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Formación de sindicatos y la CGT

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Trabajo sobre cómo se formaron los sindicatos y la CGT en la Argentina a partir del año 1955.

Agregado: 11 de JULIO de 2006 (Por Paula) | Palabras: 2625 | Votar | Sin Votos | Sin comentarios | Agregar Comentario
Categoría: Apuntes y Monografías > Historia >
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    Autor: Paula (paula86_86@hotmail.com)

    Formación de los sindicatos y CGT

    1- Del '55 en adelante

    El derrocamiento de Perón en 1955, afectará la estructura sindical. La intervención de la CGT, originada en la "Revolución Libertadora", marcará un cambio en el liderazgo sindical.
    En los primeros meses posteriores al golpe de estado de 1955, el régimen militar intentó establecer canales de negociación con los sindicatos. Luego, éstos fueron reprimidos y la CGT fue intervenida al igual que sindicatos junto a dirigentes encarcelados. El régimen militar intentó modificar la estructura sindical por medio del pluralismo de asociación y el establecimiento de un sector de dirigentes independientes y de corrientes no peronistas en la conducción sindical. Estos intentos fracasaron y no hicieron más que mostrar la vigencia del sindicalismo peronista que, con la adhesión de las bases obreras se dio una nueva dirección, las "62 Organizaciones" concebida como la organización política gremial del peronismo. La alternancia de regímenes civiles y militares que se sucedió luego de 1955 tuvo como uno de sus ejes políticos la exclusión del peronismo y los sucesivos fracasos : los militares realizaron golpes para frustrar el retorno del peronismo al poder. Por esto, los sindicatos peronistas fueron sustituyendo la acción política partidaria, y es aquí donde debe ubicarse el rol político del sindicalismo. Las "62 Organizaciones" , bajo la conducción personalizada de Augusto Vandor, secretario Gral. de los metalúrgicos, jugaron un papel clave en los conflictos sociales y políticos de toda la década del '60. Más allá de las disputas y divisiones internas, logró conquistar el predominio del movimiento sindical.
    Durante la década del '60, durante la inestabilidad política, los sindicatos jugarán el papel de opositores a ultranza y de apoyo condicionado a los diversos gobiernos, políticos y militares que se sucedieron. Frente a gobiernos civiles intentarán la legalización del peronismo y ante el fracaso se opondrán a ellos. Los métodos de acción utilizados irán desde la negociación hasta los planes de lucha que incluían ocupaciones de fábricas y movilizaciones callejeras.
    La actitud de los dirigentes sindicales frente al golpe de Estado del General Onganía en 1966 dramatizarán estos conflictos. El sector adicto a Vandor, las "62 Leales a Perón", apoyará el golpe. En cambio otros nucleamientos como las '62 de Pie junto a Perón, se mostrarán imprescindibles en el momento del golpe y rechazarán la hipótesis de un "peronismo sin Perón". Lo que un momento fue un apoyo al régimen militar que parecía otorgar un lugar privilegiado al sindicalismo , se trastocó luego en oposición cuando ese gobierno adoptó la política económica de Krieger Vasena (descendiente del dueño de los talleres Vasena donde medio siglo antes se había desencadenado la Semana Trágica), y tendió a enfrentar a los sindicatos. Las diferencias en el seno del sindicalismo dieron lugar a varias rupturas, la más notoria fue en 1968 cuando un Congreso de la CGT, asistió al inesperado triunfo de Raimundo Ongaro. El rechazo de los derrotados a esta conducción precipitó una división, y Ongaro se vio obligado a constituir una central, la CGT de los Argentinos, con el apoyo de dirigentes que cuestionaban el liderazgo de Vandor, y numerosas regionales del interior del país que habían crecido considerablemente durante la década como consecuencia de las nuevas tendencias de localización de la gran industria siderúrgica y mecánica. Nace así "el Sindicalismo de Liberación". Luego de la recesión económica de 1962/ 63 nace una reactivación industrial considerable que señalará uno de los períodos de mayor crecimiento de la producción manufacturera y que se prolongará hasta mediados de la década de los '70. Este crecimiento de la producción industrial tendrá como base el desarrollo de ramas orientadas a la elaboración de insumos para la propia industria, como el acero y de bienes consumo durables, como electrodomésticos y automotores. Las nuevas plantas se localizarán en el interior del país, particularmente en Córdoba y el litoral del Río Paraná, desde Buenos Aires hasta Rosario. Por esto, la CGT será la fuerte concentración obrera en grandes establecimientos de cientos y miles de operarios cada uno, y con una capacidad tecnológica considerablemente más moderna que la predominante en el sector hasta entonces. Estos nuevos requerimientos tecnológicos darán lugar a la generación de capas obreras con niveles de formación, calificación y salarios elevados que los obreros de las industrias tradicionales. Estas características darán lugar al desarrollo de nuevas formas de organización con diferentes bases sindicales en distintas partes del país, más allá de las sedes tradicionales de Buenos Aires. Testimonio de esto será el Cordobazo de 1969, en el que durante varias jornadas de obreros y estudiantes de Córdoba mantendrán prácticamente ocupada la ciudad de Córdoba, en protesta a la política represiva del régimen militar de Onganía. Esto dio lugar a la aparición de otros sindicalistas como Agustín Tosco, dirigente del sindicato de Luz y Fuerza de Córdoba. El Cordobazo fue el inicio de la caída del régimen de Onganía, aunque éste intentó llegar a ciertos acuerdos con los mencionados sindicatos como La Nueva Legislación de Obras Sociales, que otorgaba a los sindicatos el control de los recursos del nuevo sistema. Es aquí donde aparecen los primeros signos de violencia y el surgimientos de las primeras organizaciones guerrilleras que iniciarán la época sangrienta del país. Los asesinatos de Vandor y Alonso, las máximas figuras del sindicalismo peronistas de la época, y luego el Gral. Aramburu, marcarán para el régimen militar la necesidad de un recambio gubernamental. Posteriormente aparece el Gral. Lanusse, quien intentará acordar, a través de un entendimiento posible, con el peronismo. Asume en 1973, nuevamente, Juan D. Perón, quien se apoyó de inmediato en el sindicalismo peronista tradicional. Éste acordó un Pacto Social con obreros y empresarios como vía de ordenamiento socioeconómico del país, y fue facilitando la recomposición legal y jurídica de los sindicatos, a través de la aprobación parlamentaria de normas refrendando los regímenes de obras sociales y de asociaciones profesionales, aunque la muerte de Perón, desencadenó la lucha por el poder entre los distintos grupos en pugna dentro del movimiento que habían ido ocupando varias posiciones dentro del Estado.

