, no invalida el hecho de la influencia social.
El MMH asume la misma ideología que la sociedad dominante respecto de la estructura social, pues tiende a verla como no competitiva, "naturalmente" estratificada, etc.
Funciones del MMH:
a) Funciones curativas, preventivas y de mantenimiento.
b) Funciones de control, normalizador, Medicalizacion y legitimación.
c) Funciones económico-ocupacionales.
El MMH entra en crisis por:
*Aumento del costo de la atención de enfermedad, la comprobación de que algunas técnicas sencillas y baratas operadas por la comunidad pueden ser mas eficaces que la utilización de técnicas complejas, sofisticadas y costosas.
*El descubrimiento del mantenimiento de la desigualdad social ante la muerte entre otras.
*La atención privada es considerada como el instrumento mas viable para resolver o agudizar la crisis del MMH. Por Ej. La AP referida al "alcoholismo" la constituye "alcohólicos anónimos".
La AP esta basada en la articulación comunidad-sector - salud para poder actuar en situaciones de pobreza, crisis prolongada y en la forma mas eficaz y barata posible, el medico o la enfermera constituyen figuras secundarias para un programa de AP. Es una "medicina" barata simple y eficaz. Ej. Alcoholismo: El MMH no propone ninguna solución eficaz para este padecimiento, como si lo hace el AP con el grupo de Alcohólicos Anónimos.
Herzlich y Pierrer à Construcción social del Enfermo.
A lo largo de la ultima década, el punto de vista de las concepciones de enfermo sobre su estado, han adquirido un importancia en la sociología de la enfermedad y de la medicina. Diversos artículos se interesaban en las definiciones profanas de la salud y la enfermedad. Pero, en la mayor parte de los casos el objetivo de los autores era analizar las definiciones profanas frente a la de los profesionales. Se las consideraba como variables intermediarias con relación a los comportamientos de demanda de atención y al funcionamiento de las instituciones medicas.
El interés de los sociólogos por el punto de vista de los profanos se diversificó; se estudia la adhesión de los enfermos pero también sus percepciones de las causas de su estado.
El interés que se despierta en los sociólogos aparece también entre los médicos, estos aceptan el hecho de que la enfermedad del paciente no coincida con la enfermedad del medico.
El punto de vista del enfermo adquiere una dignidad a la idea de una percepción profana concebida como empobrecimiento del saber medico, mezclado con algunas nociones tradicionales sin interés. Sucede de un modo de pensar autónomo, de una lógica o una teoría profana que tiene su propia coherencia y cuyo análisis puede constituir para el sociólogo un objetivo intrínseco. Esta evolución no es solamente propia de los sociólogos y debe ser relacionada como una tendencia que englobe a los historiadores también: interés por el lado oculto de la cosas, lo intimo y lo privado, el reservo anónimo de lo legitimo, lo publico y de lo institucional que lleven al estudio de las culturas populares y de las practicas tradicionales. En sociología esta tendencia se sitúa en el desarrollo de enfoques, en sentido fenomenológico: fue influenciada por los trabajos de los antropólogos.
Pero los estudios que se inspiran en ella se marcan por las limitaciones; los trabajos Antropológicos tienen tendencia a limitarse a la enunciación de un discurso de la estructura social y de los comportamientos efectivos.
Los estudios de inspiración fenomenológica se limitan al nivel de individuos y de sus interacciones con el sistema de atención.
Las investigaciones de las limitaciones tienden a una concepción restrictiva del fenómeno enfermedad, donde se lee además de la influencia persistente del modelo medico, la de una enfermedad concebida como el único de un cuerpo individual.
Se ocupa de la realidad de la enfermedad como fenómeno social total, la naturaleza y distribución de las enfermedades son características de la época de la sociedad y alguna de ella pudieron ocasionar una distorsión en la evolución social. Simbólicamente la enfermedad es una de las encarnaciones de la desdicha individual y colectiva, de este modo exige una explicación que supere la búsqueda de causas y que enuncia al mismo tiempo una verdad acerca del orden del mundo y del cuerpo enfermo. Podemos decir que la enfermedad es una metáfora: el pensamiento acerca de la enfermedad.
La experiencia individual de la enfermedad y la concepción que los profanos tienen de ella no son separables del conjunto de estos fenómenos macro sociales. Si es necesario considerarlos en el nivel individual así como a través de sus efectos en la interacción con el medico, no es posible comprenderlo porque redituándolos en la macro estructura.
Es necesario otorgarle un sentido a la idea según la cual las concepciones que los enfermos tienen de sus enfermedades y de sus causas, por Ej. Pueden ser individuales, pero serán hasta cierto punto socialmente emitidas.
