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Contenido
Pág.
Hipótesis-------------------------------------------------------------------------------
4
Introducción:--------------------------------------------------------------------------
Desarrollo: Marco Teórico --------------------------------------------------------
Violencia en la escuela------------------------------------------------------------
Violencia en
Violencia en el Polimodal--------------------------------------------------------
Violencia social y familiar--------------------------------------------------------
Características de los actores de la violencia--------------------------------
16
Victimizacin secundaria---------------------------------------------------------
Maltrato infantil--------------------------------------------------------------------
Tipos de maltrato------------------------------------------------------------------
18
Abuso físico-------------------------------------------------------------------------
18
Abuso sexual------------------------------------------------------------------------
Abandono físico--------------------------------------------------------------------
19
Abandono emocional--------------------------------------------------------------
19
Abuso emocional-------------------------------------------------------------------
19
Factores de riesgo-----------------------------------------------------------------
20
Modelo sociológico----------------------------------------------------------------
20
Nivel macro social-----------------------------------------------------------------
20
Nivel micro social------------------------------------------------------------------
21
Modelo psicológico psiquiátrico------------------------------------------------
21
Vulnerabilidad del niño-----------------------------------------------------------
Mito-----------------------------------------------------------------------------------
22
Conclusión Grupal-------------------------------------------------------------------
Bibliografía consultada-------------------------------------------------------------
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Protección contra maltratados
"Es obligación del Estado proteger a los niños contra toda forma de malos tratos"
Art. 19 Convención Internacional de los Derechos del Niño
Hipótesis
La presencia de varias causas exógenas de malestar o sufrimiento genera en el niño o en los adolescentes un sentimiento de fracaso y conflicto, que en algunos casos asumen una dimensión importante y se traducen en actitudes de violencia, de agresión física - verbal o de resentimiento, dificultad para comunicarse, para poder expresar lo que pasa, etc. Y esto puede manifestarse a través de diferentes formas de conducta que resultan perturbadoras para la convivencia familiar - áulica e institucional y para las relaciones vinculares.
La pregunta clave acá es: que hace la familia, la escuela ante esos potenciales de conflicto que algunos niños - adolescentes "portan" consigo.
"El triángulo docentes - padres y alumnos son los ejes de la protección no sólo de la posibilidad de educar sino fundamentalmente de proteger un crecimiento sano"
"La infancia del adulto carga la escopeta. Los conflictos de la vida hacen que la apunte, y en la fase especifica de las necesidades del niño/adolescente, aprieta el gatillo"
David Gil
Introducción
Violencia... es un fenómeno acerca del
cual tenemos intensas vivencias; es parte de nuestra experiencia cotidiana.
En ocasiones, en forma invisible, su presencia acompaña nuestras interacciones
diarias. Podría decirse que la violencia circula en nuestro entorno.
Nuestra sociedad está atravesada por la violencia, como toda sociedad de
clases. Se establecen relaciones de poder entre dominadores y dominados, donde
aparece la opresión, el autoritarismo y la discriminación.
Existen distintas formas de violencia en el mundo: guerras, asesinatos,
torturas, desapariciones, para las cuales se han buscado diferentes formas de
combatirla. Pero existe también la violencia intrafamiliar o doméstica frente a
la cual nuestra sociedad no ha encontrado caminos de solución suficientes.
La violencia se ha hecho algo cotidiano, al punto que sólo consideramos como
tal la agresión física o los atentados contra la propiedad, agresiones
verbales, " desmanes" en los estadios de fútbol o espectáculos; esto
lo observamos a diario en los medios de comunicación.
Sin embargo la sociedad convive con otro tipo de violencia que se desarrolla en
silencio y por lo tanto no es noticia: mortandad infantil, desocupación,
carencia de buenos servicios sanitarios, salarios paupérrimos, escasez de
vivienda, etc., en definitiva, toda la sociedad experimenta la violencia.
La violencia doméstica pertenece a la esfera privada de cada individuo, pero no
por ello es menos importante.
En nuestras aulas, reflejo constante de la comunidad, vemos niños que viven en
un clima violento en sus casas, donde es muy probable que ellos mismos sean las
víctimas.
Frente a esta realidad, el ser humano ha desarrollado mitos y prejuicios para
comprenderla, así nos paramos frente a esta problemática con pre - conceptos
que nos impiden abordar la situación; también nos paraliza el carecer de
respuestas para esta realidad y no conocer el modo de operar sobre ella para
modificarla.
En el aula, lo importante es saber que el docente desde su rol específico puede
desarrollar únicamente una tarea de prevención primaria, promover el desarrollo
de un entorno de contención y convertirse en guía en el momento de buscar
ayuda; el tratamiento y el revertir la situación corresponderán
a especialistas
Desarrollo: Marco Teórico
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Las formas de abuso que existen son:
físicas, sexuales o emocionales.
