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¿Estamos solos en el Universo?

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La inmensa mayoría de seres humanos creemos que no estamos solos en el Universo. Sin embargo, basamos esta creencia más en lo que publican los medios y la prensa sensacionalista que en algún fundamento científico sólido. El argumento más esgrimido es que, siendo el Universo tan vasto, sería ingenuo o ridículo pensar que no existan otras civilizaciones; en algún planeta, alrededor de alguna de las cientos de miles de estrellas, debió haberse desarrollado una civilización extraterrestre capaz de expandirse y visitarnos.

Agregado: 11 de OCTUBRE de 2008 (Por dquezada) | Palabras: 3831 | Votar |
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Categoría: Apuntes y Monografías > Astronomía >
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    Autor: dquezada (dquezada@gmx.de)

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    ¿Estamos solos en el Universo?

    dquezada@gmx.de

     

    Definiciones básicas:

     

    Planeta: Cuerpo celeste que no emite luz propia. En general, están en órbitas alrededor de estrellas. Son formados por gases y materiales rocosos. Nuestro planeta es la Tierra.

    Estrella: Enorme esfera de gas que, debido a su gran masa, colapsa sobre sí misma, produciendo reacciones nucleares que irradian luz y calor. Tienen, en general, planetas orbitando en torno a ellas. La Tierra gira en torno a la estrella conocida como Sol'.

    Galaxia: Conjunto masivo de estrellas. Existen alrededor 500 mil millones de Galaxias y la nuestra, conocida como vía Láctea, está formada por 200 mil millones de estrellas.

    Universo: Todo cuanto existe. Conjunto total de galaxias, sus estrellas y planetas.

    Año Luz: Distancia que recorre la luz durante un año.

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    Izquierda: Imagen del espacio profundo tomada por el telescopio espacial Hubble. En esta fotografía, cada punto luminoso es una galaxia, compuesta a su vez de miles de millones de estrellas. Derecha: La Galaxia Andrómeda, la más cercana a la nuestra; dos millones de años luz. Su forma en espiral es muy similar a nuestra Vía Láctea.

     

    La inmensa mayoría de seres humanos creemos que no estamos solos en el Universo. Sin embargo, basamos esta creencia más en lo que publican los medios y la prensa sensacionalista que en algún fundamento científico sólido. El argumento más esgrimido es que, siendo el Universo tan vasto, sería ingenuo o ridículo pensar que no existan otras civilizaciones; en algún planeta, alrededor de alguna de las cientos de miles de estrellas, debió haberse desarrollado una civilización extraterrestre capaz de expandirse y visitarnos.

     

    Sin embargo, un número ingente de estrellas está lejos de asegurar, por sí sola, la existencia de civilizaciones. De hecho, quienes así argumentamos, hemos pasado por alto una serie de consideraciones, como por ejemplo: ¿De esas cientos de miles de estrellas, cuántas tienen, al menos, un planeta girando en torno de ellas? Y de esos planetas, ¿cuántos pueden contener los elementos mínimos para el desarrollo de la vida? Y de esos organismos vivos, ¿cuántos logran evolucionar a civilizaciones inteligentes? Finalmente, ¿Cuántas de estas civilizaciones inteligentes logran realmente avanzar tecnológicamente y superar la autodestrucción?

     

    En astronomía, esta fórmula de descuentos', fue propuesta por el astrónomo Frank Drake y permite realizar estimaciones cuantitativas sobre el número de civilizaciones tecnológicas presentes en el Universo en un momento dado cualquiera, por ejemplo, hoy. En estos párrafos, intentaremos buscar esta respuesta numérica, basándonos en supuestos estrictamente científicos y acotando el objetivo de nuestra búsqueda, a nuestra propia galaxia. Pero... un momento! Si sabemos que existen en el universo miles de millones de galaxias, entonces, ¿por qué limitarnos a buscar sólo en la nuestra? Es como si deseamos buscar personas únicamente en las casas dentro de nuestra propia ciudad, sabiendo que hay cientos de miles de otras ciudades, en todo el mundo, donde buscar. Pues bien, la respuesta es, básicamente, debido a las enormes distancias que separan unas galaxias de otras. Puede decirse que una comunicación con una civilización extragaláctica es imposible, incluso si dicha civilización existe. Recordemos que la galaxia de Andrómeda, una de las galaxias más cercanas, se encuentra a unos dos millones de años luz de distancia. Esto significa que un mensaje con una civilización de Andrómeda emplearía al menos cuatro millones de años en ser respondido. ¿Alguien está dispuesto a esperar este tiempo? Aún así, más adelante, ampliaremos el estudio a todas las galaxias.

     

    Comencemos entonces con la búsqueda de los valores a descontar para obtener el número de civilizaciones tecnológicamente avanzadas que, en este preciso minuto, están allá afuera, en nuestra galaxia, esperando ser contactadas:

     

    Número de Estrellas en nuestra Galaxia: Este es nuestro punto de partida. Se trata de un dato muy documentado y que conocemos con bastante precisión gracias a las observaciones astronómicas modernas. En nuestra Vía Láctea hay 400.000 millones de estrellas.

