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Autora: I. Leticia Ontiveros Moreno
Diciembre. 2013
Este ensayo nace de la necesidad de expresar de una manera teórica, practica y de experiencia personal, las aportaciones que maestros advaita han realizado a través del tiempo de lo que ha sido su vida y su dedicación a la contemplación y el autoconocimiento, así como también las aportaciones que del Dr. Ramón Gallegos, vierte en la trilogía de inteligencia espiritual y por su puesto las diferentes disertaciones que surgen del sentimiento y la emoción en el pensar y el sentir de una trasformación interna personal y las prácticas de meditación que se han realizado en estos últimos años.
La palabra advaita viene de un sanscrito que tiene como significado “no-dos”, esto significa que es “no dual” o como lo llamamos la “no dualidad”, en la cual no existe separación entre el sujeto y el objeto ambos son lo mismo en un solo espacio en un solo tiempo.
La “no Dualidad” es una experiencia personal en la que no existe una separación entre el yo y Dios, ambos somos uno mismo, es la experiencia de la conciencia, nuestra verdadera naturaleza, que es manifestada a través de la felicidad, el amor, la comprensión y la paciencia que hay dentro de sí mismo. Y se llega a ello a través del desarrollo de la Inteligencia Espiritual como la capacidad de derivar felicidad desde adentro ya que la felicidad es inherente al Ser, no es a causa de las circunstancias, sino a pesar de ellas, se tiene felicidad.
Los maestros Advaita, tenían un objetivo la búsqueda de lo sagrado, ser un ser humano sin trascendencia eso los llevo a investigar no fuera lo que dentro tenían que es el sentido de la vida, la felicidad interna y personal.
El maestro advaita Ramana Maharshi, nos habla del sí mismo como un estado de ser real y natural como nuestra verdadera naturaleza, ser lo que uno es, sin añadirle nada, eso es ser natural, tal y como es.
La meditaciónpara los maestros Advaita es muy importante primordial ya que a través surge el encuentro con ellos mismos, de vivir en ecuanimidad, el último conocimiento que los llevo a la iluminación, una forma diferente de ser un ser sabio, real, espiritual. Los maestros advaita trascendieron a todos los aspectos de la vida mundana, desarrollaron su inteligencia espiritual al máximo pues les permitió tener equilibrio entre todos los aspectos de su vida, social, espiritual, económico, emocional, profesional superando al egocentrismo.
Cuando realmente meditamos a conciencia genera en nosotros una sensación de bienestar, de gratitud, de armonía, de seriedad, genera una vida sagrada, empodera con certidumbre, confianza en que se puede incidir en los resultados que estemos proyectando para el bienestar de nuestra propia vida.
Practicar la meditación es la liberación de nuestras ataduras del pasado que nos mantiene en sufrimiento constante. Lo importante es no sacar la meditación fuera de lo sagrado porque entonces quedaría solamente como una práctica técnica de meditar y no una práctica sagrada que es trascendental para la felicidad y el despertar de nuestra conciencia.
Para el maestro Sri Ramana Maharshi[1], la meditación es aferrarse a un único pensamiento, que mantenga apartado a los demás pensamientos, pues la distracción de la mente es un signo de debilidad, es por ello que la meditación constante gana fuerza, es decir, la debilidad de los pensamientos fugitivos deja el sitio constante trasfondo libre de pensamientos.
Grandes enseñanzas he encontrado a través de los discursos de estos maravillosos maestros advaita como las máximas que menciono a continuación:
· El placer o el dolor son aspectos de la mente, nuestra verdadera naturaleza es la felicidad.
· El maestro es aquel de quien uno aprende algo y no se olvida se practica.
· La felicidad vive en el presente y no se puede ser feliz en la ignorancia
· El aprendizaje de la felicidad es un viaje de regreso a casa
· Hay discernimiento cabal en mí misma pues veo lo mío en mí.
· No es necesario encontrar la felicidad, sino descubrirla en nuestro interior.
· No permitas que nadie robe tu paz interior.
Citando al Dr. Ramón Gallegos, para él la meditación es una práctica espiritual que no puede separarse de su esencia sagrada, es una proceso de despertar espiritual, es una reorientación hacia adentro, es incitar la indagación interior y llegar autoconocimiento.
En este sentido el maestro advaita Ramesh Balsekar nos invita a reflexionar que en cualquier momento, en cualquier lugar las cosas que se manifiesten son perfectas sea lo que sea, a esto lo llama aceptación sin negar lo que hay que existe, pero con una comprensión en profundidad de aceptar sin juicio, sin juzgar, sin expectativas, sin deseo, esta actitud de aceptación es verdadera libertad, de miedos y de ansiedades, entonces, no hay preocupación, porque todo simplemente se observa sin llegar anclarse a una situación o a un momento sea bueno o sea malo según nuestra propia perspectiva.
