Pensamientos sueltos sobre el acto de escribir

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De algún lugar salió eso de que ser escritor combina con ser sedentario, pero ¿de dónde? Si ya traemos las ideas entre los surcos del ADN, y si el ADN está, como dicen, en el cuerpo, ¿cómo hacer que las ideas se muevan, se organicen en fila india hacia la mano que escribe? ¿O hasta el cerebro, si se las quiere intelectualizar antes de volcarlas en un texto? Principalmente en este último caso, la gravedad es fundamental. Sólo ideas muy sutiles consiguen levantar vuelo e ir, por ejemplo, de los pies a la cabeza en apenas una tarde. Las otras, más instintivas y densas, tienen que escalar el cuerpo lentamente. Pero incluso estas ideas pueden acelerar su marcha: nada que unos ásanas (técnicas corporales del Yôga) no consigan. Si el cuerpo está quieto, si se mantiene la cabeza erguida como en un pedestal, las ideas serán de un tipo. Pero no hay nada como una idea que recorre el cuerpo a estallidos, demorándose en los plexos como una cosquilla indescifrable que culmina en la mano y florece en el papel. Esas son Nuestras Ideas.

Agregado: 27 de FEBRERO de 2010 (Por Anahí Flores) | Palabras: 969 | Votar |

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Autor: Anahí Flores (anahiflores.org@gmail.com)

PENSAMIENTOS SUELTOS SOBRE EL ACTO DE ESCRIBIR IDEAS Y GRAVEDAD
De algún lugar salió eso de que ser escritor combina con ser sedentario, pero ¿de dónde? Si ya traemos las ideas entre los surcos del ADN, y si el ADN está, como dicen, en el cuerpo, ¿cómo hacer que las ideas se muevan, se organicen en fila india hacia la mano que escribe? ¿O hasta el cerebro, si se las quiere intelectualizar antes de volcarlas en un texto? Principalmente en este último caso, la gravedad es fundamental. Sólo ideas muy sutiles consiguen levantar vuelo e ir, por ejemplo, de los pies a la cabeza en apenas una tarde. Las otras, más instintivas y densas, tienen que escalar el cuerpo lentamente. Pero incluso estas ideas pueden acelerar su marcha: nada que unos ásanas (técnicas corporales del Y�ga) no consigan. Si el cuerpo está quieto, si se mantiene la cabeza erguida como en un pedestal, las ideas serán de un tipo. Pero no hay nada como una idea que recorre el cuerpo a estallidos, demorándose en los plexos como una cosquilla indescifrable que culmina en la mano y florece en el papel. Esas son Nuestras Ideas.
EL TIEMPO

El tiempo que lleva cocinar un libro es indefinido. Los plazos pueden estar puestos con anticipación, como quien se coloca una meta, y aun así casi nunca son cumplidos. Es difícil exigir al proceso de creación que se adapte a una fecha. A veces, los borradores de un texto deben reposar por un período en la heladera, y no siempre se sabe de antemano cuál será el mejor momento de sacarlos para continuar con la elaboración. Todo es inexacto hasta volverse exacto. Un libro puede demorar años, así como puede ser escupido en una noche. Independientemente de ese tiempo, el escritor prudente mantiene sus manuscritos en reposo, mientras los lee y relee. En cada relectura los mejora un poco más. Es la fase de la revisión. Y ésta sí debe demorar bastante, generalmente años. Evidentemente, estamos hablando de textos serios. No es el caso de la producción rápida de notas y columnas en revistas, en la cual bastará tener oficio para realizar un texto aceptable en sólo una tarde.
ACONDICIONE SU ENTORNO:
BHAVAN PúJÁ

Fuera del perro, un libro es el mejor amigo del hombre,
y dentro del perro probablemente está demasiado oscuro para leer.
Groucho Marx
Alguien dijo alguna vez que si las condiciones no son óptimas, hay que crearlas. Acondicione su entorno tornándolo el lugar ideal para escribir. En sánscrito, el nombre de esta técnica es bhavan pújá. Usted y el ambiente van a interactuar. Uno influirá sobre el otro. Dé importancia al espacio que lo rodea. Hay escritores famosos que tenían rutinas literarias de lo más variadas y �para un observador� excéntricas. Son fórmulas personales que condicionan el estado de escribir. Descubra cuáles son las suyas. Para escribir sobre Y�ga precisamos estar 100% lúcidos. ¿Qué tal escribir de madrugada, después de un día de mucho trabajo y práctica? Ése es mi horario favorito. Cuando casi todos se han ido a dormir, el teléfono se calma y la computadora está disponible. Un buen bhastriká (respiratorio estimulante), tal vez un shírshásana (técnica corporal invertida) y un chai (té estimulante, típico de India), y la noche es toda suya..., y claro, de su libro.
SEA SU PRIMER LECTOR
Lea estos versos como si fueran de otro,
y sentirá en lo más hondo de su alma cuán suyos son.
Reiner Maria Rilke
Mientras va escribiendo, juegue a mirar sus palabras con ojos ajenos. Relea las anotaciones como si nunca hubiera tenido contacto con ellas. Cuando surja naturalmente el proceso de la memoria, procure ignorarlo. Intente descubrir a cada contacto diario, una nueva información para agregar, algún detalle que esté faltando. Juegue a desconocer sus propias ideas, y evalúese; es más descomprometido �por lo tanto más fácil� juzgar algo que no nos pertenece.

HAGA PAUSAS PARA LEER EL TEXTO EN VOZ ALTA.
El talento es el ritmo.
Los problemas más sutiles empiezan en la puntuación.
Andrés Neuman
La musicalidad de las palabras transmite mucho. ¿Le gustan los sonidos que escucha? Preste atención. Esto varía según el idioma que haya elegido para escribir.

LA ACCIóN
Lo más elevado que un hombre puede alcanzar
es ser capaz de hacer.
Toda energía gastada en un trabajo consciente es inversión.
La que se gasta mecánicamente se pierde para siempre.
Gurdjieff
La energía necesaria para comenzar cualquier proyecto es comparable a la energía concentrada en una semilla. Así como una semilla contiene en sí misma un árbol completo en potencia, quien comienza un proyecto debería contener en sí la fuerza suficiente para desarrollarlo y concluirlo. Pero no es siempre así, por eso muchas ideas promisorias quedan latentes en el inconsciente colectivo como lo que son: ideas sueltas cuyo tiempo aún no llegó. Dejar una idea suelta y sin registrar en el inconsciente colectivo es un peligro, y a la vez una seguridad. Peligro de que alguien encuentre esa idea y la lleve a cabo sin respetar los derechos de autor (derechos de autor relativos, ya que ¿cómo asegurar que ese supuesto autor no recibió la idea del inconsciente colectivo también?), y luego el potencial autor se angustie por no haber sido más ágil y rápido. Seguridad, porque eso garantiza que la idea no se perderá, sólo se postergará el momento de su ejecución. De esa forma, las ideas tienen más personalidad e independencia que sus propios creadores.

ANAHí FLORES Profesora del Método DeRose. Autora de los libros: Coreografías del SwáSthya Y�ga (S�o Paulo, 2003; Rio de Janeiro, 2004) / Inspire, y al exhalar �escriba! (Rio de Janeiro, 2005) / Y�ga Art Book (Rio de Janeiro, 2006) / Relax, permanezca despierto y lúcido (Buenos Aires, 2007) / 10 propuestas de relax para llevar en el bolsillo (Buenos Aires, 2009).

www.anahiflores.org www.metododerose.com.ar

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