|
Bases y puntos de partida para la organización de la República Argentina
El presente trabajo titulado Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina cuyo autor es Alberdi, Juan Bautista, es una orientación fundamentando las instituciones argentinas y desarrollando la organización nacional, como así también explica las bases para la creación de una constitución nacional.
La obra consta de Cartas de Urquiza y Sarmiento, páginas explicativas de Juan Alberdi y Juicio de Carlos Pellegrini. Inspirado el autor en la época va a expresar el contexto y marco teórico, situándose en la época, con las características históricas y resaltando los aspectos fundamentales para dar nacimiento a una organización nacional a través de la creación de una constitución, tomando como bases comparativas las constituciones de Norte América, Europa y California, destacándose entre ellas las constituciones de América del Sud.
Además impulsa las ideas filosóficas y sociológicas, incitando, a los principios por los cuales el país luchaba, seguridad y libertad.
En consecuencia, nos lleva a reflexionar sobre el marco histórico por el cual la sociedad argentina, en base a ideales de personas con alto espíritu, desencadenaron en medio de una dependencia española, la revolución que culminó con el afianzamiento económico, político, constitucionalista, sociológico del país, logrando un sistema representativo, republicano y federal.
Juan Bautista Alberdi, nació en Tucumán, el 29 de agosto de 1810, hijo de Salvador de Alberdi, natural de Vizcaya, y de Josefa de Aráoz y Valderrama, tucumana.
Entre sus obras pueden exaltarse: Fragmento preliminar al estudio del Derecho, que contenían su aporte al romanticismo platense y en germen principios que se desarrollaría en las Bases; editó el periódico La Moda, junto a él se encontraban Gutiérrez y Echeverría, que poco tiempo fueron clausurados junto con la librería de Marco Sastre. Formaron también la Asociación de Mayo o Logia Secreta de la Joven Generación Argentina-.
Destacada figura, después de su examen de tesis, el grado de doctor en jurisprudencia, en 1838, debía prestar acatamiento a la causa nacional de la Federación. Optó por embarcar, el 28 de noviembre de 1838 hacia Montevideo, junto a Miguel Cané, prosiguiendo la prédica en El Nacional, la Revista del Plata, El Porvenir y El Corsario.
Alberdi escribió,: Se trata de arrancar el gobierno de las manos de un tirano, para depositarlo en manos de la patria, de la nación, del pueblo, de los argentinos de todas las opiniones, y de todas las clases.
La causa es de todos, el interés es universal. Se trata de que todos sean libres, de que todos sean iguales, de que todos sean respetados, de que todos sean atendidos.
El 2 de abril de 1843, con Juan María Gutiérrez, embarcó en El Edén hacia Europa, visitó Génova, Milán y Turín y entre agosto y octubre París; en ese tiempo conoció al Gral San Martín. Durante ese viaje Alberdi, se detuvo en examinar las sedes de gobierno y justicia, presentes y pasadas, las universidades y los nuevos métodos de comunicación y transporte como el camino de fierro.
Arribó a Valparaíso, Chile, el 15 de abril de 1844, en su carácter de abogado de la República de Uruguay, presentó ante la Corte de Apelaciones una memoria sobre la conveniencia y objeto de un Congreso General Americano.
El 3 de febrero, tras la batalla de Monte Caseros se produjo la caída de Rosas y con él la de su gobierno y su proyecto político. Rosas, se había negado por mucho tiempo a que el país tuviera una constitución. En cambio para Alberdi, la República Argentina tiene que empezar por crear un gobierno nacional una constitución general que le sirva de regla. La nueva opción, impulsada por Inglaterra desde 1846, era la apertura comercial: abrir las economías e insertarlas en el mercado mundial. Podría producir lana, cereales y carne, tal como lo hacía Australia, África, Estados Unidos y Canadá.
Aunque las cuestiones de política económica estaban fijadas en política territorial, navegación interior, libertad de los ríos, comercio internacional, caminos y ferrocarriles, postas, la cuestión de la pobreza, política de población e inmigración. El 1 de mayo de 1852, puso final a Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina.
Tratan de los antecedentes constitucionales en otros países y en la Argentina. Alberdi comenta las constituciones unitarias de 1819 1826; la de Perú, calculada por su atraso; la de Colombia, con vicios por los que no debe imitarse; la de Méjico, con vicios que originan su atraso; la del Uruguay, con defectos que hacen peligrosa su imitación; la del Paraguay, con defectos ...; y California, confirmación de bases constitucionales.
Consideraba al territorio argentino, como despoblado y lo llamó desierto. Era necesario mejorar el país a través de la educación, cambiarlo, formar una nación, siendo necesario arrancar a Europa un pedazo de su población y preferentemente de Inglaterra.
Los capitales, son los valores aplicados a la producción... muelles, buques de vapor, ferrocarriles, puentes, pozos artesianos, canales, fábricas, máquinas de vapor y de todo género para beneficiar metales y acelerar la producción agrícola. Según el pensamiento de Adam Smith: la mayor parte de capital de una Nación nueva se dirige primero al cultivo, después a las manufacturas, y en fin al comercio extranjero.