El tema de la violencia familiar es un problema social. Comúnmente se
cree que al desarrollarse en el ámbito privado de al familia es una cuestión de
cada uno; pero si consideramos que cualquier acto de violencia de una persona
contra otra es un crimen, este problema deja de ser privado para ser social;
dado que los mismos se proyectan sobre la comunidad con distintas
manifestaciones, respondiendo éstas al origen del acto sufrido pasivamente. Por
ejemplo personas sometidas a situaciones crónicas de violencia familiar
presentan: debilitamiento progresivo, traduciéndose en enfermedades
psicosomáticas, depresión, disminución en el rendimiento laboral.
Los niños que prenden en su hogar modelos de relación violentos tienden a
reproducirlos a través de conductas delictivas o actos de maltrato.
En la mitad de los hogares argentinos se ejerce alguna forma de violencia;
muchas de estas situaciones pasan inadvertidas porque el maltrato es de índole
psicológica no dejando huellas observables en lo físico. Pero las mismas dejan
" marcas" en lo psíquico a quienes la padecen.
No debemos de olvidarnos de los medios de comunicación, que día a día ponen
frente a nosotros su dosis de violencia. Cuando ésta aparece en filmes es
sencillo explicar que no es más que una película, pero hay otro tipo de
violencia que se ejerce sobre el adolescente, quien en busca de su identidad
toma a veces como modelos esos prototipos de violencia para manejarse en el
medio social en el que actúa.
Es necesario que desde nuestro rol de educadores estimulemos el desarrollo de
una visión crítica frente al manejo de la información que realizan los medios
de comunicación masiva.
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Violencia en
S
La familia al carecer de los medios económicos debe generar estrategias de
supervivencia para sobrevivir; entendiendo por éstas a las distintas
alternativas que el ingenio popular desarrolla para sobrevivir, para dar
respuesta a sus necesidades básicas. Por ejemplo, hay familias que viven en la
calle, desmembrándose; los niños van a trabajar a corta edad exponiéndose a
diferentes riesgos. Niños que alternan el mundo del trabajo con el mundo
escolar, con pautas totalmente opuestas, en su labor de subsistencia aprende
por fuerza conductas violentas que luego repite en la escuela.
Los comportamientos esperados de él en su familia son los esperados en la
escuela. Es así como entra en conflicto.
En el mundo del trabajo, en general desarrollado en la vía pública, ha
aprendido a manejar un modelo de relación distinto, es el modelo del " más
fuerte", del " sálvese quien pueda", del " que pega
primero, pega dos veces"; en la escuela el modelo es el opuesto: "
debes ser bueno", " pórtate bien", cumplir con lo que te indican
los mayores.
Otra diferencia está dada por la recompensa que obtiene en uno y otro ámbito;
fuera de la escuela su recompensa es material, mientras que en ésta es moral,
abstracta. Es éste otro punto de conflicto, el niño está acostumbrado a "
ver" su recompensa frente a las conductas.
En síntesis, el chico que participa de las estrategias de supervivencia
familiares, lo hace la mayor parte del día; el resto del tiempo concurre a la
escuela, aunque no siempre con regularidad.
Evolutivamente es distinto de los otros niños, su realidad lo ha hecho madurar
distinto, sus preocupaciones y su historia son distintas.
La escuela sanciona al niño que no actúa de acuerdo a lo que la institución
espera de él. Nuestro desafía es buscar el camino para lograr que el niño
permanezca en el sistema educativo, mostrándole alternativas de relación
diferentes a la violencia.
Debemos repensar una respuesta pedagógica, en la cual sin perder lo normativo
se articulen las necesidades de los niños. Por ejemplo, para vincularme con él,
no voy a respetar su necesidad de robar, voy a establecer como norma que eso
está mal, pero sí voy a ayudar a que encuentre la forma de conseguir recursos
para la subsistencia, diferentes al robo, por ejemplo aprender un oficio.
Violencia en el
Polimodal
En este nivel del sistema educativo también hemos visto el surgimiento de
muchísimos hechos de violencia: violencia de alumnos a profesores, de
profesores a alumnos, de alumnos entre sí.
Aquí se hace presente el " conflicto generacional".
La creación de este conflicto y su posterior resolución es la tarea normativa
de la adolescencia. Sin este conflicto no habría reestructuración psíquica.
Los actos de independencia o de rebeldía, desde la desobediencia civil hasta la
libertad sexual son frecuentemente:
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Violencia social
y familiar
La violencia en el hogar y el maltrato a los miembros de la familia menos
capaces de defenderse siempre ha existido, sin embargo se ha intentado tener
oculta esta problemática hasta hace tiempo atrás, en que ha empezado a ser
considerada como un problema social, tal como es.
Podemos definir el maltrato como una situación que no es accidental, en la cual
una persona sufre un daño físico, se ve privado de sus necesidades básicas o es
agredido emocionalmente; todo esto como resultado de una acción u omisión por
parte de otro miembro de la familia.
En general, la naturaleza oculta del maltrato permite que la gente no vea, no
escuche, no hable sobre la conducta que es totalmente contradictoria al sistema
de valores socialmente aceptados.