Los sociólogos a través de las diferentes nociones de "conceptos profanos, perspectivas o punto de vista de los pacientes", buscaron expresar las relaciones que estas realidades mantienen con el sabes y las concepciones medicas, que analiza en que forma se las puede llamar sociales.
La historia medica de cada uno, se articula con los símbolos y esquemas de referencia colectivos y con nociones derivadas de los profesionales. La historia social del individuo se integra también a estas concepciones: su posición y la de su grupo en la estructura social, que lo hace recibir y enunciar este discurso.
El discurso colectivo y las practicas que derivan de el están arraigadas en lo real de la patología de una época y su respuesta social, sin embargo el orden de lo simbólico no es el simple reflejo de la realidad. "Las ideas pasan del mundo de los cuerpos, de la naturaleza y se transforman en relaciones sociales.
Las concepciones de una sociedad se hace de sus enfermos y que los enfermos mismos interiorizan y nutren, orientan organizan y legitiman las relaciones sociales y producen la realidad de sus enfermos.
Para cada enfermo, su enfermedad y el sentido que le asignan son consideradas como experiencia y percepción individual a la que atribuye un status de evidencia objetiva.
El sociólogo debe tratar de comprender en que medida esta experiencia y percepción son construcción y en que medida esta ultima transciende al individuo solo. Pareció que colocar de nuevo al enfermo y a la enfermedad en la duración, permitiría poner en evidencia el doble carácter construido y social del discurso sobre el enfermo y la enfermedad.
Hemos estudiado de que modo, en diferentes épocas, los enfermos describen su experiencia de la enfermedad, dicen como conciben su estado orgánico, interpretan las causas y perciben su lugar en la sociedad. En cada época la enfermedad domina la realidad de la experiencia y la estructura la concepción colectiva. Reenvía al conjunto de las condiciones de vida, valores y concepción, estudian entonces la enfermedad en el marco de la epidemia (peste y cólera) y las enfermedades infecciosas de otros tiempos, de la tuberculosis y de la sífilis durante el S. XIX, del cáncer y de las enfermedades crónicas que dominan la época moderna.
A través de la evolución a largo plazo, percibimos permanencias y re estructuraciones que afectan las nociones mismas de enfermedad y de enfermo. Está ligados a la transformación de la patología como a la evolución de instituciones, como a un desarrollo de la medicina. En cada época la figura del enfermo y la concepción que el mismo y los otros tienen de su estado, emerge de la combinación de estas diferentes determinaciones.
Los sociólogos y los antropólogos fueron los primeros en tomar conciencia del hecho del que la enfermedad y la salud no se reducen a la evidencia orgánica, la enfermedad no escapa a la influencia de la sociedad. Pero la historia, nos muestra la evolución de las instituciones y de las relaciones en las cuales el enfermo es el centro, así como la diversidad de las categorías a través de las cuales es posible pensarlo, suministra una de las demostraciones mas claras del carácter social de esta construcción. Se han basado en los trabajos de los historiadores así como en los documentos publicados, donde los enfermos hablan de su mal o en los cuales los testigos los describen.
Al volver al pasado encontramos el problema inevitable de la fragilidad y de la desigualdad de las fuentes según las épocas y las categorías sociales. Durante ciertos periodos, los de las epidemias, por Ej. No llego ninguna carta ni diario del enfermo, solo un testimonio colectivo sobre la enfermedad en la cual se esfuerzan en inferir el efecto del enfermo individual. Por otro laso es frustrante para los sociólogos ver que aquellos que hablaron de su mal no son miembros de la clase popular, si no, nobles, escritores, intelectuales.
Por ultimo en nuestra sociedad las concepciones profanas de la enfermedad no son separables del desarrollo de la medicina que en cada época contribuye a modelarla. La relación puede operarse en los dos sentidos: del profesional al profano y del profano al profesional. Esto era evidente en el pasado frente a un saber medico incierto.
El análisis este tiene un carácter esencialmente hipotético. La naturaleza de los datos no permite ni el rigor demostrativo ni el análisis que los sociólogos pueden pretender con un material de observación y de encuesta recogida con el paciente, en una interacción entre el entrevistador y su objetivo, según un objeto determinado. Sin embargo la constatación con el pasado y el material es muy valioso.