Expone cuatro derechos que se aseguran a todos los habitantes, naturales o extranjeros: libertad, igualdad, propiedad y seguridad.
La economía proponía los fines; el derecho propondría los medios.
“ Cuanto más garantías deis al extranjero, mayores derecho asegurados tendréis en vuestro país.”
En la obra se encuentran plasmadas las Cartas de Urquiza y Sarmiento: expresando sus salutaciones y digno homenaje de alcanzar el éxito y la gloria de constituir la República que debe ser de todos y para todos... (J.J. Urquiza) ... pueda ser el Decálogo Argentino, la bandera de todos los hombres de corazón... ( D.F.Sarmiento)
Gobernar es poblar, en el sentido que poblar es educar, mejorar, civilizar, enriquecer y engrandecer espontáneamente, como ha sucedido en Estados unidos. Es posible hacerlo con poblaciones civilizadas, para educar a la América en la libertad y en la industria. Esto no debe apartar de la memoria del extranjero, la inmigración es espontánea, y la América del Sud, bien o mal, fue poblada por los gobiernos de España, es decir artificialmente.
El secreto de poblar reside en el arte de distribuir la población en el país. La inmigración tiende a quedarse en los puertos, porque allí acaba su larga navegación, allí encuentra alto salario y vida agradable.
Poblar, es instruir, educar, moralizar, mejorar la raza, es enriquecer, civilizar, fortalecer y firmar la libertad del país, dándole la inteligencia y la costumbre de su propio gobierno y los medios de ejercerlo.
La Victoriade Monte Caseros, viene a ponerla en el camino de su organización y progreso, es un evento tan grande como la Revolución de mayo, que destruyó el gobierno colonial español.
Dado el carácter histórico del derecho constitucional sudamericano, encontraríamos la división en dos períodos: uno que principia en 1810ny concluye con la guerra de la Independencia contra España, y otro que data de esta época y acaba en nuestros días.
Mientras combatíamos contra España disputándole nuestro suelo americano, contra el ejemplo monárquico de Europa, luchando por la soberanía democrática de este continente, nuestros legisladores veían la necesidad de proclamar y asegurar nuestra independencia, y de substituir los principios de igualdad, libertad como bases el gobierno interior; democracia e independencia eran todo el propósito constitucional, la riqueza, el progreso material, el comercio, la población, la industria, los intereses económicos. Contribuían a todo ello, el ejemplo de grandes revoluciones: Revolución Francesa de 1789 y revolución de Estados Unidos contra Inglaterra. Ésta última, era ejemplo para nosotros en política exterior y en materias económicas.
En la República Argentina, se dicta en el año 1826, la primera Constitución, que debiera ser abandonado, como consecuencia de la falta de armonía con las necesidades modernas del progreso argentino. Es casi una reproducción literal de la Constitución de 1819, cuando los españoles poseía la mitad de América del Sud.
Aquella, hacía cesar los derechos de ciudadanía de nuevos ciudadanos, por la admisión de empleos, distinciones o títulos de otra nación. Esta constitución unitaria, copia confesada de una constitución del tiempo de la guerra de la Independencia, carecía de garantías de progreso.
Así, los hechos, la realidad que son obra de Dios y existen por la acción del tiempo y de la historia anterior de nuestro país, serán los que deben imponer la constitución que la República Argentina reciba de la mano de sus legisladores constituyentes.
Para Alberdi, en consecuencia, hay dos cosas:
1- los principios, derechos y garantías, que forman las bases y objeto del pacto de asociación política;
2- las autoridades encargadas de hacer cumplir y desarrollar eso principios. De aquí la división de la Constitución en dos partes, siguiendo el modelo d la Constitución de Massachussets.
Primera parte: principios, derechos y garantías.
Cap. 1 Disposiciones Generales.
Cap. 2 Derecho público argentino
Cap. 3 Derecho público deferido a los extranjeros.
Cap. 4 garantías públicas de orden y de progreso.
Segunda parte: autoridades argentinas
Sección 1: generales
Cap. 1 poder legislativo
Cap. 2 poder ejecutivo
Cap. 3 poder judicial
Sección 2: Provinciales
Gobierno de provincia o interiores
Alberdi, en resumidas palabras, concluye su obra, las plasmando: los estatutos constitucionales, lo mismo que las leyes y las decisiones de justicia, deben ser motivados. A mención de los motivos es una garantía de verdad y de imparcialidad, que se debe a la opinión, y un medio de resolver las dudas ocurridas por revelación de las miras que ha tenido el legislador, y de las necesidades que se ha propuesto satisfacer.
Conviene que el preámbulo de la Constitución Argentina exprese sumariamente los fines e su instituto. Abrazando la mente de la Constitución, vendrá la antorcha que disipe la obscuridad de las cuestiones prácticas, que alumbre el sendero de la legislación y señale el rumbo de la política de gobierno.
Aún no hay comentarios para este recurso.
Monografias, Exámenes, Universidades, Terciarios, Carreras, Cursos, Donde Estudiar, Que Estudiar y más: Desde 1999 brindamos a los estudiantes y docentes un lugar para publicar contenido educativo y nutrirse del conocimiento.
Contacto »