    2- El pacto social
    El objetivo de la gestación justicialista fue superar las diferencias existentes entre grupos sociales a través de una política de ingresos más equitativa. Esto asumió la forma de acuerdo tripartito mediante el acuerdo de los sectores obrero y empresario con la intervención del Ministro de Economía. El acuerdo se llamó Acuerdo Nacional para la Reconstrucción, la liberación nacional y la Justicia Social", se originó el 30 de Mayo de 1973 y se elevó a la Asamblea Legislativa el 8 de Junio. Éste apuntaba a implantar como sistema de política salarial todas las medidas destinadas a una justa distribución del ingreso para que la finalidad superior determine la confrontación de salarios con creciente poder adquisitivo; eliminar la marginalidad social mediante la acción del Estado con respecto a la vivienda, educación, salud y asistencia, absorber en forma total y absoluta la desocupación y el desempleo de los trabajadores argentinos: mejorar en forma irreversible la asignación regional del ingreso y terminar con el proceso inflacionario y la fuga de capitales. Con respecto a esto, se ponía en marcha un plan de congelamiento de precios y salarios. Este congelamiento incluía una reducción de los mismos en un período de dos años, luego de un incremento que equivaldría a un 20% del sueldo mínimo, y un porcentaje menor para los salario más elevados. De esta forma se acortaría la brecha entre los salarios y se obtendría una distribución más equitativa y un aumento del poder adquisitivo. También se preveía la modificación de precios y servicios, la creación de la Comisión Nacional de Precios, Ingresos y Nivel de Vida.