Todos los análisis actuales del enfermo hablan de una enfermedad como forma de vida. Ser un enfermo no designa solamente un estado biológico, sino que define también la pertenencia de status. Ser un enfermo es ser un atendido, es estar en relación con una institución medica. Hoy se puede vivir enfermo durante largos años sin inquietar al entorno y conservando una actividad y una vida social. La enfermedad tiende a devenir una identidad que debe ser asumida, adquirida e impuesta a los otros y es en las relaciones como la medicina que esta se constituye Enfermedad como forma de vida y Enfermo como acto social. Esto bien lejos de lo que fueron durante siglos las epidemias: fenómenos colectivos y sociales, que encarno el mal absoluto, pero que fueron enfermedades sin enfermos. Toda definición de las grandes pestes es, en primer lugar, enunciación del numero de muertos. A través de ella se percibe que la epidemia es siempre considerada como una realidad colectiva.
La acción de la peste es siempre una rapidez fulminante y la muerte ineludible. En el siglo S. XIX cuando la peste esta en el lugar es muy tarde no se puede mas que huir. En el primer lugar se van los ricos y poderosos. La sociedad amenaza a derrumbarse, la peste se acompaño con saqueos, bacanales y tumultos.
La burla es siempre tentativa de exorcismo; es necesario familiarizar el miedo y la ausencia de otros recursos, diputarse el espacio que quiere ocupar, arrancarle sus victimas, en primer lugar los pobres, son ellos sobre todo los que siempre mueren. La burla y el pánico se transforman fácilmente en cólera: se sospecha de los judíos en la Edad Media, de los extranjeros. En el S. XIX se vuelve contra los ricos y los médicos acusados de envenenar al pueblo. La epidemia amenazando al orden social, revela las relaciones sociales.
Sin embargo, desde la antigüedad los hombres intentan luchar contra un enemigo tan terrible. En el mundo antiguos los sacrificios a los dioses van con la tentativa de desinfección y de mantenimiento de la higiene publica. Cuando el reflejo inmediato, el de la huida, concurre a la difusión de la plaga se descubre que es necesario, por el contrario encerrar a los enfermos y cortar los lazos con ellos. Pero antes, a lo largo de los siglos se desarrollaron los procedimientos de peritaje y encuesta a partir de los primeros casos de modo que para los viajeros los certificados y patentes de salud son necesarios para su entrada a la cuidad, garantizando a los habitantes que no se llevaban la infección. En seguida, cuando la peste se instalaba se encerraban las casas donde reinaba la enfermedad secuestrando a los enfermos y sus familias, se pone en cuarentena y a toda persona que haya estado en contacto con apestados.
Esta acción nos sorprende por su carácter autoritario. Partir del S: XV se otorgo a las agencias y autoridades de salud poderes dictatoriales por su carácter global: una política de salud global que se desarrollo en Europa contra la peste y de la cual nuestras políticas y autoridades sanitarias actuales llevan la marca. Adquiere un carácter internacional. En el S. XVII las ciudades y los estados se advertían unos a otros el peligro de la peste. A fines del S. XVII la peste fue eliminada en Europa. En el S. XIX el cólera va a revivir, la temática de la epidemia en las concepciones colectivas. La resignación dio lugar a la acción. Invadidos por un mal fulminante, su entorno no se prestaba casi a observarlo o a escucharlos: las descripciones de la peste se centraban e la masa de los cadáveres o en el espacio urbano turbado y no en el enfermo individual. Aterrorizados cada uno se esfuerza en huir de ellos.
El enfermo es un condenado dominado por un mal extranjero. Frente al horror de este sentido, la lucha individual no es solo ineficaz sino insensata: el enfermo no tiene porque esperar a la muerte.
Otra enfermedad de otros tiempos es la Rabia. A principio del S. XVII. Esta afección era concebida como la espera trágica e irreversible del destino. El individuo estaba separado de si mismo como de su familia, sin porvenir a raíz de que la rabia se pensaba, transformaba al hombre en animal. Se asfixiaba a los rabiosos. En carácter ineludible de este fin se imponía a todos. A veces antes de que los síntomas del mal se declararan el enfermo demanda muerte.
Esta noción de enfermedad-destino se funde con la concepción religiosa del mal: la voluntad divina es dueña del destino del hombre. Dios le envía la enfermedad a los pecadores.
El recurso de la iglesia calma también la impaciencia ya que controla la enfermedad, toda acción humana es ineficaz. El tratamiento medico debe "comenzar" por la purificación de nuestras almas.
Desarrollaron este análisis para permitir comprender de que manera las concepciones de la enfermedad y de enfermo se afirman en la conjunción de un estado de la patología, de los valores dominantes en una sociedad, de los conocimientos médicos y de su eficacia, del sistema institucional que se hace cargo de la enfermedad. Miden de este moda la relatividad de lo que llaman "un enfermo" y ordenan de que manera se construyo socialmente el enfermo de hoy. Durante todos los siglos dominados por la epidemia y regulados por la visión religiosa del mal, vemos numerosas muertes, pero no es seguro que veamos, y a lo que nosotros hoy llamamos "enfermos".