Hay quienes sostienen que la familia es la institución social más violenta.
Shauss afirma que: " la violencia en la familia es más común que el amor y
la palabra hogar no siempre está asociada a las palabras calor, intimidad
tranquilidad y seguridad."
Debemos tener en cuenta que la organización social de la familia se da dentro
de un contexto cultural en el cual vemos que la violencia no sólo es aceptada
sino también es tolerada y a veces estimulada.
Es importante señalar que los actos de violencia no son privativos de una clase
social determinada, aunque comúnmente la vemos asociada a sectores marginales
de la sociedad. Pueden ocurrir en cualquier clase social, en ambos sexos, en
todos los niveles educacionales y en cualquier etapa del desarrollo familiar.
Se considera que la familia es el lugar donde el ser humano se desarrolla
biológica y psíquicamente, construye su identidad; es ámbito de contención
afectiva, de aprendizaje de conductas, de transmisión de valores. La violencia
es una desviación social familiar.
Un grupo familiar cuyo modo de resolución de conflictos es violento, será un
modelo para los hijos testigos de esa violencia, que repetirán las mismas
conductas cuando formen sus propias parejas, constituyéndose esa situación en
un factor de riesgo, además de ser un daño en sí mismo para los miembros más
débiles de la familia (mujer y niños).
Cada familia tiene su propia organización interna, determinadas características
de la organización posibilitan la aparición de fenómenos violentos:
_ Una organización jerárquica fija e inamovible basada en desigualdades
naturales.
_ La distribución desigual de poder.
_ Interacción rígida.
_ Fuerte adhesión a los modelos dominantes de género.
_ Consenso social con respecto al abuso ejercido dentro del ámbito privado
familiar, lo que legitima al agresor y deja indefensa a la víctima.
Características
de los actores de la violencia.
En toda situación de violencia aparecen dos actores: una víctima y un
victimario. Ambos forman parte del sistema familiar, con subsistencias del
mismo. Se conectan interrelacionando su fuerza y sus debilidades personales;
convergen y contribuyen a situaciones que tienen la particularidad de potenciar
violencia, es decir, de convertirse en actos violentos.
La víctima puede ser descripta como una persona vulnerable, pasiva,
complaciente, dependiente, a la cual le cuesta escapar de la dura situación
abusiva. Por lo general están física o emocionalmente incapacitados para
denunciar la situación en la que se encuentran.
Diversos factores pueden influir en esto: el miedo, la vergüenza, etc.,
manifiestan baja autoestima, depresión y el miedo a no ser queridos, el
sentirse culpable de generar la situación en que se hallan.
El victimario es frecuentemente un miembro de la familia. Diversos estudios
sobre los victimarios permiten caracterizarlos como poseedores de baja
autoestima; tiene temperamentos explosivos.
Starr describe a las personas capaces de ejercer violencia " como de
personalidad posesiva, con dificultad para comprender situaciones y
enfrentarlas e incapaces de exteriorizar sus culpas."
Wolf y Pillemer en un estudio reciente muestran que la víctima y el victimario
están unidos uno al otro por una larga y compleja relación de demandas y
necesidades recíprocas. Esta dependencia puede generar hostilidad, frustración
y maltrato.
Victimización
secundaria.
Muchas veces las instituciones que tratan el problema de la violencia familiar
o a las que les llega, actúan poniendo en marcha un proceso que Jorge Corsi
denomina victimización secundaria.
" Es el fenómeno que ocurre cuando una víctima de violencia familiar
concurre a una institución (comisaría, hospital, juzgado, etc.) o algún
profesional (médico, psicólogo, abogado, etc.) en busca de ayuda. Habitualmente
ocurre que dichas instituciones o tales profesionales, impregnados con los
mitos acerca de la violencia doméstica y poco informados acerca de la
especificidad del problema, incurren en conductas que en vez de ayudar
convierten a la
persona por segunda vez en víctima; en la
mayoría de los casos, esta segunda victimización implica culpar a la
víctima."
Esto señala la necesidad de una adecuada información acerca del problema de la
violencia familiar y una revisión acerca de los mitos que existen en torno al
tema.
El término maltrato hace referencia a la
agresión física; en ocasiones parece describir también la falta de cuidados
físicos necesarios, el abuso sexual, el abandono emocional, los aspectos
relacionados con la intencionalidad del adulto que provocan el sufrimiento
infantil, la gravedad de la lesión o el abandono, la desviación de los
stándares sociales, también constituyen algunos de los criterios que delimitan
el maltrato.
Hay definiciones claramente ambiguas en las que no existen criterios: falta de
un ambiente de desarrollo apropiado, trato inadecuado..., que generan graves
problemas.
_ En primer lugar, permiten una amplia y potencialmente peligrosa
interpretación de cada situación por parte de la justicia, servicios sociales e
investigadores.
_ En segundo lugar, en ausencia de
criterios claros se corre el riesgo de no detectar casos en los que se requiere
protección y de intervenir en otras situaciones donde no se da el maltrato.