    3- Ley de Asociaciones Profesionales
    Ésta reconocía a los trabajadores el derecho de constituir libremente y sin necesidad de autorización previa, asociaciones profesionales, sindicatos o uniones o, también, el de afiliarse a estas organizaciones. Se consideraban asociaciones profesionales a aquellas a los que los obreros constituyeran para la defensa de sus propios intereses profesionales y que encuadraren en algunos de los siguientes tipos de organización:
    • Los constituidos por trabajadores que desempeñaren en una misma actividad o en actividades que revistieran carácter afines por comunidad de intereses.
    • Los que agrupaban a trabajadores del mismo oficio, profesión o categoría, aunque se desempeñaran en actividades distintas. Con esto se tendía a impedir la atomización sindical, permitiendo la constitución de un gremio por cada rama de industria.

    4- Huelgas
    Al mes siguiente de instalado el gobierno de Cámpora comenzaron a producirse conflictos laborales. La mayoría de ellos se produjo en empresas privadas, a raíz de demoras en el pago de los salarios y de los aumentos. Cuando asume Perón la presidencia se evidencia en poner bajo control a las movilizaciones obreras. Pero a comienzos de 1974 se origina en Córdoba un conflicto laboral con connotaciones políticas. La Unión Tranviarios Automotor de la Ciudad de Córdoba dispone la concreción de un paro, dejando a la ciudad sin transportes durante cuatro días. Posteriormente se produce el cese de actividades en diferentes gremios del interior del país. Pese al Pacto Social, la escalada de los precios acompañada del avance del mercado negro preocupaba a la dirigencia sindical, al sentirse presionada por las huelgas y paros en pos de aumentos salariales. La muerte de Perón en Julio hace rever a los sindicatos las medidas de fuerza, que son dejadas sin efecto; al poco tiempo se suceden sin solución de continuidad ocupaciones de fábricas, abandono de tareas, paros alternados y sorpresivos, quite de colaboración, etc.

    5- Relación Gobierno - CGT
    La cuestión de las candidaturas presidenciales para Marzo de 1973, desembocó en negociaciones a nivel nacional y provincial entre las ramas política, sindical y juvenil del Partido Justicialista. A nivel provincial, tuvieron acceso al poder político, a través de las vicegobernaciones. Ejemplo, en Mendoza, Buenos Aires, Santa Fe, San Luis, Salta, Corrientes y Córdoba. Los vicegobernadores sindicalistas electos presionaron a los jefes de los ejecutivos locales a fin de modificar los gabinetes y en general cambiar las orientaciones que les estaban imponiendo a sus administraciones, por entender que existía una preocupante "infiltración comunista". Estos desacuerdos y enfrentamientos produjo la destitución de los mandatarios. A nivel nacional, la designación de Cámpora para la presidencia provocó el rechazo de los sindicalistas, sobre todo los de la rama política del movimiento obrero, la "62 Organizaciones" al mando de Rogelio Coria y Lorenzo Miguel. Ellos entendían que debía ser Perón el candidato a cubrir el primer término de la presidencia. Finalmente se acepta la fórmula Héctor Cámpora- Solano Lima. Desde el primer momento que Cámpora asume la presidencia, la CGT no abandona la idea que Perón debe regresar y así ocurre el 20 de Junio. Dos días después de su llegada al gobierno, Ignacio Rucci es asesinado. Dicho incidente fue el puntapié inicial de la lucha entre los sectores denominados "Patria Sindical" y "Patria Socialista". El 1 de Julio Perón moría. Cuando María Estela Martínez de Perón asumió su gobierno intentó la adhesión y sometimiento de los dirigentes sindicales, designando nuevo líderes que obedecieran a esta política. Varios sindicatos independientes o disidentes fueron eliminados, como ocurrió con la Federación Gráfica Bonaerense dirigida por Raimundo Ongaro, que fue reemplazada por el Sindicato Gráfico Argentino. En el mes de Julio el Congreso reunió a la CGT a efectos de renovar autoridades. En el Congreso se evidenció la influencia de las "62". El Congreso finalizó con el triunfo de Lorenzo Miguel. En Agosto, el Comité Confederal de la central obrera designó secretario adjunto a Casildo Herreras, tesorero de la Asociación Obrera Textil y miembro de la mesa directiva de las" 62", en reemplazo de Palma quien asumía a su vez el cargo de secretario general al morir Romero. De esta forma la CGT lograba un mayor espacio político. A comienzo de 1975, Palma solicita licencia por razones de enfermedad. Ocupando Casildo Herreras la dirección cegetista. A partir de este hecho, la CGT y las "62" prestaron un apoyo parcial a la presidente, que algunos consideraron que no pasaba más allá de las meras declaraciones. En Julio la CGT, ante la caótica situación económica, preparó una paro de 48 hs, con el objetivo de presionar a la presidente para la homologación de los convenios. Se estaba cumpliendo el día del paro, y el gobierno cedió. Celestino Rodrigo y López Rega debieron renunciar y abandonar el país. El grave deterioro salarial y las peligrosas consecuencias de la escalada inflacionaria, sumadas a la crisis política, provocaron una ola de protesta de las bases que presionaron a la CGT. En Agosto comenzaron a hablarse de las desavenencias entre Lorenzo Miguel y Casildo Herreras, tanto que este último presenta su renuncia, la que no es aceptada por el Consejo Directivo de la CGT. Más tarde los dos son designados en el Consejo Superior del Movimiento Nacional Justicialista, adquiriendo el apoyo incondicional de María Estela Martínez de Perón hacia Lorenzo Miguel. En contraposición estaba el antiverticalismo en el Grupo de los 8, liderado por Victorio Calabró, de la UOM, acompañado por otros gremios: molineros, Federación de la Carne, trabajadores navales, etc. En ausencia de la presidenta de la nación, Calabró manifestó la necesidad de que el Ministro de Bienestar Social regresara al país para "rendir cuentas" y acusó al gobierno de provocar un "vacío político". La pugna entre Miguel y Calabró llevará a la expulsión del último del gremio y a la ruptura de la UOM. Para Marzo de 1976, el clima de tensión era insoportable, el golpe deja de ser rumor para irse convirtiendo en una irreversible realidad. Miguel declara que no hay golpe ni ultimátum, entiende que en el caso de que existiera, habrá que salir en apoyo de María Estela Martínez de Perón; Casildo Herrera viaja sorpresivamente el 22 a Montevideo. Las 62 Organizaciones y la CGT reafirman la defensa del orden institucional, pero se niegan a movilizar a los obreros.