Durante siglos la enfermedad es ante todo el preludio de muertes colectivas, es la causa del desorden social. La enfermedad moderna en un mundo de vida y de integración social particular.
El saber medico, durante tiempo, no participo en la construcción de la noción de enfermo. Sin duda hasta fines del S. XVII, la medicina se preocupo por el hombre sufriente luego del desarrollo de la medicina clínica. Existe un lazo indisoluble entre la persona y su mal. Pero esta presencia del hombre no da hoy con lo que llamamos hoy status del enfermo.
Para que apareciera lo que hoy llamamos el enfermo, numerosos elementos jugaron un rol. Primero fue necesario que la enfermedad dejara de ser un fenómeno de masa y constituyera una forma de vida, por que una forma de muerte.
La medicina debió ser capaz de intervenir eficazmente sobre la enfermedad y de sustituir la visión religiosa, las leyes sociales, las nociones de enfermedad y salud se encontraron ligadas al trabajo, el enfermo se definió por su lugar en el proceso de producción. La enfermedad se individualiza y pierde su carácter colectivo por su relación con la sociedad.
Esta evoluciones tuvieron lugar en el S. XIX. Particularmente la percepción de la enfermedad como una condición individual, asociada con un modo de vida especifico, durante un periodo largo parece correlativa con la afección luego de la epidemia, cristalizo las angustias colectivas, la tuberculosis.
Si bien la tuberculosis mata masivamente no ocasiona como la epidemia la muerte colectiva. Se muere individual y lentamente, ella deja percibir al enfermo, su condición, la imagen que tiene de si mismo, y la que los otros tienen de el. Por su duración la enfermedad se convierte en una forma de vida, por que es una forma de muerte. La cura, la estadía en el sanatorio, dan al enfermo un status especifico: la figura del enfermo no es por que un valor existencial, se define por un modo de vida y un lugar en la sociedad.
A fines del S. XVIII, el dominio de la iglesia sobre la sociedad disminuye. El sentimiento de la muerte también se transforma. En el S XIX se desarrolla la creencia en la ciencia, el ascenso de la intervención medica, el medico y el enfermo dejan de sentirse dominados por la voluntad divina.
La enfermedad se encarna en estados del cuerpo legibles para la ciencia. Con la clínica, la aceptación religiosa del mal desapareció: los síntomas permiten leer la naturaleza de la enfermedad y son organizados en un saber sistemático. Debido a esta comienza a aparecer la homogeneidad del status de enfermo, que resulta idéntico a pesar de las diferentes formas de padecimiento. La resignación se borra frente al deseo de vivir a cualquier costo y aparece la creencia de que la medicina puede algo. Ser enfermo y recurrir al tratamiento medico se convierten en sinónimos.
A partir del S. XIX la enfermedad adquiere también su sentido en relación al trabajo, con el desarrollo industrial y el asalariamiento, se impone la necesidad de tener una mano de obra que responde a las exigencias de la producción. La salud se asimila a la capacidad de trabajo y la enfermedad a la incapacidad de trabajo. Importa encontrar los medios de conservar y restaurar la salud cuando es amenazada.
Todo asalariado con motivos de su actividad profesional es un asegurado que, en caso de enfermedad, tiene acceso a las atenciones medicas y derecho a dejar de trabajar. La enfermedad misma es transformada: el enfermo aparece como un personaje nuevo sobre la escena social. Las transformaciones de las patologías contribuyeron a la emergencia de una figura individualizada de enfermo. En lo sucesivo se le reconoció un statu de individuo inactivo.
La concepción profana de la enfermedad, la imagen que en nuestros días el enfermo tiene de si mismo y la que tiene de el se estructuran alrededor de estos elementos y están profundamente arraigadas en esta realidad social. Ser enfermo es una condición individual pero no se piensa fuera de las relaciones que se mantienen no solo con la medicina y los médicos, sino también con la familia, el entorno, el trabajo y las distintas instituciones sociales. La concepción del enfermo sobre su enfermedad es también concepción de su relación con los otros y con la sociedad en su conjunto. A través del discurso sobre la enfermedad se expresa un discurso sobre la sociedad entera.
Evaluamos el reduccionismo que existe al tratar las concepciones profanas esencialmente en sus relaciones con las concepciones medicas, consideradas como esquema de referencia único y obligado.
La medicina como saber, como practica, y como institución, no es independiente del discurso colectivo de una época y de su estructura social.
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