Es así como aplicamos la inteligencia espiritual en la toma de decisiones sin que afecten, promuevan o gesten pensamientos de arrepentimiento o de aversión, simplemente se aceptan se observan y se van, pues los pensamientos no son nuestros están ahí, la cuestión es no apropiarnos de ellos no tergiversarlos, transformarlos, porque entonces viene el sufrimiento de algo inexistente que solo fue una idea falsa o un pensamiento negativo.
La inteligencia espiritual nos lleva a tener una conciencia despierta una conciencia iluminada como lo menciona el Dr. Ramón Gallegos en su libro “La Conciencia Iluminada: Inteligencia Espiritual II”, se disertan concepciones que quizás para algunos son nuevas, para otros solo representan acertamientos de lo ya experimentado en la propia vida, en si el despertar de la conciencia iluminada donde la conciencia y el ser son uno mismo.
El desarrollo personal no es la espiritualidad, es el desarrollo de la persona como su propia humanidad crecimiento de tamaño, es la máscara el conjunto de papeles que tenemos a lo largo de nuestra vida en lo social, en lo material, en la persona que somos ante una sociedad materialista y escéptica. Esto no es espiritualidad ni desarrollo espiritual.
El despertar espiritual es como un amanecer donde la capacidad de asombro es como si fuera la primera vez que observáramos el sol, el cielo, la naturaleza, el despertar espiritual es tener una nueva visión no dualista, como lo hacen los maestros advaita.
Es claro comprender que los maestros advaita tienen una integración completa y real de lo que es la conciencia psicológica y la conciencia moral, pues sus actos y su propia vida es integral; como lo menciona el Dr. Ramona Gallegos[2], en su libro la conciencia iluminada “en la espiritualidad la conciencia psicológica y la conciencia moral están integradas por eso señala la importancia de un correcto pensar, un correcto actuar, hay una fuerte relación entre la atención plena y la correcta forma de vida , una conduce a la otra”.
La vida de los maestros advaita esta distinguida por la atención plena, lo manifiesta la maestra advaita Sri Anandamayi, con su mirada de serenidad, de verdadera felicidad.
La mejor manera de comprender a la maestra advaita Sri Anandamayi, es no compararla con ningún otro maestro, ella tiene sus propias singularidades, pues su sola presencia emana espiritualidad, brilla y armoniza espacios donde se encuentra, ella no reconocía la inferioridad ni la superioridad, en este contexto significante que guarda gran significado para cada uno de nosotros en lo colectivo Sri Anandamayi[3] : “Vive con Dios, día a día, ya que el momento que pasa no regresa, todo está dentro de ti mismo, vive en Dios en su presencia en el mismo deja que sea tu compañero inseparable”.
Sri Ramana Maharshi, menciona que la “felicidad es inherente en el hombre y que no se debe a causas externas”.
La felicidad vivir y está dentro de nosotros mismos pero no nos damos cuenta porque vivimos de prisa y e inconscientes de quienes somos y que hacemos.
Es necesario el despertar espiritual, es necesario desarrollar la inteligencia espiritual que permita que estemos en atencion plena vivir sin sufrimiento y con la certidumbre de que todo estará bien en el futuro, siempre reconciliándonos con los recuerdos de un pasado que no se puede cambiar.
Pero para vivir en atencion plena es necesario tener en cuenta en nuestra conciencia la existencia de Dios en nosotros mismos, a ello se refiere Balsekar Ramesh[4], en el libro “El Buscador es lo Buscado”, y reconoce que esta existencia, esta presencia consiente que él es, es la cualidad de ser de todo ser sensible que hay sobre la tierra, el alma misma del universo entero y por lo tanto “esto-aquí-ahora, esta presencia consiente, no puede de hecho ser otra cosa que Dios”.
Vivir en Dios siendo uno mismo, nace la armonía el amor incondicional, el amor universal por todos y por todo, siendo el todo la nada la inexistencia. Cuando se desarrolla la sabiduría de la existencia de Dios en mí, deje de buscar y sigo el proceso de descubrir, porque, que buscar lo que dentro de mí hay, que buscar fuera lo que, en mi interior vive, solo es darse cuenta y descubrir el amor incondicional, la sabiduría suprema, la espiritualidad, la felicidad, la iluminación e irradiación de energía cósmica que vive en mi interior, esto solo desarrollando la inteligencia espiritual y solamente se da en la sabiduría en la meditación como práctica de la contemplación.