Los diferentes tipos de maltrato son heterogéneos en su etiología, secuelas y
tratamientos; si se los considera globalmente, no es posible analizar la
relación entre el patrón de cuidados inadecuados, las causas del mismo, efectos
en el niño, y eficacia en la prevención o tratamiento.
La consideración de maltrato de la sociedad occidental actual responde a las
expectativas y necesidades. Inicialmente se reducía a la agresión física,
posteriormente se incluyó la negligencia y en la actualidad es cuando comienza
a considerarse el abandono y la hostilidad emocional como forma de maltrato.
Asimismo determinadas ideologías influyen para negar otros tipos de maltrato;
el desconocimiento u omisión del abuso sexual que padecen sobre todo los niños
sólo se entiende en un contexto caracterizado por la violencia y dominancia del
hombre sobre la mujer.
Tipos de maltrato.
A grandes rasgos tres características definen los momentos iniciales de la
existencia humana.
En nuestra sociedad el grupo familiar
constituye el primer contexto responsable de la supervivencia del niño, de
satisfacer las necesidades primarias físicas (alimentación - abrigo -
protección contra el peligro) y socio - emocionales (afecto - atención -
interacción - aceptación de juegos).
Desde este presupuesto debemos considerar maltrato a cualquier acción u
omisión, no accidental, por parte de los padres o cuidadores que comprometen la
satisfacción de tales necesidades básicas.
Operacionalización
de términos.
Abuso físico.
Cualquier acción no accidental por parte de los padres o cuidadores que
provoque daño físico o enfermedad, incluye golpes, palizas, quemaduras,
arrancamiento de cabello, cortes, etc.
No siempre se pueden percibir daños en el niño, ya que entre el momento de la
agresión y la búsqueda de ayuda el tiempo transcurrido es prolongado o bien no
se da el reclamo de atención. Sus manifestaciones son: quemaduras, hematomas,
rotura de huesos, etc.
Abuso sexual.
Cualquier clase de contacto sexual en un niño menor de 18 años por parte de un
familiar - tutor adulto desde una posición de poder o autoridad sobre él.
Se considera abuso de poder la superioridad física y económica del adulto sobre
el niño y del hombre sobre la mujer.
Abandono físico.
Las necesidades físicas alimentación, vestido, higiene, protección y vigilancia
ante situaciones peligrosas no son atendidas temporal o permanentemente por
ningún miembro del grupo que convive con el niño.
Los índices que permiten sospechar este tipo de maltrato son: retraso en el
crecimiento, enfermedades no tratadas como: caries, defectos auditivos,
ortopédicos, lesiones, hambre, sueño excesivo, vestido insuficiente o
inadecuado, falta de higiene, ausentismo escolar.
Abandono emocional.
La falta persistente de respuesta a las señales (llantos, sonrisas) expresiones
emocionales y conductas procuradoras de proximidad e interacción iniciados por
el niño y falta de iniciativa de interacción y contacto por parte de una figura
estable. Lo que define este tipo de maltrato es su carácter crónico; la
frecuencia de interacción es nula o mínima.
El niño necesita estabilidad en sus relaciones de afecto, constancia y las
figuras de apego no son intercambiables.
Además la necesidad de proximidad, interacción y contacto varía con la edad.
Indicadores de este maltrato son: retraso en el crecimiento (aunque no haya
problemas de alimentación), retraso intelectual y del lenguaje, falta de
expresividad, tristeza, apatía, dificultades para establecer vínculos sociales.
Abuso emocional.
Hostilidad verbal crónica en forma de insulto, burla, desprecio, crítica,
amenaza de abandono, bloqueo constante de las iniciativas de interacción (desde
la evitación hasta el encierro) por cualquier miembro adulto del grupo
familiar.
Factores de
riesgo.
Se han conceptualizado tres modelos diferentes:
Modelo
sociológico.
Desde este punto de vista se considera que el maltrato tiene origen social,
económico y cultural. Quienes lo defienden tratan de demostrar la importancia
de variables tales como: nivel de ingresos, la ocupación laboral, estado civil,
etc. Dentro de este modelo social es preciso hacer una diferencia entre dos
conjuntos de variables enmarcadas en dos niveles: nivel macrosocial y
microsocial.
Nivel
macrosocial.
Clase social: el maltrato o abuso se produce con más frecuencia en las clases
bajas, pero puede producirse de manera similar en otros estratos, sucede que
sólo se conocen y detectan los de los más desfavorecidos porque son los que
acuden a los servicios sociales.
Dado que pertenecen a clase baja, hay una serie de correlatos como
hacinamiento, falta de acceso a la cultura y los medios de información.
Estado civil de la madre: se demuestra una mayor presencia de familias con una
única figura parental o con una grave inestabilidad de pareja; predominan
madres solteras, separadas, concubinato.
Situación laboral: dentro de este item consideramos:
Nivel
microsocial.