     

    Fracción de estrellas que tienen planetas: Recientes descubrimientos sobre planetas extrasolares permiten, por primera vez, realizar este cálculo; Una de cada tres estrellas aloja, al menos, un planeta. En consecuencia, diremos que el 33,3% de las estrellas tiene, al menos, un planeta.

     

    Fracción de planetas habitables: Un requisito imprescindible es que el rango de temperaturas sea tal, que permita el surgimiento de vida. Estimamos que uno de cada diez planetas albergaría estas condiciones mínimas. Por favor no piense que estamos considerando que las condiciones para la vida deban ser las mismas que en la tierra, sino que nos atenemos, estrictamente, a lo que permite la química. Análisis de espectros de la luz emitida por las estrellas demuestra, irrefutablemente, que existen los mismos elementos en todo el Universo. La mayoría de los planetas contienen gases sulfurosos y temperaturas tan extremas que imposibilitan su surgimiento. En nuestro Sistema Solar, con nueve planetas, al menos uno, el nuestro, es habitable. La probabilidad podría ser mayor, teniendo en cuenta algunos satélites. En consecuencia, diremos que el 12% de los planetas son habitables.

     

    Fracción de planetas habitables en los que se desarrolla vida: Este término es realmente difícil de estimar. Sólo disponemos de un caso conocido, el nuestro. Siendo muy optimistas podríamos pensar que en cada planeta que cuenta con las condiciones necesarias para la vida, ésta surge. Sabemos que para que la vida tenga tiempo de desarrollarse hasta el estado evolutivo presente aquí en la Tierra, es necesaria una condición extra; Que la estrella viva el tiempo suficiente. En efecto, las estrellas más masivas que el Sol disponen de más combustible nuclear, pero también lo consumen a un ritmo mucho más elevado, por lo que llegan al final de sus días en unos 500 millones de años. En la Tierra, por otra parte, parece que la vida comenzó hace unos 3.700 millones de años; claramente, un tiempo mayor que la vida de algunas estrellas. Recuerde además que nuestro Sol es de un tipo de estrella poco frecuente. Convengamos este valor en 33,3%, es decir, en uno de cada tres planetas que cuenta con las condiciones necesarias para la vida, ésta surge.

     

    Fracción de planetas con vida, en los que ésta evoluciona hacia una forma inteligente: Es posible que en muchos mundos, donde haya surgido vida, ésta no logré desarrollar tecnología. Los dinosaurios, por ejemplo, dominaron la tierra por millones de años, muchos más de los que la ha dominado el hombre, y sin embargo nunca lograron evolucionar hacia una forma inteligente. Siendo optimistas, consideraremos este valor como de 25%. Es decir, en uno de cada cuatro planetas donde surge la vida, esta logra desarrollar inteligencia.

     

    Fracción de planetas con vida inteligente en los que aparece una civilización capaz de desarrollar tecnología suficiente para comunicarse con otras: En principio, nada obliga a que una civilización inteligente necesite una tecnología tan avanzada y capaz de enviar y recibir ondas electromagnéticas como la que el hombre ha sido capaz de desarrollar. Puede haber planetas en que sus habitantes sean grandes filósofos, poetas o pintores, pero astrónomos indiferentes que no desarrollen interés por indagar el cosmos. Pero todo parece indicar que, tarde o temprano, cualquier tipo de civilización da pasos hacia una tecnología capaz de ponerla en contacto con otras. Si nuestro planeta no hubiera tenido un cielo tan oscuro (por ejemplo porque estuviese situado más cerca del centro de la Galaxia), probablemente nuestra astronomía no se hubiese desarrollado tal y como lo ha hecho. Pero no se dispone de más de un caso para realizar estimaciones numéricas confiables. Por tanto, y fieles a nuestro optimismo, tomaremos el valor 100%, es decir, en cada planeta donde surge vida inteligente ésta logra desarrollar tecnología avanzada que le permita ponerse en contacto con otras civilizaciones del espacio.

     

    Fracción de la vida del planeta, durante la cual existe una civilización tecnológica: De nuevo retomamos el único caso que conocemos: el nuestro. Nuestra civilización es capaz de enviar ondas al espacio desde hace apenas unos 50 años. Sin embargo, las guerras mundiales, la proliferación de armas tanto nucleares como químicas, el terrorismo organizado, nos tienen tambaleando peligrosamente en la cuerda floja de la autodestrucción. Un intercambio nuclear masivo, junto con su remanente radiactivo de miles de años, podría destruir por completo nuestro planeta, eliminado cualquier posibilidad de que surjan nuevos seres tecnológicamente avanzados. Si la edad de la tierra se estima en 4.600 millones de años, diremos entonces que esta fracción es de 50 años sobre 4.600 millones. Es decir, la fracción de tiempo que el hombre ha estado enviando señales al espacio como proporción de la vida total de la tierra es de 50/(4.600 millones). Esto no excluye en lo absoluto que nos autodestruyamos mañana.