En esta parte llegamos a la conclusión de que toda nuestra verdadera naturaleza de ser, un Ser espiritual está en la aceptación de sí mismo, lo menciona el Dr. Ramón Gallegos[5] en su Libro “el Néctar de la Felicidad: Inteligencia Espiritual III”, manifestando claramente que “todo está en nuestro interior y sucede con la aceptación, reconociendo que la vida es perfecta tal como es, que cada momento es maravilloso y se acepta sin queja, eso abre la puerta de la felicidad, debemos permanecer como testigos transpersonales, presenciando el mundo sin implicaciones emocionales con ecuanimidad arreactiva”
Cuando descubrimos lo que no somos nos damos cuenta de lo que si somos nuestra verdadera naturaleza el gran sabio maestro Advaita Nisargadatta Maharaj nos dice que nos somos el cuerpo que no somos los pensamientos o sentimientos, que no somos el tiempo o el espacio, que no somos esto o eso, que no somos nada concreto o abstracto, que la comprensión de uno mismo que verdaderamente es no está en la mente pues somos un ser sin límites.
En el libro Yo Soy Eso de Sri Nisargadatta Maharaj en referencia a lo que es la mente menciona que cada quien tiene su propio mundo según su mente, el mundo de Sri Nisagadartta es real y verdadero mientras que el de los demás aparece y desaparece según el estado de la mente.
De acuerdo a lo descrito anteriormente, la mente ingobernable, en la que vive mi propio mundo está llena de vacuidad, solamente se llega a la ecuanimidad a través de la práctica de la meditación , el despertar de la conciencia a través de la aplicación de óctuple noble sendero, del buen comportamiento del habla correcta de no quejarse, no murmurar, vivir plenamente en el presente en atencion plena cada momento cada instante, y en las reflexiones diarias surgen las preguntas disertantes e inquietantes por no conocer respuesta alguna de ¿Quién soy yo?, pero porque desear ser algo o alguien si ya se es un ser espiritual un ser iluminado un ser feliz.
En este sentido el maestro advaita Sri Ramana Maharshi[6], diserta sobre la respuesta que muchos adeptos se hacen a ella y se comente el error, pues la respuesta no está en la mente no es una invitación a analizar y llegar a conclusiones sobre nuestra naturaleza, tampoco es una formula mántrica, es simplemente una herramienta que facilita el re-enrutamiento (buscar nuevamente la ruta de la vida), de la atencion desde los objetos del pensamiento y de la percepción hacia el espectador y el perceptor de ellos.
Al respecto el Dr. Gallegos[7] dice “el despertar espiritual, significa despertar a la genuina felicidad como nuestra verdadera naturaleza, como el veredero estado natural”.
No hay nadie feliz solamente hay felicidad, que nace fluye y surge del conocimiento de uno mismo desde el corazón desde el despertar de la conciencia de la espiritualidad que todos llevamos dentro, la paz perfecta, la serenidad y la gracia por el solo hecho de ser un ser.
Maharaj Nisaegadatta[8], principal maestro de la filosofía advaita del siglo XX, en el libro Semillas de Conciencia, nos dice “el principal punto que hay que entender es que usted ha proyectado sobre usted mismo un mundo de su propia imaginación, basado en recuerdos, deseos y temores, y que usted se ha apresado a usted mismo en él. Dése usted cuenta de eso, rompa el hechizo y sea libre”.
Esta disertación lleva una decisiva sabiduría, el darse cuenta de lo que se es y estar en atencion plena, en el presente en el aquí y el ahora, sin divagar en lo que ya fue, o crear imaginariamente lo que será, es un verdadero sufrimiento, es utópico, pero vivir él ahora es libertad, es romper el hechizo como lo dice el Maestro Maharaj.
La inteligencia espiritual, que nace y se desarrolla en los maestros de la gran filosofía advaita, es un conocimiento que llevan al auto cocimiento de sí mismo la indagación no solo personal sino transpersonal, ir mas allá de una búsqueda interior, ir mas allá de un despertar ir mas allá de un cambio de actitudes, es darme la oportunidad de realizar en mi misma una trasformación del darme cuenta de que soy un ser espiritual iluminado sin meter mente, cuerpo solo con el ojo espiritual, sin pensarlo en el pasado o en el futuro, simplemente vivir el presente en el mundo actual sin tiempo, sin formas, sin contextos que nada motive que nada desmotive ser solo el ser que existe en mí.