Soporte social: las familias aisladas socialmente no poseen la posibilidad de
modificación de sus pautas de comportamiento, al no existir personas ajenas al
núcleo familiar que la critiquen y al no recibir modelos de conductas
alternativas.
Tipo de constitución familiar: el excesivo número de hijos, poco esparcimiento
entre ellos, son factores situacionales que pueden provocar alteraciones en el
desarrollo normal de las relaciones.
Nivel de ajuste marital: en familias con malos tratos se ha demostrado que el
conflicto y discordia marital son frecuentes. Estos conflictos suelen llegar a
niveles extremos donde además del maltrato a los niños se produce el maltrato
entre los cónyuges.
El conflicto entre la pareja, al aumentar el nivel de hostilidad provoca un
aumento del comportamiento agresivo. Como el castigo físico hacia los niños es
socialmente más aceptado, se produce un desplazamiento de la agresividad hacia
el niño favoreciendo la aparición del maltrato.
Modelo
psicológico psiquiátrico
Desde este modelo se considera que el factor prioritario para explicar el
comportamiento de maltrato o abandono se encuentra en las características
psicológicas de los perpetradores.
La mayoría de estos sujetos no son enfermos mentales; sí, se han constatado una
serie de características de personalidad que reflejan un estado de desajuste o
malestar emocional generalizado y permanente.
Vulnerabilidad
del niño
Se trata aquí de conocer las características de la infancia en general y de
algunos niños que determinan la aparición del maltrato.
Características de la infancia en general: la indefensión del niño al nacer,
esa necesidad de cuidado permanente lo hace proclive a que ante situaciones de
anormalidad familiar la primera víctima sea el más débil.
Niños que favorecen el maltrato: existe una serie de condiciones específicas
que facilitan que sean unos niños y no otros las víctimas:
_ Niños no deseados.
_ Niños con disminuciones psíquicas o físicas.
_Niños con enfermedades frecuentes y severas que requieren atención permanente.
Mitos
Las razones por las cuales el fenómeno de la violencia aparece oculto son
porque funcionan una cantidad de mitos respecto de este tema.
Los mitos son creencias aceptadas como válidas sin ser sometidas a reflexión
crítica.
Algunos de ellos son los siguientes:
* Los casos de violencia familiar son escasos, no representan un problema
grave, esto es inexacto, se calcula que alrededor del 50% de las familias sufre
algún tipo de violencia.
* La violencia familiar es producto de algún tipo de enfermedad mental, se ha
comprobado que es muy bajo el índice de problemas psico - patológicos; debería
conceptualizarse como enfermedad social.
* Es un fenómeno que ocurre en las clases sociales más carenciadas, no
es cierto, se da en todos los estratos sociales; lo que sucede es que en
algunos hay más recursos para ocultarlos.
* El alcohol es la causa, es un factor de riesgo y no etiológico.
* La mujer que está en una relación de abuso le gusta, por eso se queda, no
se ha encontrado un solo caso de " mujer golpeada" que manifieste
placer con la actividad violenta.
* Se lo buscan, algo hacen para provocarlo, de este modo se busca un
justificativo para la violencia.
* La violencia es algo innato, no es así, es una conducta aprendida de
modelos familiares y sociales y tomada como recurso para resolver situaciones.
Consideraciones finales
Desde nuestro rol de estudiantes del Profesorado de Historia percibimos el
estado de la sociedad cotidianamente. Con frecuencia llegan a nosotros casos de
violencia familiar. Los niños son víctimas de violencia o testigos de
violencia.
Desde nuestro lugar de futuros Docentes podemos acompañar a las familias en la
búsqueda de soluciones, podemos orientarlas. El éxito de la intervención
requiere de una acción coordinada de todos los que intervienen en el problema.
El trabajo en equipo es imprescindible.
A nuestro alcance está la tarea de prevención de la violencia. Prevención
primaria que significa promover acciones dentro de la comunidad en donde se
tome conciencia de la magnitud del problema; informar a la comunidad de los
riesgos y buscar especialistas que den charla sobre la temática.
En lo que se refiere a la violencia escolar también podemos llevar a cabo
acciones que nos posibiliten prevenir el surgimiento de la misma en la
institución escolar.
La prevención no es otra cosa que la puesta en marcha de las medidas apropiadas
para impedir la aparición de interacciones violentas en los individuos y en la
comunidad en general.
La auténtica educación tiene como fin el desarrollo integral de la persona; por
eso debe proporcionar, además de conocimientos, valores, creencias y actitudes
frente a distintas situaciones.
Si deseamos encarar esta tarea debemos estimular la comunicación y erradicar a
todos aquellos aspectos que no la hacen posible en todas sus formas.
La comunicación es prevención porque nos posibilita encontrar un espacio, ser
protagonistas, el aprender a respetar al otro, ayuda a formar el espíritu
crítico; posibilita la capacidad de aceptar el error como incentivo para la
búsqueda de otras alternativas válidas y ayuda a superar las dificultades
porque la carga se reparte.