     

    ¿Qué valor obtenemos al descontar las fracciones anteriormente detalladas? No olvide que hemos utilizado, deliberadamente, los valores más optimistas posibles. Respuesta: Diez, apenas diez civilizaciones! Resulta evidente que, al utilizar valores promedio o pesimistas, el valor obtenido es cero. ¿Dónde quedaron entonces las cientos de miles de civilizaciones que se supone podrían existir en nuestra galaxia? Reducidas tan sólo a un miserable puñado de mundos!

     

    ¿Contactar una civilización más avanzada?

     

    Hemos encontrado el número de civilizaciones tecnológicamente capaces de comunicarse en un momento dado; Solo diez. Esto no necesariamente significa que sólo hayan existido diez civilizaciones en toda la historia del Universo. Sólo dice que, en un momento dado cualquiera, se esperaría que hubiese diez civilizaciones, en nuestra galaxia, tratando de comunicarse. Ahora que conocemos este número ¿cuáles son las posibilidades reales de que podamos contactarlos?

     

    A partir del tamaño de nuestra Galaxia, y del número de civilizaciones tecnológicas susceptibles de comunicarse, deducimos la distancia promedio existente entre dichas civilizaciones. Así, si consideramos que en la Vía Láctea existen diez civilizaciones tecnológicas, y están repartidas uniformemente, entonces puede demostrase que la distancia media a la civilización tecnológica más próxima es de unos 27.000 años luz (ver Anexo para detalle del cálculo). El período de vida de las civilizaciones determinará si se puede establecer o no comunicación entre ellas antes de que desaparezcan. Incluso en el caso optimista, el pequeño número de civilizaciones indica, sin lugar a dudas, que las civilizaciones se extinguirán mucho antes de que puedan entrar en contacto. Alguien podría argumentar que, eventualmente, enviaríamos una misión a las estrellas con la esperanza que, tras muchas generaciones de viajeros, pudiéramos llegar a hacer contacto. La realidad es, sin embargo, mucho más desalentadora, pues aún con nuestras naves espaciales más veloces (que logran alcanzar la increíble velocidad de 180.000 kilómetros por hora) tardaríamos unos tres millones de años. ¿Alguien se atreve a planificar un viaje con esta duración?

     

    ¿Y si ya estuvieran entre nosotros?

     

    A pesar de lo descorazonador que resultan las estimaciones anteriores, mucha gente se rehúsa a aceptar que podamos estar solos. Menosprecia la capacidad de los pueblos primitivos y asegura que fueron seres extraterrestres quienes construyeron, por ejemplo, las grandes pirámides de Egipto o los templos mayas. La innumerable evidencia arqueológica no deja lugar a dudas; no sólo fueron construidos por el hombre, sino que el proceso estuvo plagado de fracasos previos (ver imágenes). Yo les pregunto: ¿Acaso una civilización tecnológicamente avanzada viajaría miles de años luz, sólo para erigir monumentos de piedra? Dada la tecnología espacial avanzadísima que supuestamente deberían poseer, ¿cómo es que algunas pirámides presentaron fallas? ¿No se habría esperado de ellos la revelación de un conocimiento y avances más acabados y significativos que unos cuantos megalitos o círculos en los campos de maíz?

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

    Izquierda. Canteras de piedra caliza junto al Nilo, Egipto. En ellas se han encontrado miles de cínceles y otros utensilios utilizados por los egipcios. Derecha; Pirámide de Sinki. Esta pirámide fue abandonada por los egipcios por falla estructural. Todavía se puede ver, en la parte derecha de la fotografía, la rampa utilizada para subir los bloques de piedra, prueba de las pirámides eran construidas de forma convencional.

     

    Más allá de lo fútil de esta discusión, lo concreto es que no existe ninguna prueba irrefutable de la presencia, actual o pasada, de seres extraterrestres de ninguna especie. De los miles de casos y reportes de Ovnis y supuestas abducciones, ninguna ha podido aportar evidencia que nos lleve a concluir, irrefutablemente, que existan seres extraterrestres. Si tan solo uno, solo uno, de los supuestos abducidos pudiese presentar un mísero pelo de estos supuestos seres, cuyo ADN demostrara no corresponder con el desarrollo de la vida en la tierra; o bien un pedazo de tela, polvo, metal o mineral inexistentes la tierra (como Niobio o Protactinio en configuraciones isotópicas no presentes en la tierra) estaríamos en condiciones de aseverar, de forma concluyente, que efectivamente pertenecen a una civilización extraterrestre. Pero, nada; ni una sola prueba, ni siquiera en el caso Roswell, donde el impacto de una nave sobre la tierra supondría miles de pistas y trozos repartidos en muchos kilómetros a la redonda, dejando huellas imposibles de encubrir en un lugar tan apartado. Incluso hoy deberíamos ser capaces de detectar la radiación o distorsión del campo magnético que supondría la colisión de una nave espacial; ¿cómo es que una civilización tan avanzada, capaz de atravesar potentes corrientes gravitacionales desde los confines del espacio, comete un error tan estúpido como estrellarse a campo abierto sobre la superficie de nuestro insignificante planeta? Francamente no tiene sentido.