La filosofía advaita es una enseñanza del amor que hay en cada uno de nosotros. Los maestros advaitas como Sri H.W.L.Poonja nos invita a mirar dentro de nosotros mismos y nos dice que no hay diferencia entre el tú mismo y el ser, ambos son uno, somos seres libre; y a través de la poesía y la prosa nos explica ampliamente que somos en realidad cual es nuestra verdadera naturaleza y sutilmente dice:
El ser es lo que da aliento a la vida
El ser es el momento que no viene ni va
El ser brilla para sí mismo, por sí mismo en sí mismo
Solo el Ser es.
La reflexión de esta hermosa y maravillosa poesía es que somos el Ser, que yo soy lo que estoy buscando fuera, que deje de buscar en lo externo lo que interno tengo. Somos conciencia, sustancia ultima vacío iluminador, esencia pura y limpia.
Para finalizar este ensayo llega a mí una reflexión, que mi mente y mis pensamientos no sean más una maraña o telaraña, que se refleje en mí, lo que es mi verdadera naturaleza, un sol que brilla, que ilumina y trasciende a la obscuridad, un ser que nace de la nada y se pierde en la nada, en la no existencia de una vida fugas y permanente, un ser divino, sin descripción, un ser inmanente donde se manifieste solo el Yo Soy, la luz del ser, la inmanencia suprema, la emanación ígnea, la conciencia la vida potente por lo que todo avanza, mi propio Ser, el que me penetra, me encierra, me alumbra y me traspasa, despertando siempre, todas las sustancias que forman parte de mi Ser, esa fuerza universal y cósmica, que irradia mi corazón cuando despierta mi Ser en mí.
Ahora sé que la meditación, me da la herramienta suprema que es la inteligencia espiritual la que pone énfasis en la autoindagación, en el autoconocimiento, y me otorga la capacidad de poder disolver el condicionamiento ilusorio de lo que es el ego, y así como lo mencionan los maestros advaita “yo soy eso”, “yo soy la omnisapiencia”, soy la omnidicha absoluta, por lo tanto Yo soy la vida misma, esta es mi verdadera y final naturaleza de ser.
La sabiduría del autoconocimiento íntimo y personal que dejan en las lecturas de maestros advaita son transpersonales y se vinculan y tejer como la urdimbre y la trama de una disertación continua con las aportaciones de la trilogía de inteligencia espiritual del Dr. Ramón Gallegos, permiten abrir una fisura en el corazón sabio donde se cuela la irradiación de amor universal, de espiritualidad y se conjuntan y se mezclan y surge la ecuanimidad, la serenidad, la paz interior, la belleza, el amor, la felicidad de lo que verdaderamente se es.
Fuentes de Consulta
Anandamayi Ma. (1998). En tu Corazón está Mi Morada. Traducido por (Rosa Fernández y Raúl García). Documento extraído de la plataforma del doctorado 2011-2014. Guadalajara México: Fundación Internacional de Educación Holista.
Balsekar, R. (n.d). El Buscador es lo Buscado. Documento extraído de la plataforma del doctorado 2011-2014. Guadalajara México: Fundación Internacional de Educación Holista.
Balsekar, R. (2005). La Sabiduría de Balsekar. España: Editorial Gulaab.
Gallegos, N. R. (2010a). En Unidad con el Ser: Inteligencia Espiritual I. Guadalajara México: Fundación Internacional para la Educación Holista.
Gallegos, N. R. (2010b). La Conciencia Iluminada: Inteligencia Espiritual II. Guadalajara México: Fundación Internacional para la Educación Holista.
Gallegos, N. R. (2010c). El Néctar de la Felicidad: Inteligencia Espiritual III. Guadalajara México: Fundación Internacional para la Educación Holista.
Maharshi, R. (2007). Sea lo que Usted Es: Las enseñanzas de Sri Ramana Maharshi. España: editorial Ignitus
Maharaj, N., (1995). Yo Soy Eso. México: editorial Sirio.
Maharaj, N., (n.d.). Semillas de Conciencia. Biblioteca virtual del doctorado en educación holista: Fundación Internacional de educación holista www.ramongallegos.com
Poonja, H.W.L. (2010). Esto. Traducción por Colombo, J.R. USA: Vidya Sagar Publications
http://www.advaitainfo.com/maestros/nisargadatta-maharaj.html
[1]Maharshi R. (2007). Sea lo que Usted Es: Las enseñanzas de Sri Ramana Maharshi. España: editorial Ignitus. Pág. 111
[2]Gallegos N. (2010b), La Conciencia Iluminada, 1ª Ed. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara Méx. pág. 14
[6]Maharshi R. ((2007). Sea lo que Usted Es: Las enseñanzas de Sri Ramana Maharshi. España: editorial Ignitus pág. 64
[8]Nisagadartta. M. (n.d). Semillas de Conciencia. Biblioteca virtual del doctorado en educación holista
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