La primera tarea será efectuar un diagnóstico de la situación que permita
evaluar las necesidades sentidas y los recursos existentes en la comunidad. A
partir de allí se pondrá en marcha la estrategia de acción adecuada; no existe
una receta única, cada comunidad recorrerá su camino para arribar a una
solución.
Acciones e intervenciones que se pueden realizar desde la escuela
Bibliografía:
ü Biblioteca de Consulta Microsoft Encarta 2005. 1993-2004 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos.
ü
Consejo Nacional del Menor y
ü
Educación para
ü Programa Reconversiones educativas Cara y Ceca "Elementos para su gestión" G. Frigerio - M. Poggi - Troquel Educación - Serie FLACSO - Acción 1992.
ü
Revista Luna - Editorial Perfil S. A. (Violencia psíquica A. nunca sufrió ... Revista Alfa y Omega)
ü www.cfnavarra.es/DGBS/inspección/legislacion.htm
ü weblog.educ.ar/noticias/archives/004468.php. ( Articulo :Filmus participó de jornada sobre Violencia Escolar )
ü www.mentespositivas.com.ar/teayuda/violencia_familiar.htm
Producción Especial: Violencia escolar
Orientaciones para crear un buen clima escolar/ Catherine Blaya/ PhD,
Observatorio Europeo de
La violencia escolar inquieta tanto a los poderes públicos como a los actores
de los sistemas educativos. Este estudio comparativo entre el clima social y la
violencia escolar, llevado a cabo en Francia e Inglaterra, tiene como objetivo
comprobar que no hay una fatalidad de la violencia. La violencia escolar no es
un problema específico de áreas desfavorables y carenciadas, no se trata de un
fenómeno aislado de la sociedad sino que refleja problemas más globales. Los
indicadores considerados fueron: la calidad de las relaciones entre los
protagonistas del centro, el sentimiento de inseguridad y la victimización del
alumnado.
La infancia violentada. La escuela como testigo humanizante/ Horacio
Belgich/ Psicólogo, candidato a doctor en psicología en
En la escuela se reflejan muchos de los conflictos que se inician en diferentes
modelos de familia y de sociedad. En este mecanismo se revelan la competencia,
el sexismo, el racismo, la falta de acceso que tienen los niños y los jóvenes a
sus propios sentimientos, la intolerancia a la diferencia, disfrazados de una
exigencia académica que muchas veces, ante la imposibilidad de acceder o de
completar la escolaridad, provoca la idea de fracaso. Es necesario que la
escuela forme parte de la construcción de un dispositivo para la prevención y
manejo de los violentamientos que allí se generan.
Las múltiples violencias de la "violencia" en la escuela/ María Inés
Bringiotti/ Directora del Programa de Investigación en Infancia Maltratada,
Filosofía y Letras, UBA
El análisis está centrado en el problema concreto de la violencia en la escuela
y en los múltiples determinantes que influyen en su producción, abarcando
aspectos individuales, familiares, institucionales y sociales. Este estudio va
a determinar que, más que de "violencia" en la escuela como problema
puntual, es preferible referirse a las múltiples violencias que se superponen,
aumentando el efecto sobre los niños, en una interacción de las violencias
social, institucional e intrafamiliar.
Comportamientos violentos en niños, niñas y adolescentes/ Eva Giberti/ Licenciada
en psicología, docente yautora de numerosas publicaciones.
La diferenciación entre las formas de violencia que se generan en la escuela se
puede caracterizar según su grado de visibilidad y puede vincularse con los
efectos del entorno social y con la dificultad de dirigir el mundo pulsional
hacia metas convivenciales. La concentración y la acumulación de frustraciones
y desilusiones, que sobrellevan tanto los chicos como los adultos, y que suele
expresarse mediante la ira y los ataques violentos, constituye, también, un
fenómeno propio de esta época y un sentido en el que hallar las razones de la
violencia escolar.
Premios y castigos: una doble moral encubierta/ Pablo Vain/ Profesor de
educación física, certificado de Estudios en antropología social,Magister en
educación. Realiza estudios de doctorado en
Este artículo pone de manifiesto un hecho que no puede dejarse pasar por alto:
si bien la violencia escolar es un fenómeno que no reconoce una sola causa, la
escuela es también productora y reproductora de violencia. Como ejemplo, su
autor describe el sistema de premios y castigos, del cual es posible encontrar
un sinnúmero de ejemplos cotidianos, y cuya meta es la normalización: todo
aquello que se desvía de lo institucionalmente pautado puede ser objeto de
sanción y depositario de violencia.
Lo viejo y lo nuevo de la violencia escolar. Cambios en las funciones de
la educación/ Alejandro Lucangioli/ Licenciado en Ciencias de
La violencia interpela a las escuelas -tanto cuando estos hechos ocurren dentro
de sus paredes como cuando es destinataria de agresiones externas- y lo hace
como expresión de la crisis social y cultural, de los valores y de los cambios
en las necesidades sociales.