     

    Otro aspecto curioso es el hecho de que el primer reporte concreto de Ovnis se registrara en 1947, coincidente el inicio de la guerra fría. La mitología alienígena constituye un manto de desinformación perfecto para propósitos de espionaje a escala global, la lucha por la carrera espacial y la supremacía armamentista militar que enfrentó a los Estados Unidos con la Unión Soviética durante los años de la guerra fría. No sorprendería entonces encontrarnos con que esos gobiernos apoyaran discreta e indirectamente la investigación y proliferación de estas creencias entre la población mundial como estratégica de encubrimiento para actividades militares secretas.

     

    Los testimonios de supuestos abducidos y la industria cinematográfica dan cuenta de criaturas bélicas interesadas en experimentos con seres humanos e intenciones malévolas. Si una civilización ha logrado superar la autodestrucción y llegar hasta nosotros, significa que ha aprendido a vivir consigo misma y con el universo, por lo que necesariamente ha de ser benigna. En consecuencia, resulta ilógico pensar que puedan estar interesados en raptar y asustar a unos pobres y atrasados terrícolas. También llama poderosamente la atención, que todos los reportes hablen de seres humanoides. La vida tiene miles de formas de presentarse y la probabilidad de que dos biologías, surgidas en lugares distantes del espacio, tengan la misma evolución y aspecto es, en extremo remota, por no decir lisa y llanamente imposible. Según los psicólogos, la respuesta podría encontrarse en la capacidad del cerebro humano para buscar, conciente o inconscientemente, objetos antropomorfos. Es decir, existe una tendencia humana natural a ver caras o personas en las cosas. Famoso es el caso de la esfinge que los ufólogos creen ver sobre la superficie de Marte. Sólo se necesitan combinaciones de luz y sombra para que el sentido de correlación del cerebro llene los detalles faltantes para dar esta ilusión. En todas estas figuras no hay más que simples interpretaciones mentales, tal como han demostrado las cientos de imágenes recientes de alta resolución de la supuesta esfinge marciana.

     

    Nuestro ferviente e irrenunciable deseo como humanidad de no estar tan miserablemente solos en el universo es el que sustenta, contra toda probabilidad, la existencia de seres extraterrestres que nos visitan en Ovnis. Este anhelo, sumado a un contexto social, político y religioso, favorece y promueve estas creencias. Siempre ha resultado más cómodo depositar la suerte de nuestro mundo a seres superiores, llámese ángeles, extraterrestres o Dioses que intervienen en nuestra vida diaria; preferimos abrazar el misticismo, en lugar de asumir la responsabilidad sobre nuestro destino.

     

    Una respuesta desconcertante...

     

    Que no podamos comunicarnos actualmente, no impide que podamos recibir mensajes de otras civilizaciones pasadas, que hayan existido en edades previas del Universo, incluso fuera de nuestra Galaxia. Si consideramos que el Universo tiene unos 13.000 millones de años, significa entonces que debieron haber existido civilizaciones tecnológicas antiguas que, aun cuando se hubieren extinguido hace mucho, han de haber enviado mensajes al espacio, capaces de llegarnos hoy. Dicho de otro modo, se esperaría que el Universo estuviese atiborrado de mensajes, cuyos emisores hubieran desaparecido hace millones de años. Necesariamente deberían haber dejado huella; indicios de sus actividades, tal como nosotros enviamos señales de radio todos los días al espacio, las que viajarán a las estrellas, aun si nos autodestruyéramos mañana. ¿Cómo es entonces que el universo, incluso mucho más allá de nuestra propia galaxia, parece absolutamente mudo de inteligencia? Ningún indicio, nada.

     

    Quizás otras civilizaciones tengan formas muy distintas de comunicarse, que no podemos entender. Aquí hay un punto muy interesante: curiosamente, sí existe un lenguaje que tendrán, necesariamente en común, todas las civilizaciones tecnológicas, por diferentes que éstas sean: este lenguaje es la ciencia y la matemática. Nuestras observaciones astronómicas confirman la validez de las leyes de la física en todo el Universo y que las fuerzas gravitacionales esperables según la teoría, son corroborarles en cualquier lugar. Un mensaje destinado a una civilización emergente debería ser fácil de descifrar.