    6- Conclusiones
    Si bien, los sindicatos que se gestaron en nuestro país, intentaron ser abolidos por ciertas corrientes gubernamentales, que sintieron su papel preponderante como un sistema amenazante, no concluyeron su misión pues a base de lucha interpretaron su protagonismo a través de organizaciones poderosas, a veces aliados con el oficialismo y otras con la oposición pero hicieron , con su voz, el arma fundamental para hacer justicia por el derecho de los trabajadores.
    Su misión, desde los orígenes, como es el caso de la CGT1 y CGT2, con influencia de corrientes europeas, frente a la posición de la Guerra Mundial y sus repercusiones en la Argentina, supo encontrar la fuerza fundamental para aliarse con los obreros y proyectar la manera de hacer realidad sus propias leyes. El pacto social , por un sistema mucho más equitativo, ante las diferencias sociales traídas de años atrás, marca un hito en las historia pues hay un preocupación evidente en combatir la desocupación, la marginalidad y el proceso inflacionario.
    El derecho a huelga, la Ley de Contrato de Trabajo, por la regulación en las jornadas laborales y un sistema de derechos, que comienzan a respaldar al hombre desprotegido, ponen en la sociedad un proceso más equiparado al de las diferencias acostumbradas. Poco a poco, la mujer también comienza a insertarse en la sociedad común y los fueros sindicales a representar las angustias e inquietudes del hombre corriente. Pero si bien surgen desavenencias entre los mismos grupos, que se constituyeron para luchar por una misma causa, esos grupos formaran otros que se propagarán hacia un largo camino de lucha.
    El sindicato en sus orígenes se gestó desde los pequeños grupos movilizados desde lugares claves , sin embrago, hoy en día, la situación ha cambiado y tanto, los sindicatos como el sector empresarial, luchan por intereses comunes dentro de un sistema perverso que olvida al trabajador y sus necesidades.

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