La necesidad de encontrar las respuestas adecuadas para estos tiempos requiere
de una reflexión y de poner sobre la mesa un conjunto de temáticas que puedan
develar los elementos de dicha interpelación.
Cuerpos y tiempos atrapados. La cultura docente/ María de los Ángeles
Rougier, Mirtha Busticchi y Mónica Rivero/ Integrantes del Equipo de
Investigación de Acción Educativa de la provincia de Santa Fe, Argentina
El malestar docente no puede dejarse de lado en la referencia a la violencia y
la escuela.
En un recorrido por algunos de los artículos de la legislación escolar es
posible identificar en ella mecanismos de control y vigilancia por los cuales
el tiempo y el cuerpo de los docentes dejan de pertenecerles y pasan a
disciplinar toda su existencia. Según esta investigación, la legislación se
constituye en una causa más del malestar docente, aunque disfrazada de
"protección y justicia".
Reflexión sobre las prácticas. Frases hechas (III): "Son parejitos"/
Guillermo Rivelis/ Maestro normal nacional, licenciado en psicología
En esta edición de Novedades Educativas, donde abordamos la relación entre
violencia y escuela, se incluye este trabajo como un aporte para reflexionar
sobre las formas de violencia que se dan en las aulas y que no son percibidas como
tales, pero que acarrean serias consecuencias al cercenar procesos de
desarrollo en los sujetos.
Una escuela secundaria alternativa en Estados Unidos/ Claudia Romero/
Este articulo, enviado desde Michigan, Estados Unidos, se elaboró a partir de
un trabajo de campo, realizado en enero de 2003 en ese país, sobre "Procesos de
cambio en la educación secundaria"
Relato de una experiencia de escuela alternativa secundaria para alumnos con
reiterados fracasos en escuelas tradicionales, suspendidos o expulsados del
sistema por episodios de violencia o problemas con drogas. Sin embargo, la
mayoría de los jóvenes que concurren a ella no ha sido oficialmente' excluido
del sistema. Ellos mismos lo han abandonado y, después de un tiempo, han
decidido volver a la escuela, a otro tipo de escuela.
La vulnerabilidad social a través de los datos/ Myriam Abramovay/
Síntesis del capítulo segundo, "La situación de la juventud
latinoamericana", del libro Juventud, violencia y vulnerabilidad social en
América Latina: desafíos para políticas públicas (Brasilia, Unesco-BID, 2002),
de Miriam Abramovay y otros
La violencia, teniendo a los jóvenes como víctimas o agentes, está íntimamente
vinculada a la condición de vulnerabilidad social de estos individuos. A partir
de la asociación de la vulnerabilidad con la desigualdad social y con la
segregación juvenil, se han conseguido definir escenarios de complejos matices
respecto de la relación juventud-violencia.
Violencia interpersonal entre escolares. El fenómeno del maltrato (bullying)/
Rosario Ortega Ruiz/ Catedrática de psicología, actualmente en
A partir de estudios realizados en países escandinavos, se describen las
características del maltrato entre iguales: los protagonistas, las formas que
adquiere la violencia, los espacios propicios, las variables en cuanto a edad y
sexo. La autora indaga en las razones de la importancia que este tema ha ido
adquiriendo, teniendo en cuenta que la violencia interpersonal entre iguales es
el modo de violencia más investigado y estudiado en Europa y el que más
programas de prevención ha suscitado.
Enseñar en marcos de exclusión/ Carmen Nebreda/ Secretaria general de
Esta investigación comenzó con la
formulación y la profundización de algunas preguntas, algunas de las cuales
fueron: ¿Qué hace la escuela? ¿Qué enseña? ¿Qué marca deja en los niños y por
qué ellos, a pesar de todo, van a la escuela? ¿Por qué los padres están
preocupados y quieren que sus hijos vayan a la escuela? Si la escuela cambió,
si reconocemos que la sociedad cambió, es obvio que la escuela tiene que
cambiar, que no tiene que ser la misma, entonces, ¿cómo nos planteamos nuestro
trabajo, nuestra tarea?
La televisión, ¿espejo, o detonador de la violencia social?/ Raúl Trejo
Delarbre/ Investigador en el Instituto de Investigaciones Sociales de
Hay dos grandes dilemas sobre los cuales no
existen respuestas concluyentes en el estudio de los medios y su relación con
la violencia. El primero de ellos es si la violencia en los medios es causa de
violencia adicional en la sociedad. El segundo, qué hacer ante la proliferación
de mensajes que pueden atentar contra la convivencia, la apacibilidad y la
tolerancia.
La violencia desdibuja a la escuela/ Cecilia
Lavena/ Licenciada en Ciencias Políticas y Magister en Educación con
orientación en Gestión educativa en
A partir del análisis de noticias aparecidas en periódicos, desde 1997, que dan
cuenta de hechos y situaciones de violencia ocurridos dentro de las aulas, la
autora repara que estas experiencias sugieren que el concepto de la escuela
como santuario se ha desdibujado. No se trata de hechos aislados, sino que
reflejan la violencia que la sociedad en general y las instituciones educativas
en particular venían detectando como un fenómeno preocupante.