    La forma más sencilla, barata y rápida de enviar un mensaje es a través de ondas de radio. Existen muchas otras como láser, neutrinos pulsados u ondas moduladas, pero toda civilización tecnológica debe desarrollar la capacidad de detectar radiaciones, por lo que necesariamente deberá descubrir muy pronto las ondas de radio y sus estupendas propiedades de propagación y baja absorción. Hemos escuchado el Universo en todas las frecuencias durante los últimos 40 años. El proyecto más célebre en este sentido es el proyecto Seti. ¿Qué resultados ha obtenido? Nada, absolutamente nada. El Universo, que debiese estar vibrando con cientos de miles de mensajes de civilizaciones lejanas, se muestra carente de vida inteligente de la manera más categórica. ¿Cómo es esto posible?

     

    Hay una desconcertante respuesta; Podríamos no solamente ser los únicos en el Universo, sino que también... los primeros! El surgimiento de la vida en el universo no pudo ser un evento temprano en la historia del Universo. ¿Por qué? Pues, porque primero debían tenerse los elementos químicos apropiados, los cuales son formados, por nucleosíntesis, al interior de las estrellas. Debía esperarse primero a que se formaran las primeras estrellas, quizás 1.000 millones de años después del Bing Bang que originó el Universo. Luego, a que las estrellas ardieran en reacciones nucleares de fusión. Las estrellas masivas tardan en consumirse, en promedio, unos 3.000 millones de años. Varias generaciones de estas estrellas tuvieron que quemarse para comenzar a dispersar nuevos elementos al vacío interestelar. Después, debía surgir un sistema estelar planetario enriquecido en los nuevos elementos. La vida surge en la Tierra a los 730 millones de años de haber surgido nuestro Sistema Solar, y sólo 4.600 millones de años después, la vida adopta, entre otras múltiples formas de vida, la forma humana.

     

    Tomando en cuenta la edad del universo como 13.000 millones de años y considerando una historia semejante en duración a la de la Tierra, una vida unicelular pudo haber surgido en algún lugar del universo aproximadamente a los 4.730 millones de años a partir de la Gran Explosión (1.000+3.000+730 millones de años). Esto es, después de un tiempo igual al 36% de la edad actual del universo. A partir de aquí, una vida inteligente habría surgido recién a los 9.330 millones de años (4.730+4.600). Es decir, después de un tiempo igual al 72% de la edad del universo, no antes, no más temprano. No olvide que esto siendo muy optimistas.

     

    Concluimos que el Universo se encuentra en una etapa temprana. Es decir, el tiempo necesario para permitir la formación de vida inteligente es muy cercano a la edad misma del Universo. Esto es una argumento bastante sólido para avalar nuestra hipótesis de que, no solo es perfectamente factible, sino que muy probable, que además de estar solos en el Universo, seamos al mismo tiempo los primeros seres inteligentes en toda su historia.

    Un Asunto de vida o Muerte

    Todas estas conclusiones, nos hacen reflexionar: En un mundo marcado por la desigualdad, la tortura, el femicidio, la violación de los derechos humanos, la caza indiscriminada, el racismo, el terrorismo y el calentamiento global; la sola comprensión de estas ideas haría hincapié en el valor intrínseco incalculable de cada ser viviente de nuestro planeta. Millones de años de lenta y tortuosa evolución están al borde de la extinción, gracias a nuestro negligente y egoísta proceder como administradores del único planeta donde sabemos existe vida. La facilidad con que el hombre desata la crueldad y la violencia, el salvajismo con que quita la vida a sus propios congéneres, contrastan con su pobre conciencia sobre su verdadero lugar en el Cosmos. Es altamente probable que los únicos seres con quienes podamos comunicarnos seamos nosotros mismos, y ni siquiera esto hacemos muy bien. La carrera armamentista por la hegemonía militar del planeta y el fundamentalismo político-religioso nos ha acercado peligrosamente a la autodestrucción. Año tras año cientos de miles de millones de dólares va a parar al desarrollo de la maquinaria bélica causante de miseria y muerte, en lugar de ser destinados a mejorar el entendimiento y cooperación entre los pueblos, la erradicación de la pobreza o la exploración conjunta del cosmos.

     

    Por eso, la próxima vez que alguien esté en desacuerdo contigo, piensa ¿qué importa? No encontrarás a nadie parecido, ni en cientos de miles de millones de galaxias!

     

    Bibliografía

     

    Cosmos, Carl Sagan

    Enciclopedia Wikipedia, www.wikipedia.com

    Pirámides del antiguo Egipto, www.piramides.org/

    Planetas Extrasolares www.planetasextrasolares.com

     

     

     

     

    Anexo: Distancia media entre dos civilizaciones tecnológicas

    A partir del volumen estimado para la Galaxia y del número N de posible de civilizaciones tecnológicas susceptibles de comunicarse, se puede deducir la distancia media existente entre dichas civilizaciones en la Galaxia. En efecto, si llamamos VT al volumen total de la Galaxia, el volumen disponible que tendrá cada civilización (VCiv) será:

    VCiv=

    De la siguiente figura es fácil deducir que la distancia media entre dos civilizaciones tecnológicas será entonces d = 2r.

    A partir del volumen disponible para cada civilización, VCiv, se puede calcular r. Como el volumen de una esfera es:

    Vesfera=πr3 r =

    En nuestro caso, Vesfera = VCiv. Por tanto:

    r = =

    Como d = 2r:

    d = 2r = =

    Si ahora sustituimos en esta expresión el valor del volumen estimado VT para la Galaxia (VT = 1014 años luz cúbicos) y el valor de N=10 civilizaciones capaces de comunicarse en un momento dado en nuestra galaxia, encontramos que d ≈ 27.000

    Así, si consideramos que existen en la Vía Láctea 10 civilizaciones tecnológicas y están repartidas uniformemente, entonces la distancia media a la civilización tecnológica más próxima es de unos 27.000 años luz.

     

     

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    Fecha: 04/04/2009 -- Hora: 12:54:46
    Autor: mauro - mauroquijada@yahoo.com
    Asunto: observaciones
    Mensaje: Observaciones al documento “¿Estamos solos en el Universo?” Dennis: Luego de leer su escrito, que en resumidas cuentas trata de aclarar la paradoja de Fermi, le comento que es posible que los puntos 1 al 5 mencionados a continuación le sirvan dentro del marco teórico que establece el texto en cuestión. Por lo tanto, le sugiero los actualice (si les parece, claro esta). Los restantes puntos, es decir del 6 en adelante, son observaciones que considero razonables a lo que propone y comprendo que podrían ser más cuestionados por usted. También le vuelvo a aclarar que mi intensión no es establecer verdades, sino que fundamentalmente reflexionar sobre estos temas. 1.- Definición de Planeta: La radiación es efecto y no causa. Causas similares no producen los mismos efectos si las condiciones del medio cambian. Usted define planeta como “cuerpo que no emite luz propia…”, discrepo con esta definición porque la definición de luz (como radiación) si puede ser emitido de planetas que poseen núcleo activo, además, en estricto rigor tendríamos que incluir la magnetosfera como fuente de radiación. 2.- Definición de Estrella: Por otra parte puede existir un cuerpo celeste completamente apagado que haya tenido una vida activa como estrella, pero que sin embargo posea planetas girando en torno a si. Como usted sabrá las estrellas colapsan, algunas convirtiéndose en novas o supernovas u otro tipo de estrellas, sin embargo, plantéese usted que pueden existir casos en que el combustible deja de generar un ciclo activo de reacciones nucleares, y el cuerpo comienza a apagarse porque su energía se disipa. Esto se produciría en parte por la constitución original del cuerpo celeste que da inicio a las reacciones termonucleares en su núcleo. Este tipo de cuerpos celestes, que podríamos llamar “astro frió” o “estrella obscura” podría ser ubicado mediante la presencia de lentes gravitacionales (menores a los producidos por un agujero negro). Además, este fenómeno observable por nuestros telescopios puede presentar oscilaciones producto de los planetas que orbiten alrededor de este astro (invisible a la observación desde nuestro planeta). Por lo tanto le sugiero que cambie su definición a los parámetros que propone la masa en los cuerpos celestes, es decir: Planeta: “Cuerpo celeste que no ha tenido ciclos de reacciones nucleares producto de la fusión de átomos en su núcleo” Estrella: “Cuerpo celeste masivo que ha tenido ciclos de reacciones nucleares producto de la fusión de átomos en su núcleo” 3.- Definición de Galaxia: Bien, salvo agregar que en la definición de galaxia puede incluirse que: “…conforman una matriz unida por gravedad.” 4.- Definición de Universo: Existe una diferencia entre “ser” y “existir”. Le menciono esto porque puede ayudar a comprender el posible traspaso de “información” entre universos, e incluso al existencia de vida “interuniversal”. Si define existir como “lo que es posible de ser generado dentro del parámetro de posibilidades que otorga un conjunto de entidades bajo cierto tipo de leyes”, es decir, que si estas entidades son –llamémoslo- “intensiones”, estas se manifiestan a través de las ideas bajo cierto lenguaje o cosas o seres dentro del marco posible o lugar. También puede ser definido como “totalidad de lugares, de todas las densidades y características que operan con leyes comunes”. Puede entender como “lugar” a un ser vivo, una cosa o incluso un marco teórico. En cierta medida usted estaría en lo cierto. 5.- Observaciones en la redacción: Al hablar sobre las posibilidades de vida en la Galaxia incurre en concluir y lo que está haciendo es suponer. Donde dice: “Puede decirse que una comunicación con una civilización extra galáctica es imposible” Debería decir: “Podríamos decir que una comunicación con una civilización extra galáctica es imposible” Además, el texto se refiere puntualmente a las posibilidades de vida en la galaxia y no en el Universo, por lo tanto Donde dice: “Esto no necesariamente significa que solo haya existido diez civilizaciones en toda la historia del Universo” Debería decir: “Esto no necesariamente significa que solo haya existido diez civilizaciones en toda la historia de la galaxia” 6.