Desamor. Cuando la violencia está en la familia/ Bernard Lempert/
Psicoterapeuta y capacitador en servicios sociales y hospitales, trabaja en
París. Se especializa en protección de la infancia.
El desamor es un sistema de destrucción que,
en ciertas familias, azota al niño. Estos niños y niñas dejan de hacerse
entender, sienten culpa, no reciben caricias y han constituido al silencio en
ley.
Estos síntomas se transforman, en la gran mayoría, en comportamientos
autodestructivos generadores de violencia.
La violencia en los niños y su comprensión a través del arte y el juego/
Patricia Quiroz/ Licenciada en educación, Pontificia Universidad Católica del
Perú, Lima, Perú/ Maestría en Artes, The George Washington University,
Washington DC, EE. UU.
El propósito de este artículo es dar un recorrido por las nuevas tendencias de
los educadores y los profesionales del área de salud mental y sus aspectos
multidimensionales. La posibilidad de construir una relación profesional-niño
es clave para la recuperación y su crecimiento, y el uso del arte y del juego
es vital, por ser instrumentos que ayudan a entender el proceso interno del
niño víctima de la violencia.
Autoevaluación y gestión de los conflictos/ Teresita Noemí Codutti, Irma
Zalazar de Porfirio y Daniel F. Martínez Zampa/ Integran el equipo
interdisciplinario capacitador en mediación educativa
El conflicto, como parte de la vida humana y
de las instituciones, tiene un componente de agresividad que cuando no cuenta
con los canales adecuados deriva en violencia. Es aquí donde la negociación y
la mediación escolar pueden constituir herramientas para prevenir los episodios
de violencia, en tanto aportan "canales" para encauzar ese componente emocional
y la agresividad propia del conflicto.
Violencia y conflicto en los ámbitos educativos/ Joaquín Rodríguez
Nebot/ Profesor adjunto de
El análisis aquí presentado ofrece alternativas para situarse frente al
conflicto que, a su vez, dan cuenta de diversos enfoques pedagógicos y modelos
de estructuras organizacionales: conflictos destructivos y conflictos
constructivos; organizaciones educativas que niegan el conflicto frente a otras
que centran su trabajo sobre la relación del conflicto y sus resoluciones;
aquellos que son posibles de resolución y aquellos que no, porque son de tipo
estructural y requieren del esfuerzo de colectivos mayores. Las técnicas de
negociación, mediación, acuerdos y arbitraje son importantes, pero requieren
los ámbitos adecuados para su desarrollo.
Violencia en la sociedad de la información/ Jarmila Havlik
Es posible relacionar informática y educación en dos aspectos: en primer lugar,
la violencia en la sala de computación: el cuidado de los materiales, la
problemática de la equidad social, y en segundo lugar, los juegos electrónicos
cuya propuesta es el ejercicio de la violencia.
Procedimientos para trabajar las relaciones sociales. Aportes de la
educación a la cultura de la paz/ María Victoria Trianes Torres/ Dirige, desde
hace diez años, el Departamento de Psicología Evolutiva y de
La autora afirma que la sociedad necesita
urgentemente que se tome muy en serio la formación que reciben los niños,
adolescentes y jóvenes en el ámbito de la convivencia, ya que los conflictos
mal resueltos pueden conducir a la violencia. Propone el "Programa de educación
social y afectiva en el aula", que parte de la meta general de mejorar el clima
de la clase, potenciando la comunicación, creando confianza mutua y la
aceptación de todos los alumnos.
La violencia en la educación secundaria/ D. Francisco Morales/
Catedrático de Psicología Social de
En los últimos tiempos, la escuela se ha
convertido en centro de atención social. No solamente por ser considerada un
elemento esencial en el conjunto de la civilización occidental contemporánea,
sino por "el problema de la violencia en la escuela". Existen varios datos que
describen, por un lado, y definen, por el otro, las causas de la violencia: la
falta de disciplina en las escuelas, la distinción entre agresividad y
violencia, la tendencia a asociar la violencia con el poder, el hecho de que la
violencia suele producirse por falta de habilidades que permitan resolver
conflictos sociales sin recurrir a ella, entre otras.
La violencia irrumpe a través de los testimonios de los niños/ Lucimeire
S. Coura y Sebastio Rocha/ Supervisora y presidente, respectivamente, del
Centro Popular de Cultura y Desarrollo, Brasil
La naturalidad con la que los niños se referían a situaciones de maltrato,
agresión y violencia al acercarse a los proyectos desarrollados por el Centro
Popular de Cultura y Desarrollo promovió la necesidad de transformar el tema
violencia en "problema" y enfrentarlo, de forma más sistematizada, involucrando
tanto a los niños y adolescentes como a sus padres. Comenzó un proceso de
intervención en esta realidad, en donde lo primordial era entender que el
respeto humano no es una cualidad sino una obligación, un derecho de todo y de
cualquier individuo, niño, adolescente o adulto.
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