- Ecuación de Drake: Respecto de esta fórmula, que trata de la vida “carbónica”. ¿Qué sucedería si la vida no se desarrolla primero en las moléculas, sino que puede desarrollarse en las ondas?. Por otra parte y siguiendo el contexto de lo que plantea, es realmente muy cuestionable el resultado final porque, ¿Que hubiese pasado si hace 65.000.000 de años no se hubiese estrellado un meteorito?, ¿tendríamos una civilización reptiliana? Y como resultado de la ecuación ¿tendríamos millones de planetas posibles con vida inteligente?. Pienso que en este tema faltan datos que posiblemente traerá la exploración espacial. 7.- Distancia media entre civilizaciones no es homogénea: La distancia media no es homogénea a menos que se refiera a cúmulos estelares más o menos homogéneos. La presencia de brazos galácticos y el acercamiento al núcleo galáctico aumenta o disminuye tal probabilidad según la región a la que se refiera. También el volumen virtual que comprende la “matriz constelada” de sus estrellas dista mucho de ser una figura regular porque es más bien un volumen fractal. Pienso que la ecuación que usted presenta tiene mayores posibilidades de ser aplicada en zonas menores dentro de las galaxias. 8.- El viaje interestelar: Un romano de hace 2.000 años hubiese catalogado de imposible el recorrer todo el imperio en unas horas, hoy sabemos que existen los aviones, y más aún, si viaja en dirección contraria al giro terrestre puede llegar a destino a la misma hora que salió, o incluso antes. En el siglo 19 se pensaba que si uno viajaba tan rápido hasta alcanzar la fabulosa velocidad de 100kms/h uno se podría desmayar o algo similar. Lo anterior se lo comento porque usted establece la posibilidad del viaje estelar siguiendo los alcances actuales de nuestra tecnología. Al decir:” La realidad es mucho más desalentadora…” supone que nuestra ciencia y tecnología tiene límites, y que no realizará descubrimientos significativos, y que de existir civilizaciones, estas solo pueden aspirar a desarrollarse como lo hemos hecho nosotros, o como podríamos alcanzar nosotros solos. Ignoro a que se debe su ignorancia respecto a las investigaciones del viaje interestelar, que son relativamente conocidas. Le informo que existen varias posibilidades de realizarlo. Y que ellas implican sacarse de la cabeza el tema del “viaje” como “traslación de un cuerpo dentro de lo que entendemos como espacio-tiempo”. Por ejemplo: a.- Agujeros de gusano o túnel Einstein-Rosen: Teoría enunciada y desarrollada por estos dos científicos en la primera mitad del siglo pasado, trata en otras palabras del viaje a través de un medio penta dimensional que atraviesa un espacio-tiempo (tres dimensiones espaciales y una dimensión temporal). Se utiliza el símil del gusano que atraviesa una manzana de lado a lado sin viajar por la superficie. Esta teoría se muestra de manera gráfica en la película “Contacto” (Guión escrito por Carl Sagan). b.- Distorsión espacial: Trata de que se puede generar una distorsión espacial tal que podría juntar dos puntos distantes doblando el espacio entre ellos. Como el símil de plagar una sábana uniendo dos objetos sobre ella. c.- Vacío interuniversal: La materia vibra de acuerdo a lo establecido por las leyes de este universo, pero en esencia, lo que existe solo es una ilusión del comportamiento de “elementos” inmateriales, que carecen de lo que caracteriza la materia (masa, radiación, etc.) (Piénsese como un vector, que no tiene sustancia, pero si dirección y sentido). Si en realidad lo que entendemos como “realidad” es una ilusión atómica secundaria y lo que realmente existe carece de corporeidad, podríamos pensar que estos entes pueden “situarse en cualquier parte del universo” cambiando la particularidad de sus condicionantes por las cuales se manifiestan como partículas, es decir, cambiar su condición digamos”vectorial” y saltar de un lugar a otro sin viajar. Estos tipos de temas, salen a la luz pública cada cierto tiempo, ya que las ventajas de obtener este tipo de tecnología para cualquier gobierno son obvias. Piense además que los mayormente interesados en este tipo de cosas son quienes desean tener poder respecto a este y otros temas. 9.- Respecto al tema de los menhires: Lo que usted comenta respecto al tema de menhires o megalitos parece muy sensato, ya que por una parte estos en su mayoría podrían haber sido trasladados y agrupados conforme a la técnica que atribuimos a las sociedades “primitivas”. Sin embargo hay casos que resultan sorprendentes y en este sentido es comprensible el mal entendido en atribuirle la autoría a una civilización con mayor grado evolutivo, por el tiempo, fuerza y dedicación que hubiesen requerido. Lo anterior hace que encontrar fallas en la evolución constructiva de las pirámides sea un hecho anecdótico, porque lo que llama profundamente la atención es la diferencia tecnológica de nuestra era respecto a la de ellos, suponiendo que su método constructivo sea el que pensamos. Comparto con usted el hecho de lo extraño que resulta pensar siquiera que seres de otros planetas nos vengan a enseñar a mover piedras, sin embargo llama la atención las similitudes técnicas alrededor del mundo de las sociedades que construyeron esto, ¿Por qué no usar mejor bloques pequeños para la construcción de templos como los aztecas? Por otra parte, nuestra tecnología principalmente se basa en la conducción lineal de la energía mediante cables o circuitos. La invención de cd’s es otro tipo de tecnología, porque se fundamenta en la alteración y acumulación de información en cristales (de silicio en este caso), ¿No nos hace recordar esto antiguos cuentos que hablan de la utilización de cristales por parte de antiguas civilizaciones perdidas? ¿Que se podrá llegar a obtener por estos medios en un futuro? Quizás nuestro conocimiento del pasado se fundamenta en nuestros medios para entender sus posibilidades respecto a lo que sabemos de nosotros mismos. 10.- OVNIS y Extraterrestres: Algunos casos. Resulta sorprendente los miles de casos de experiencias producidas anualmente (avistamientos u otros). Como ejemplo le comento que el conocido proyecto de investigación realizado por el gobierno de EEUU (presionado para que aclarara la gran magnitud de avistamientos) a mediados del siglo pasado llamado “Libro azul” donde se reconoce un porcentaje de casos inexplicables ya que las evidencias arrojan que es imposible pensar que se deban a una tecnología terrestre conocida o experimental. Respecto estos temas (y para no ser latero con pruebas que lo hagan reflexionar) le sugiero que si tiene interés y tiempo revise a lo menos tres casos. 1º Accidente en pueblo de la 4º región llamado Paihuano ocurrido hace algunos años, donde existe gran cantidad de testigos que vieron estrellarse un objeto en un cerro frente a los cerros cercanos y como militares extranjeros retiraron los restos. 2º Momia con forma humanoide descubierta en el norte y supuestamente de un “feto de vicuña” (ja) que fue vendida a extranjeros y finalmente desapareció más tarde. 3º Los sucesos del conocido caso Roswell y de la patética forma en que el gobierno norteamericano respondía a los cuestionamientos, es interesante ver como se desarrollaron los acontecimientos y los relatos de testigos durante años y además que existen leyes de confidencialidad de informar de estos temas. Extrapolando este tema usted sabe que todavía hay gente que piensa que en Chile no se cometió tortura, porque solo hay testigos y supuestas pruebas. Le digo “No hay peor ciego que el que no quiere ver”. La condición científica ideal es: “Estar abierto a cualquier tipo de resultado y de explicación, solo así se puede avanzar y abrir paso en lo desconocido”. Pudiera parecer lógico lo que usted menciona de la “Proyección de que la humanidad respecto a sus propios anhelos” pero a mi no me da la capacidad que usted tiene para pensar que en todas las culturas, durante todas las épocas todos los cientos de miles de experiencias de este tipo se deba a esto, me resulta mucho más lógico pensar que “si el rió suena es porque piedras trae” y que las representaciones de astronautas en cuados del renacimiento, relatos de los dioses que bajaron del cielo y les explicaron a campesinos en África que provenían de tal estrella binaria descubierta años más tarde o supuestas representaciones de insectos incas que a todas luces son aviones hablan de los mismo y no son una pasada de película mundial. Final. Me parece que usted en definitiva está bien encaminado, pero su proyección tiene un alcance de alrededor de 200 a 300 años, ¡cambie de “catalejo mental”! Como decían hace un tiempo las vanguardias “! La imaginación al poder! ” Eleve las posibilidades exponencialmente de lo que puede ocurrir, quien sabe si hay un cambio radical en la historia de la humanidad a la vuelta de la esquina. Por otra parte, le quiero confesar que me parece admirable que se dedique a escribir estos textos de divulgación científica, lo que demuestra su anhelo de expandir “lo que considera verdad”. Si bien la conclusión de que somos los primeros organismos con inteligencia la encuentro jocosa porque entre otras cosas choca con el principio de mediocridad que dice que no somos ninguna excepción a la regla en nada, la forma en la cual usted concluye el documento en el fondo evidencia un fin altruista, ya que en otras palabras lo que usted dice entre líneas es que nos tenemos que amar y debiéramos apreciar la creación como poseedores de identidad irrepetible (cuestión que comparto plenamente). Que proviene desde la escala atómica o antes. Es una buena manera de llegar a la misma enseñanza que dejó un conocido personaje hace 2.000 años atrás.



     
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